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45-51, la Casa para el arte contemporáneo en Manizales

Por: Quehacer Cultural

Fecha de publicación: 27/07/2022

Cualquier persona puede proponer, pero no proponer cualquier cosa, es la consigna de Casa 45-51, un punto de encuentro para compartir conocimientos, vivencias, inquietudes, proyectos, conversaciones, a partir de la cultura y el arte contemporáneo.

La idea fue lanzada hace algunos meses por un colectivo de colegas y amigos del que hacen parte Santiago Dussán, Carolina Castaño, Alejandro Valencia y Laura Puerta y el colectivo No Museo. Y cayó en tierra abonada: en una casa abandonada que les prestaron durante dos años, situada en el emblemático barrio Lleras de Manizales, la cual fue adecuada en sus elementos esenciales, conservando vestigios del desamparo que soportó por años, como memoria de lo que ha sucedido en su interior.

“Surge de la necesidad que hay en la ciudad de Manizales de tener un espacio para la creación, la investigación y la experimentación en el arte contemporáneo”, manifiesta Laura Puerta, espacio que también pretende llenar un vacío al “apoyo absolutamente deficiente por parte de las administraciones locales y nacionales a las artes, particularmente a las artes plásticas y visuales”.

La inauguración es el 28 de julio con la exposición denominada Tomo 1 en la que participan las estudiantes de Artes Plásticas Alejandra Hernández, Juliana Clavijo y Estefanía Ayala. Además el Muro de Lujo, un lugar para la creación de artistas urbanos y grafiteros. En esta ocasión el invitado es Mr. Serranoski, quien se encargará en adelante de coordinar esta propuesta.

El plan de Casa 45-51 es presentar exposiciones de artistas invitados por convocatoria abierta o cerrada, con obras no precisamente terminadas, ya que el objetivo es la experimentación, concepto que explica así Laura Puerta con la variedad de actividades de apoyo, como el Club del Clavo, que se ofrecerán al público para acercarlo a diferentes temáticas, “por ejemplo el sexo del que poco se habla en Colombia”:

Este es un espacio de todos, que partió de la vinculación de varios artistas, quienes donaron obras para realizar una subasta destinada a la adaptación de la casa y en este mismo sentido será su financiación. “Es un emprendimiento que estamos haciendo ad-honorem, cada uno de nosotros tiene sus propios proyectos, vamos caminando en la medida de lo humanamente posible, la ciudad debe que entender que este tipo de esfuerzos tiene costos de tiempo, de dinero, etc. Uno de los compromisos de los artistas que expongan en  Casa 45-51, es que realicen una charla o un taller y así mantener la programación. Todos estamos aportando: las personas que donaron obra, las que las compraron. Tenemos también un programa de donaciones mensuales a partir de $20.000 destinado a los gastos de las actividades y, en la medida de lo posible, para darle una bolsa de trabajo a los artistas invitados para que desarrollen sus propuestas experimentales, es algo simbólico pero es algo que en la ciudad no se hace”, indicó por último la artista y una de las gestoras de este proyecto, Laura Puerta.