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Belles Places

Por: Rubén Darío Zuluaga Gómez*

Fecha de publicación: 07/10/2022

Crítica teatral.

Grupo: Mètis` Gwa. Francia: Guyana y Guadalupe.

Vuelve la Danza al festival y no faltan los reclamos de los amantes del teatro de fábula, de acción dramática, la necesidad de escuchar historias con moraleja (la disyuntiva entre el bien y el mal que en esencia plantea el teatro, según Marco Antonio De la Parra); debate superado seguramente, pues el arte escénico tiende a la totalidad y se presenta en múltiples formas; entre ellas la Danza que requiere de un exquisito gusto de apreciación, el movimiento exacto, la coreografía perfecta, los bellos cuerpos sobre el escenario dibujando planimetrías y estereometrías. La Danza es arte y así no cuente historias, queda el placer estético de su contemplación, así sea efímero, lo que cuenta es el momento exaltado, la experiencia transformadora que se pueda vivir en el aquí y el ahora.

“Belles Places” deja la sensación de algo bonito, técnicamente hecho, una iluminación perfecta, y una música, monocorde y electrónica, con ausencia de tambores e instrumentos en vivo. Y así aparezcan traducciones de las mujeres que hablan en francés en la parte alta del escenario, cada espectador es libre de saber si la lee o ve la danza circense (imposible hacer las dos cosas a la vez).

Las bailarinas no tienen que comunicar nada porque no están contando nada, ellas viven su propia experiencia personal en el escenario, como si estuvieran ensayando, realizando su training; no hay ninguna diferencia entre hacerlo para ellas o hacerlo para el público, porque las verdaderas artistas deben vivir en función de su propio espíritu creativo y no depender de un observador externo: llámese espectador, crítico o historiador.

Esta pieza de verdad es un “avance en la búsqueda de un Circo coreografiado caribeño” como dice su directora, sin embargo, para que la palabra “Circo” no le quede grande, deberían incluir números de riesgo, payasos y el varieté propio de esta empresa, para ser fiel a la tradición y entrar en lo espectacular; pues un Circo sin emoción, peligro y el público crispado al cien por ciento, ni en el caribe ni en el territorio podrá tener éxito.

*Docente Universidad de Caldas.