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La pérdida de 200 mil suscriptores de Netflix retrata la guerra por el jugoso mercado del streaming

Por: Andrés Rodelo*

Fecha de publicación: 17/05/2022

Hay cierto morbo en la derrota del triunfador, ese que no sabe otra cosa sino ganar y ganar. Como cuando un futbolista infalible desperdicia un tiro penal. En el terreno de las plataformas de streaming, podríamos asegurar que Netflix es el Cristiano Ronaldo.

El mes pasado, se conoció que el portal de películas y series en línea sufrió un desplome de 200 mil suscriptores durante el primer trimestre del año. Esto tras una historia de crecimiento continuo, todavía más durante los días de cuarentena de la pandemia y el cierre de las salas de cine.

¿Qué pasó? ¿Qué significa para la exhibición en general y, particularmente, para la que ocurre a través de Internet? ¿Hablamos más bien de un suceso natural y previsto dentro de su proceso de crecimiento desmesurado?

Lo cierto de la cuestión es que no le vino nada bien a la reputación de la compañía, precisamente por la fascinación que suscita ver caer a Goliat.

Las causas

Los comentarios no se hicieron esperar en todos los rincones de la red para atribuir los motivos de la crisis: pésimo contenido, el anuncio de cobrar un cargo extra por compartir la contraseña de usuario, la decisión de implementar funciones tan cuestionadas como la reproducción acelerada de una producción, como si fuera un audio de Whatsapp, ideal para aquellos espectadores afanados.

Aunque hay una razón de mayor peso: la competencia. Apenas lógico que muchos frentes del cine deseen apoderarse de una tajada del suculento negocio conquistado por Netflix, cuyo éxito global ha sido el detonante para que nazcan nuevas plataformas lideradas por modestas iniciativas o megacorporaciones del entretenimiento.

Era cómodo para Netflix cuando era el único jugador de la partida, pero ahora debe posicionar su valor y diferencia respecto a otros del mercado que también se esfuerzan por seducir al consumidor con el propósito de convencerlo de ser la mejor opción. Amazon Prime Video, HBO Max, Disney Plus, Star Plus, Paramount Plus, Blim, Claro Video, Apple TV+, entre otras, protagonizan la puja por arrebatarle terreno al rey Netflix.

El valor del suscriptor fiel

Además, con un aspecto crucial que determina la consagración de estas plataformas. Lo que importa no es la nueva suscripción, sino que el usuario se mantenga afiliado a lo largo del tiempo. Es decir, que pague mes a mes el valor del servicio. De nada sirve cosechar 30 suscriptores si al mes pierdes 25.

Las plataformas lo han entendido tan bien que HBO Max, por ejemplo, maneja una tarifa de $10 mil para su plan básico. No obstante, la advertencia que hace es: puedes pagar esta suma cada mes mientras no canceles la suscripción. De hacerlo, te cobraré $20 mil cuando vuelvas a reactivar el servicio.

En eso consiste la lucha por el crecimiento exponencial, en la que Netflix ha dejado escapar a un buen número de seguidores. Aun así, continúa en la cresta de la ola, aunque ya no parece tan invencible como antes, y los competidores no paran de frotarse las manos.

Cacería de catálogos

Los grandes estudios de Hollywood y otras multinacionales están tan convencidas de que el futuro de la exhibición está en el campo del streaming, que sus departamentos de ventas y compras están en función de adquirir la mayor cantidad de catálogos con el objetivo de fortalecer las ofertas de las plataformas y ganar suscripciones de personas que desean ver aquellas películas y series.

Disney compró 20th Century Fox, hoy rebautizada como 20th Century Studios, y gran parte de las producciones de este mítico estudio de Hollywood pueden verse en Star Plus, el portal paralelo y adscrito a Disney Plus. Mediante una sola tarifa, el usuario puede pagar ambas plataformas por un precio cercano a los $40 mil.

También está el caso de Amazon, que oficializó este año la compra de MGM, del que pueden verse en Amazon Prime Video una buena oferta de sus películas, entre ellas las que conforman la saga del súper agente James Bond, las cuales están al alcance de quien pague el servicio de este operador.

¿Y los cines?

Entre tanto, las salas se han convertido en los recintos de los estrenos exclusivos, por lo menos en esta parte del mundo. En Latinoamérica no se ha recurrido a la práctica de lanzar de manera simultánea una película en cines y plataformas, como lo hace HBO Max en Estados Unidos, que, por ejemplo, subió a la plataforma Dune (2021), de Denis Villeneuve, el mismo día que llegó a las salas.

En cambio, por estos lares se respeta un margen de tiempo en el que la cinta solo puede verse en salas y, solo culminado este ciclo, llega a Internet de forma legal. Lo mismo hace Disney con los blockbusters de Marvel, cuyas millonarias recaudaciones provienen de la taquilla y no del pago de suscripciones. En ese sentido, la gran máxima de la promoción de películas “solo en cines” adquiere hoy más peso por este sistema.

¿Qué pasará ahora? Netflix no lo piensa poner fácil. Para recuperarse, anunció una suscripción más económica que incluirá avisos. Es un gana y gana para captar un mayor número de usuarios que paguen sin inconvenientes la tarifa y, por otra parte, obtendrá un ingreso adicional en cobro de publicidad. Ya podrán imaginar que más de una empresa querrá pautar con el gigante del streaming.

Ilustración tomada de wwwthrillist.com

*Comunicador Social y Periodista. Crítico de Cine.