Volver

“¡De malas!”

Por: Martín Rodas *

Fecha de publicación: 13/05/2023

Casting

Henry David Thoreau, en el libro “La desobediencia civil”, publicado en 1849, plantea su tesis acerca, precisamente, de la desobediencia civil. Este autor aplicó en su vida los principios que exponía, como por ejemplo negarse a pagar impuestos, lo cual le acarreó prisión. Su actitud frente al Estado consistió en negarse a colaborar con un régimen que justificada la esclavitud y emprendía guerras sin razón, en ese momento la de Estados Unidos contra México.

La resistencia de Thoreau a la autoridad del Estado tuvo repercusiones mundiales e influenció directamente, desde la No Violencia, a personajes como Gandhi en la liberación de la India y la campaña de Martin Luther King por los derechos civiles, en Estados Unidos. Hoy en día es la inspiración de movimientos sociales como la objeción de conciencia, contra el militarismo, las violencias y los abusos de la autoridad.

En definitiva, es la lucha por la libertad desde el respeto y la No Violencia. Por eso quiero referirme a tres situaciones que han ocurrido recientemente con actitudes de mujeres colombianas, y que repercuten a nivel nacional e internacional.

La primera tiene que ver con Francia Márquez, nuestra Vicepresidenta, a quien se critica desde todos los ángulos de la intolerancia por ser negra, pobre y mujer. Los sectores oscuros de la sociedad la han emprendido contra ella cada vez que actúa, ejemplo, el viaje a África; como decimos coloquialmente, “se la tienen montada”. No hay discusiones de fondo en los asuntos que tienen que ver con su importante trabajo como vicepresidenta, solo noticias faranduleras y amarillistas.

Frente a tantos ataques maledicentes e injustificados, la Vicepresidenta ha respondido con frases que son del lenguaje popular de resistencia, de la gente del común, que también es una manera de enfrentar la autoridad y el poder soterrado de quienes no desean los cambios: “¡de malas!”. Esta frase contundente surge desde lo más profundo del pueblo, porque es un lenguaje “vulgar”, del vulgo, de la base, de las masas, de esas que ahora pueden tener voz y representación en una mujer salida de los estratos más humildes.

La otra mujer a la que “se la tienen montada”, es la ministra Irene Vélez, por su utilización de tennis en los actos protocolarios, por ejemplo, la reciente visita oficial a España. Muchos medios dedicaron las notas periodísticas a criticar el hecho de que la ministra no respetara el protocolo, a lo cual ella respondió de una manera que expresa la forma como asume su trabajo y su vida: “se trata de ser libres”, porque con este acto simbólico, desea reflejar que por encima de los acartonamientos y las imposiciones institucionales, está la libertad.

Por último, menciono a Verónica Alcocer, esposa del presidente Gustavo Petro, quien bailó mapalé en las calles de Madrid, y, ¡claro!, los medios enfocaron su atención en este “mal comportamiento” de una primera dama y también “se la montaron”. Ella respondió que se trataba de demostrar sin vergüenza las hermosas tradiciones populares de Colombia. Porque nuestra identidad es resistencia, es empoderamiento, son nuestras raíces de las cuales debemos sentirnos orgullosos.

Estos simples hechos, reflejan la lucha que persiste entre el control y el autoritarismo frente a la resistencia, una resistencia que se manifiesta hoy en día, afortunadamente, desde lo simbólico, lo cultural, lo popular, la No Violencia creativa. Por eso, cuando se nos pretenda imponer reglas y normas que violen los derechos y la libertad, ejerzamos el humano y sagrado deber a la “desobediencia civil”, porque no es que las cosas por legales sean justas… y a quienes pretendan continuar imponiendo la mentira, el odio y la violencia contra la libertad, entonemos al unísono con Francia Márquez: “¡de malas… que se jodan!”

Mahatma Gandhi (dibujo de TiN).

* Poeta, anacronista y pintor; editor de «ojo con la gota de TiNta (una editorial pequeña e independiente)».