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Selfie patas arriba

Por: Martín Rodas*

Fecha de publicación: 09/06/2020

Casting

El tertuliante (dibujo de Carlos Villegas “Segundo Quijano”)

(Interior. Día. Gimnasio lujosísimo). La novia de Cristiano Ronaldo presume en una imagen selfie del moderno, lujoso y gigantesco gimnasio en donde él realiza ejercicios…

(Interior. Noche. Mansión gigantesca). Maluma muestra su mansión en Medellín, también tomándose una selfie…

(Interior. Día. Lujoso apartamento). Shakira y Gerard Piqué se muestran mientras hablan de los inmensos bienes que poseen…

(Interior, etc., etc., etc…)

Las anteriores situaciones hacen parte de la rutina de los ricos y famosos que llenan las pantallas invasoras, que se han convertido en “las ventanas del planeta”. Me indigna que estas personas, mientras el mundo en general, sobre todo el de los pobres, que son la mayoría, se debate en medio de pandemias, entre ellas esta de presumir a partir de selfies, por ejemplo, de lo que ellos poseen y los otros no, lo hagan sin ningún asomo de vergüenza.

Viven en sus paraísos artificiales, rodeados de lujos extremos y vanidades, que necesitan mostrar a como dé lugar; con la invasión de las redes sociales y nuevas tecnologías, se les presenta el ambiente perfecto para exhibirse como paradigmas de lo que es “vivir bien”.

Esta es la nueva sociedad que nos han impuesto. El sistema está feliz, pues el panorama no puede ser mejor: la gente encerrada, las movilizaciones suspendidas, protocolos de distanciamiento… ¡control total!… y la vida virtualizada, como pretenden hacer con nuestros cuerpos, y lo peor de todo es que lo están logrando.

Ni en mis peores pesadillas había vislumbrado esto. De un día para otro el mundo quedó patas arriba en un cambio tan abrupto y brutal que no nos dio la posibilidad de reflexionar, solo correr despavoridos hacia las casas porque la peste había sido liberada. Entonces viene la cotidianidad del confinamiento, rodeado de celulares, televisores, computadores… soledad y hastío.

Pero bueno, así nos tocó y debemos superar esto entre todos, con imaginación, creatividad y solidaridad. Que el arte se convierta en una gran posibilidad en tiempos de encierro, que nos dé la libertad perdida y que esta sea la oportunidad para inventar una nueva sociedad más justa y digna, ¡ojalá!

* Poeta, anacronista y pintor; editor de «ojo con la gota de TiNta (una editorial pequeña e independiente)».