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PCC: un tinto para conmemorar su década y reflexionar sobre sus disrupciones

Por: Gonzalo Duque-Escobar*

Fecha de publicación: 25/06/2021

Diez años del Paisaje Cultural Cafetero

El PCC de Colombia que comprende 340 mil hectáreas de la zona rural en 858 veredas cafeteras, ubicadas en el trópico andino, es un territorio declarado por la UNESCO, el 25 de junio de 2011, Patrimonio de la Humanidad, lo que representaría una oportunidad para hacer de este instrumento un factor de desarrollo rural integral, si mediante una declaratoria de sujeto de derechos podemos resolver las disrupciones socio-ambientales, bajo los atributos de dicha declaratoria. Las diferentes problemáticas de la Ecorregión Cafetera son: 1 procesos migratorios; 2 fragmentación de ecosistemas; 3 desmantelamiento de la agricultura autárquica; 4 modelo agroindustrial de dependencia tecnológica; y 5 vulnerabilidad al cambio climático.

Como hipótesis para este ejercicio, estas dos: en primer lugar, digamos que lo industrial y lo artesanal no son lo mismo: en lo artesanal y en la producción rural, los productos deben ser bienes con identidad cultural y denominación de origen, tener sello verde y estar soportados en economías asociativas, buscando que la organización de productores tenga control de la cadena productiva; mientras que  lo industrial y agroindustrial son otra cosa, donde obliga la metodología de los clúster basada en la producción en serie y las economías de escala, entre otras cosas. Y, en segundo lugar, se interpretará el territorio no como un espacio de transformaciones, sino como una construcción social e histórica donde la cultura surge de la interacción dialéctica de dos sistemas complejos como lo son el medio natural y las colectividades que lo transforman.

Ver: Ref. 1 y 2

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Un territorio fragmentado vulnerable al cambio climático

Tal cual lo estamos advirtiendo en Colombia con el calentamiento global, fenómeno global que según el IDEAM (2015), muestra el aumento de la temperatura media en Colombia entre 1971 y 2000, en 0.13° C por década, además de los eventos extremos incidiendo en un territorio social y ambientalmente fragmentado ocurrirían alteraciones climáticas preocupantes, ya que para finales del siglo XXI por cada grado centígrado se producirá un cambio altitudinal de 170 m en las zonas de vida de la ecorregión cafetera, fenómeno que además de incidir en la aptitud de los suelos demandará una planificación que contemple la gestión del riesgo, el análisis de los cambios en el uso del suelo, y la valoración de los impactos sobre la biodiversidad y la disponibilidad hídrica, entre otros.

Para el Eje Cafetero según el IDEAM (2015), los escenarios 2011-2100 muestran que lloverá entre un 10% y un 40% más en el centro y occidente de Caldas, occidente de Risaralda y noroeste de Quindío, al tiempo que dichos cambios serán despreciables en el oriente caldense y cuencas medias del Otún y San Eugenio. Y en temperaturas, dichos pronósticos muestran que los incrementos en ese lapso estarían entre 1°C y 3°C, serían mayores en el valle del Magdalena, medianos en el corredor del Cauca, cuencas medias de La Miel y Guarinó y valles de La Vieja y Risaralda, y menores en páramos y subpáramos de ambas cordilleras. A modo de ejemplo, zonas bajas como el sur oeste del Quindío, que dejarán de ser aptas para el café con el clima futuro más cálido y más húmedo, enfrentarán problemas fitosanitarios.

Pero la amenaza para el agua y la biodiversidad en la ecorregión cafetera de Colombia, es la excesiva potrerización y falta de coberturas boscosas y de conectividad biológica: según Alma Mater (2002), al tiempo que la superficie apta para potreros que es del 4 % alcanzó el 49 %, el potencial forestal que es del 54 %, bajó al 19%, lo que expresa graves conflictos de uso del suelo que aún persisten y reclaman modelos agroforestales en el marco de una agricultura autárquica tradicional, que hagan viable la cultura rural campesina de base artesanal.

Ver: Ref. 3 y 4

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Por un territorio sostenible y resiliente.

Siendo así, pese a contar con los escenarios de cambio climático del IDEAM anunciando la exacerbación de lluvias y sequías como eventos extremos, se requiere, para la toma de decisiones en los procesos de ordenamiento y planificación territorial, de algo más para lograr una construcción de un paisaje resiliente en este territorio biodiverso, multicultural y mestizo, cuya problemática no solo pasa por la adaptación al cambio climático en un medio deforestado, sino también por la crisis de la economía rural campesina de base artesanal, consecuencia de modelos agroindustriales que atentan contra la seguridad alimentaria y la pervivencia de los ecosistemas frente a las dinámicas del cambio climático.

La clave estaría en el PCC de Colombia, PCC declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011, por representar una oportunidad para hacer de dicho instrumento un factor de desarrollo rural integral, permitiendo resolver una brecha de ingresos cuatro veces menores respecto a los medios urbanos, que afecta a cerca de 500 mil personas  que habitan en 47 municipios de su área principal y 4 más de su área de influencia, ya que allí se comprenden 340 mil hectáreas de la zona rural en 858 veredas cafeteras, a las que se suman 3.500 hectáreas de cabeceras municipales de la ecorregión, con poblados emblemáticos como Aguadas, Salamina, Neira, Marsella, Salento y Pijao.

Pero dada la disrupción del modelo cafetero en la ecorregión, para lograr la recuperación de sus ecosistemas fragmentados y arrasados, un desarrollo rural compatible con la cultura ancestral cafetera, y adaptar el paisaje al cambio climático, si es que nos decidimos por el rescate de la estructura natural y simbólica con sus elementos tangibles e intangibles conexos a la cultura y al ecosistema cafetero: ¿por qué no declarar sujeto de derechos bioculturales el territorio del Paisaje Cultural Cafetero reestructurando su territorio, entendido como una construcción cultural e histórica para reintegrarlo y ordenar su recuperación integral, bajo los preceptos y atributos de la declaratoria de la UNESCO?

Ver: Ref. 5 y 6.

Epílogo

Lo anterior permitiría restablecer los derechos bioculturales en el territorio del PCC desde el sur de Antioquia y el nor-occidente de Tolima, hasta el norte del Valle, para abrir un claro de luz en este sector, cuya crisis se explica por un modelo agroindustrial que atenta contra la cultura campesina y los ecosistemas, y por no haberle incorporado valor agregado al grano de oro, ya que con el PCC la suerte de los pequeños poblados cafetaleros dependerá de si se recupera o no la salud del suelo y del agua y el sombrío para la biodiversidad, lo que supone cambiar los monocultivos de base química heredados de la Revolución Verde, para hacer viable un bioturismo sumado a la venta de servicios y bienes que expresen nuestro patrimonio cultural y natural.

Ver: Ref. 7 y 8.

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Portada: Diez años del Paisaje Cultural Cafetero- Mapa del PCC- Logo institucional y Rama del cafeto- Obras de Luis Guillermo Vallejo

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Referencias Bibliográficas