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Ecos de la Filbo 2020

Por: Germán Sarasty M.*

Fecha de publicación: 11/05/2020

Quienes hemos tenido la oportunidad de disfrutar ferias del libro en Bogotá, Cali o Medellín, sentimos que esta vez por causa del aislamiento al que nos ha conminado el COVID-19, íbamos a privarnos de ese gran espectáculo que nos ofrece cada año la Feria del libro de Bogotá, FILBO. Además,  como para que no nos quedara duda, ese gran emplazamiento de Corferias, que ha sido emblemático de este evento, terminó siendo adecuado a algo tan sombrío como un campo de refugiados o como un hospital de campaña, dadas las exigencias de las circunstancias y así esta especie de antesala de la muerte, contrastaba obviamente con esa fiesta de la vivacidad y la alegría.

Todo fue tan vertiginoso que, aun el 10 de abril, el presidente de la Cámara colombina del libro, Enrique González, no tenía muy claro cual iría a ser el rumbo o la respuesta que se iba a dar a este impasse que vulneraba toda la cadena del libro, la cual tiene todo tipo de participantes desde el escritor, hasta llegar al lector, pasando por correctores de estilo, editoriales, promoción, distribución, exhibición, venta,  compra y otra cantidad de elementos intermedios. Al respecto se conservaron las fechas previstas del 21 de abril al 5 de mayo, y los contenidos se fueron acordando y ajustando a estos días, con una amplia temática, de acuerdo con los diversos públicos, niños, jóvenes, adultos y profesionales de diversos sectores.

El esfuerzo del grupo creativo que supo sobreponerse a todas las dificultades y valiéndose de las tecnologías multimediales y transmisión interactiva, logró configurar algo digno de admiración, que no solo tuvo un alcance superior al posiblemente logrado de haberse hecho lo tradicional, sino que perdura en los almacenamientos de internet, para consulta inmediata.

La configuración de la programación fue tan meticulosa y consciente que abarcó tópicos tan variados como: presentación de libros, lectura de textos, declamación de poesía, talleres de cuento juvenil, talleres de escritura, auditoria forense, literatura y erotismo, impacto del COVID-19 en la legislación tributaria, el COVID-19 y la propiedad horizontal, la escritura como forma de catarsis, los libreros recomiendan, las plumas y el encuentro, sencillamente un vademécum cultural en cuatrocientas presentaciones cada una entre treinta y cincuenta minutos, programadas de abril 21 a mayo 5 de 9 am a 10 pm, utilizando diferentes canales como youtube, instagram, facebook y otras plataformas. En promedio treinta sesiones diarias, obviamente muchas simultaneas, pero con el gran agregado de que siguen disponibles en internet. Incluyo para los interesados la dirección de la programación y en ella están los enlaces a cada evento.

https://feriadellibro.com/es/agenda&f=&l=&c=960&h=

De esta manera se logra una selección personalizada y sin temor a llegar tarde, o no encontrar sitio adecuado, o que el evento se nos cruce con otro que igualmente queríamos ver y todas las demás circunstancias que conspiran cuando los eventos programados son reales y no virtuales; en la comodidad del hogar, en el momento que queramos y con quien queramos podemos disfrutar de nuestra selección. Impensable si no fuera este el esquema que nos han ofrecido y con las nuevas tecnologías disponibles, más pronto de lo que pensábamos debemos irnos adaptando, y si no, ¡cómo disfrutamos el concierto de Juanes! y luego el de otro grupo de cantantes colombianos, ¡fabuloso!

En mi caso quisiera exponer algo de lo que he disfrutado ¿La información periodística está en crisis?, con la participación de Germán Ortegón, Rafael Nieto y Jorge Carrión, comentaron cómo las fronteras transmediales atraviesan actualmente el periodismo, que se hace necesario mantener a raya la ficción y ante la imposibilidad de la objetividad en el ejercicio de la profesión, se requiere ante todo la honestidad, la ética. Se enfatizó en el hecho de las autorías colectivas sobre todo en el periodismo de investigación, en cuanto al equilibrio entre lo clásico y las nuevas herramientas, debe servir para fortalecer el periodismo, contrarrestar la incertidumbre para hacerle frente a las fake news y de esa manera enfrentar el mal llamado periodismo viral, que solo es viral.

En el conversatorio ¿Es posible una reconciliación justa? Los desafíos para la construcción de la paz, pudimos escuchar los interesantes planteamientos del doctor Juan Carlos Henao, rector de la Universidad Externado de Colombia y del académico Gerardo Barbosa, adecuadamente moderado por Gloria Castrillón directora editorial de Colombia 2020, de El Espectador. Después de un recuento histórico de la manera como se concibió y se diseñó la justicia transicional para la solución del conflicto con las FARC, por un equipo de seis personas nombradas por cada una de las partes y de la cual hizo parte el doctor Henao, mencionó que “a situaciones de excepción, soluciones de excepción, que en ese tipo de justicia, que nada tiene que ver con la justicia ordinaria, se cambian las nociones de pena, castigo, códigos, pruebas y procedimientos, que es además más eficiente para concentrarse en temas del conflicto e integrada a un contexto general y en la cual no debe haber impunidad, se debe establecer la verdad y comprometerse a que no ocurra de nuevo, asumir responsabilidades y reparar a las víctimas.

Hizo énfasis en que de parte y parte se han cometido monstruosidades y atrocidades, todo comprobable, como en el caso de las torturas, la connivencia con los paramilitares, los falsos positivos, etc. repitió que Uno para negociar debe dignificar al enemigo, algo positivo puede encontrarse en el otro. Recordó que si no hay justicia, no hay reconciliación, no se sanan las heridas, es necesario saber sobre la verdad y establecer responsabilidades de cada lado, para que no perdure el conflicto. El conflicto armado cambia la conducta de las personas que intervienen en él, se pierde la racionalidad. Esta reconciliación que ha sido tan dolorosa ha evitado que al menos ochenta mil víctimas al año, se hayan salvado.

Otro tema abordado por Paola Guevara de El País de Cali, Julio Cesar Guzmán de El Tiempo y Diana Castro de El Malpensante y moderado por Camilo Jiménez, fue ¿Cómo vive la cultura la crisis? ¿Qué están haciendo los medios y los periodistas por la cultura?, se vio el papel de los periodistas culturales en una situación de precariedad y sin acceso al terreno, en donde han aparecido espectáculos on-line como conciertos, visitas a museos, exposiciones, conferencias, etc, además en medios tradicionales en donde se ha reducido el espacio disponible de divulgación cultural de actividades y protagonistas, han tenido que migrar a lo digital; por su parte en El Malpensante siempre han estado dedicados al arte y a la literatura y allí sus contenidos han sido de profundidad y largo plazo, de tal forma que una revista de agosto de 2005, por ejemplo, no pierda vigencia y allí se pueda encontrar una crónica de 16.000 palabras, impensable en otro medio impreso. Se afirma como la cultura trasciende el ámbito de la innovación y de esa manera los artistas nos dan una lección, la innovación como punto de vista alternativo. Pero si en tiempos sin salida, siempre podemos contar con el arte, surge el interrogante si ¿los artistas cuentan con los medios? Se vislumbra el trabajo en solidario en contraposición al en solitario.

El espacio es siempre una limitante pero es digno de mencionar lo expresado por Guillermo Arriaga, escritor mejicano a Juan Camilo Rincón de El Tiempo sobre su libro Salvar el fuego, su forma de escribir es casi automática, no hace planificación, ni investigación, no es una escritura racional sino que escribe por instinto y usando sus experiencias, es llevar su mundo interior a la obra. Quedan muchos temas pendientes y otras sesiones de las programadas por apreciar.

*Profesional en Filosofía y Letras. Universidad de Caldas.