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“Soy rockero por generación y bambuquero por tradición”

Por: Andrea Cardona*

Fecha de publicación: 05/06/2019

Afirma Carlos Augusto Cardona,  el erudito compositor de Hijos de la Tierra

“Bambuco de las montañas del Ruiz / anda llévale mi querer / bambuco de allá donde yo nací / anda llévale mi cantar”, así comienza El bambuco del Ruiz, una de las canciones más reconocidas del grupo Hijos de la Tierra. Con 45 años de historia regresa a los escenarios y a construir otro capítulo de vida musical con nuevas canciones y proyectos, etapa que comenzó con el homenaje ofrecido el 31 de mayo en la Sala de Teatro El Escondite.

El compositor de esta canción y de la mayoría del repertorio de Hijos de la Tierra es el músico manizaleño Carlos Augusto Cardona, un hombre apasionado por el rock, por las músicas del mundo, el bambuco, los pasillos, la canción social y la música andina colombiana,  por herencia de su familia. La guitarra lo llevó por el camino de la composición y la interpretación del violín y el piano.

“El Bambuco del Ruiz nació en una colina en el sector de La Florida en Villamaría. Estaba con mi amigo Libardo Arenas  y con mi guitarra, bajo un árbol. Haciendo los acordes me llegó la idea de la canción. Yo mantenía un cuaderno de pentagrama y ahí comencé a escribir para retener la idea y después en mi casa la terminé”, recordó Carlos Augusto.

Su labor musical se ha desarrollado entre la docencia y la composición de una cantidad de canciones que como él dice “están engavetadas”. Poco a poco pretende rescatarlas y  grabar con los Hijos de la Tierra un segundo disco.

Carlos Augusto estudió Licenciatura en Música en la Universidad de Caldas y por 10 años vivió en Armenia donde se desempeñó como docente en la Universidad del Quindío. De sus estudios universitarios recuerda las enseñanzas de los maestros Marco Tulio Arango, Esteban Galdós profesor de piano y violín y Oliva Manchola experta en gramática. De su niñez no olvida que comenzó a componer a los 8 años y hoy 58 años después mantiene vivo ese espíritu.

“A oído comencé a tocar la guitarra. Mis canciones hablan del paisaje, las montañas, el afecto, los árboles, los pájaros y la quebrada que son la esencia del grupo. Siempre me acompaña una libreta y un lapicero para anotar las ideas que luego se convierten en canciones”, comentó Carlos Augusto.

Algunos amigos y conocidos le dicen “arveja”, un apodo que heredó de su hermano. “A mi hermano le decían así y entre los amigos del barrio La Estrella se nombraban plátano o mantequillo, eso parecía un supermercado. Hay quienes creen que me llamo Alberto, pero el apodo solo se lo debo a mi hermano”.

María y la paz, Viajero, El paisa, El camino,  Juan y su perro, Las coplas en desacople y  Canto de la mala suerte son algunas de las canciones más recordadas por Carlos Augusto. Asegura que la razón de su paso por la vida es la música y por eso ha querido enseñar su arte a otros como lo hace actualmente en la Universidad Autónoma con la cátedra Composición musical asistida y en la Corporación Rafael Pombo. En el momento se concentra en la composición de la obra sinfónica Mitos,  hechos y leyendas de las tierras del Cumanday”.

HIJOS DE LA TIERRA, UN CANTO A LA NATURALEZA Y A LA VIDA

Uno de los cinco fundadores de los Hijos de la Tierra es Pedro Antonio Ocampo, quien cuenta que el  grupo  nació en  La Florida (Villamaría) con el ideal de preservar valores culturales. Más allá de los conciertos formaron una escuela por donde han pasado más de 25 músicos, entre ellos el siempre recordado Jesús Ocampo (su hermano) qepd,  y manifestaciones artísticas como la poesía, la pintura, el teatro y la danza.

El encanto, la magia y los secretos de la tierra unieron a los fundadores de la agrupación alrededor de una fogata, inspirándolos en el rescate de los ritmos andinos y latinoamericanos. Hijos de la Tierra ha representado  a Caldas en el Festival Mono Núñez,  el Festival de la  Canción Llanera, el Festival del Pasillo, Cantandina y el Festival del Bambuco. Hoy el sentido del grupo ha devenido en un llamado que genere cuidado por la tierra y lograr que el hombre se conecte con sus raíces sin hacerle daño.

“Queremos que nuestras canciones y fuerza logren dar un campanazo de alerta a la conciencia del hombre hacia la tierra y con estos resultados  grabar un segundo disco. Esperamos apoyo para  este proyecto que hemos mantenido con la uñas  por tantos  años. Se trata de un resurgimiento con ideas claras y naturales en defensa de la tierra”, aseguró Pedro Antonio.

Hoy en día Hijos de la Tierra está conformado por  Miriam Lizarralde, Roberto Ceballos, Patricia Valdez, Luis González, Augusto Marín, Pedro Antonio y Carlos Augusto. Del formato musical hacen parte los instrumentos  guitarra acústica y eléctrica, violín, piano, flauta y percusión.

Escuchar a  Hijos de la Tierra es recordar el Bunde del vestido, María de la Paz y Mariposa de luna,  nombre del primer trabajo discográfico, las mismas canciones que volverán a interpretarse  en conciertos y que se sumarán al nuevo repertorio.

*Comunicadora Social y Periodista. Productora Manizales 92.7 FM y 1000 AM