El Ministerio de Cultura le apuesta al Festival Internacional de la Imagen como uno de los 100 grandes proyectos de Colombia

Del 6 al 12 de mayo se celebra la edición XXIII del Festival Internacional de la Imagen al que este año el Ministerio de Cultura le apuesta como uno de los 100 grandes proyectos de Colombia y lo hace en la perspectiva de entender un evento que vincula artes y tecnología con territorio y comunidades. “En ese sentido hacemos un especial énfasis en mirar el trabajo que desarrollan los artistas y las comunidades a nivel local. El diseño se ha preocupado mucho por ello, el arte también, las visiones ancestrales de los indígenas por supuesto, tópicos que se trabajan en este festival, junto a temas que tienen que ver con darle voz a las comunidades que no han tenido voz durante mucho tiempo”, explicó el Director del festival Felipe César Londoño López, actual Vicerrector Académico de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, institución que lo produce junto a la Universidad de Caldas.

El certamen se realiza en Manizales y Bogotá bajo el tema central GEOpoiesis con expresiones artísticas muy diversas, a cargo de personas que vienen de todos los géneros, de todas las comunidades, de todas las etnias, buscando mostrar la riqueza biocultural en representación de lo que el festival propone. “Entonces es una invitación para que, desde la música, las artes plásticas, desde las bioinstalaciones, desde el cine digital, se observen las profundas transformaciones que tiene la imagen en perspectiva de la inteligencia artificial y de otros temas”, agregó el Director.

Londoño López amplió el significado de la GEOpoiesis en los tiempos que corren: “Este año el Festival Internacional de la Imagen continúa con la reflexión en torno al papel que los diseñadores tienen junto con los artistas y los científicos en desarrollar acciones positivas frente a la conservación de nuestro entorno, de nuestras geografías, geografías entendidas en un contexto más amplio que la tierra, que las montañas, que los espacios, entendido también como las diferentes culturas. La forma que, desde el diseño, desde el arte, desde la ciencia se pueden adelantar procesos y proyectos específicos que hagan posible en términos de entender nuevas concepciones del lugar, de la identidad, de pertenencia. Propuesta que, como en los años anteriores con Zenopaisajes o Surtropias, está muy pensada en la tecnología, el arte y el diseño, pero en perspectiva del territorio, de nuestras culturas, por supuesto en enlace con las culturas globales y hoy las redes colaborativas posibilitan estas intersecciones, esos diálogos entre ecosistemas bioculturales que nos invitan a desarrollar acciones que hagan frente a los grandes desafíos locales y globales”.

En este sentido se han establecido enlaces con eventos destacados a nivel a nivel nacional e internacional lo que ayuda a fortalecer los vínculos entre Manizales, ahora Bogotá, con territorios tan diversos como España, con Cataluña, el Reino Unido y específicamente Escocia, y por supuesto con otros lugares como Latinoamérica. “Nos interesa mucho que desde estos países se profundice la circulación tanto de artistas locales junto a artistas de otros lugares del mundo mediante coproducciones. Este año tenemos una muy interesante entre artistas de Cataluña y artistas colombianos, un diálogo para pensar la GEOpoiesis en derivas diversas a partir de acciones performáticas que después son exhibidas en espacios museísticos tanto en Manizales como en Bogotá, es un énfasis que se hace especialmente este año”.

Anunció Felipe César Londoño que el festival se unió con el Centro Nacional de las Artes de Bogotá para crear una red nacional de media art, arte en los medios. “Se trata de desarrollar en los próximos años producciones que involucren al Ministerio de Cultura, la Universidad de Caldas y la Universidad Jorge Tadeo Lozano e instituciones como el Banco de la República que desde Manizales está vinculado de manera activa y que ahora lo hará también desde Bogotá, pensando en proyectos y coproducciones que se puedan llevar a cabo para exhibirlas en los días de festival, pero más que un evento, sea un proceso vinculado con el fortalecimiento de los programas académicos”.

El festival de este año ofrece una amplia variedad de actividades, incluyendo exhibiciones, seminarios, paisajes sonoros, talleres, cine (y) digital, conversaciones, entre otros. Estas actividades, de entrada gratuita, excepto el Seminario Internacional, en diferentes espacios de las ciudades de Manizales y Bogotá, fomentan los diálogos de saberes y la distribución democrática del conocimiento.

Finalmente el director del Festival Internacional de la Imagen hizo una invitación cordial a la ciudadanía a seguir el Festival Internacional de la Imagen desde las redes sociales y a visitar el sitio web www.festivaldelaimagen.com donde encontrarán la programación.

 

 

Tres obras en un festival internacional universitario de teatro

XVIII Festival Internacional de Teatro Universitario. Universidad de Caldas.

Obra: Set. Universidad de Caldas.

Con la dirección del profesor Daniel Ariza, esta propuesta corresponde al curso de Montaje y es pensada como un “viaje” a través del cual se van sintiendo diferentes atmósferas y situaciones. Es un recorrido analógico a los “sets” de televisión, la sensorialidad que puede encantar, abrumar o sorprender los sentidos. Fueron influidos por: el Atlas Mnemosyne de Warburg, el montaje de atracciones (choque psicológico) de Eisenstein y la idea de Rizoma de Deleuze y Guattari, conceptos que guiaron las exploraciones y búsquedas. Es una fusión de artes escénicas y audiovisuales, creando una experiencia sensorial rizomatica y variable para el espectador.

El Maestro Daniel es un investigador que desde la academia ha desarrollado un trabajo muy interesante a partir de las nuevas tecnologías, los lenguajes digitales, las escenografías audiovisuales y diferentes componentes de la virtualidad en el teatro. Academia y arte se nutren en esta experiencia por la gran posibilidad del trabajo investigativo que sale de los formatos y los modelos básicos que son, a veces, lo que se da en llamar arte. Un creador artista, que no investiga se dedica a imitar formas, hace lo que cree que sabe hacer y gira como un corcho en un remolino. Las formas solo son transgredidas por las teorías y el pensamiento.

“Set”, es teatro “no convencional” aunque se represente sobre un escenario, porque el espectador es reunido en una sala con todos los componentes para un ritual de tipo místico, para “llamar” un espíritu de alguien que está en el más allá. Pero después se cubren los ojos y viene un cumulo de estímulos auditivos, atmósferas ajetreadas de viajes en chiva, que traen a la memoria la cotidianidad del transporte público; al quitarse la venda nos encontramos en un lugar de rumba nocturna, con cantante a bordo y parejas de baile a disposición y de la nada aparece un grupo de bandoleros pidiendo identificación. Luego hay un encuentro entre personas que han perdido seres queridos o que están desaparecidos, hay lecturas y consejos como si fuera una “Hermandad”; al final hay un número de payasos y se ingiere un pedazo de bocadillo.

En general uno va al teatro y no le pasa nada, en “Set” pasan muchas cosas, entre ellas una experiencia exquisita con una bailarina de Flamenco, Ángela Salinas, quien interpreta un pasacalle (passacaglia) del siglo XVI de Andrea Falconiero. Luego del baile mira a cada uno de los espectadores a los ojos y todos nos dimos cuenta que sabían que estábamos allí. Esta es una experiencia de los sentidos que le permite al espectador sentir más allá del mero campo visual, pues todo lo que pasa está muy cerca, se huele, se toca, se saborea y casi desaparece el espectador, vuelve el concepto originario de ritual donde todos participan del acontecimiento. Entre el que entra y el que sale hay una gran diferencia: sensibilidad.

Obra: La Orgía. Creación Colectiva. Corporación Cazaretazos.

Esta es una obra escrita por Enrique Buenaventura director del TEC de Cali, y es la segunda  representada en este Festival con influencia del TEC después de “De verdades y mentiras”, puesta en escena por el Instituto de Bellas Artes de Cali.

Esta experiencia saca el texto de la escena convencional y lo lleva a espacios de la calle y es un gran reto para una pieza concebida inicialmente para un espacio “a la Italiana”. La historia es muy interesante porque a partir de mendigos y una matrona se representa la sociedad colombiana en fuerzas como la iglesia, los militares y el gobierno: todos en función de unas migajas o sobras que hay en una olla y que todos quieren robar al menor descuido de la cuidadora. Es un teatro cómico, hiperrealista si quiere, absurdo y estrafalario por las pintas y la voracidad de los personajes que son inmisericordes a la hora de luchar por sus intereses personales, en lenguaje sociológico son lumpen, es decir personas sin moral y sin posibilidades en una sociedad capitalista.

Cazaretazos, un grupo constituido hace años y con desarrollos muy importantes en la ciudad de Manizales, ha tenido gran preocupación por la comedia y por un el teatro popular o cercano a las comunidades. La Orgía es un trabajo que intenta acercar públicos al teatro a través de lenguajes lúdicos, cómicos y que promueven un espíritu crítico como sociedad. Hay momentos de la obra con pasajes operáticos o por lo menos con coros y música en vivo que muestran la versatilidad y la gran formación de actores y actrices del grupo.

Gran experiencia para los espectadores con una obra del teatro clásico colombiano, que en su momento fue ícono de la dramaturgia y la escena nacional.

Obra: Corales de la memoria. Iben Nagel Rasmusse y Sofia Monsalve.

Son dos mujeres pertenecientes al Odín Teatret, mas una violinista, quienes presentan un trabajo en progresión que realizan a partir de “Edipo” de Sófocles.

Se inicia con la lectura del argumento de la obra dramática; Iben hace unas representaciones no ilustrativas de la lectura, acciones contenidas, alta simbología a nivel corporal y escénica. Algunos textos son emitidos en diferentes idiomas distintos al español. Ella intenta viajar entre fantasmas de personajes que al parecer ya ha representado en obras producidas en épocas pasadas por el Odín y en ello puede constituir la importancia de la experiencia, ver una actriz icónica de este grupo y de obras que jamás se vieron por estos lares en años pasados. No es un teatro convencional en el sentido dramático, sino que apela a otras memorias, a otros lenguajes que quizá están instalados en niveles más profundos de la conciencia y que por algún fenómeno especial de percepción son recordados y sentidos desde una conexión que apela a la energía y a la luz que en esencia somos los seres humanos.

Finalmente, y al terminar la representación, las mujeres salen preguntando sobre las opciones de representar a Edipo o ir tras los fantasmas de los personajes del pasado. Entre el público la amable recomendación fue que fuera tras los fantasmas de sus personajes porque la anécdota de Edipo ya era conocida y reconocida en el medio.

* Crítico de teatro.

ILC en las fiestas colombianas

Con el apoyo y patrocinio de las fiestas que se realizarán este fin de semana en los municipios caldenses de Villamaría, Viterbo, Victoria, La Dorada y Supía, la Industria Licorera de Caldas (ILC) reafirma su compromiso de acompañamiento a las diversas actividades culturales y artísticas que se llevan a cabo en la región.

El objetivo de la presencia de la ILC en estas festividades es seguir fortaleciendo la relación de sus marcas con los consumidores, en especial con el Aguardiente Amarillo como se evidenció por ejemplo, en las pasadas Fiestas de la Cordialidad de Manzanares (Caldas) del 15 al 20 de junio.

“Contamos con una extraordinaria aceptación y afluencia de público en esta celebración, que fue catalogada como histórica por los habitantes de Manzanares y los visitantes, en la que el protagonista fue nuestro Aguardiente Amarillo”, afirmó Jorge Vallejo González, Profesional Especializado de Trade Marketing de la Industria Licorera de Caldas.

El funcionario agregó: “Todo fue posible gracias a una estrategia que se desarrolló junto a la Alcaldía municipal y con el cantante Yeison Jiménez, el artista número1 de la música popular en Colombia, con quien estamos fortaleciendo la relación para que nos impulse nuestra marca a nivel nacional”.

Como parte de su componente de Responsabilidad Social Empresarial, la ILC se vincula a estas festividades a través del apoyo en logística, producción y montaje, y consecución de reconocidos artistas, entre otros aspectos, en alianza con los diferentes distribuidores de la empresa en el departamento.

La ILC llevará alegría con sus productos a los siguientes municipios:
-Villamaría: Feria Nacional de la Horticultura, del 29 de junio al 3 de julio (programación).
-Viterbo: Fiestas del Samán y el Ecoturismo, del 30 de junio al 3 de julio (programación).
-Supía: XXVII Feria de la Colación, del 30 de junio al 4 de julio (programación).
-La Dorada: X Carnaval del Río y del Sol, del 29 de junio al 2 de julio (programación).
-Victoria: Ferias y Fiestas de la Ceiba, del 29 de junio al 3 de julio (programación).
-Salamina: Exposición equina grado B del 1 al 2 de julio.

Además de estos eventos regionales, la ILC sigue consolidando su presencia en los 32 departamentos de Colombia, y por primera vez estará presente en La Guajira en versión 15 del Festival Francisco El Hombre, que se realizará del 30 de junio al 2 de julio, con su producto líder Ron Viejo de Caldas y el Aguardiente Amarillo de Manzanares, el pionero de los aguardientes en Colombia que se viene consolidando en el país por su sabor, presentación y atributos.

