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El hip hop dinamiza la movida cultural de Manizales

Por: Quehacer Cultural

Fecha de publicación: 04/09/2023

El movimiento cultural popular hip hop creado en Nueva York por afroamericanos y latinos está cumpliendo 50 años y Manizales no ha sido ajena a la práctica de la diversidad de sus subculturas urbanas: break, rap, grafiti, tornamesismo. Y es precisamente César Ramírez, Pitú Mijo, uno de sus veteranos y entusiastas practicantes y apasionado multiplicador.

¿Quién es César Ramírez?
“Yo siempre digo que soy un loco soñador. César Ramírez se crio en un barrio llamado Las Colinas, el barrio de mis amores y mi vida, y decidió estudiar Licenciatura en Artes Escénicas, pero antes tuvo la posibilidad de conocer y reconocerse dentro de lo que es el hip hop o el rap”.

¿Quién es Pitú Mijo?

“Pitú Mijo es mi alter ego, el que da la cara por César Ramírez en el barrio, en muchos rincones, es mi compañero fiel desde hace más de 20 años”.

César encontró el hip hop gracias a un amigo, Cristian Idárraga, El padrino, quien le guio por el camino de la música, le enseñó a bailar, le enseñó a gestionar “porque es mucho lo que debe hacerse en este campo”. Con él se inició hace 6 años el Festival Hip Hop Café y Niebla.

Y aunque este evento se acabó por falta de recursos, hace tres años Pitú Mijo creó con los compañeros del barrio Las Colinas el Festival Hip Hop por la Vida como una herramienta de transformación sobre el tema del suicidio. “Un compañero que hacía música en una de las agrupaciones del barrio se quitó la vida y ese episodio desencadenó una serie de suicidios por lo que decidimos ofrecer un espacio de vida que es lo que queremos lograr con el festival”, explica.

En el mismo sector de la ciudad celebran hace 15 años, cada navidad, otro festival denominado La vida es bella, la vida es arte. Recolectan regalos para los niños del sector y reúnen durante un día a la comunidad en torno al baile, la música, la pintura y la alegría. Lo que más emociona a Pitú Mijo es la masiva participación de padres de familia, adultos mayores, jóvenes y niños.

Le causa mucha satisfacción ver lo que los “pelaos” han logrado en el tema del hip hop, que, además de los festivales, se hace evidente en Manizales con actividades como el freestyle (habilidad de rapear de forma improvisada con o sin micrófono sobre una base o sin esta) que se practica en el sector de El Cable, el muralismo, invitaciones a festivales en otras ciudades, fiestas en bares, espacios exclusivos en la programación general de la Feria de Manizales con llenos a reventar. “El movimiento ahora, valga la redundancia, está muy movido, está rodando de una manera muy interesante desde los jóvenes hasta la vieja escuela”.

Para César la música es un arma de transformación muy poderosa. “Al escribir, crear una canción, unir sonidos, la mente está pensando en otras cosas, no solamente en la esquina, en la droga y otras malas influencias que afectan a los jóvenes. El arte demanda de mucho tiempo, entonces si logramos que muchos pelaos hagan suyo ese momento creativo, lógicamente se sensibilizan y así vamos a salvar muchas vidas”.

César Ramírez, quien es además fotógrafo y diseñador aficionado y ha trasegado con sus habilidades artísticas por Manizales, Bogotá y Pereira, pone al servicio de los jóvenes sus sentimientos y conocimientos, “tiro las semillas y dejo hacer”. En este momento concentra su actividad en el cipher tour y talleres en los colegios y los barrios de Manizales. Carga su estudio de grabación de audio y video y lo pone a disposición de quienes lo quieran usar. “Es una práctica maravillosa porque muchas personas no tienen la oportunidad y destreza de grabar en estudio, me emociona porque hay muchas conversaciones, muchas experiencias. Participan raperos ejercitados y otros no tanto y es precisamente esa comunidad la que genera el proceso catártico del arte, es lo que busco”.

Agrega que no espera ser el referente a seguir, “me gusta que los chicos tomen decisiones y tengan un pensamiento crítico porque uno tampoco se las sabe todas. Me gusta generar inquietud, que se tejan vivencias y entre todos organizarnos. La comunidad se está sensibilizando mucho y participa priorizando los elementos principales del hip hop”.

“La vida misma me ha puesto en ese camino, yo trato de salirme y vuelve y me atrae. En lo que llevo de carrera creo que es de las culturas más respetuosas que he visto, no hay conflictos, no buscamos intervención de la policía. A esas raíces tenemos que agradecerles porque nos dan la posibilidad de ganar espacios en una ciudad bastante conservadora, bastante difícil en términos artísticos. Por lo menos ya tenemos la capacidad de sentarnos como organización para hacer gestión y pelear por nuestros derechos”. Y es precisamente lo que los raperos de Manizales intentan mediante la consolidación de un festival propio donde puedan tramitar sus iniciativas e intercambios con otras ciudades.

Refiriéndose a los contenidos explícitos de las canciones del rap, resalta: “Cuando estoy en talleres con los chicos les digo digan lo que sienten, que no sabe cantar, píntelo, métale música, armonía, saque lo que tiene adentro. Tal vez por eso hay estigmas en el sentido de que son groseros, son gamines, al contrario, hay que dirigir la mirada hacia la problemática de los pelaos. Siento que hay muchos silencios por parte de los jóvenes, pues además de ser introvertidos son muy solitarios, se hablan por una pantalla, no está el café, no está el abrazo, se está perdiendo la familiaridad. Hay infinidad de posibilidades para que los chicos expresen todos los pesos que tiene la vida en el barrio. Esto me encanta porque crecí en el barrio y se de sus condiciones”.

César considera que a través del hip hop se pueden aplicar procedimientos más amables a los correctivos que imponen las instituciones educativas, que no funcionan y se siguen exigiendo, “los transformamos en diferentes espacios, en diferentes dinámicas, en diferentes palabras, en diferentes formas de comunicarnos, en diferentes normas y eso es lo que hace el rap, es realmente una revolución de resistencia y fuerza y de unión porque un artista no puede hacer arte solo, tiene que tener comunidad, aliados, amigos”.

Fotografías tomadas del Facebook de César Ramírez “Pitú Mijo”.