Cuerpos que buscan ser abono y florecer como generaciones de esperanza

Grupo: L`EXPLOSE. Obra: LA MIRADA DEL AVESTRUZ

Este es un grupo icónico en la historia del Festival, por su trayectoria internacional y por el tipo de propuesta que siempre trae al evento. “La mirada del avestruz” es la metáfora que recoge el grupo para expresar un mundo de violencia, desarraigo, desplazamiento. Los cuerpos de los bailarines, sus coreografías, transitan por todos esos momentos de dolor que son el pan de cada día de los colombianos, sobre todo en las regiones donde la guerra se ha recrudecido, pero también en las ciudades, en los cordones de miseria y discriminación que vive el país.

Según el Maestro Fernando Ovalle, la danza contemporánea no se refiere a la aplicación de una técnica específica, sino que se apoya en muchas técnicas, es el cuerpo del bailarín explorando muy diversas posibilidades expresivas, indagando en los límites para descubrir la poética que transita entre el concepto, la vivencia y la reflexión, su pregunta fundamental es por el tiempo, por lo que nos afecta en tiempo real o sea por lo que sucede en el aquí y ahora. Desde esta perspectiva, la danza a partir de una dramaturgia, abre sentidos, invita a la interpretación a partir de muy diversos elementos que entran a la escena y contribuyen a resignificarlos desde la propuesta.

“La mirada del avestruz” es una puesta a partir de 8 bailarines: 4 hombres y 4 mujeres, 8 sillas, una mesa, mucha tierra negra sobre el escenario y poncheras con agua. Las coreografías son muy recurrentes, pues el juego y la dramaticidad de su danza busca la repetición como un acto poético para afectar al espectador, son acciones que en sí mismas buscan conmover, meterse en sus fibras, provocar emociones verdaderas. Poco a poco la tierra va tiñendo los cuerpos de los bailarines, ellos toman su color, tal vez buscando ser abono y florecer como generaciones de esperanza.

Este espectáculo de danza contemporánea busca explorar el concepto de la violencia, pero no desde la historia o la fábula narrada como haría el teatro convencional, sino desde la imagen poética, desde la metáfora del movimiento, por eso allí aparece la voz, pero lo importante no es qué dice, sino cómo lo dice, porque está silenciada, amordazada. El acto final se presenta como un escenario plagado de zapatos, así se simboliza  la ausencia, faltan los seres arrebatados por la violencia; en el centro la oración de una bailarina que gira como un sol en una ceremonia sufí.

De esta manera la danza hace parte de la realidad de un país desangrado por la violencia, obvio, los lenguajes no son tan claros como puede expresarlo un discurso ideológico, pues la polisemia y la ambivalencia de la imagen poética podría inducirnos a hacer lecturas muy alejadas de las del concepto que parte la dramaturgia. Allí el espectador hace uso de su libertad interpretativa.

Fotos Festival Internacional de Teatro

*Docente Universidad de Caldas

 

Una comedia con su buena dosis de absurdo

Grupo: PETRA.  Obra: EL INTERROGATORIO

“Todo lo que pasa en un país, puede caber en esta mansión”, en la mansión Gualteros. Ella es una actriz de cine mudo que habla hasta por los codos y él un comisario que viene a entrevistarla porque  a su casa vinieron de visita personajes que luego desaparecieron: dos integrantes de circo, una empleada y un habitante de calle. Es la primera vez que Fabio y Marcela, por asuntos de la pandemia, deciden trabajar juntos, él es el dramaturgo y Fabio el comisario, ella es la primera actriz, coprotagonista y la histriónica muy falsa verdadera actriz, parlanchina y tramadora.

Desde la primera fila en el teatro de la Universidad Nacional un miércoles de Festival a las 9:00 p.m. se hace evidente que estamos ante una farsa: dice la verdad Fabio o miente el comisario. Porque la verdad es que el primero que llega con todas las credenciales de interrogador, termina siendo el criado que hacía del personaje del comisario. El espectador es engañado de entrada, pues cuando empieza a creerle al personaje y le pone las esposas a la actriz porque la ha arrinconado y obligado a confesar, entonces se descubre el perverso plan: es solo un juego para engañar a los espectadores. Allí no hay personajes de verdad, en el sentido dramático, es decir, con una psicología, una historia de vida, etc., sino más bien unos personajes del absurdo, hechos de simbología pura y nada más.

Pero la mansión Gualteros, analógicamente podría ser como lo que le pasa a “Polombia”, donde los desaparecidos no aparecen o si aparecen se inventan culpables, donde se matan personas inocentes y se les pone uniformes de guerrilleros, donde la verdad se dice como si fuera una mentira y las mentiras se dicen con tono presidencial. Es la mansión Gualteros o la casa de Nariño, un sofisma de distracción, donde consideran “La comisión de la verdad” la mayor enemiga de los padres de la patria. La actriz de cine mudo o el actor principal del reality nacional están confundidos entre lo que es la mentira y verdad, sin embargo, poco importa eso cuando los muertos se esconden tras una cortina de humo… los amigos de la paz.

“El interrogatorio” es una farsa, digamos comedia con su buena dosis de absurdo, pues Marcela en su bipolaridad dramática puede inducirnos al llanto o arrancarnos una risotada en el lapso de un segundo, y Fabio un actor más bien pusilánime, plano, estático, tiene el complemento ideal, por ello tal vez lo quieren más las cámaras que los escenarios. Pero vale reconocer la estrategia dramatúrgica en la que el comisario, perdón Fabio, es muy dinámico y puede expresar su bipolaridad literaria. Lo que, si nos enseña Petra, y por eso es tan querida por el gran público colombiano, es que no podemos dormirnos como espectadores, que hay que estar despiertos, porque al final de la pieza podemos enterarnos que todo era una ficción y que los personajes en los que creíamos realmente eran otros y que todo es una vana ilusión, nada es de confiar, y que la vida como la realidad nacional es puro teatro.

Fotos Festival Internacional de Teatro.

*Docente Universidad de Caldas

 

La intérprete musical que salva la obra

Obra: PECADOS CAPITALISTAS. Grupo: SALA VERDI

Lo que pudo observarse en el Teatro Los Fundadores el día martes 28 de septiembre a las 7:00 p.m., fue un espectáculo nada convencional, pues el escenario aparece desnudo con unas sillas donde se sientan un político regional conocido, una periodista del Eje Cafetero, un guitarrista y una cantante, representantes del grupo de Uruguay. Y lo que vemos es una entrevista, tal y como la muestra cualquier medio nacional o local, con una diferencia que acompaña la conversación: con cierta periodicidad y con acentuada intencionalidad, la cantante interpreta canciones con ironía, que se las dedica al político, y en ciertos momentos, incluso, con tono burlesco y crítico.

El acto escénico-político se abre con el tango Cambalache, una clara alusión a la caótica y desvergonzada realidad que vive el mundo, entre otras cosas, por responsabilidad de los políticos. Entre los pecados capitalistas: la soberbia, la lujuria, la avaricia, la ira, la gula, la envidia y la pereza, se selecciona para la conversación la ira. En previas averiguaciones se reconoció que el personaje en mención era tildado por sus conocidos como “cascarrabias”, y él aceptó que, en virtud de sus convicciones, cuando estas iban en contra de sus principios, le producía rabia.

La entrevista es puesta sobre el escenario, y aunque periodista y político se asumen en sus verdaderos y reales roles, los espectadores extrañan la situación, pues además de la cantante que con cada tema arroja indirectas melódicas, la conversación adquiere cierto carácter de representación, pues los políticos siempre están actuando una verdad, independientemente de que correspondan con la realidad o no, y la periodista prepara sus preguntas con una intencionalidad y sabe que lo hace para un público: utiliza un tono, un lenguaje y pretende sacar un provecho informativo. Cuando la entrevista se hace sobre un escenario como Los Fundadores, y en el contexto del Festival Internacional de Teatro, nunca se pierde el carácter de espectador pues el espacio, el momento y la música le dan un carácter performativo al evento y permite resignificar el dialogo, hasta cierto punto…

Sin embargo, creo que es sobrevalorada la directora Marianella Morena, y, a pesar de los 50 premios que ha ganado en el mundo entero, el marketing que la antecede y los circuitos que la contratan, por lo menos en esta función, es muy limitado lo que se alcanza. El político logra imponer su retórica como si estuviera en RCN o Caracol, el tema de la ira es apenas mencionado y desaparece su “Pecado capitalista”; lo que si permanece es la intérprete musical que salva  la obra; de resto, la “Coalición de la esperanza” salió muy bien librada. Un político tan experimentado como Guido Echeverry no se va a exponer en un escenario como Los Fundadores sin obtener réditos políticos.

Sin temor a exagerar, creo que como siempre los políticos se benefician y sacan partido del arte y la cultura, pueden exponer sus tesis sin que ninguna performance afecte su discurso. Tal vez si quién entrevista es un actor o actriz que puedan enredar alguna lógica discursiva, haya alguna posibilidad. Este experimento me parece interesante pero poco trascendente, pues lo que quedó para el público fueron los argumentos ideológicos, las canciones llenas de ironía y el asombro de los espectadores de que esto se pueda considerar un espectáculo teatral y no sea una estrategia “facilista” más de lo que se da en llamar arte posmoderno.

*Docente Universidad de Caldas.

Fotos Festival Internacional de Teatro.

 

Un nuevo despertar

La 53° versión del Festival Internacional de Teatro de Manizales, fue presencialmente inaugurada con la obra Historia de una oveja, escrita y dirigida por Fabio Rubiano, en unión con el Teatro Colón de Bogotá  y el Teatro Petra. Dicha obra, con una escenografía muy funcional y apropiada a sus diversos momentos, con la adecuada iluminación que proporciona el Teatro Los Fundadores, con fondos musicales que  conmueven y con todos los protocolos de bioseguridad que deben imperar respecto del aforo de público y el distanciamiento exigido, nos presenta uno de los problemas sociales más conmovedores de nuestro tiempo, no solo por el impacto que sufren sus víctimas, sino por el desarraigo que causa y la desesperanza que entraña, además de las muertes que arrastra.

La narración corresponde a algunos de los habitantes rurales de la vereda Santo José, pero puede ser en cualquier otra, porque constituye una aberración más extendida de lo que se quiere admitir. Vemos a la niña Tránsito, el egipcio Alí y la oveja Berenée, en situaciones casi incomprensibles por lo dolorosas que resultan y eso en un país, dizque civilizado. Por los diálogos nos damos cuenta de la tragedia que se cierne sobre Tránsito, el egipcio y su familia, incluyendo a su inocente ovejita, que se considera como la niña de ese grupo y así lo revela en sus comentarios, pues habla de paseos en lugar de desplazamientos, en diversos juegos en los que participan sus vecinos y no en masacres a las que son sometidos, etc.

Por la crudeza del relato, todo es simbólico, los muertos representados por los zapatos que dejaron, las muertas por sus ropas colgadas de los arboles, y el lenguaje utilizado como arma disuasiva para lograr no solo el traspaso de las propiedades, si no el viaje forzoso a otros lares, para poder tomar posesión de sus tierras. En esto será clave el personaje apodado el muñeco, fanfarrón, dicharachero y mujeriego que siempre les hace ofertas que deben ser aceptadas so pena de recibir otra orden de muerte. Siempre implorando a Dios y afirmando que todo lo que hace es por las vías legales, vaya a saberse que entiende él por esas vías, es su ley la que impera.

Las paradojas están a la orden del día y lo vemos en el egipcio Alí, con vocación de migrante, antes internacional, abandonando su tierra para huir de las guerras del desierto, quien creyó encontrar en esa vereda la tranquilidad añorada y ahora venía a ser un migrante interno, como los han denominado sarcásticamente a quienes sufren ese desvío. La supuesta niña Transito, ha sido madurada por los golpes de la vida y es ahora aun con sus pocos años la que lleva las riendas y toma las decisiones así no sean las más apropiadas, con el fin de proteger su vida y la de los que confían en ella.

Otro de los macabros personajes lo constituye la mandadera, quien lleva y trae no solo razones, sino información a sus jefes quienes hacen saber que las razones que mandan, son para cumplir sin plazos, ni explicaciones, igual las vacunas con que financian sus gastos menores y la búsqueda de oportunidades para sus tropas. Detrás de todo esto están los descuartizamientos, el cierre de las escuelas, pues las consideran centros de adoctrinamiento, el reclutamiento forzado de menores y todas las barbaridades de las guerras fratricidas.

Después de deambular huyéndole a la muerte, pero acompañados siempre de la incertidumbre y el acecho, vagan sin rumbo; los separan, se reencuentran, viajan a tierras desconocidas, recalan en refugios provisionales de entidades de socorro y al fin encuentran quien los escuche, los entienda y trate de aliviar sus penas, restituyéndoles lo arrebatado. Llegan a su antigua vereda, pero todo está muy cambiado, por no decir destruido, hablemos de transformado, pero tienen el empuje y el coraje que dan las ganas de continuar, esperando esto sea ya definitivo. Un nuevo despertar.

*Profesional en Filosofía y Letras Universidad de Caldas.

 

Una experiencia estética de gran riesgo

Obra: EN EL ESPECTRO VISIBLE. Grupo TEATRO MATACANDELAS-COMÚN Y CORRIENTE

En esta puesta en escena El Matacandelas viene asociado con dos agrupaciones más: Corporación Común y Corriente y Gordos Project. Como es característico, el grupo se confirma en su experimentación permanente, en su insobornable falta de estilo, en su permanente sorpresa a los espectadores, su fino sentido del humor y cierta desfachatez formal en el sentido de una violación permanente de la ortodoxia teatral: no hay personajes convencionales, situaciones, conflictos ni progresividad en las escenas, no hay fábula ni coherencia dramatúrgica. No es un teatro dramático en el sentido formal de la expresión clásica. Este montaje, particularmente, se presenta como un teatro de variedades con breves actos de diferentes registros.

La obra presenta distintos temas abordados por un “personaje” central que parece ser el eje coordinador de todo el entramado: genera ambientes, reproduce sonidos y simula un maestro de ceremonia. Paralelamente, se presentan a través de un video entrevistas callejeras sobre aspectos religiosos, inmigrantes venezolanos, divagaciones poéticas entre mujeres, también se muestran discusiones filosóficas e históricas fragmentarias. Son una serie de pequeños cuadros que a veces parecen estar conectados y otras no, en intervalos se ve y escucha un grupo musical muy bien equipado instrumentalmente y dos cantantes tropicales, además de un títere vergonzosamente autosuficiente que expone un galimatías que induce a la risa, no dice nada, pero es muy cómico.

Por momentos la obra parece tratar temas muy serios, pero de pronto, al mejor estilo Matacandelas, aparece una gran estructura estética para revelar alguna trivialidad, un pito fallido, algún gesto desproporcionado, o simplemente un actor revela la triquiñuela de su compañero para secundarlo en un efecto sonoro. De esta manera, el Matacandelas siempre es un desafío al sentido estético, filosófico o de la realidad; ellos hacen y deshacen significados, como en una playa hacen castillos de arena y soplan para que el viento los deshaga, crean la ilusión y se burlan de ella, se mofan de sí mismos y de los espectadores y eso sí, lo hacen muy seriamente: mamarle gallo al púbico, pero uno se siente honrado de estar en la sala y hacer parte del experimento fallido.

Según plantean los matacandelos, el papel del artista no es revelar el misterio sino abordarlo, sin dogmas, sin certezas estéticas y alimentadas por las maravillosas dudas. Para quienes hemos seguido el grupo en estos 42 años, en sus 55 montajes, podemos dar fe de la potencia creativa que los ha acompañado, comprometidos hasta el “tuétano” con el arte teatral en sus muy diversos lenguajes que lo complementan, pero siempre sobre un escenario, haciendo performance con la música, con los muñecos, con la narración, con el estatismo, con las atmosferas, con la literatura, con la dramaturgia.

Ver el Matacandelas es una experiencia estética de gran riesgo. Si llega el público es a reírse de sí mismo, de la vida y de las formalidades de la condición humana, tal vez ha logrado encontrar en la antioqueñidad un sentido universal a partir de sus autores más representativos, no solo los propios, todos vistos desde una poética que explora el alma humana para extrañarla, para ver su absurdo y tal vez el misterio insondable e incomprensible se revela como una ilusión.

*Docente Universidad de Caldas.

Fotos Festival Internacional de Teatro.

 

Para lo que puede servir la economía naranja

Obra: HISTORIA DE UNA OVEJA. Grupo: TEATRO COLÓN DE BOGOTÁ-PETRA

Fabio Rubiano encontró la fórmula del éxito, actor, director, dramaturgo, y su compañera Marcela Valencia, no el mejor actor y actriz, pero si los más conocidos y celebrados por la farándula y el teatro capitalino. Es mejor dramaturgo que director y a leguas mejor director que intérprete, pero todo se le perdona, porque el ingrediente de ser famoso en la pantalla es el condimento ideal para nuestros parroquianos espectadores que ya lo idealizaron. Fabio y Marcela han tenido un afortunado paso por los novelones de la noche y sin duda, se ganaron un reconocimiento merecido.

Petra es un grupo identificado con una estética propia, original, puño y letra de Rubiano, un poco efectista, light si se quiere, pero con toques de humor, tragedia y crítica, que pueden ser los ingredientes de un éxito creciente, parecido a lo que suscitaba el Teatro Nacional y la finadita Fanny Mikey.  Tal vez el único grupo en Colombia que se da el caché de vender toda la boletería para una temporada y ser invitado de honor en algunos festivales, por lo menos en Latinoamérica; seguramente tienen esos toques necesarios: fama, humor, dramaticidad, éxito garantizado. Los hombres  y grupos de éxito son perseguidos por el gran público, que parece desarrollar un olfato especial y obsesivo para ello.

“Historia de una oveja”, según el programa editado por el Festival Internacional de Teatro de Manizales, narra la historia del desplazamiento forzado que deben vivir los habitantes de la vereda de Santo José, tragedia narrada fundamentalmente desde la oveja, que permite distanciar tanto el conflicto de la obra, que demasiado lejos no se reconoce nuestro entorno local, pareciera no suceder en Colombia o no tener relación con nosotros. No hay realismo, si un buen nivel de metáfora que confunde un poco el tema: no se compromete con nada ni con nadie; hay cierta universalidad en la mirada, la problemática colombiana se aborda como un tema internacional. El humor no tiene ironía política y más bien se trata de malentendidos, problemas de términos, doble sentido o chistes, casi siempre flojos, que en el argot popular se denomina “malos”. Además, no es nada verosímil la aparición de un egipcio, transita (peruana o boliviana) y una oveja de paseo, desplazadas por el sistema (???) y un jefe paramilitar enamorado de la paisana, cristiano y muy decente.

Rubiano hace muchos personajes, cambios muy fáciles, rápidos y poco profesionales, se ve un poco perdido, pero eso no le importa. Pareciera un poco ligero el paseo de la oveja, intentando tal vez reproducir un formato de éxito, donde se le quiere dar gusto a todos, a los críticos del sistema y a los patrocinadores, pues son montajes millonarios, como debería ser. Ojalá la economía naranja de nuestro Duque, de la que disfruta Rubiano, llegara a todos los artistas desplazados del país.

El tema de la obra si puede llegar a ser muy escabroso, a veces tiene un poco de humor negro, por ciertos relatos de masacres, desparecidos, desalojados, pero todo eso carece de contexto, podría ser en cualquier lugar del mundo y más con el personaje del egipcio; buena temática para circular por festivales y agotar boletería. Además la oveja parlanchina  se encarga de desviar cualquier posible referencia a la institucionalidad colombiana, que enhorabuena financia la puesta en escena. Obvio, con el patrocinio del teatro Colon de Bogotá, la posición tiene que ser más “neutra”; y no podemos exigirle a un artista y a un grupo que renuncie a beneficios económicos por posiciones políticas, eso lo saben muy bien en Bogotá algunos grupos.

“Historia de una oveja” pareciera una segunda versión de “Labio de Liebre”, sin embargo, esta obra es plana y mucho más aburrida; al final la ovación, como un comité de aplausos concertado, más pareciera un homenaje a la fama adquirida y difundida por todos los medios, que un reconocimiento a la oveja paseadora.

*Docente Universidad de Caldas.

Fotos Festival Internacional de Teatro.

 

 

Fábula y arte, didáctica y lúdica

Obra: PINOCHO. Grupo: TROPA TEATRO

El grupo Tropa Teatro es uno de los más sobresalientes del occidente colombiano. Todos los integrantes son músicos y tienen mucha versatilidad en el manejo de diversos lenguajes, habilidades que demuestran poniendo en escena una versión del clásico infantil, en la que hacen gala de un estilo muy particular: vestuario, escenografía, elementos plásticos coloridos y vistosos, manejo de muñecos y una adaptación dramatúrgica muy fluida, concisa y de alta lúdica poética. Esta tropa tiene la mejor influencia de los grandes maestros del teatro contemporáneo, no solo colombianos sino latinoamericanos.

Pinocho es la más bella metáfora escrita sobre el desarrollo humano. Su autor es Carlo Collodi, quien la publica en 1882, inicialmente en un periódico italiano. Traducida a innumerables idiomas y dialectos, se han hecho múltiples versiones, películas entre muchos otros formatos educativos y artísticos. Es la historia de un títere cuya madre es el bosque y el padre un carpintero llamado Yepeto, un viejo solitario que anhela intensamente un hijo. El títere es de madera y su conciencia es Pepito Grillo, su voz interior que le ayudará a superar las peripecias de la vida. Pinocho tendrá que aprender de sus errores y mentiras para que el Hada madrina lo pueda convertir en un niño de verdad; logrará su cometido si puede superar todas las pruebas, además de no olvidar el afecto por su padre.

Pinocho es una obra al desnudo, no tiene trasescena, no esconde el entramado. Cuando entran los espectadores todo el vestuario de la compañía está visible y mientras se acomodan, los intérpretes calientan la voz, estiran músculos, se concentran y toda la preparatoria resulta una verdadera experiencia para los niños asistentes, pues de esta manera entran a la intimidad de los camerinos y saben qué es lo que pasa antes de que los personajes salgan a escena. Así como Pinocho es un personaje inocente que nos muestra toda su vulnerabilidad, así los artistas también muestran toda su verdad; las máscaras están al descubierto, así también la manipulación de los muñecos y las escenas minimalistas que reducen de tamaño su expresión poética.

Es una bella experiencia estética poder disfrutar de una joya literaria convertida en teatro y acompañada de muchos niños que quieren advertir a Pinocho de lo que no debe hacer. Pero, irremediablemente, el personaje tiene que aprender por sí mismo y sentir en su propia nariz cada que niega la evidencia de un acto. Los niños gritan y se emocionan cuando la lúdica de un muñeco-actor les enseña algo que ya saben y con lo cual tendrán que lidiar toda su vida: aprender del error, de la frustración y de la experiencia. Tal vez Pinocho entre todas las obras literarias universales tiene la simbiosis de dos grandes componentes: fabula y arte, didáctica y lúdica; los niños y los adultos gozamos y aprendemos del misterio implícito en la herencia del arte universal.

Fotos Festival Internacional de Teatro de Manizales.

*Docente Universidad de Caldas

 

La tragedia de la masculinidad

Obra HOMBRE FLOR. Grupo ANDROMEDA 3.0.

La obra tiene una dirección general y dramaturgia de Daniel Ariza Gómez, apoyada por una investigadora principal, Isabel Hernández Madrid y el coinvestigador Luis Loaiza Zuluaga. Este es un proyecto de investigación creación: “Ayax, el hombre. Visibilizarían de las violencias basadas en genero experimentadas por los varones”. Colabora en este trabajo la Corporación cultural  “A cantaros danza” y es ejecutado por la Universidad de Caldas en diferentes instancias académicas y grupos de investigación.

“Hombre flor” pone sobre el tapete una temática invisibilizada y normalizada en la sociedad como es la violencia sufrida por los hombres en términos de suicidios, guerra, homicidios y maltrato, verificado por las estadísticas y confirmado por la dinámica social diaria. Según la investigación social que sustenta este trabajo artístico transdisciplinar, las múltiples violencias esconden una vulneración al ser masculino, sometidos desde la tierna infancia, obligados a ser machos, a superar su capacidad y resistencia hasta límites insospechados. Ser hombre es una condición que no le permite  expresar sus límites sin vergüenza y reivindicar sus falencias en condiciones objetivas.

Andrómeda 3.0. es un colectivo artístico caracterizado desde sus inicios  por la integración de muy diversas disciplinas, instituciones, formas artísticas y enfoques. Esta puesta en escena aborda la violencia de género haciendo uso de videos de proyección para la presentación audiovisual, su soporte es una pantalla en donde observamos diferentes formas lumínicas, se crean ambientes de recuerdos familiares, juegos de imágenes, sonido,  música incidental, en una propuesta audaz que busca integrar las nuevas tecnologías a la expresión artística.

Los lenguajes analógicos del arte le permiten al grupo salir de la ideologización o único punto de vista, que es lo recurrente en este tipo de casos; esta problemática de tipo social es vista con los ojos de la creación estética, por lo tanto el Hombre flor se constituye en la metáfora de una existencia bella, pasajera y frágil, que está lejos de ser paradigma del soldado que se para derecho, recto, estoico y para el cual la “Lucha libre” pareciera ser su único campo de entrenamiento. El hombre flor va a la intimidad del ser masculino a descubrir sus colores, su miedo, su lado femenino y universal.

El hombre visto a través del lente del arte y con apoyo en las Ciencias Sociales, tiene que ser captado de otra manera, con posibilidades de denunciar un destino preestablecido y miserable, condenado por las estadísticas y la tradición cultural. En este sentido y de manera contundente, “Hombre flor” nos permite de manera novedosa y nunca antes vista, entender la tragedia de la masculinidad, avizorada por los griegos desde Ayax, el héroe suicida que no soporta su propio fracaso y prefiere acabar con su vida antes de enfrentarlo.  El suicida hoy como en todos los tiempos, se enfrenta a sí mismo en la soledad de un paradigma impuesto socialmente, es una lucha intima en la que vence una mirada externa, un desequilibrio nefasto que se cierne sobre la masculinidad y su necesidad de compensación en la muerte.

*Docente Universidad de Caldas.

 

 

 

Columna de Manizales

El presente artículo fue publicado en octubre de 1969 en el periódico La Patria, con motivo del inicio del II Festival Latinoamericano de Teatro Universitario de Manizales, el cual cobra vigencia hoy, 52 años después, cuando comienza la 53 edición del certamen teatral más importante de América.

Los que saben griego, aseguran que “teatro” es, más o menos el “theaomal” que traduce, no muy ortodoxamente, “ver” o “veo”. Y así, conformándonos al significado que se le ha dado a “apocalipsis”, visión o revelación, este gran y último drama que presenciará la humanidad, va a ser la constatación óptica y sensible, de esa presencia de los ojos sobre acontecimientos, sobre tangibilidades que son la esencia de lo representable, de lo que se representa en la vida del hombre, en la vida del cielo y de la tierra.

Son precisiones muy importantes para lograr una identificación normal para apreciar un escenario, para opinar sobre lo que sucede en ese “proskenion” en el cual todos somos actores, autores, auditoria y crítica. Es una manera esmerada de ver en el teatro no solo un arte sino también una existencia.

Con motivo del Festival de Teatro Universitario Latinoamericano, que hoy se inicia en Manizales, sería muy importante que no distinguiéramos, sino que confundiéramos, como alguna vez lo insinuó Bernard Shaw, la tragedia, el drama, la comedia, la ópera, la zarzuela, porque todas son expresiones del genio humanístico que busca mostrarse y exhibirse. En el fondo de toda representación teatral hay una farsa, la misma que los hombres muestran en su discurrir común y corriente, que a veces es un discurrir sublime.

De Esquilo a Bertold Bretch, poco más ha transcurrido para el tratamiento de las pasiones y los deseos. La misma informalidad, la misma insistencia, la misma ansiedad, pero, también la misma esperanza. De Antígona a la Electra de O´Neill, no hay sino un paso. Un paso que, sin darse cuenta, la humanidad da todos los días.

Oscar Jurado escribió en este diario un artículo afortunado sobre “el miedo al Teatro Los Fundadores”. Lo leímos y nos dimos cuenta inmediata de lo acertado de su razonamiento. Hay miedo no solo al teatro como espacio físico, sino también al teatro como verificación de ver, de intensificar esa noción de “espejo” que el arte teatral hace posible. Detallar al hombre es peligroso, decía Benavente cuando e le impugnó el contenido “anarquista” de “Los Intereses creados”. Y respecto a su “Albertina” ¿Valentino Bompianl no ha reprochado lo mismo?

Este Festival de Teatro Universitario va a dar oportunidad para muchas cosas en el orden cultural, en el orden crítico, en el orden de las aproximaciones con la viva y con el arte. La teatralidad es inseparable de los hombres, y el mismo modo de apreciar las cosas, al fin y al cabo, deviene en teatro. Quizá, o sea, por eso mismo, formar una cultura teatral, sino más una rigurosa cultura humana. Y a través de esas representaciones en Manizales, vamos a tener oportunidad de hacerlo.

Las antiguas representaciones teatrales duraban semanas enteras. Se presentaban, móvilmente, todas las insistencias de la vida del hombre, todas las complicaciones sociales, todas las muertes y todas las apoteosis. Había más que motivo para hacer posible la reflexión sobre la condición de los mortales y de los inmortales. No en vano, un oscuro comediante de Stratford sobre Avon, plasmó en un ciclo heroico la historia de su patria, la historia de las mujeres feroces, de los hombres pérfidos, las sonrisas de las novias, los adioses de los amantes. Y sigue el ciclo de esa vida humana, trashumante y voluntariosa, ardida de lujurias, pero también de fe y amor.

El sentido continental que revista el festival teatral de Manizales, va a indicar, también, la universalidad de un acto que resuma y sintetiza muchas, o casi todas las apetencias vigentes, las inolvidables, las precisas. Lo trágico, lo dramático, lo cómico, lo frívolo, todo lo que reduce al hombre y su genio a una actitud artística, va a tener aquí su escenario, pobre o rico, pero como constancia de una conciencia y como una manera, un modo “de ver”.

En el Prólogo de “Romeo y Julieta”, el oscuro comediante de Stratford escribió dos líneas que resumen la vivencia del teatro y que nunca perderán su actualidad: “The which if you patient ears attend. What here shall miss our toil shall strive to mend”. Sinopsis perfecta para una definición completa de lo que el teatro espera del hombre y el hombre espera del teatro. Paciencia para adquirir una certeza que no se atreve a determinar; paciencia para consentir que los detalles dolorosos lo hagan reflexionar sobre sí; paciencia para esperar y, sobre todo

Deuda IV

Nadam Guerra, Artista Mago I

A Nadam le conocí a través de una llamada de teléfono en 2009 después de una visita corta a Cali a Lugar a dudas donde me hablaron del proyecto de residencias artísticas Terra UNA que él coordina aún, allí nos pusieron en contacto. Ya mucho después, en diciembre del 2017, pasé unos días por Rio y coincidí con él en la inauguración de una exposición en el MAC de Niteroi en la que confluían muches amigues en común. Me la pasé con él toda la tarde. Se me ocurre ahora que quizás fue la primera vez que vi a Nadam físicamente, no sé si se diga así, pero me entienden. Antes de esto, años de reuniones virtuales y llamadas y correos grupales e institucionales. No sé si sea necesaria esta introducción tan compleja, pero es interesante imaginar que el lector puede dimensionar la relación que existe entre Nadam y yo, sobre todo profesional y afectivamente. Por otro lado, podría decir que yo, a diferencia de Nadam, he estado alejado del mundo de las residencias artísticas ya por años. No del todo. Por ejemplo, aquí estoy hablando con Nadam.

Nadam ahora tiene un canal de YouTube con versión de cuenta en Instagram que tiene que ver con la tesis de doctorado que terminó hace dos años. Se llamó ‘Cómo tornarse artista mago’. Esto pasó a raíz de un sueño que tuvo en el que abría un canal de YouTube. Quería transformar su trabajo en algo fácil y ágil de comunicar con el público, dice que podría usar artificios filosóficos que dificultaran la comunicación… pero prefirió usar un lenguaje simple y tomó elementos de antropología, chamanismo y arte, entre otres, para poner estas herramientas en función del lenguaje mismo en su trabajo, o sea, su forma de comunicarse con el mundo que lo rodea, me atrevo a decir que sobre todo en el aspecto oral, pero también en el escrito y pictórico. En el proceso de la tesis, y posteriormente de la activación de los canales, empezó a pensar su producción en un sentido en que le llevase a una transformación personal, ahora, por ejemplo, hace una pintura por día, el año pasado fue una por mes, pero pintaba todos los días.

Me interesan sus trabajos de diarios y de ejercicios diarios o periódicos. Es algo que ahora identifico con mi generación artística. Puedo acordarme rápidamente de algunos trabajos de artistas latinoamericanes sobre ejercicios diarios, donde en esa dinámica de repetición y observación de un hecho a lo largo de grandes periodos, le artista va adquiriendo profundidad y maestría sobre el hecho, lo digo porque he hecho varios trabajos así, también muy difíciles de realizar pues requieren planeamiento, disciplina y atención, como este tipo de tareas que se propone Nadam en este caso con su ‘Uma pintura por día’. En la serie ‘Pintura da Lua’ en la que también pinta todos los días, pero cambia de lienzo cada mes, se regía por los ciclos de la Luna, o sea no por meses exactos del calendario, es un diario de manera literal pues termina por narrar lo que estaba aconteciendo en esos días. Así mantiene su flujo creativo aun en estos tiempos extraños dice Nadam. Estas series las hizo desde 2019 mientras estaba además trabajando en cosas paralelas de arte, organización de eventos, viajes, fue a Bolivia, tuvo exposiciones en otras ciudades que no eran necesariamente exposiciones inscritas en las lógicas de las estéticas o instituciones del arte, estaba en otras búsquedas de canales, y se había propuesto formas de laburar artísticamente que fueran a partir de hacer algo todos los días.

Ahora mientras hablamos, me cuenta que está en momento de recogimiento, teniendo en cuenta lo que está pasando, escuchando, leyendo, sigue trabajando activamente y viviendo en Terra UNA. No había contado que esta residencia artística queda en las montañas de Minas de Gerais y es una Eco Villa, o sea tienen en cuenta la agricultura y la filosofía orgánica y biodinámica, han estudiado e implementan formas de sostenibilidad y economías amigables y paralelas al capitalismo, también mantienen proyectos académicos de alto nivel y programas de residencias artísticas auspiciados por fondos casi siempre públicos para la cultura en Brasil.

Del 2008 al 2015 vivió bajo la presión de encontrar el financiamiento para la Residencia y o para su propio trabajo. Estuvo gestionando recursos satisfactoriamente. Lo que hace ahora no está ligado a galerías de arte, o ventas, es un artista de proyectos, de grandes proyectos. Desde el 2014 al 2018 trabajó casi de manera exclusiva en un proyecto ficcional expandido ‘La Virgen del Alto de Moura’ ligado a una narrativa especifica: una historia de una muñeca de barro que da la vuelta al mundo haciendo alianzas sexuales y teniendo hijos con deidades, y así engendrando les dioses de la nueva era. De este relato ficcional se desprendían objetos, rituales, testimonios recogidos en videos, performances, todo esto financiado por diferentes becas a lo largo de varios años. Ganó una convocatoria de arte relacionada o paralela a las Olimpiadas Rio 2016 y con esta publicó dos libros sobre este proyecto. Cuenta Nadam que la primera exposición fue en 2014 en la Bienal de barro de Caruaru (ciudad tradicional del forró, y de un ceramista popular importante, Mestre Vitalino. Representante de la invención del arte popular brasilero). Nadam fue llamado para la Bienal do Barro por ser ceramista. Se quedó ahí por un mes.

Después también llevó el proyecto a la ciudad de Juazeiro do Norte ciudad del sertão, esto fue en 2015. En 2016, en Rio de Janeiro, involucró en este proyecto un bloco de Carnaval e hizo nuevos videos para la ficción. También viajó para Argentina a hacer una muestra de este proyecto proceso y después lo mostró en Joao Pessoa, ciudad del Nordeste de Brasil.

Espero que al lector le interesen tanto como a mí todos estos detalles. Debo insertar su práctica dentro de un campo artístique absolutamente contemporáneo: asociación entre mundos de diversas naturalezas: me atrevo a decir que hay elementos como narrativa de lenguaje, imágenes estáticas, video, experiencias, volúmenes, investigación, encuentros, todo esto fusionándose en el trabajo de Nadam, colisionando, generando nuevas definiciones y formas de sentir. A lo que acude Nadam como mago son estrategias altamente artísticas y por otro lado totalmente de hoy en día, muy representativas además de una generación en la que me incluyo, podría decir que es el tipo de arte que muches queremos estar haciendo, o estamos haciendo, o podemos o podríamos estar haciendo, más allá de satisfacer a los demás (lo que sea que esa abstracción signifique, me refiero a ‘los demás’).

Es el tipo de arte que es complejo y que es magia y que reconocemos por ser latinoamericanes y o globalizades, por ser seres de estos días. Pues es de alguna manera un arte indígena, lo reconocemos les latinoamericanes y es arte científico y lo reconocemos por ser de la generación de las enciclopedias multimedia o de la Wikipedia o del Facebook, y también es arte mediático o internacional o de las grandes aerolíneas, pues también es arte ‘descartable’ (digo esto en medio de una exageración y de un chiste abstracto, no lo consideraría desechable de ninguna manera, tal vez quería decir arte rápido y fácil de digerir) o es arte cósmico que reconocemos porque somos de la generación que creció viendo viajes al espacio o encuentros entre galaxias (arte de grandes narraciones mitológicas) somos muches que como Nadam pensamos de esta manera expandida y regida por muchas otres lógicas además de la lógica común, o de las lógicas comunes, también nos identificamos en la diferencia, nos sabemos diferentes, lo evidenciamos, por lo menos siento que eso está presente en lo que nos quiere decir Nadam a través de sus proyectos y de los diferentes niveles de estéticas y medios que aborda.

Ahora recopila y recoge todos los documentos de las diferentes instancias del proyecto. Un archivo de su mito. Hacía cerámicas desde el 2000, esculturas en general. Es increíble que ha llevado su obra a tantas instancias, ahora participa de varias disciplinas, festivales de danza, cinema, cerámica, artes visuales, crea varios problemas, pero es lo que está buscando. Dice que las artes visuales de hoy se han diluido. Antes nos dividían más por disciplinas específicas. Él está muy ligado a la danza por ejemplo hoy en día. Todo esto para decir que su práctica se expandió a campos que el lenguaje aún no puede nombrar, y de nuevo, eso es lo que busca, problematizar el lenguaje, por ejemplo, precisamente, para que se expanda (vuelvo a la idea del oxímoron, la contradicción que no se auto elimina, sino que genera una nueva definición a partir de elementos opuestos).

*Artista Visual.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Artista invitado: Alejandro Valencia

Esta es una columna de entrevistas a artistas, gestores, creadores y agentes culturales seleccionados por la agencia cultural La Jaus para el periódico el QueHacer Cultural. Cada edición presenta un diálogo con un artista diferente, desde la perspectiva del entrevistador y entrevistado, con el objeto de descubrir aspectos de su trabajo, proceso creativo, opiniones, prácticas artísticas y formas de ver el mundo.

CAPÍTULO 1
Entrevista a Alejandro Valencia

Alejandro es un artista y educador colombiano nacido en Pereira en 1990. Realizó sus estudios en New World School of the Arts Miami, EEUU. Su obra ha sido expuesta en diversos espacios de Colombia y Estados Unidos dentro de los que se destacan ARTBO: Sección Artecámara (2020), Festival Internacional de Arte Contemporáneo de Manizales (2018-2019), Cisneros Fontanals Foundation en Miami (2017), Mindy Solomon Gallery en Miami (2017), Boca Raton Museum of Art, Boca Raton (2013) y Art Basel Miami (2013). Actualmente vive y trabaja entre Manizales, Colombia y Miami, EEUU.

¿Cómo y dónde empieza tu trayectoria artística?

Desde muy niño tuve inclinaciones hacia la plástica. Disfrutaba mucho la arcilla, la plastilina, la pintura, el dibujo, pero era algo muy hedónico. Yo hacía los pesebres en plastilina todos los diciembres en maquetas que cada año crecían en tamaño y complejidad. Me la pasaba siempre dibujando historietas, haciendo ilustraciones de dibujos animados, haciendo esculturas en una arcilla roja que mi papá me compraba en La 14 de Pereira. El arte siempre fue una constante en mi día a día, pero no sabía, ni entendía qué era o para que se hacía, así que mi formación fue muy empírica.

A los 16 quería ser fotógrafo de la National Geographic y cursé una electiva de fotografía análoga en el colegio, era pésimo fotógrafo. A los 17 me obsesioné con la pintura después de haber encontrado unas láminas de Velázquez y Dalí en la biblioteca municipal, y quise ser pintor. Comencé copiando todo tipo de estilo e ismo que encontraba en los libros de la biblioteca (que me los robaba) lo que me sirvió para construir un portafolio pequeño y así aplicar a una universidad de bellas artes en Miami llamada New World School of the Arts. Fui rechazado.

Me gradué en el colegio público y al no poder ingresar a la universidad de artes, entré a Miami-Dade College en el 2009, una universidad comunitaria donde entré a estudiar ciencias ambientales. Sin embargo, continuaba pintando obsesivamente. Después de un primer semestre abrumador, decidí ingresar a la Facultad de Bellas Artes de la universidad, lo que me permitió entrar en clases formales de dibujo, pintura y escultura, por primera vez.

Alrededor del 2010 – 2011, gano un concurso nacional de pintura en Estados Unidos, y es ahí donde siento que comienza mi trayectoria.

¿Qué puedes decirnos acerca de cómo ha sido el desarrollo de tu obra?

He sido muy empírico, así que mucho de lo que he aprendido ha sido por prueba y error. Afortunadamente he sido saludablemente obsesivo con mi oficio lo que me ha ayudado a persistir en el desarrollo de mi obra. También la inquietud me ha llevado por un proceso de experimentación lento y constante con varios medios, técnicas y conceptos.

Al principio quise ser fotógrafo al estilo de Ansel Adams y Leo Matiz. Me fascinaba la abstracción por el paisaje y el duro contraste entre blanco y negro. Después pasé por la pintura y el dibujo, y me interesé mucho por las temáticas religiosas y dramáticas del barroco. Pasé por varios ismos y “estilos” del siglo XX, lo que me permitió aprender y entender algo sobre el arte y la historia. Sin embargo, la tradición del arte occidental comenzó a ser foránea a mis intereses y en el 2013 dejé por completo la pintura, y me retiré de la universidad a mitad de carrera. Sentía que la formación académica carecía del entorno real que buscaba. La producción a la cual estaba expuesto era muy centrada en lo superficial, en lo que encaja al modelo de capitalización de las obras de arte en el mercado estadounidense, lo cual era una burbuja que para mi explotó bastante rápido.

La experiencia de ser un inmigrante me impulsó a buscar un retorno a mis raíces, y comencé a experimentar con medios no tradicionales al arte occidental, mucho mas arraigados a la artesanía y a las manifestaciones plásticas de los pueblos indígenas en el Centro y Sur de América. Me interesé por el tejido, los textiles, el uso de pigmentos naturales, el barro y la cerámica, por los materiales que tenían una historia y una memoria cercana al territorio del cual vengo.

¿Qué temáticas son visibles en tu trabajo artístico?

En mi práctica hay varias temáticas que cambian dependiendo de los contextos en donde me encuentro. Me he interesado por los espacios de contemplación y las dinámicas de la experiencia religiosa, las dinámicas de la resistencia, la muerte, la historia y la memoria.

Últimamente me he interesado por nuestra relación con la tierra desde el contexto histórico colombiano, y cómo esta relación contribuye a la construcción de memoria e identidad en el país.

¿Cómo llegaste a estas temáticas?

Creo que haber vivido una experiencia migratoria muy pequeña ha creado una condición constante de cuestionar y entender los contextos en los que me encuentro. Haber vivido una forma de desplazamiento, desarraigo y de shock cultural en donde todo aquello que consideraba parte de mi identidad se revolcó: idioma, costumbres, amistades, familia, etc., me ha llevado a tratar de comprender la forma que soy, mis creencias y cómo me relaciono con el mundo.

Desde muy temprano en mi carrera y práctica como artista me interesé por el efecto que el arte puede tener como agente de cambio en las personas y la sociedad. El arte religioso no solo era una manera de educar (adoctrinar) a los creyentes, sino que también generaba en ellos una experiencia más allá de la racionalmente comprendida, y eso me dio a entender que tanto los objetos como los espacios pueden cambiar las formas en que nos relacionamos con los demás, y con el mundo.

Entender la historia de Colombia, por ejemplo, viene desde una parte muy íntima de no saber nada sobre el lugar donde nací. Mi conocimiento de mi país natal se formó por cuenta de las historias de mi papá, que fue muy activo durante los 70s en los movimientos estudiantiles y sociales. Desde ahí comienzo una búsqueda de entender la condición del país, y viajo periódicamente desde los EEUU hacia Colombia. En esos viajes comienzo a grabar conversaciones con familiares y conocidos, y a partir de ahí inicio a construir algo sobre mi identidad y la relación con el lugar donde nací.

Actualmente estás preparando dos exhibiciones en la ciudad de Manizales, háblanos sobre ellas…

En Razón de las Tumbas es un proyecto que se abrirá en septiembre en el Centro de Museos de la Universidad de Caldas. Es un proyecto bastante ambicioso, ya que ocupa las cuatro salas del museo y varios espacios entre las salas, y cuenta con una programación complementaria extensa que reúne e invita otras voces para expandir sobre las temáticas de la exposición.

Conceptualmente, el proyecto surge por un interés de entender nuestro contexto actual a partir de nuestra relación con la tierra y el territorio. Examina el museo como un dispositivo de memoria que posibilita la construcción de diferentes narrativas de ésta por medio de los objetos que contiene. En el caso del Centro de Museos, las colecciones de arqueología prehispánica, de historia natural y de geología, interactúan con varias piezas que se produjeron específicamente para cada uno de los espacios y así generar un diálogo entre el pasado y el presente. Varias de las obras que forman parte del proyecto aluden a momentos de la historia reciente del país, que dentro del contexto del museo sirven también como píldoras de la memoria. La idea es que el proyecto en su totalidad utilice todo el contexto del Centro de Museos, sus colecciones, su arquitectura y su historia, para crear un espacio donde podamos repasar otras narrativas de nuestro presente, pensando en la tierra como una característica fundamental de nuestra identidad colectiva.

La otra propuesta denominada PATRIA se abre en noviembre en la galería L’Etoile de la Alianza Francesa de Manizales. El proyecto exhibe 365 periódicos de LA PATRIA desde el 2018 hasta la fecha, que han sido intervenidos con tinta negra para bloquear la información textual del diario y queden solo las imágenes. Se trata también de un ejercicio de memoria que documenta, por medio de los periódicos, varios acontecimientos importantes dentro de la historia del país en los últimos años, desde la posesión de Duque, la pandemia, hasta el paro nacional del 28 de abril del 2021. Este proyecto también se enfoca en pensar sobre lo que conforma la identidad patria a partir de aquello que se convierte en un hecho, analizando el cuarto poder como constructor de nuestra identidad y conciencia colectiva.

¿Cómo ha sido tu acercamiento al arte colombiano?

Creo que siempre lo he tenido presente. Desde pequeño amaba ver las imágenes de la enciclopedia Salvat de arte, sobre todo el prehispánico. Me gustaban mucho las expresiones plásticas de nuestros antepasados, sus formas redondas y el brillo pulido del oro que trabajaban. Poco a poco comencé a estudiar más sobre las manifestaciones modernas, sobre todo en la pintura de Obregón y Manzur, que llegaron a mi por parte de mi tío Pacho, y después con las obras de Arenas Betancur, por quien me obsesioné cuando conocí “Los Lanceros” en el Pantano de Vargas.

En Miami tuve la oportunidad de ver dos retrospectivas de Beatriz Gonzales y Doris Salcedo, que cambiaron profundamente mi entendimiento del arte colombiano, sobre todo por su compromiso con la historia y la memoria. Haber vivido sus obras me llevó a profundizar mucho más sobre la incidencia del arte dentro del contexto histórico colombiano, y comencé a leer y a estudiar artistas como Oscar Muñoz, Bernardo Salcedo, Miguel Ángel Rojas, María Teresa Hincapié, Antonio Caro, Delcy Morelos, etc.

Ya después de haberme instalado en Manizales, comencé a tener un acercamiento más directo con las manifestaciones plásticas dentro del país.

¿Por qué es importante el arte?

Creo profundamente que el arte es la última muralla, y la primera línea que nos permite decir aquello que se trata de callar. Es la forma de ver la poesía después de la barbarie, algo que pienso mucho a partir de lo que Adorno dice sobre el Holocausto.

El arte nos permite hacer, dentro de lo mundano, una experiencia erótica y a la misma vez espiritual. Creo que es la herramienta más efectiva ante el olvido.

*Artista Plástica. Directora de La Jaus Manizales, Agencia cultural.

«Supermán» rebelde

Casting

Me gusta ver por televisión el Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España, pero cuando participan los ciclistas colombianos y tienen posibilidades de ganar. También es una manera de aplicar lo que aprendí de Albert Einstein cuando dijo que mantener el equilibrio en la vida es como montar en bicicleta: «hay que pedalear»; lo cual practico, mentalmente.

De estas carreras aprendo, pues en sus recorridos veo similitudes con la existencia, en donde el esfuerzo, la disciplina y la suerte juegan un papel fundamental… y me dejo emocionar cuando nuestros pedalistas realizan sus hazañas frente a las potencias que siempre habían dominado estas competencias.

Mi infancia estuvo marcada, deportivamente, por los triunfos de Martín «Cochise» Rodríguez y ese apelativo indígena que le dieron. Luego fueron Rafael Antonio Niño, José Patrocinio Jiménez… y Lucho Herrera, «El Jardinerito», quien dio el gran pedalazo inicial en Europa ganando la Vuelta a España, literalmente con sudor y sangre.

Ahora tenemos el orgullo, desde hace varios años, de que los corredores colombianos nos hayan brindado gestas tan emocionantes como ganar el Tour de Francia, el Giro de Italia… otra Vuelta a España… talentosos deportistas de las bielas nos representan en el mundo: Rigoberto Urán, «El Chavito» Esteban Chaves, Nairo Quintana… Egan Bernal, etc.

Pero hay uno que con su actitud acaba de realizar algo que solo lo hacen los valientes… enfrentarse al poder hegemónico. Me refiero a «Supermán» López, quien se retiró en la penúltima etapa de la Vuelta a España por razones de dignidad, pues no quiso someterse a las instrucciones del director técnico del equipo, que le exigía agachar la cabeza y quedarse rezagado para beneficiar los intereses de la empresa que lo financia.

Supermán ha sido duramente criticado por su falta de trabajo en equipo y no acomodarse a las reglas de mercado que hoy en día predominan en estos eventos; pero no, mi héroe con su actitud rebelde y desobediente se les ha parado en la raya para decirles que la dignidad no se negocia, recuperando ese temperamento que brilló en las jornadas iniciales, hace tantos años, de nuestros deportistas, en donde la frente en alto y el grito de libertad eran las banderas de su fuerza para imponerse, en las circunstancias más adversas, frente a la hegemonía, en este caso la deportiva.

Estamos perdiendo esa cualidad de independencia deportiva, en medio de un ambiente que mediante contratos vergonzosos hace firmar condiciones a estos atletas para que no se metan ni en política ni con los patrocinadores; por eso hoy vemos a algunos de ellos mostrando en las redes lo más vergonzoso de la espectacularización de la sociedad, como un James Rodríguez entregado a la vergonzosa complacencia del hedonismo, alardeando descaradamente de sus inmensas riquezas en yates y con despampanantes mujeres; mientras los admiradores esperan otra cosa: que tengan ética y moral, pues ellos están allá gracias a la gente, porque ellos los deben representar ante el mundo en los juegos que también tienen profundos sentidos políticos, sociales e ideológicos, los cuales el sistema trata de eliminar a como dé lugar.

Entonces, para reivindicar a nuestro héroe, miremos al cielo y digamos: «No es un ave, no es un avión… es ¡‹Supermán› López!»… montado en su caballito de acero, que viene trepando desde el pueblito campesino de Pesca, Boyacá, reivindicando nuevamente los anhelos de libertad, independencia y justicia que todavía no tenemos y que desde todas las expresiones del arte y la cultura (en este caso la deportiva) debemos proclamar a los cuatro vientos.

*  Poeta, anacronista y pintor; editor de «ojo con la gota de TiNta (una editorial pequeña e independiente)».

Participa Justicia transicional

En su edición 53°, el Festival Internacional de Teatro de Manizales a realizarse entre el 25 de septiembre y el 3 de octubre del año en curso, contará con la participación y el apoyo del Centro Internacional para la Justicia Transicional ICTJ bajo la premisa: “La verdad es la vida, la verdad es el teatro”.

Como organización que ha trabajado en más de 50 países, el Centro Internacional para la Justicia Transicional – ICTJ, es consciente del rol que el arte y la cultura juegan en la transformación política y social de sociedades que han enfrentado legados de masivas violaciones a los derechos humanos. Para la ICTJ, el arte y el teatro, ayudan a catalizar la resignificación del horror vivido en medio del conflicto; por esta razón hallan en una iniciativa como el FITM, un camino para continuar esa exploración y búsqueda por la verdad en el país.

En Colombia, la complejidad y variedad de actores e intereses del conflicto armado interno constituyen un entramado de relaciones y poderes que ha permanecido en el tiempo y que ha tenido profundos efectos en la democracia, la cultura y, en general, en la sociedad en todos sus niveles. El teatro permite capturar esta complejidad, generar narraciones comprensivas y darle un sentido nuevo a lo vivido. En efecto, así lo expresó un testigo ante el Tribunal Especial para Sierra Leona hace varios años: mientras que en el tribunal cada testigo habla por sí mismo, en una obra de teatro pueden presentar sus historias simultáneamente para mostrar cómo se relacionan los diferentes elementos de sus respectivas experiencias.

En esta versión especial las artes escénicas y performativas aportarán a la restauración de la memoria colectiva, la reparación y el cambio del tejido social, poniendo de frente historias cercanas, obras creadas a partir de lo que somos, lo que sufrimos y compartimos sin importar latitudes, develando historias vividas y enseñando la verdad.

Con el apoyo del Centro Internacional para la Justicia Transicional a la realización de esta edición, se hace posible que artistas nacionales e internacionales continúen creando arte y que sea una realidad la búsqueda de sociedades más incluyentes, compasivas y sensibles.

 

 

Una vida para la ciencia

Crónicas para escuchar.

En estos relatos sonoros los radioescuchas sabrán cómo se puede dedicar toda una vida al estudio de los hongos humanos, al virus del papiloma humano, a las nanoestructuras, a las hormigas, a la óptica de láseres, a las películas delgadas o a la genética.

Esta fue la vocación de siete mujeres científicas latinoamericanas, quienes comparten sus historias en la serie radial “Una vida para la ciencia” de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, que estrenó su primer capítulo este martes 31 de agosto en la radio web de la Institución.

En los primeros siete capítulos las expertas relatan aspectos de su vida como el entorno de su niñez, la motivación para estudiar la carrera que eligieron, las investigaciones que realizaron, los logros y dificultades que tuvieron para alcanzar sus metas, cómo enfrentaron la maternidad en medio de una carrera científica y el mensaje que envían a la juventud para motivarse a hacer ciencia.

Conocer quiénes están detrás de los aportes científicos que han cambiado a Colombia y el mundo fue la iniciativa de la profesora Ana Agudelo Henao, de la Facultad de Ingeniería y Administración de la UNAL Sede Palmira, directora de la serie.

“Lo que busco es transmitir un mensaje sobre la importancia de la ciencia en la sociedad y la cultura, invitar a la juventud a motivarse por el conocimiento y contarles a las mujeres que es posible ser madres y hacer una carrera científica”, señala la docente.

Historias de vocación

En el primer episodio, enfocado en la microbiología –ciencia que estudia los microorganismos y los seres vivos no visibles al ojo humano–, el radioescucha se transportará a la vida y obra de Ángela Restrepo Moreno, microbióloga y científica antioqueña que narra cómo se apasionó por esta disciplina:

“Mi abuelo fue uno de los médicos que se graduó en el entonces Estado Federal de Antioquia, él tuvo la oportunidad de viajar a Francia un año y se trajo algo muy hermoso que se llama microscopio. Los médicos tenían su consultorio dentro de su propia residencia, no existían clínicas particulares… lo primero que uno veía al llegar a la casa del abuelo era su botica, porque en ese entonces no había compuestos preparados para tratar las enfermedades que se conocían, sino que ellos mismos tenían que mezclar de esto y aquello y entregarle al paciente el frasquito con el polvo o con el líquido”.

“Me llamaron mucho la atención aquellos frascos y me preguntaba qué había en cada uno; con el microscopio se despertó aún más mi curiosidad: ¿qué es eso? les pregunté a mis tías, y ellas me dijeron que un microscopio. ¿Y para qué sirve? Para ver cosas chiquitas, respondieron, a lo que volví a preguntar: ¿qué cosas chiquitas? Pues los microbios de las enfermedades que trata tu abuelo”.

Así comienza su entusiasmo por la ciencia, que la llevó a analizar microorganismos como el Paracoccidioides brasiliensis –un hongo causante de una enfermedad pulmonar con rasgos similares a la tuberculosis–, a ser doctora en Ciencias de la Universidad de Tulane (Nueva Orleans) y a ser miembro de la Misión de Sabios, grupo de expertos colombianos que aportan sus conocimientos al desarrollo del país.

Las crónicas y los testimonios de las científicas se desarrollaron a través de conversaciones virtuales y presenciales, en las que también participaron académicos de otras universidades colombianas.

La serie “Una vida para la ciencia” fue producto de un equipo audiovisual liderado por la docente Agudelo y conformado por el comunicador César Molina Lugo, el diseñador Sebastián Narváez Díaz, la coordinadora del Centro de Producción Radial de la Sede Palmira, Laura Fuertes Sánchez, y el comunicador Gecko Gómez Cubides, de Unimedios de la UNAL Sede Bogotá.

Para el futuro, la profesora plantea ampliar este programa con más historias de personas que han aportado a la ciencia en Colombia. “Siempre quise hacer un homenaje a la perseverancia y el amor de estas mujeres por la vida y la ciencia, porque ellas nos han dignificado en el mundo”, concluye la docente.

Más historias

Cada quince días, a las 12 del mediodía, se emitirán los próximos capítulos que incluirán los relatos de la médica caleña Nubia Muñoz Calero, pensionada de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) en Lyon-Francia; la bióloga pensionada de la Universidad del Valle, Patricia Chacón de Ulloa; las físicas pensionadas Angela Guzmán Hernández (UNAL Sede Bogotá), Ángela Camacho Beltrán (Universidad de los Andes) y María Elena Gómez de Prieto (Universidad del Valle), e Indiana Bustos Bustos, ingeniera agrónoma y genetista pensionada de la UNAL Sede Bogotá.

Para obtener más información y escuchar el programa puede entrar a la radio web radio.unal.edu.co, en la sección Centro de Producción (Palmira).

Un tejido para la armonía de la vida

Ingruma, Pasmí, Portachuelo, Alto Imurrá, Bonafont, Tizamar, Los Chancos… son los nombres que bautizan gran parte de una geografía y un mundo desconocido para la mayoría, un territorio rico en paisajes, en corrientes de agua, clima cálido y uno de los pocos en los que conviven de manera armónica indígenas, afros y mestizos desde el respeto por la cultura y la diversidad, lugares que están a dos horas de Manizales, la capital de Caldas.

El municipio de Riosucio es el albergue donde estas comunidades indígenas de los Resguardos Cañamomo y Lomaprieta, Escopetera y Pirza, Nuestra Señora Candelaría de la Montaña y El Territorio Ancestral San Lorenzo, permiten llegar a sus corazones, en el que tradiciones como la gastronomía, bailes, vestuario, artesanías y lenguas, hacen de este un lugar que suma a los tejidos de redes humanas y co-crea nuevas maneras de habitar los territorios.

En este espacio de encuentro estas comunidades reciben formación para mejorar sus habilidades comunicativas, lo que les facilita resonar con su identidad cultural, sintonizarse con saberes ancestrales y difundir en los territorios sus palabras, sus sonidos y sus imágenes.

Sembrar la semilla

El proyecto Comunicación para el desarrollo, convenio entre la Universidad de Manizales y Chec Grupo EPM, avanza en el proceso de generar una relación comunicacional en el campo de los resguardos indígenas de Riosucio, y su interacción interna como comunidad, así como su producción de saberes y su forma de narrarse, para sí mismos y para los otros.

En estos grupos de estudio participan niños, jóvenes, mujeres, excombatientes, docentes y líderes, quienes adquieren herramientas para fortalecer su identidad y unir las comunidades con mensajes de paz y reconciliación. La perspectiva acerca de las formas narrativas y la vida cotidiana, revela cómo estas configuran sus relatos ciudadanos, discursos en los que se evidencia la construcción colectiva de territorio.

La evolución desde la propuesta de habilidades comunicativas, posibilita a las comunidades presentar sus realidades sin que necesariamente estos discursos riñan entre sí o sean sometidos a un estricto lineamiento. Por el contrario, son múltiples los cruces y las oportunidades que impactan en los beneficios de las comunidades y territorios.

El ejercicio es un escenario desafiante, novedoso y especialmente diverso. Los vínculos desarrollados desde diferentes vértices han enriquecido no solo la narrativa, sino la estética misma, dado que, en la necesidad de evidenciar la estructura identitaria, las comunidades se narran como articuladoras sociales de un proyecto que exige su espacio en un escenario aún más amplio.

En el marco del convenio se profundiza en los contenidos para transmitir los saberes y fortalecer la unión de las comunidades. Este fortalecimiento se hace partiendo del Modelo de Relacionamiento con Grupos de Interés, que, desde el 2018 trabaja la Chec en los municipios de Caldas y Risaralda, proceso al que se han ido sumando los resguardos que habitan el territorio año tras año.

Finalmente, los vértices se traducen de forma concreta en un espacio a través del cual se hace un especial énfasis en la construcción de un discurso; y no se deja de lado la mirada inquieta desde la academia y los diferentes campos y ciencias sociales, así como no se niega la mirada distraída de quien asume el papel de espectador.

“La comunicación indígena es un tejido vivo en movimiento, la unidad del tiempo y el espacio que vive en la palabra, que enseña, aprende y cuenta; es un proceso colectivo espiritual y social que mantiene la armonía entre toda la vida y la naturaleza”. II CUMBRE CONTINENTAL DE COMUNICACIÓN INDÍGENA.

Propiciar el encuentro

El primer punto para trabajar es el abordaje del escenario denominado territorio, pues es este el espacio en el que se configuran las cosmogonías que dan sentido al ser. Lo comunicacional de escenario y su comprensión es una oportunidad para repensar y reapropiar la riqueza de la mediación de saberes.

El segundo, hace referencia a la autonomía, en el que se determina un ejercicio de ciudadanía basado en la importancia del reconocimiento, el respeto y la valoración por las formas de gobierno indígenas, así como por su mirada crítica frente al sentido de desarrollo que desde la perspectiva occidental se ha determinado.

El tercero, la palabra, como escenario fundamental para la articulación de los saberes ancestrales, en este, la comunicación como proceso que permite la comprensión y apropiación de estructuras cosmogónicas de los pueblos indígenas.

Este proyecto se gesta en el territorio y brinda a sus participantes la posibilidad comunicacional de significar-apropiar para dar continuidad a la reapropiación misma como oportunidad de construcción de sentido, la necesidad de integrar el sentido intercultural de los pueblos indígenas a una narrativa en la que prime el reconocimiento y la formalización del reconocimiento.

Generar confianza

Su importancia radica en los procesos de relacionamiento construidos a través del discurso, en el que se hace una fuerte alusión a la postura en términos de generar una narración de inclusión y reconocimiento, evidenciando la comunicación como experiencia transformadora de los propios proyectos de vida y de los comunitarios.

La construcción discursiva de las piezas se logra por medio de la exposición de un conjunto de lugares, producciones culturales y símbolos comunes, solo y estrictamente con el objetivo de presentarlos como de unión y de, en términos comunicacionales, provocar una reapropiación homogénea de un sentido identitario nacional.

Desde esta perspectiva, el sentir y el verse reconocidos pasa entonces por un proceso de desdibujamiento del sentido real y complejo de una realidad identitaria, cuya elaboración es el producto de una construcción de memoria colectiva en la que se ha gestado la apropiación y reapropiación de la realidad, y no un conjunto de estrategias de comunicación masiva, en las que impera el sentido de homogeneización occidental.

Esta independencia narrada desde la autonomía y el reconocimiento de un conjunto de saberes que les son propios, y a los cuales han incorporado los aprendizajes característicos de los cambios generacionales, donde ven necesario poblar el panorama con el reconocimiento de los seres, de las culturas, de las lenguas.

Hoy, estas comunidades cuentan con mayores herramientas de comunicación para interactuar con su entorno, para visibilizar sus riquezas, potenciar su cultura e incorporarse a las dinámicas contemporáneas que demanda la sociedad. La posibilidad de expresarse de nuevas maneras les permite a estas comunidades ancestrales ampliar su campo de interacción sociopolítica y de paso, abrir nuevas rutas de expansión de sus saberes milenarios.

Durante la implementación del Proyecto Comunicación para el Desarrollo, se continúa desarrollando un proceso de aprendizaje en técnicas de comunicación, escritura y expresión creativa, producción y realización de radio, fotografía y video, con miras a desarrollar capacidades en los resguardos y territorios étnicos, para la producción de contenidos en las comunidades ancestrales indígenas, y contribuir así con el desarrollo de territorios sostenibles.

Fotos Juan Manuel Castro***

*Comunicador Social y Periodista, especialista en gerencia de mercadeo, tallerista del proyecto.

**Comunicador Social y Periodista, profesor de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Manizales, coordinador del proyecto.

***Comunicador Social y Periodista, especialista en Comunicación Organizacional y tallerista del proyecto.

 

RecQRre Nuestro Centro Histórico

El código “RecQRre Nuestro Centro Histórico” permitirá, de una forma amigable e interactiva, obtener información en tiempo real de los inmuebles que hacen parte del Centro Histórico de Manizales. Se trata de una iniciativa de la Asociación Cívica Centro Histórico, en alianza con el Instituto de Cultura y Turismo, la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas, la Alcaldía de Manizales y EMAS, y su propósito es impactar el turismo, la cultura y resaltar la historia, la tradición y el valor patrimonial de estos bienes de interés nacional.

“Se espera con esta herramienta tecnológica maximizar nuestra identidad, apropiarnos de nuestras raíces y evocar el pasado para aprender y exaltar nuestra historia, la de los antepasados y así mismo resignificar el centro histórico más grande y homogéneo del país”, precisó la Directora Ejecutiva Centro Histórico, Paula Londoño Vallejo.

CENTRO HISTORICO DE MANIZALES

Los cambios surgidos en tiempos de pandemia permitieron a la Asociación Cívica unirse al auge de la implementación de los códigos QR para este proyecto, los cuales estarán localizados en la fachada de los inmuebles y así brindar a propios y turistas información en tiempo real.

“Con un teléfono móvil o una tablet las personas podrán escanear el código QR el cual direccionará automáticamente a nuestra página web http://centrohistoricomanizales.com/, allí el usuario podrá conocer datos históricos del inmueble, tales como: quién lo construyó, con qué fin y en qué año, anécdotas, álbumes fotográficos que muestran los cambios que ha tenido en el tiempo, su arquitectura y ubicación”, agregó Londoño Vallejo.

El centro histórico de Manizales posee 124 inmuebles declarados bienes de interés cultural. Para darle inicio al proyecto “RecQRre nuestro Centro Histórico” se espera cumplir con la meta de trabajar con 30 inmuebles representativos del patrimonio cultural de Manizales. “Se han escogido estratégicamente 10 inmuebles de conservación integral y veinte inmuebles de conservación de fachada y conservación tipológica”, expresó la Directora.

Aquí las declaraciones de Paula Londoño Vallejo:

Universidad de Manizales capacita sobre ética ambiental y cuidado del agua

En el marco del proyecto de investigación Ética Ambiental y cuidado del agua en áreas abastecedoras rurales de tres zonas de Caldas“, la Universidad de Manizales capacita desde esta semana a comunidades rurales de Villamaría, Viterbo y Salamina sobre ética ambiental y cuidado del agua.

El primer taller está programado para el viernes 10 de septiembre en el Concejo Municipal de Villamaría, el segundo para el sábado 11 de septiembre en el teatrino municipal de Viterbo y se está proyectando el tercero, el domingo 19 de septiembre en Salamina.

La investigación se desarrolla como parte del Proyecto Climate Lab que es coordinado en la Universidad de Manizales por la Facultad de Ciencias Contables, Económicas y Administrativas a través de su Centro de Investigaciones en Medio Ambiente y Desarrollo (Cimad) y tiene como entidades aliadas a Corpocaldas y el Sena.

“El reto con esta iniciativa es el fortalecimiento de capacidades en los territorios para la conservación del agua y la generación de redes asociativas que contribuyan en la consolidación de una ciudadanía ambiental, puntualizó Irma Soto Vallejo, decana de la Facultad de Ciencias, Contables, Económicas y Administrativas de la Universidad de Manizales.

En Climate Lab participan 15 universidades del mundo, cinco de ellas son de Colombia y entre estas la Universidad de Manizales en el marco de una red mundial con universidades de España, Francia e Italia.

Un podcast sin ciencia

Escuche el nuevo episodio de “Un podcast sin ciencia”, un espacio desarrollado por Ciencia de Garaje para divulgar de forma creativa las investigaciones en ciencias sociales y humanas realizadas por profesionales de diversas disciplinas.

En este episodio se reunieron las cinco integrantes actuales del equipo de podcast y conversaron sobre el papel de las ollas comunitarias o populares dentro de las resistencias, principalmente, en relación con el Paro Nacional.

En el espacio se elaboraron diversos argumentos a favor del cocinar como acto político, con intervenciones de dos ollas comunitarias del país, Fuego popular de Manizales y La resistencia de Ibagué, quienes hablaron sobre el papel de las mujeres en este escenario, compartiendo consejos sobre cómo seguir resistiendo con formas comunitarias y colectivas, cercanas a la olla popular en la cotidianidad.

“Un podcast sin ciencia” es una apuesta por llevar experiencias y herramientas investigativas a oídos jóvenes para despertar su interés y curiosidad por la investigación, entender el mundo como un laboratorio siempre en movimiento.

Escuche el más reciente episodio aquí.

Aldous Huxley, análisis, interpretación y proyección

El exrector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, ingeniero civil, economista e investigador social, ha abordado la obra del gran escritor y filósofo británico Aldous Huxley (Godalming26 de julio de 1894Los Ángeles22 de noviembre de 1963), de una manera tan interesante, que le permite valiosos planteamientos para este momento tan incierto.

Sus reflexiones nos las presenta en Otro fin del mundo es posible (Cómo Aldous Huxley puede salvarnos), para lo cual recurre a varios de sus libros: La isla, Las puertas de la percepción, Conocimiento y entendimiento, Literatura y ciencia, además de otros escritores de su época, con quienes discutió académicamente.

A pesar del tiempo transcurrido desde su muerte, sus ideas continúan vigentes y en algunos planteamientos de su época propone normas éticas para la sana convivencia, que hoy en día cobran tal relevancia que parecen actuales. Gaviria organiza sus ideas bajo los epígrafes de: salud pública, sustancias psicoactivas, crisis ambiental, educación, y progreso; dedica a cada una un capitulo para su desarrollo.

Este gran pensador dedicó su vida como filósofo a las ideas, a establecer conexiones entre la ciencia y el arte y, a analizar la conducta humana en sus aciertos y vicisitudes, todo lo cual plasmó en sus escritos: ensayos, novelas, investigaciones sociales, etc. Por ello Alejandro Gaviria anticipa sobre el libro que nos ofrece:

 …este libro promueve una visión del mundo, una forma de entendimiento de la realidad   que es escéptica y esclarecida al mismo tiempo. Esta visión enfatiza, entre otras cosas, la necesidad ética de la compasión, el asombro como imperativo vital, el escepticismo sobre las ideologías y las simplificaciones del mundo, la conexión de todas las formas de vida y la búsqueda permanente de sentido y autotrascendencia.

Ante todos los problemas que nos agobian, algunos de los cuales no habíamos sentido antes tan cerca, es pertinente un análisis sereno, pero profundo sobre las implicaciones de todo lo que está sucediendo y nos afecta: el acecho cercano de la muerte, la limitada respuesta de la medicina moderna, los intereses supranacionales y los nacionales también, la crisis del medio ambiente que antes tratábamos de desconocer y hoy la avizoramos mas cerca, el poder destructivo de las ideologías y los extremismos, las amenazas de la manipulación de la tecnología, etc.; de todas maneras como afirmaba Huxley A pesar de todo, a pesar de las penas inherentes a la condición humana, la vida es un privilegio que debemos celebrar.

Hoy más que nunca estamos ante una presencia permanente de la muerte, una conciencia de nuestra precariedad y un temor constante de la fragilidad de la vida y son justamente los filósofos quienes nos lo hacen comprender, por doloroso que sea; a propósito Heidegger afirmó que el ser humano no es alguien que muera, sino que en sí mismo es un ser-para-la-muerte. Con este concepto quiso transmitir que la muerte, más que una situación que encontraremos al final de nuestra vida, es una meta a la que estamos abocados; por su parte Wittgenstein sostuvo que La muerte no forma parte de nuestra vida. No podemos vivir la propia muerte. Y Huxley acota que somos organismos: …sometidos a la necesidad de continuar marchando a través del tiempo irreversible, a través de un mundo absolutamente indiferente a nuestro bienestar, hacia la decrepitud y la certidumbre de la muerte.

En la búsqueda incesante de sentido a la vida ya sea a través del arte, la ciencia, la religión y otros medios, su humanismo lo centró en dos ideas fundamentales: la atención y la compasión. Con la atención se refería a la importancia de aprender a percibir, que es la forma como podemos desarrollar conocimiento, y en cuanto a la compasión como valor ético, es la solidaridad que debemos tener con los demás, tratando de superar el hecho de que aunque los queramos, nos queremos más a nosotros mismos, lo cual nos conduce al egoísmo, olvidando la compasión. Aquí también se refería al amor como consuelo y forma de resistencia ante la muerte, pero que a veces puede resultar frustrante, pues Las presencias más entrañables, serán siempre las ausencias más dolorosas.

Con relación al tema de salud pública afirmó: La ciencia médica ha progresado tanto que ya casi no quedan seres humanos sanos. Y hoy vemos excesos en las aplicaciones de los avances de la ciencia en la medicina, en cuanto a solicitudes de diagnósticos y tratamientos; desdibujando de esa manera la labor humanitaria de estas profesiones. Pero, es que el tema es más complejo de lo que parece, el doctor en Medicina y filósofo colombiano Alejandro Jadad, en 2008 redefinió el concepto de salud acuñado por la OMS en 1948, que la consideraba como “el estado de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad”, por lo que “nadie podía ser saludable” y la definió como “la capacidad de las personas o de las comunidades de adaptarse, o para gestionar los desafíos físicos, mentales o sociales que se les presenten en la vida”.

En cuanto a la educación como herramienta para el conocimiento, consideró que todas las maneras posibles de llegar a él eran válidas y constituían el paso del mito al logos de los griegos, de la especulación a la racionalización, de la imaginación a la realidad, de la teoría a la práctica, o como estableció Platón, de la doxa como creencia, opinión o noción, a la episteme como conocimiento científico. Todos estos caminos deben abordarse, como acota Gaviria:

 Aldous Huxley creía que los seres humanos somos anfibios, esto es, que tenemos la capacidad de vivir en varios mundos distintos de manera simultánea: el del lenguaje simbólico y el de la receptividad sensorial, el de las ideas abstractas y el del conocimiento práctico, el de las ciencias y el de las artes.

Ante la dicotomía que planteó en su tiempo el físico y novelista inglés Charles Percy Snow en su texto Las dos culturas, en donde establece una clara diferenciación entre los intelectuales, literatos y humanistas, con sus novelas, ensayos, poesías, teatro y otras manifestaciones culturales, y los hombres de ciencia con su espíritu matemático, pensamiento analítico y su rigor empírico; sostuvo con relación al conocimiento que la ciencia y la literatura eran manifestaciones complementarias del espíritu humano y añadió: Espero la llegada de un gran artista que logre hacer la tarea de incorporar las hipótesis de la ciencia dentro de los armoniosos y emocionantes trabajos artísticos.   

Fue un crítico acérrimo del consumismo, aunque no estaba tan marcado en su época como hoy en día, pero le parecía aberrante esa necesidad compulsiva del ser humano en tratar de poseer todo lo que le ofrecían, consideró la publicidad nociva por el condicionamiento al que induce a los seres humanos, quienes se sienten frustrados por las carencias, al no lograr poseer, y tristes por la saciedad, pues la gratificación inmediata nunca será suficiente. Agregó que no solo sucumbimos al engaño y la manipulación de la publicidad, sino que estamos condicionados por el autoengaño, pues muchas veces creemos o aceptamos aquello que sabemos nos perjudica, pero, esa es la naturaleza humana.

*Profesional en Filosofía y Letras Universidad de Caldas