EL EXCESO DE ALCOHOL ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD (LEY 30 DE 1986).
PROHIBIDO EL EXPENDIO DE BEBIDAS EMBRIAGANTES A MENORES DE EDAD (LEY 124 DE 1994)

Productos de la Industria Licorera de Caldas brillaron en el Festival Vallenato 2023

La edición 56 del Festival Vallenato tuvo como protagonistas al Aguardiente Amarillo de Manzanares y al Ron Viejo de Caldas, productos de la Industria Licorera de Caldas (ILC) que contaron con gran aceptación por parte de los asistentes a una de las festividades más importantes del país, que se realizó del 26 al 30 de abril en Valledupar (Cesar).

“Fue un balance muy positivo. Fue el segundo Festival Vallenato en el que participamos, pero este año nuestras marcas fueron protagonistas dentro de la festividad. Competimos de manera directa con marcas que llevan mucho tiempo en la región, pero el comportamiento y el crecimiento de las ventas ha sido exponencial y con muy buena aceptación”, comentó Mauricio Vélez Maldonado, gerente de Mercadeo y Ventas de la ILC.

Como parte de la estrategia llevada a cabo en conjunto con el distribuidor en el departamento de Cesar, se realizaron activaciones de marca en eventos masivos y estratégicos, y en sitios muy representativos de la ciudad como el río Guatapurí, además de establecimientos de consumo, grandes superficies y con el acompañamiento de las principales emisoras.

“Estuvimos en eventos privados y públicos con gran protagonismo del cantante Elder Dayán Díaz que es aliado de nuestras marcas, impulsando el consumo de nuestro Ron Viejo de Caldas Carta de Oro y el Aguardiente Amarillo de Manzanares, que cada vez se consolida como el producto sensación en el país”, afirmó Vélez Maldonado.

El directivo agregó que, como parte de la estrategia de posicionamiento y expansión en la Costa, eventos como el Festival Vallenato son prioridad para seguir recuperando mercado en esta importante zona del país.

“En el Carnaval de Barranquilla en febrero pasado también tuvimos muy buena aceptación de nuestros productos. Seguimos creciendo en unidades vendidas de manera considerable, con cumplimientos de presupuesto por encima del 100%. Vienen otros eventos a nivel nacional pero la Costa sigue siendo una prioridad y por eso en junio estaremos en las Fiestas del Mar en Santa Marta”, concluyó el gerente de Mercadeo y Ventas de la Industria Licorera de Caldas.

EL EXCESO DE ALCOHOL ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD (LEY 30 DE 1986).
PROHIBIDO EL EXPENDIO DE BEBIDAS EMBRIAGANTES A MENORES DE EDAD (LEY 124 DE 1994)

Tres inteligencias y muchas preguntas: Festival de la Imagen 2023

Afortunadamente, en estos cuatro días tuve la oportunidad de asistir a una o varias sesiones de todas las áreas del Festival de la Imagen, exceptuando los talleres. He pensado mucho cómo hacer el texto final de este evento. Imaginaba un cierre con broche de oro, tal vez más académico, y un balance general mucho más formal, pero claramente fracasé en el intento.

Así que este será un texto más, probablemente aún más personal, experiencial y desordenado que los demás. Un aspecto que agradezco al Festival de la Imagen, en varias de sus versiones, es la presencia de un alto número de mujeres investigadoras, especialmente en los espacios académicos y expositivos. En varias ocasiones, en las charlas inaugurales, suele estar alguna mujer con más de 20 años de trayectoria en campos que aún llamamos ingenuamente “nuevos” como el arte generativo, genético, interactivo o incluso digital. Siempre es un honor escuchar estas voces cargadas de experiencia y seguridad, compartiendo espacios con tantas personas jóvenes. Las siguientes conclusiones parten de sus palabras.

Lo primero que he de decir es que aprendí muchísimo. Realmente, la cantidad de información de todo tipo que circula en este espacio es muy enriquecedora y muchos de los participantes tienen un docente dentro de ellos, evidentemente. Hay una gran necesidad de que nos detengamos a pensar las imágenes en un mundo sobresaturado de ellas. Como mencionaba Cristina Voto desde la semiótica, es importante leer la capa transparente de la imagen, la más clara y directa, pero debemos detenernos en esa parte opaca, en sus elementos, sus códigos y mensajes, porque es la fusión de estos niveles la que nos permite entender que la imagen es también ideológica, que nos quiere decir algo más allá de lo obvio. Y claro, no sólo aplica para el mundo visual.

Algo que también destaco es la mezcla de diferentes áreas como las ciencias más básicas (biología, física o ecología), la tecnología (programación, ingeniería o mecatrónica), las artes (incluyendo visuales, escénicas y sonoras), el diseño en sus muchas ramas y las humanidades en general. Estos diálogos crean redes reales entre investigadores que plantean futuros compartidos y aportan a sus contextos.

Artist Union. Still life. Anna Frants

Además, entre cada una de ellas hay visiones diversas, incluso opuestas: desde eventos que apuestan a la especulación y la ficción, hasta proyectos más centrados en el mercado y la producción; espacios muy autorales frente a prácticas colectivas; o procesos muy utilitarios en cuanto a otras especies frente pensamientos ecosistémicos. Modelos de mundo variados que se tensionan, se enriquecen y se modifican al estar junto a los otros.

Pero no solo es la presencia de estas disciplinas lo importante, sino el invaluable esfuerzo de repensarlas. La resignificación del diseño y el arte como espacios de responsabilidad social ante la memoria, el presente y el futuro; el cambio de paradigma a una ciencia más afectiva, cercana y abierta; entre tantos otros puntos a debatir, nos llevan a un espacio idóneo para dudar de lo que sabemos y de lo que no.

Sin duda, el tema más conversado fue la relación entre las tres inteligencias: la biológica, la humana y la artificial. Poco a poco, la división de naturaleza y cultura ya no parece tan clara, y términos binarios como orgánico y artificial, o vivo y no vivo, encuentran innumerables matices. Lo complejo es que la mayoría seguimos siendo analfabetas en múltiples aspectos, pero paso a paso aprendemos, al mismo tiempo que recuperamos relaciones fundamentales con nuestro entorno y nos damos cuenta que el conocimiento académico no es el único tipo de saber.

En cuanto a la inteligencia biológica, me alegró ver múltiples intentos de apartar al ser humano del foco principal. Aunque todavía pensamos desde una perspectiva antropocéntrica, es evidente que comprendemos más nuestra fragilidad e interdependencia como seres orgánicos, y que la relación ecosistémica va mucho más allá de un cuidado del medio ambiente, implicando una integración sensible con lo que nos rodea. Es urgente considerarnos los animales que somos en esta crisis que hemos causado en el planeta, y entender que somos fácilmente superados por inteligencias centradas en la supervivencia como las de los microorganismos o los hongos; por las fuerzas de los mares y por la magia de los procesos biológicos, como la fermentación. A pesar de que este año se observaron menos interacciones de arte genético o biológico en comparación con ediciones anteriores del festival, su concepción sigue presente, hoy más mediada por las tecnologías y los lenguajes que nos permiten ampliar lo que ocurre allí, como el sonido.

Todas las rutas me llevan al mar, Salomé Rojas.

Frente a la segunda, la inteligencia humana (no meramente biológica) resultó interesante percibir cómo lo estamos planteando cada vez más desde el trabajo colectivo y comunitario. Muchas voces resonaron a través de productos audiovisuales diversos y comprometidos con sus contextos, aunque todavía estamos en deuda con respecto a combatir la centralización y modificar nuestras metodologías para exhibir menos y, en su lugar, dar más voz. También fue importante entender cómo estos procesos de creación, pensamiento y acción son los que nos definen, lo que conlleva a valorar la circulación de lo que hacemos, conservar lo digital y abrir las plataformas para que puedan ser replicadas. Más allá de una inteligencia meramente racional, me quedo con la poética, la sensibilidad y la fuerza sensorial de las intervenciones humanas del festival, que van más allá de las formas de lenguaje más usuales y logran que existan otras capas de lectura, sobrepasando la muestra de herramientas y dispositivos llamativos.

