Recorrido virtual por el CCU Rogelio Salmona

El Centro de Ciencia Francisco José de Caldas, a través de su equipo de mediadores del Maker Space, creó un recorrido virtual del Centro Cultural Universitario Rogelio Salmona de la Universidad de Caldas como una invitación al público general a que visite sus instalaciones desde cualquier lugar.

El objetivo principal es que los espectadores se apropien de los diferentes espacios que ofrece el Centro Cultural: espacios abiertos a la comunidad, disponibles para la realización de eventos y actividades, que responden a las necesidades de infraestructura de Manizales y de la región.

Jacobo González López, mediador del Maker Space y creador del recorrido virtual dijo: “Es un recorrido donde se puede ir paso por paso por cada uno de los niveles. Entonces la gente que no conoce, que no puede venir o que está por fuera del territorio y quiere conocer, puede visitarlo así”.

Esta es una oportunidad para acercarse al CCU Rogelio Salmona, un lugar en el que se propician encuentros virtuales y presenciales que dan continuidad a los esfuerzos de gestión de eventos culturales, congresos científicos, exposiciones y festivales nacionales e internacionales, donde se promueve la creatividad en el mundo digital, la formación de públicos, la creación de contenidos y la relación de las tecnologías con las artes y las ciencias.

Ya se han realizado otros recorridos virtuales de espacios de la Universidad de Caldas, disponibles también en la página web del CCU Rogelio Salmona. Gracias a una iniciativa del Centro de Museos, el Centro de Ciencia y ViveLab Manizales, se digitalizaron dos salas de exposición que la ciudadanía puede visitar sin salir de casa: la Sala Virtual de Arqueología “Pobladores Prehispánicos del Cauca Medio” y la Sala Virtual “El Martirio de San Sebastián”, donde se encuentra la obra del maestro David Manzur.

Recorrido virtual CCU Rogelio Salmona
Sala Virtual de Arqueología “Pobladores Prehispánicos del Cauca Medio”
Sala Virtual “El martirio de San Sebastián”

Imaginaria

Casting

A María Camila

En el Parque Caldas, de Manizales, hay un enorme y centenario cedro negro a cuyo abrigo me gusta sentarme para contemplar el paisaje y la gente, tanto la que es desconocida para mí como la que frecuenta el sitio.

El árbol tiene un denso follaje y sus ramas se extienden como una gigantesca sombrilla que abraza el firmamento. Las raíces, gruesas y muy largas hunden sus dedos callosos en la madre tierra. Para mí es la materialización del árbol de la vida. En su sombra, cálida y tibia, juguetean las niñas y los niños que disfrutan de la libertad que brinda un sitio, como este, encantado. Y hay muchas palomas, que revolotean permanentemente en torno al majestuoso cedro recogiendo la comida que les brindan las personas.

Para mí, el estar allí permite que la imaginación se expanda como el follaje del cedro negro y me deje llevar por fantasías y meditaciones hacia otros mundos que están en este mismo. Yo creo en la inspiración, y este sitio es un lugar sagrado que la provoca. Mis viajes al lado del viejo árbol se sumergen en las narraciones chamánicas de Carlos Castaneda, en cantos ancestrales y búsquedas cuánticas como las de Jacobo Grinberg.

Mientras estoy sentado en el regazo de este árbol de la vida, fluyo como el río del tiempo, como el río de Heráclito, como el agua que toma la forma de lo que la contiene. Los colores, olores, sabores… se convierten en una sinfonía sinestésica de arco iris iridiscentes… destellos que son visiones de los otros mundos… Desde este sitio la cotidianidad revienta y somos uno con el todo, todo con el uno… allí se nos presentan en sentipensamientos los maestros de la trascendencia… Hermes Trismegisto… Jesús… Buda… Khalil Gibran… Elena Blavatsky… Albert Einstein… Gurdjieff… nuestros chamanes, taitas, jaibanás, mamos…

En mi lugar sagrado y mágico vibro con la melodía de las esferas, viajando por el multiverso de los metaversos, en donde el tiempo y el espacio se transforman para vislumbrar la libertad que me hace guiños desde las nubes y el horizonte… allí, los duendes y las brujas bailan al son de tambores milenarios surgidos del alma del cedro negro centenario del Parque Caldas… un árbol de la vida que está en el centro de nuestra ciudad, poderoso y benefactor, testigo y superviviente de la incapacidad de esta sociedad para ver más allá de sus ambiciones y egoísmos… Gracias bendito árbol, que me liberas de la ceguera cuando me acerco a tu sombra benefactora.

* Poeta, anacronista y pintor; editor de «ojo con la gota de TiNta (una editorial pequeña e independiente)».

Cedro negro del Parque Caldas en Manizales. (Fotografía: Carlos Mario Uribe)