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La caminata de los elefantes

Por: Rubén Darío Zuluaga Gómez*

Fecha de publicación: 07/10/2022

Crítica teatral.

Grupo: Formiga Atómica. Portugal

El misterio de la muerte, del fin, es el tema sobre el que reflexiona esta obra de teatro de objetos, en la cual un actor narrador a veces cómico otras trágico ha creado sobre el escenario varios nichos con figuras muy pequeñas y proyectadas a trasluz. Se divierte hablando de la muerte y como un artífice maneja pequeños mundos agrandándolos como por arte de magia a través de pases medio ilusorios, medio realistas. Entre sus objetos el animador transporta animalillos de repisa o de juguete hacia una isla o país pequeño rodeado por una cerca eléctrica. Finalmente, su interés se concentra en una manada de elefantes y a partir de la manera como estos viven, establece una analogía con la existencia humana. Al morir el hombre que los protegía y era considerado parte del grupo, ellos hacen una caminata hasta su casa para despedirlo, en una especie de ritual que dura dos días.

“La caminata de los elefantes” es el producto de una extensa investigación en la que participan 200 niños y se refleja en este trabajo la delicadeza y asombro infantil, la capacidad de juego con las formas: las sombras y los juguetes pequeños que se vuelven grandes y reales en virtud de la verosimilitud escénica. La animación de objetos y la narración se convierte en una velada mágica que seduce la percepción de los curiosos espectadores por cada pequeño universo que aparece, por ello es necesaria la cercanía, para atraparlos como en una red y tenerlos atentos a cada movimiento… la mirada lela paralela siempre está fija… Realmente hay un gran virtuosismo en este niño grande que juega con objetos: niño de manos de seda y hombre de pasos de roca, que ficciona con dobles, con miniaturas, que proyecta paisajes y se desplaza por geografías inventadas, generando suspenso, risas y nebulosas sobre el misterio de la existencia humana.

*Docente Universidad de Caldas.