Por último, quedan muchas dudas y debates actuales sobre la inteligencia artificial, sin duda el tema más discutido en todos los espacios y en el que más me centraré. Con respecto a los términos de programación y software que permiten este tipo de inteligencias, es claro que los detalles técnicos se nos escapan a la gran mayoría, incluso en campos más específicos. En mi caso, sólo la diferencia entre arte generativo y arte con inteligencia artificial resulta compleja, al igual que sus procesos de creación (que aún no reconocemos con facilidad). Sin embargo, debemos aceptar que es algo de lo que ya no podemos hacer la vista gorda, ya que, según varias conversaciones, se estima que en aproximadamente 40 años estas formas de vida alcanzarán avances cuyos límites desconocemos en la
actualidad. Así que plantearé principalmente preguntas. En conversaciones específicas, se mencionaron definiciones específicas ayudando a dar más apertura a estos temas. Por ejemplo, Rolando Carmona (Venezuela) explicó los fractales y el crecimiento de bucle, entre otros modos de creación; Lucia Santaella (Brasil) nombró cada una de las inteligencias generativas de imágenes, así como el significado de machine learning y los modelos de difusión; y desde la teoría, Joaquín Zerene (Chile) definió los términos antropoceno y posthumanismo. Habrían muchos más ejemplos, pero el punto es que estos diálogos nos permiten entender que este campo también está lleno de tensiones, sub-técnicas y diversidades, lo cual nos ayuda a disminuir el nivel de algo parecido a una fobia actual ante la generación de estos nuevos seres que, por ahora, imitan el cerebro humano con traducciones de diversos lenguajes. Todo esto nos lleva a preguntarnos ¿Qué sucede cuando introducimos el afecto o el cuidado desde esa tercera inteligencia? ¿Cuánto de lo que no comprendemos de ellas se debe a qué aún no lo comprendemos en nosotros mismos?

Fotograma de Lucha IA Project por Brisa MP extraído de https://vimeo.com/550044756

Un punto muy interesante planteado por Fito Segrera es que estas máquinas en la actualidad no necesariamente tienen la razón. También cometen errores, ya que sintetizan lo que no se puede resumir (como las composiciones pictóricas de su obra) y pueden tener ideas sesgadas de una realidad ya filtrada por criterios humanos, como la geografía o los idiomas. Entonces: ¿Cómo es el proceso de entrenamiento de la máquina antes del resultado que vemos? ¿Hasta dónde pueden llegar las interacciones entre estos seres?

Lo más gratificante del festival es salir con una cierta tranquilidad que nos brinda un “no lo sabemos”. Entre visiones apocalípticas, ecologías donde las tres inteligencias tienen el mismo peso o futuros en los que seguimos teniendo el control, las probabilidades son similares y nuestra capacidad para entenderlas es mínima. Lo que sí está en nuestras manos es no permitir que el desarrollo de estas inteligencias siga de la mano de un neoliberalismo extremo, proceso de segregación social o privilegios no compartidos, ni bajo una racionalidad cartesiana que nos impide sentir y cuidar. Por eso, lo colectivo, lo ancestral, lo sensible y lo ecosistémico son vitales al pensar en las IA, y eso quedó más que claro. La pregunta aquí es: ¿cómo escuchamos cada vez más a pueblos cuyas inteligencias y tecnologías no pasan por el software y hardware que nos han vendido? ¿Cuáles son los usos que actualmente le damos a estas tecnologías y qué usos les queremos dar como sociedad? ¿Cómo pensamos las tensiones de poder que implica su uso como herramienta, su reconocimiento como seres y su control externo?

Charla de Lucia Santaella (Brasil)

Nos enfrentamos a aspectos tan variados como el misticismo electrónico, los sentimientos, las frustraciones y las decisiones políticas. A su vez, se mantienen grandes discusiones dentro del ámbito artístico, como la relación entre la técnica, la creación, el concepto y el discurso: ¿Por qué utilizamos esta herramienta y qué repercusiones medioambientales tiene? ¿Cómo piensas a partir de estas técnicas? ¿Cómo se expresa la poetización de la inteligencia artificial sin necesidad de ser sólo una exhibición de programas digitales?

Y concluyo como siempre, felicitando a todas las personas invitadas por todo lo que nos dejan y especialmente a los procesos locales que vimos en el festival, y también a aquellos que no estuvieron en este marco. Espero que los sigamos acompañando de forma constante en nuestra cotidianidad, que la presencia internacional y de Bogotá sean un insumo para fortalecer la descentralización en lugar de una forma de perder esta riqueza, y que el próximo año por fin me pueda centrar en los talleres, que sin duda son uno de los espacios más interesantes de este evento.

*Museóloga y docente.

