Volver

¿Qué decía Otto Morales de Betancur y “Generación”?

Por: Jorge Emilio Sierra Montoya *

Fecha de publicación: 10/03/2023

 En reciente artículo para Quehacer Cultural, recordamos una bella anécdota del expresidente Belisario Betancur (cuyo centenario de nacimiento venimos celebrando por estos días) con el exministro caldense Otto Morales Benítez, quien le invitó a colaborar en el prestigioso suplemento literario “Generación” del diario “El Colombiano” de Medellín, donde ambos cursaban estudios de Derecho, a comienzos de los años cuarenta del siglo pasado, en la Universidad Bolivariana.

Hoy presentamos la versión al respecto de Morales Benítez sobre “Generación” y la colaboración de Betancur, según pasaje tomado de “El Gran Otto: Años de formación” en mi libro “Dos maestros de la cultura colombiana”, publicado por Amazon en 2020.

Ambiente intelectual

De aquellos grupos de estudio en la Universidad Bolivariana salieron expositores eruditos, brillantes oradores en distintas corporaciones públicas, escritores a granel que se paseaban a sus anchas por las revistas universitarias (de la de Antioquia, la Bolivariana o la Nacional de Medellín), y profesores de las mismas universidades, como Otto, quien dictaba clases en el colegio de bachillerato de la Bolivariana mientras cursaba la carrera de Derecho.

No eran los únicos grupos de estudio. No. Porque, dentro de ese agitado ambiente intelectual que se respiraba entonces, también había estudiantes de derecha o, para ser exactos, conservadores, fervientes católicos, inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia.

Allí participaban, por ejemplo, sacerdotes educados en Europa, quienes al regresar transmitían en sus aulas las enseñanzas recibidas, con las obligadas referencias al marxismo y, en especial, a las obras de autores como Mauriac, León Bloy, Maurras…, y a la encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII, quien había sentado las bases de esa doctrina a partir de los continuos llamados de Cristo a la caridad, la solidaridad con los pobres, el amor al prójimo, etc.

Eran las ideas que enunciaban, en grandilocuentes discursos de acento grecocaldense, los llamados Leopardos, como Silvio Villegas, desde la encopetada capital de Caldas.

Por la justicia social

La influencia se extendía por doquier, a lo largo y ancho de Colombia, particularmente en Medellín, entre los empresarios antioqueños, quienes se oponían al capitalismo cerrero, autoritario, mientras propugnaban por la justicia social, de modo que las utilidades o ganancias de sus compañías fueran compartidas, no sólo individuales.

Creían, pues, en la función social de la propiedad y del capital, acercándose así a las concepciones ya descritas del liberalismo social, de izquierda, que guiaba a los máximos dirigentes de ese partido y a las nuevas generaciones en que militaba, con entusiasmo, Morales Benítez.

La prensa, a su turno, se convirtió en protagonista de tan extraordinario fenómeno social. Más aún, había periódicos católicos, como El Pueblo, dirigido en un principio por Manuel Mosquera Garcés, o La Defensa (su director era Manuel J. Betancur), en cuyas páginas aparecían las muy leídas columnas de José Mejía y Mejía, donde la citada Doctrina Social de la Iglesia se exponía en una bella síntesis, digna de ser recogida hoy como gran testimonio de su tiempo.

Un joven rebelde

Y empezó a figurar el nombre de otro estudiante universitario, quien con el tiempo llegaría a ocupar la presidencia de la república: Belisario Betancur, seducido por las nuevas doctrinas de la iglesia y el afán de modernizar al conservatismo con acento social, al servicio de los sectores más desprotegidos de la población.

Era un joven rebelde, no hay duda. Enfrentó a los jefes tradicionales de su colectividad en Antioquia (los cuales se volvieron en su contra mucho después, cuando ocupaba la jefatura del Estado), escribía, pronunciaba discursos y, en definitiva, era un líder, un auténtico líder, como lo demostraría con el paso de los años.

Y las coincidencias ideológicas en lo social, tanto como el simple hecho de ser su compañero de estudios en la Bolivariana, lo acercó a Otto, quien desde su primer año de derecho ya dirigía, al lado de Miguel Arbeláez Sarmiento, el suplemento literario Generación del diario El Colombiano, antecedente de Mito en la historia de la literatura colombiana.

Betancur fue uno de sus principales colaboradores y, como tal, participó en tan maravillosa experiencia que se prolongó durante un largo lustro, tiempo de duración de la carrera universitaria.

* Miembro correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua.