¿Qué le falta a la Catedral?

Causó cierto regocijo la noticia que la restauración de los vitrales de la Catedral esta próxima a ser comenzada, es importante que se haga esa intervención y se preserve ese patrimonio. La Catedral, fuera de ser el templo mayor del catolicismo en la región asume un rol de símbolo y por ende de emblema. La Catedral representa un logro de esta comunidad la cual después de tres severos incendios se propone, sobre las cenizas y ruinas del templo anterior, construir un edificio superlativo. Consciente de su fuerza moral y económica Manizales afrontó un reto de erigir una construcción que no iba tener amortización económica ya que es un edificio estático dentro de la economía, útil solo para lo espiritual.

En un tiempo breve ese portento, donde se conjugaron el diseño de un arquitecto francés y la pericia de unos constructores italianos, estaba consolidado. A pesar de lo reciente de este hecho, esta historia no se había narrado en un libro franqueándole asi el acceso a toda persona interesada a ese tema, hasta que al fin el arquitecto Gonzalo Botero Jaramillo y el médico Bernardo Ocampo Trujillo se pusieron en la tarea de llenar ese vacío bibliográfico. Si la Catedral es el eje y el mayor ícono de nuestro Centro Histórico por proteger y promover era urgente hacer ese libro que describiese el proceso constructivo de ese emblema local.

Ellos tenían razón suficiente para hacer un libro original e importante porque había heredado Gonzalo Botero el archivo de la Junta Pro Catedral que se encargó de la fase de la construcción más compleja de la Catedral que va desde el año 1933 a 1936 ya que su padre, don Jorge Botero Restrepo, fue el secretario y tesorero de esa junta. Estos dos hombres se dedicaron a organizar, a transcribir, a traducir y darle una secuencia a esta información convirtiéndola en un texto leíble por cualquier neófito interesado en historia. El trabajo paciente de armar este disímil rompecabezas guardado en un viejo maletín tomó varios años de labor constante. El libro entonces contiene 120 documentos inéditos que documentan de forma contundente de cómo se hizo esa obra tan manizaleña. A estos documentos, que se componen de cartas, telegramas, contratos y recibos se le sumaron 160 fotos que gráficamente soportan la destrucción por las llamas de la antigua Catedral y la construcción de la Catedral actual, convirtiéndose en el libro que más fotos antiguas reúne de estos edificios. Después de la leída de este libro queda claro que tan fuertes eran los hombres de esta Junta y las muchas mujeres que igualmente colaboraron en la labor de dotar a la ciudad de este magnífico templo. La abnegación y pensar en lo colectivo, dejando de lado necios protagonismos, son las características principales de sus integrantes.

Es la Catedral el edificio más publicitado de la ciudad ya que existen tres libros sobre ella y con este suman cuatro. Cada autor aporta otro enfoque que plasman en textos extensos y otros más sintetizados, pero con este libro se da un paso solido hacia adelante porque éste se soporta en un magnifico acervo documental nunca antes igualado.
Como toda catedral que se respeta la obra nuca queda concluida en su totalidad asi que la Catedral nuestra requiere de constructores que ayuden a concluirla y subsanar las huellas del tiempo y las inclemencias de la naturaleza. Este libro es igualmente un aporte para la terminación de este templo porque la construcción no solo es física, sino se debe hacer también desde y en otras esferas como lo es en conocimiento, y en este caso, el conocimiento histórico. Gonzalo Restrepo y Bernardo Ocampo son dignos descendientes de estos manizaleños soñadores, que capitaneados por el padre Adolfo Hoyos, dejaron una indeleble huella en el espacio y en la mente de sus conciudadanos.
Con este texto se comprobará que los libros son de una gran importancia para promover el patrimonio arquitectónico de la ciudad porque atenderán a un turista interesado en, no solo mirar, sino saber acerca de lo que está deleitando sus ojos. Será este libro un suvenir que le recordara su grata e interesante estadía en nuestra ciudad, tejiendo asi lazos que se convertirán en simpatía. Y para los manizaleños raizales este libro será un sentido homenaje a sus mayores que se empeñaron en cosas grandes y una bella forma de perpetuarlos. De nuevo queda demostrado que los libros siguen tendiendo utilidad y una aplicación inmediata y que nuestro Centro Histórico solo será de trascendencia cultural si se adelantan unas políticas que van más allá de la impersonal burocracia.

*Historiador y Escritor.

Música creada por ondas cerebrales

La Universidad de Caldas y la Universidad Nacional sede Manizales, desarrollaron un proyecto por el cual una persona podrá producir melodías musicales a través de ondas cerebrales. El profesor de música de la Universidad de Caldas, Héctor Fabio Torres, originó esta invención en el Doctorado en Diseño y Creación de la Universidad de Caldas, basado en la articulación entre diseño, música e ingeniería.

Torres comentó que empezó el proyecto con su asesor de tesis, el PhD Gustavo Isaza, y la colaboración del grupo Gitir de la Universidad de Caldas con los estudiantes de ingeniería Juan Herrera y Reynel Tabares. Durante el doctorado se crearon tres prototipos: 1) basado en P300; 2) basado en motor imagery; y 3) basado en la lectura de las oscilaciones cerebrales. Según el docente Torres, estos estímulos se llaman potenciales relacionados con eventos (ERP).

Luego de terminar el doctorado Héctor Fabio Torres y los demás colaboradores del proyecto, en conjunto con el grupo de Control y Procesamiento de Señales Digitales de la Universidad Nacional, sede Manizales, trazaron la meta de crear un sistema compositivo atonal basado en el reconocimiento de señales cerebrales.
Torres explica que la invención funciona a través de un electroencefalograma (EEG), del cual se obtienen señales eléctricas en micro-voltios y éstas se dan por canales de acuerdo al número de sensores que se coloquen en el cuero cabelludo. Comenta que la ubicación de los sensores se hace en un sistema de medida que se llama 10-20, una interfaz Cerebro Ordenador (BCI), tiene la propiedad de ser un electroencefalograma que ha evolucionado a control y comunicación con dispositivos externos a través de un sistema. Es decir, las oscilaciones cerebrales, a través de la programación y la BCI se convierten a música.

Adicionalmente el docente Torres anunció que se está trabajando con estudiantes y profesores del Doctorado en Ingenierías de la Universidad Autónoma de Manizales y con los grupos asociados a la Maestría en Musicoterapia de la Universidad Nacional sede Bogotá, con nuevos proyectos donde se implementan avances en Machine Learning para avanzar en estudios relacionados con la detección y clasificación de emociones, temas asociados a la memoria y para incursionar en investigaciones dirigidas a aplicaciones médicas relacionadas con el sonido.