Asumir el antropoceno con responsabilidad

Hoy en día, los datos son como hormigas que transitan y generan el espacio, sin que sepamos su verdadero alcance, inicio y final, justo como en las piezas de Sommerer con sus insectos constructores de imagen. Ella también plantea, al igual que Fito Segrera y otros invitados, que esta información está orquestada por máquinas que aprenden, leen el cuerpo y traducen en lenguaje: estos dispositivos son resultado del diseño.

El martes dentro del Festival de la Imagen pude escuchar una conversación con Joaquín Zerené (Chile), un espacio muy interesante para comprender términos que nos suenan tan ajenos como posthumanismo, antropoceno o diseño centrado en el planeta. A medida que avanzaba la charla pensaba que muchas de las piezas vistas estaban en total relación con sus teorías.

Zerena habla de un campo disciplinar que se piensa más allá de generar objetos y organizar espacios para un usuario (un discurso muy capitalista), centrándose en una conciencia filosófica de que el diseño nos crea a nosotros mismos y tiene la capacidad de modificar nuestro propio planeta, así como los acuerdos sociales e incluso las identidades. Aquí, la imagen no solamente representa el mundo sino que nos permite entender cifras, relaciones climáticas, algoritmos, datos corporales, momentos efímeros, entre muchas otras capas de información que se escapan al entendimiento de nuestros sentidos.

Así mismo, la reflexión ecológica pasa de la protección del medio ambiente a la interacción de múltiples seres que construyen posibilidades o limitaciones, orgánicos y no orgánicos, como en las obras de Sofia Crespo (contadas por Andrés Hoffman y Rolando Carmona en el Seminario Internacional) quien crea nuevos seres artificiales a partir de datos sobre especies en peligro de extinción. Por esto mismo en espacios como el Foro Internacional de Diseño se hace de vital importancia volver a pensar las palabras más básicas: qué llamamos vida, inteligencia, información o consciencia, pero también qué es ese futuro que esperamos construir.

En este contexto, la creación supera el alcance cultural y entiende las relaciones no humanas, así como las transferencias minúsculas e ignoradas que hacen que seamos la especie que creemos ser. Por ejemplo, Marcos García plantea cómo las relaciones de los medios digitales o la creación de imagen no pueden pensarse sin los elementos básicos de la naturaleza, como los hidrocarburos o las plantas mismas. Mencionaba que estamos en un mundo interdependiente donde el conocimiento se produce a partir de relaciones.

Espacios como los laboratorios ciudadanos que él mismo expone o los archivos mencionados por Raquel Caerols desde Medialab, son para mi necesarios para ampliar nuestra capacidad de comprender las herramientas, su historia y los cambios que deseamos generar. En estos lugares se produce conocimiento y experiencia para mejorar la vida en un lugar a partir de estas nuevas relaciones, con una documentación y licencias abiertas que permitan una resonancia. Son entonces momentos para intervenir el paisaje desde el diálogo y con una postura crítica, articulando voces diversas como la ruralidad, la discapacidad, la vida no humana e incluso no orgánica. Un habitar que no pretenda controlar pero si crear vínculos para dar forma al mundo en que vivimos desde una gestión comunal sostenible en aprendizaje permanente.

También desde las artes propuestas como la de Chatonsky, otro de los invitados a las muestras de Casa Hoffman, plantean una arqueología del futuro digital repensando quienes lo han promovido y qué tiene sentido proyectar a un futuro. Sin duda hay mucho que pensar en torno a esta ampliación de la idea de diseño, arte y tecnología consciente del uso que le damos a los seres que nos rodean y cómo son ellos quienes han construido nuestra propia historia. Cierro esta tercera nota pensando en una imagen mucho más poética que deja sobre la mesa las mismas relaciones: Fredy Clavijo, parte de la muestra de Cine (y) Digital, dónde una mujer toca una pistola de gasolina en medio de un inconmensurable páramo. El paisaje, la producción humana, los recursos fósiles que tanto utilizamos, el entendimiento del sonido como parte del cuerpo mismo… relaciones de un humano que genera una nueva era geológica donde, contrariamente a su nombre, intentará pronto dejar de ser su centro.

*Museóloga y docente.

