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Un tejido para la armonía de la vida

Por: Juan Sebastián Castaño * y Richard Millán **

Fecha de publicación: 08/09/2021

Ingruma, Pasmí, Portachuelo, Alto Imurrá, Bonafont, Tizamar, Los Chancos… son los nombres que bautizan gran parte de una geografía y un mundo desconocido para la mayoría, un territorio rico en paisajes, en corrientes de agua, clima cálido y uno de los pocos en los que conviven de manera armónica indígenas, afros y mestizos desde el respeto por la cultura y la diversidad, lugares que están a dos horas de Manizales, la capital de Caldas.

El municipio de Riosucio es el albergue donde estas comunidades indígenas de los Resguardos Cañamomo y Lomaprieta, Escopetera y Pirza, Nuestra Señora Candelaría de la Montaña y El Territorio Ancestral San Lorenzo, permiten llegar a sus corazones, en el que tradiciones como la gastronomía, bailes, vestuario, artesanías y lenguas, hacen de este un lugar que suma a los tejidos de redes humanas y co-crea nuevas maneras de habitar los territorios.

En este espacio de encuentro estas comunidades reciben formación para mejorar sus habilidades comunicativas, lo que les facilita resonar con su identidad cultural, sintonizarse con saberes ancestrales y difundir en los territorios sus palabras, sus sonidos y sus imágenes.

Sembrar la semilla

El proyecto Comunicación para el desarrollo, convenio entre la Universidad de Manizales y Chec Grupo EPM, avanza en el proceso de generar una relación comunicacional en el campo de los resguardos indígenas de Riosucio, y su interacción interna como comunidad, así como su producción de saberes y su forma de narrarse, para sí mismos y para los otros.

En estos grupos de estudio participan niños, jóvenes, mujeres, excombatientes, docentes y líderes, quienes adquieren herramientas para fortalecer su identidad y unir las comunidades con mensajes de paz y reconciliación. La perspectiva acerca de las formas narrativas y la vida cotidiana, revela cómo estas configuran sus relatos ciudadanos, discursos en los que se evidencia la construcción colectiva de territorio.

La evolución desde la propuesta de habilidades comunicativas, posibilita a las comunidades presentar sus realidades sin que necesariamente estos discursos riñan entre sí o sean sometidos a un estricto lineamiento. Por el contrario, son múltiples los cruces y las oportunidades que impactan en los beneficios de las comunidades y territorios.

El ejercicio es un escenario desafiante, novedoso y especialmente diverso. Los vínculos desarrollados desde diferentes vértices han enriquecido no solo la narrativa, sino la estética misma, dado que, en la necesidad de evidenciar la estructura identitaria, las comunidades se narran como articuladoras sociales de un proyecto que exige su espacio en un escenario aún más amplio.

En el marco del convenio se profundiza en los contenidos para transmitir los saberes y fortalecer la unión de las comunidades. Este fortalecimiento se hace partiendo del Modelo de Relacionamiento con Grupos de Interés, que, desde el 2018 trabaja la Chec en los municipios de Caldas y Risaralda, proceso al que se han ido sumando los resguardos que habitan el territorio año tras año.

Finalmente, los vértices se traducen de forma concreta en un espacio a través del cual se hace un especial énfasis en la construcción de un discurso; y no se deja de lado la mirada inquieta desde la academia y los diferentes campos y ciencias sociales, así como no se niega la mirada distraída de quien asume el papel de espectador.

“La comunicación indígena es un tejido vivo en movimiento, la unidad del tiempo y el espacio que vive en la palabra, que enseña, aprende y cuenta; es un proceso colectivo espiritual y social que mantiene la armonía entre toda la vida y la naturaleza”. II CUMBRE CONTINENTAL DE COMUNICACIÓN INDÍGENA.

Propiciar el encuentro

El primer punto para trabajar es el abordaje del escenario denominado territorio, pues es este el espacio en el que se configuran las cosmogonías que dan sentido al ser. Lo comunicacional de escenario y su comprensión es una oportunidad para repensar y reapropiar la riqueza de la mediación de saberes.

El segundo, hace referencia a la autonomía, en el que se determina un ejercicio de ciudadanía basado en la importancia del reconocimiento, el respeto y la valoración por las formas de gobierno indígenas, así como por su mirada crítica frente al sentido de desarrollo que desde la perspectiva occidental se ha determinado.

El tercero, la palabra, como escenario fundamental para la articulación de los saberes ancestrales, en este, la comunicación como proceso que permite la comprensión y apropiación de estructuras cosmogónicas de los pueblos indígenas.

Este proyecto se gesta en el territorio y brinda a sus participantes la posibilidad comunicacional de significar-apropiar para dar continuidad a la reapropiación misma como oportunidad de construcción de sentido, la necesidad de integrar el sentido intercultural de los pueblos indígenas a una narrativa en la que prime el reconocimiento y la formalización del reconocimiento.

Generar confianza

Su importancia radica en los procesos de relacionamiento construidos a través del discurso, en el que se hace una fuerte alusión a la postura en términos de generar una narración de inclusión y reconocimiento, evidenciando la comunicación como experiencia transformadora de los propios proyectos de vida y de los comunitarios.

La construcción discursiva de las piezas se logra por medio de la exposición de un conjunto de lugares, producciones culturales y símbolos comunes, solo y estrictamente con el objetivo de presentarlos como de unión y de, en términos comunicacionales, provocar una reapropiación homogénea de un sentido identitario nacional.

Desde esta perspectiva, el sentir y el verse reconocidos pasa entonces por un proceso de desdibujamiento del sentido real y complejo de una realidad identitaria, cuya elaboración es el producto de una construcción de memoria colectiva en la que se ha gestado la apropiación y reapropiación de la realidad, y no un conjunto de estrategias de comunicación masiva, en las que impera el sentido de homogeneización occidental.

Esta independencia narrada desde la autonomía y el reconocimiento de un conjunto de saberes que les son propios, y a los cuales han incorporado los aprendizajes característicos de los cambios generacionales, donde ven necesario poblar el panorama con el reconocimiento de los seres, de las culturas, de las lenguas.

Hoy, estas comunidades cuentan con mayores herramientas de comunicación para interactuar con su entorno, para visibilizar sus riquezas, potenciar su cultura e incorporarse a las dinámicas contemporáneas que demanda la sociedad. La posibilidad de expresarse de nuevas maneras les permite a estas comunidades ancestrales ampliar su campo de interacción sociopolítica y de paso, abrir nuevas rutas de expansión de sus saberes milenarios.

Durante la implementación del Proyecto Comunicación para el Desarrollo, se continúa desarrollando un proceso de aprendizaje en técnicas de comunicación, escritura y expresión creativa, producción y realización de radio, fotografía y video, con miras a desarrollar capacidades en los resguardos y territorios étnicos, para la producción de contenidos en las comunidades ancestrales indígenas, y contribuir así con el desarrollo de territorios sostenibles.

Fotos Juan Manuel Castro***

*Comunicador Social y Periodista, especialista en gerencia de mercadeo, tallerista del proyecto.

**Comunicador Social y Periodista, profesor de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Manizales, coordinador del proyecto.

***Comunicador Social y Periodista, especialista en Comunicación Organizacional y tallerista del proyecto.