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Deuda I

Por: Daniel Santiago Salguero *

Fecha de publicación: 26/05/2021

Jean-Paul Sartre, Gilles Deleuze y Michel Foucault / E. Kagan. 17 Enero 1972

Bogotá miércoles diecinueve de mayo de dos mil veintiuno, once y trece a.m. Aún no desayuno. Son tantas las cosas que están pasando que apenas me da tiempo de enterarme e identificar dentro de lo esencial qué es lo próximo por hacer.

Debo empezar una columna, la primera de una serie, y se me ocurrió cuando me propusieron escribirla que el nombre podía ser La deuda. Hace unos minutos lo escribí sin artículo y en mayúsculas y sentí que se veía más contundente DEUDA.

Deuda porque justo el día que me ofrecieron escribirla estaba preocupado por no tener cómo pagar un par de deudas medianas que adquirí recientemente. Pensé entonces que lo mejor sería invertir este pago en abonos a mis prestamistas, a mi mejor amiga y a mi ex. Por otro lado, siento que tengo una deuda grande con mi región (eje cafetero, de donde es este medio) que dejé hace casi veinte años pero que revisito frecuentemente.

Tomando fuerzas para escribir, después de días de proponérmelo, comienzo. Hoy pensé que la serie de columnas podía tener continuidad o hilos narrativos y así tal vez un día al juntar los diferentes artículos hacer un libro. Pero eso es haber ensillado el caballo sin tenerlo así que no hablo más, por ahora es solo una idea o una especulación. Lo que sí parece ser un hecho definitivo es el título.

Se que la intención de la directora del este medio es que hable de Arte, uno de mis campos de experticia que comprende temas que van de la fotografía al performance y otros lenguajes y medios y temas actuales. Lo digo con humildad (pienso últimamente en esta palabra y en su relación intrínseca con lo húmedo). Pero no puedo hablar ahora mismo de Arte sin ignorar el contexto ¿qué pasa afuera? y qué pasa adentro también, mucha combustión y gasolina y yo tengo un cigarro que se acorta y ya va por la mitad y no sé qué hacer con él (digo esto metafóricamente ya que solo fumo en las noches o sea no podría estar fumando ahora). El contexto actual tomaría bastante tiempo en ser descrito por su extensión y complejidad, no podría ni en sueños acortarlo a mil quinientas palabras que es, creo, lo máximo que puedo escribir para esta propuesta de columna mensual.

¡No me gusta dejar cabos sueltos, así que respondo a mi pregunta del párrafo anterior y cambum! Vivo en un contexto de guerra y soy un artista que entiende la potencia y eficacia de los gestos y sus muchas naturalezas y la necesidad urgente de traerlos a lo público, a los gestos artísticos, digo. Quiero decir que entiendo la responsabilidad que tengo al saber de Arte a profundidad y de saber también qué y cómo combatir y con qué herramientas precisamente; el arte nos da las herramientas además para combatirnos a nosotros mismos y de paso a todo lo que afuera o adentro nos afecta a mil escalas, lo personal, lo social, lo medioambiental, lo democrático, lo mágico, el Arte es infinito y multidimensional, quizás también multitemporal y nos trae preguntas de todo tipo, la mayoría muy subjetivas y entender este hecho especifico, de paso, nos libera también de la responsabilidad constante de encontrar y buscar sentido en todo.

El arte puede buscar una relación objetiva con el espectador, pero identifico fácilmente y disfruto de experiencias artísticas a las que no puedo acceder desde la objetividad. Siempre habrá huellas para guiarse, tonos de color, texturas, formas, título, ritmos  para acceder a ellas a través de los sentidos, a veces mucho más que desde la razón.

Me gusta el arte objetivo para las operaciones que necesitan de ciencia y razón y coherencia y sentido en un orden positivista, digamos (pensemos en arte relacionado a ciencias de la salud, a la ingeniaría o a los deportes, por ejemplo) pero también las artes subjetivas y abstractas y entiendo su valor y sé que no debo esforzarme en ir más allá del disfrute o de hacerme alguna que otra pregunta, porque el arte, como nos dice la tradición académica, no debe ser utilitario ni útil. PARA MANTENERSE LIBRE DE INTERESES Y FINES ESPECÍFICOS DE PROPAGANDA, POR EJEMPLO, debe estar a disposición de todes incluyendo subjetividades y discapacidades. Disculpas que haga otro paréntesis, esta vez descrito. A veces escribo Arte con mayúscula y otras sin. Es raro y es instintivo, pero es a propósito, si tuviera que escoger una forma definitiva de escribir Arte sería con mayúscula inicial siempre, pero de tanto escribirla dentro de este mismo párrafo la siento muy pesada, así que variaré, a veces Arte con mayúscula a veces con minúscula, a veces en mayúscula sostenida, cierro paréntesis.

Así que el contexto. Colombia, décadas de guerra. Estamos en el día veintidós del Paro Nacional más grande en la historia de la nación (es una nación joven tipo un poco más de doscientos años desde que la ‘fundaron’), tengamos eso dentro de la idea contextual, y es una nación democrática, un modelo joven también regido por una constitución política de treinta años, o sea joven también. Esta idea me interesa pues uno crece creyendo que todo siempre estuvo ahí, y ahora desde mis casi treinta y seis años veo que esto todo está acabado de inventar, lo digo en chiste pero también en serio, son modelos que debemos entender como imperfectos y que necesitan de nosotros mismos para terminar de inventarse y sean sistemas donde todos realmente seamos libres sin hacernos daño; ya si alguien quiere hacerse daño a sí mismo, eso es subjetividad (lo digo en chiste también pero es cierto, tipo si quiere tatuarse, fumar o teñirse el pelo) y la democracia lo comprende, y eso me gusta.

Es muy del arte también que uno pueda decidir qué quiere teniendo en cuenta el contexto, eso es muy importante, pero escuchando la esencia de sí mismo, haciéndose preguntas como para qué soy bueno, qué me gusta, qué me han enseñado, qué necesita mi comunidad o mi sociedad o mi familia, qué me pide mi cuerpo, qué me ofrece el mundo para suplir mi deseo, que yo siento que más que deseo es necesidad, pero eso habría que explorarlo en Foucault quien dice que cuando el deseo se realiza deviene una verdad, o en Guattari que habla del deseo como motor emancipador de sistemas homogeneizadores o esterilizadores. Tengámoslo presente pues será uno de los ejes inconscientes de esta columna, el deseo (como la productora de Almodóvar El deseo) pues es también, de paso, eje inconsciente de mi trabajo autoral y es además eje inconsciente de todes nosotres, ya lo decían Freud y Jung, tiene todo que ver con pasar del inconsciente al consciente para que el inconsciente no nos atropelle. Y eso hacemos ahora mismo. Pues la teoría filosófica del siglo veinte y la contemporánea son las que prefijan al arte actual, el que exploraremos en esta columna que termina aquí.

En la siguiente entrega hablaré de modelos de asociación y arte comunitario y del concepto ‘estéticas de la colaboración’ propuesto por el artista visual conceptual y activista Humberto Vélez (Panamá 1965).

*Artista Visual.