Ubicada al poniente de la ciudad sobre la ruta de la colonización, un hermoso corredor paisajístico deleite de propios y extraños que conduce al tradicional barrio Chipre. Según el profesor Gonzalo Duque Escobar “apacible mirador, propicio para apreciar los tonos verdes de las veredas del poniente, contemplar sobre la Cordillera Occidental la majestuosa silueta de los cerros Tatamá y Caramanta, esperar el ocaso con sus arreboles, y luego descubrir los poblados sembrados en el cañón del Cauca por las luces que los anuncian… “La entrada es libre y está abierto de 10:00 a.m. a 6:30 p.m. Por su situación y atractivos se ha consolidado como una de las zonas rosa de la ciudad, centro de peregrinaje y diversión de chicos y grandes. Culmina en el Monumento a los Colonizadores, obra elaborada en bronce por el artista manizaleño Luis Guillermo Vallejo, como homenaje a los fundadores de la ciudad.
