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Manizales, como Ciudad Universitaria, debe tener una política clara de atracción hacia personas especializadas en diferentes ámbitos

Por: Quehacer Cultural

Fecha de publicación: 18/10/2022

Del 17 al de octubre de 2022 Manizales es centro mundial del diseño, el arte y la ciencia merced a la celebración del Festival Internacional de la Imagen que se realiza desde hace 25 años gracias a una red internacional de profesionales que año tras año se vinculan con sus conocimientos de vanguardia. Con Chile como país invitado y  el eje central las Surtropías, se hará realidad la fiesta de la imagen que, en esta ocasión expandido a Bogotá, integra diversidad de actividades representadas en 600 obras y proyectos de más de 30 artistas: cine, conciertos, exposiciones, conferencias.

El Arquitecto Felipe César Londoño es el Director del Festival Internacional de la Imagen y aquí nos cuenta el impacto ha tenido el certamen en la vida cultural de Manizales:

En el mundo contemporáneo el diseño y la imagen se convirtieron en temas fundamentales para el desarrollo de la academia, el gobierno, la economía, el arte. ¿Por qué? ¿Lo proyectó así el Festival de la Imagen hace 25 años?

Efectivamente, el Diseño cada día adquiere más protagonismo en la sociedad y la cultura. Su origen, como disciplina profesional, prefiguraba esta situación, sobre todo porque siempre se consideró como un puente entre el arte, la ciencia, la tecnología y la sociedad. El Diseño tiene el importante papel de posibilitar entornos y procesos adecuados, siempre teniendo en cuenta el bienestar del ser humano y el cuidado del ambiente. Diseño Visual, en concreto, se concentró en la imagen como un fenómeno presente en la sociedad, indagando a partir de allí en tópicos que se relacionan con lo fijo, lo móvil, lo ambiental y lo digital. 30 años después de creación de la carrera y 25 años de inicio del Festival Internacional de la Imagen, estos principios continúan vigentes. El Festival, que retomó la estructura del Festival Internacional de Video y Artes Electrónicos que se realizó en Buenos Aires en la década de los 90’s, dirigido por el artista Carlos Trilnick, se pensó desde un amplio espectro de lo audiovisual, no exclusivamente como un evento de diseño, sino que comenzó a indagar sobre las fronteras con el arte, los procesos de creación, la aplicación tecnológica y el trabajo interdisciplinario. El Festival se ha preguntado por las distintas maneras de ver el mundo y cómo transformarlo a partir de la mirada de artistas y diseñadores que han estado a la vanguardia dentro de contextos cambiantes, quienes además han intercambiado y ampliado conceptos y exploraciones en torno a temas de interés general, como paz, cambio climático, participación y ambiente, entre otros.

¿Cómo ha impactado el Festival de la Imagen en estos 25 años la vida y la historia de Manizales?

Manizales, como hemos afirmado varios, es una ciudad de conocimiento y una ciudad propicia para realizar eventos por su carácter universitario y por su entorno natural privilegiado. Gracias al Festival, desde la Universidad de Caldas hemos podido impulsar procesos académicos de pre y posgrado, que han impactado la vida de miles de jóvenes en los ámbitos del Diseño Visual y la Creación. El Festival, así como otros grandes procesos que han surgido desde el Departamento de Diseño Visual, como la Revista Kepes, ha visibilizado el pensamiento y los proyectos y obras que se realizan por los creadores locales y nacionales ante expertos internacionales de muy alto nivel que cada año visitan el evento. 25 años después de inicio, constatamos que Manizales es un referente en el diseño y la creación electrónica internacional, por el flujo de personas y exhibiciones que cada versión presenta y por la acogida que tiene cada año sus convocatorias. Para el 2022, por ejemplo, y con el tema de la SURtropia (un concepto que quisimos relacionar con un pensamiento tejido alrededor de diferentes centros, pensamientos alternativos en torno a la diversidad de los territorios, y que se relacionan con el ambiente, el clima, la migración, la paz, entre otros), hemos recibido cerca de 600 obras y proyectos de diferentes países del mundo, y acogemos a Chile como país invitado, con la participación de más de 30 artistas de este país en los campo del cine, las artes electrónicas, la fotografía, el diseño, entre otros.

¿Qué debe hacer Manizales como ciudad universitaria para sacarle más provecho a un certamen que congrega a profesionales de todo el mundo en temas de vanguardia?

Sin duda, hay grandes tareas pendientes. Una de ella es definir una estrategia para que los trámites de realización de un evento de esta magnitud se realicen de una manera ágil. Hoy contamos con grandes apoyos públicos y privados de la ciudad para realizar el evento, pero los presupuestos públicos en cultura aún son reducidos y lo que nos entregan no alcanzan a cubrir muchos de los grandes gastos que tiene el Festival. Manizales, como Ciudad Universitaria, debe tener una política clara de atracción de personas especializadas en diferentes ámbitos de diversos lugares del mundo, y ello implica tener escenarios adecuados para ello, una conectividad permanente en espacios públicos y privados, una movilidad área, interregional y local que haga posible el traslado sin dificultad entre los diferentes espacios, ciudades y países. Las personas que llegan a Manizales, desde los diferentes países, se enamoran del paisaje, de la amabilidad con las que son acogidas, del talento de los jóvenes de la ciudad y de las ideas que desde allí surgen y que hacen posible que campos como el Diseño y la Creación se observen desde ópticas originales y se proyecten al mundo en perspectivas diferentes a las tradicionales. En tener conciencia de estos aportes que el Festival de la Imagen y los otros eventos que la ciudad realizan, en lo que nos debemos concentrar para sacarle provecho a este gran potencial.