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Los músicos de la OSC “en la calle”

Por: Quehacer Cultural

Fecha de publicación: 02/11/2020

Los 53 músicos profesionales de la Orquesta Sinfónica de Caldas, hombres y mujeres, quedaron “en la calle”, sin salarios y sin apoyo de ninguna naturaleza. Y esta calamidad, para ellos y sus familias, debida a que la agrupación debió clausurar actividades en el mes de septiembre por falta de presupuesto, no obstante, la riqueza y constancia de sus producciones entregadas al público durante los meses de confinamiento, superando los retos que la virtualidad impuso, con más de 2.500.000 interacciones.

La Orquesta Sinfónica de Caldas es una de las 6 orquestas profesionales que funcionan en Colombia y la única que se vio obligada a suspender labores. Las otras son: Orquesta Sinfónica Nacional, Orquesta Filarmónica de Bogotá. Orquesta Filarmónica de Cali, Orquesta Sinfónica Universidad EAFIT y Orquesta Filarmónica de Medellín, un privilegio en un país con 32 departamentos y 50 millones de habitantes. Sin excepción, cada año sufren por presupuesto.

“Los artistas nos salvaron de volvernos locos”, exclama el Director de la sinfónica caldense, Maestro Leonardo Marulanda en conversación con el violinista Mike Jiménez Franco, Concertino asistente de la Orquesta Filarmónica de Cali, en la que hace un patético relato de la difícil situación que atraviesan.

“No hay ningún habitante de este planeta que durante el confinamiento no se haya visto una película, una obra de arte, un concierto, todo virtual, leído un libro. Los que siempre estuvimos en la casa de cada persona fuimos los artistas. Ahora termina el confinamiento, la gente se tira de nuevo a la calle y los artistas somos los más perjudicados. ¿Por qué? Porque en el esquema de la sociedad en la que estamos se puede vivir sin artistas según nuestros queridos políticos que son quienes manejan este planeta. Aquí no tenemos dirigentes con la conciencia y con la visión que tienen países desarrollados”.

La Orquesta Sinfónica de Caldas siempre ha sido muy frágil desde su estructura económica, y a pesar de ello son notables sus progresos en cuanto a su calidad artística y formación de públicos, a tal punto que en el año 2019 logró interpretar, con músicos de la casa, la Sinfonía No. 1 de Malher, un hito histórico por la belleza y dificultad de la obra.

Durante sus más de 30 años de trayectoria ha sobrevivido gracias a 4 aportantes: Ministerio de Cultura, Universidad de Caldas, Gobernación de Caldas y Alcaldía de Manizales. En condiciones normales estos apoyos alcanzan para cubrir parte del año, y en agosto o septiembre se recurre a otras empresas para culminar el resto del periodo. Este año la Orquesta empezó muy bien, con un repertorio de lujo para celebrar los 250 años del nacimiento de Beethoven y toda la intención de hacer los trámites pertinentes, pero, anota el Maestro,” infortunadamente llega la pandemia y gestionar se convierte en una cosa muy compleja ya que las empresas aducen estar en difíciles condiciones, y si bien en unas es cierto, otras aprovechan la situación y les está yendo muy bien. El caso es que todas aducen austeridad total y en septiembre la orquesta debe parar, los músicos están en casa sin ningún tipo de salarios o ayuda, absolutamente nada”.

Anunció que hay un par de empresas interesadas en asignar unos recursos para terminar el año.  “Si esas ayudas se dan, por supuesto daremos todos los agradecimientos, pero por ahora está en conversaciones”.

Lamenta que, aunque durante todo el confinamiento produjeron contenidos para que la gente de alguna manera tuviera un escape a la cruel realidad que afrontamos, ahora que la OSC lanza un SOS la indolencia es casi generalizada. “A mí eso me duele bastante porque hay gente que cree que los artistas vivimos con los papás y que esto lo hacemos de chévere, que es un hobby que tenemos y se aterra de que un músico trabaje, y que debe devengar un sueldo,  y que debe pagar renta, y que debe pagar facturas como todo el mundo;  es una cosa rara y loca y no se dan cuenta de que también somos profesionales que nos matamos un montón de años estudiando para hacer de nuestro trabajo una labor del mayor nivel posible y que luego la gente lo aprecia y no se dan cuenta que detrás de eso hay gente con necesidades reales”

Su llamado no es solamente para el público, sino para la clase política. “Aquí necesitamos de mucha voluntad política para que las orquestas del país no solo sobrevivan, sino que sobrevivan dignamente porque definitivamente estas son instituciones que funcionan dependiendo de la voluntad del político de turno, una situación triste y lamentable. Que se den cuenta del inmenso impacto social que estas instituciones tienen, que se den cuenta que son instituciones que funcionan con músicos y con personas, con seres que son profesionales, que se han preparado para esto y que necesitan tener una vida digna.

Con conocimiento de causa, el Maestro Leonardo advierte que el presupuesto con que funcionan las orquestas regionales no es descabellado, es un presupuesto que para un andamiaje de una ciudad no representa una cifra demasiado elevada, “pero siempre hay otras prioridades y a nosotros nos tienen bastante relegados.

Para finalizar manifestó su disposición a explicar esta problemática con más detalle a quien haga falta, a quien no lo entienda, a quien necesite entenderlo de otra manera

Disfrute de las producciones de las orquestas regionales de Colombia en sus respectivas redes sociales.