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Las agrupaciones manizaleñas Caza Retazos y X2 Teatro en el espacio público de la ciudad

Por: Javier Humberto Arias Ospina*

Fecha de publicación: 08/10/2022

El viernes 7 de octubre, en las horas de la tarde, las personas que acudimos a la programación de Teatro de Calle, propuesta en el marco del 54 Festival Internacional de Teatro de Manizales en la Plaza de Bolívar a las 3 p.m. y en  el Parque Ernesto Gutiérrez, a las 4 p.m.,  también conocida como La Plaza Andina,  tuvimos la oportunidad de vivir gratamente dos obras inspiradas en la conciencia planetaria que por estos tiempos de Cambio, sobre todo de cambio climático, es el relato que circunda en el espacio de las realidades micro y macro existenciales de la humanidad en su conjunto como especie dominante del planeta.

Seguramente, quienes acudimos como público convocado o bien los transeúntes a esas horas por estos espacios públicos de Manizales, quedamos atrapados en una tarde que se llenó de colores y energías circulares que emergían desde las puestas en escena, en el primer caso, Bio-Cruces del Grupo Caza Retazos y en el segundo momento con la puesta en escena El Rey de Los Pájaros del grupo X2 Teatro.

En la obra Bio-Cruces, escenificada en la Plaza de Bolívar, se sintió transcurrir un ambiente  de energía trazado plásticamente en  fuego mandálico amarillo y rojo que invitó a vivir el movimiento, la contradicción, las  torres del poder de los humanos como especie , llámense política, económica o social, pero que en todo caso resultan  débiles frente a las fuerzas impajaritables de un planeta que soporta los desórdenes ocasionados por los humanos desde las territorialidades: el  cuerpo humano ,el cuerpo social  o el cuerpo universal . Una Especie humana que paradójicamente, con toda su racionalidad, pareciera haber olvidado el cuidado de lo simple de la Vida, la armonía de los cuatro elementos: el agua, el fuego, la tierra y el aire.  Y es precisamente el Bio-Cruces del mundo actual, el del consumismo capitalista, sus guerras y destrucciones con las consecuencias fatales para todo lo que represente la vida. Esto constituye el tema denunciado artísticamente en esta obra, en la que también se dieron pinceladas referenciales a las realidades del conflicto colombiano y sus motores de corrupción y prácticas de intolerancia frente al reconocimiento de la diversidad como relato hacia la Paz. Los códigos teatrales de sus músicas, vestuarios, personajes de la juglaría y la escatología, hicieron denuncias, premoniciones del desastre, pero siempre contando a los espectadores con el colorido y alegría de la esperanza de la Vida misma. Una escena en particular, resultó conmovedora. El momento de la regresión humana hacia sus orígenes simiescos, en donde la lucha de la manada es por el reparto de un trozo de banano. Como vivencia incluyente del Arte, el teatro callejero me permitió ver llegar a varios habitantes de calle a divertirse por unos momentos y aplaudir como espectadores al finalizar la obra.

Ya a las 4 de la tarde en el parque Ernesto Gutiérrez o también Plaza Andina, detrás del gran telón Negro ubicado en el centro del parque, se ven los artistas preparando sus gigantes muñecos de varillas que representan las aves emblemáticas de la región cafetera: los búhos, barranqueros y colibríes.

Una vez dispuestos todos los elementos, se inicia la obra EL Rey de Los Pájaros, con una bella canción hacia la Paz como necesidad apremiante por un nuevo país que ame y viva la tolerancia, el respeto, la diversidad cultural y la armonía y cuidado de la naturaleza.

El personaje tierno de una niña que con su canto invita a la paz, es el preámbulo de la aparición de otro personaje: se trata del Rey de los Pájaros, una especie de narrador que utiliza la técnica de clown para atrapar al público, con su recurso de compartirles naranjas y bananos, los que son lanzados con gracia y cuidado y refiriéndose a cada espectador con su propio nombre, dando una sensación de amistad y ambiente familiar, que evoca los momentos circenses en que se da apertura al gran espectáculo en la Pista. Transcurre la obra con un bello didactismo y enseñanzas del Personaje Rey de los Pájaros, hacia el respeto por la naturaleza y cuidado de todos los seres vivos. El Rey de los Pájaros, hace la presentación de las aves emblemáticas de nuestra región cafetera como El Búho, El Colibrí y el Barranquero o Barranquillo, esta última, el ave símbolo asociado a la protección de las fuentes hídricas y los bosques andinos.

Es de destacar el nivel de elaboración de los recursos artísticos y escénicos propios del arte del teatro de calle: los Muñecos gigantes que representaron las aves emblemáticas de la región, los maquillajes y vestuarios, la concepción de los personajes, la niña que canta La Paz, el Rey de los Pájaros y el personaje gritón y bribón del Espantapájaros que evoca la necesidad del corazón humano para amar y respetar sus sueños y la armonía con la naturaleza.

De manera coincidente, en las horas del mediodía, en la clausura del cuarto congreso Iberoamericano de Teatro, tuve la oportunidad de escuchar en sesión virtual, al director y filósofo teatral Argentino Jorge Dubatti, quien precisamente hizo referencia a la relación dialéctica entre el pensar y el hacer hoy en el teatro.  Y entonces al final de las dos obras motivo de estas notas, en el primer caso, dialogué con uno de los integrantes de la agrupación Caza Retazos y luego vía Whatsapp con Geovanny Largo Director de X2 Teatro y me dijeron que ambos trabajos son de Creación Colectiva.

Quedé muy reconfortado pues constaté con lo expresado por el Profesor argentino Dubatti, que el gran aporte del teatro colombiano a la historia de la dramaturgia mundial ha sido precisamente la relación de la creación artística con la técnica y la ética. Estas dos obras de teatro: Bio-Cruces y El Rey de los Pájaros lo evidencian de manera ejemplar.

Y esta relación permanente entre la práctica y su reflexión, es decir, entre el Pensar y Hacer el Teatro, es el fundamento de lo que sigue dando vigencia a la Creación Colectiva, el gran movimiento teatral por el que trabajaron los grandes Maestros Enrique Buenaventura y Santiago García. Y es que estos dos grandes maestros del teatro colombiano siempre nos insistieron, así como el profesor Dubatti lo expresó al final del Congreso en sesión virtual, que el Artista Profesional del Teatro se hace Profesional porque hace bien lo que hace y no por el dinero o la fama, es decir, que la técnica libera el Talento y este llega a los que más ensayan, los que más trabajan la Técnica y la Ética.

Viendo estas dos obras que he comentado, se tiene la sensación de unos grandes trabajos que logran conjugar Técnica y Ética, se perciben muchos ensayos que traen el talento porque se ve la técnica y su profesionalismo. En hora buena para ellos como artistas y para la evolución del teatro manizaleño y su proyección nacional e internacional.

*Director, escritor, actor. Teatro Portátil.