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La cultura no es un bien de lujo, es de primera necesidad

Por: Quehacer Cultural

Fecha de publicación: 16/06/2020

Afirma la Gerenta del Banco de la República en Manizales, Ivonne Paola Mendoza Niño y ratifica en esta entrevista “desde el Banco seguiremos apostando por la conservación y difusión del patrimonio del país, así como a la construcción de ciudadanía desde las prácticas artísticas”.

La organización del Banco de la República establece que la programación cultural del año se defina el año anterior. ¿Qué ha implicado el paso a la virtualidad de una manera tan abrupta como sucedió por la aparición de la pandemia, si se tiene en cuenta que la “presencialidad” para esta institución ha sido fundamental?

Para el ecosistema de la cultura, la actual coyuntura ha sido un escenario retador. En el caso del Banco hemos buscado, en primer lugar, atender las actividades que ya veníamos realizando, con el fin de brindar a nuestro público más frecuente las opciones virtuales del caso. Pero también hemos tenido que pensar sobre lo que implica este momento tanto en términos de contenidos, como de públicos, herramientas y demás. En ese sentido el Banco ha abierto la posibilidad de incorporar nuevas ideas que permitan lograr nuestro objetivo: generar actividades y contenidos de calidad, priorizando los intereses de nuestros públicos, con un profundo énfasis en las prácticas artísticas y culturales de los territorios. Sin duda la cultura requiere del encuentro, de la cercanía, y volverá el momento en que logremos ese maravilloso equilibrio entre reunirnos en torno a una exposición así como encontrarnos en la virtualidad para aprender sobre literatura escrita por mujeres.

¿Qué pasará con actividades institucionales programadas para este año en Manizales como paisajes culturales, simposio de la paz, alianzas musicales, etc.?

En términos generales vamos a hacer todo el esfuerzo por mantener buena parte de nuestra programación en los formatos virtuales y según las circunstancias, presenciales. Sin embargo,  ya es un hecho que los conciertos y otras actividades como las audiciones didácticas no se realizarán este año. Todos tenemos que adaptarnos a este momento y ese es el esfuerzo que estamos haciendo cada mes. Dependiendo de cómo evolucione el contexto nacional y el local, podremos plantear la forma como realizaremos nuestras actividades. Lo significativo es que  seguiremos muy presentes en la vida de la ciudad y de la región como siempre lo hemos estado.

Se acerca la época de definir la agenda cultural del Banco de la República del año 2021. ¿Cómo darle salida a este reto cuando las soluciones para el sector son tan inciertas?

En la historia de la humanidad, un campo que nunca ha parado es el cultural y artístico. Somos un sector que históricamente ha sorteado todas las dificultades posibles. La creatividad no para, las construcciones simbólicas y potentes que permiten los hechos culturales se seguirán tejiendo. Y desde el Banco seguiremos apostando por la conservación y difusión del patrimonio del país, así como a la construcción de ciudadanía desde las prácticas artísticas. Nuestro sector vive un momento único en la historia reciente, y las puertas del proyecto cultural del Banco seguirán abiertas buscando aportar a que esa fragilidad sea menor.

Toda calamidad trae consigo nuevas oportunidades. ¿Cuáles considera debe aprovechar el sector cultural para salir airoso de estos momento tan difíciles?

Creo que todos estamos aprendiendo mucho. El universo digital nos está enseñando otras formas de hacer, de compartir, de crear, y quizá este sea el momento para capitalizar ese hecho. De igual manera, creo que este momento ha demostrado que la cultura no es un bien de lujo o solo entretenimiento, hemos visto como la cultura es un derecho, en un “bien de primera necesidad” sobre todo en tiempos aciagos, esto debe ser leído por todos los que hacemos parte de este ecosistema: instituciones públicas, privadas, colectivos, artistas, organizaciones culturales, compañías, todos debemos seguir tejiendo la ruta para que la cultura ocupe el lugar que le corresponde en una sociedad como la nuestra.