 

 

Cine en vivo: La isla bonita

En el marco del XXII Festival Internacional de la Imagen que se está realizando en Manizales y Bogotá, se presentó en el Centro Cultural del Banco de la República el proyecto La isla bonita, que, según su director, Santiago Sepúlveda, es un ejercicio de cine vivo a partir de la paciente contemplación al interior de un edificio de clase media. De manera análoga a las anotaciones hechas por los vigilantes en la minuta del edificio, el artista registra con su cámara los espacios comunes y las personas que por allí transitan para ofrecer al visitante un relato sobre su cotidianidad y les da voz a través de los personajes ficticios de una película del cineasta húngaro Bela Tarr.

Santiago Sepúlveda es un artista transdisciplinar que ha construido su poética desde el vínculo entre el cuerpo y la imagen en movimiento. En ese ámbito, transita por diferentes caminos del quehacer artístico, a saber, la fotografía, el video arte, el performance, el cine vivo y la producción. También, desde allí, ejerce su trabajo como pedagogo en diferentes universidades de Bogotá. Desde el año 2009, trabaja como colaborador artístico en el Laboratorio de artistas Mapa Teatro, con quienes ha forjado una estrecha relación de pensamiento/creación.

 

De Latinoamérica para Manizales

Ancestralidad y relatos sociales en el Festival de la imagen

Según el texto inicial del Festival de la Imagen el diseño, el arte, la ciencia y la tecnología son herramientas para posibilitar movimientos sobre las formas en que consumimos y el cuidado de la diversidad ecológica y social en todos sus ámbitos (incluyendo también lo digital). Esto requiere conversaciones situadas en el territorio, en el intercambio disciplinar y en voces que no han sido protagonistas de estos discursos, procurando extender un punto de vista democrático.

Pero todo este esfuerzo de generar un cambio inicia desde nosotros, es decir, desde el investigador, artista o diseñador que se reconoce como ese ser que se mueve, que tiene necesidades y que vive su propio contexto. Varias de las conversaciones demuestran que la creación es migrante, en algunos casos literales como los artistas y eventos como el Cyfest que hablan de los traslados que han vivió a partir del conflicto entre Rusia y Ucrania; pero también de forma simbólica permitiendo escuchar personas que han sentido y pensado lo que viven desde otros países, que, aunque desarrollados y del norte global, no son usualmente nombrados en nuestro contexto. Incluso es factible ver obras simultáneas (como paisajes sonoros y piezas expositivas) que comparten en tiempo real entre otros países o ciudades y Manizales.

El segundo día del evento tuve la posibilidad de escuchar diversas investigaciones latinoamericanas, que, ante la gran multitud de nacionalidades que se encuentran en este espacio, me parece un tema vital para reseñar. Estas posturas políticas y críticas, en algunos casos feministas o posthumanistas, recuerdan siempre que aquí se piensa la relación con la naturaleza y con nuestra propia historia de una manera particular.

La primera de ellas hace eco a la ancestralidad por Cynthia Villagómez, quien destaca artistas que utilizan lo precolombino en México en una mezcla con el arte electrónico, una búsqueda para recuperar el equilibrio del medioambiente y el entorno social. Su conversación enfatiza en un recorrido histórico de la existencia de lo precolombino en el arte mexicano y de los inicios de lo que llamaremos arte digital, pero además muestra múltiples referentes de su país, lo que me lleva a preguntarme ¿Cómo contamos la historia del arte y el uso de dispositivos tecnológicos en nuestros países y regiones? ¿Qué áreas se interrelacionan que tal vez en otros lugares no lo hacen? ¿Hasta dónde se rastrea el nacimiento de estos procesos?

Algunos recursos se vuelven similares a lo que podemos ver en Colombia: la reutilización de piezas análogas y digitales que entran en desuso por la obsolescencia programada en lugar de priorizar el consumo de última tecnología; las obras más centradas en problemáticas medioambientales y menos en las exploraciones sensoriales; y la mezcla con la cultura popular.

En el caso de México la artesanía y el textil, las especies endémicas, la historia del país repensando la colonia y las influencias directas de las comunidades de las que provienen los artistas (o con quienes trabajan), demuestran un nivel de apropiación por los procesos locales. Una conversación que permitió pensar sobre la exploración de lo ancestral y lo comunitario dentro de las artes, pero también valorar ese foco en los procesos sociales y colaborativos. Nos invita a preguntarnos qué llamamos ancestral o tecnología en este contexto decolonial y cómo serían los procesos coherentes para trabajar estas temáticas.

Aunque muchas propuestas tratan estos temas en las exposiciones del festival, me parece importante destacar las relaciones con Inmersión en la mapu-Koneltu ti mapu mu de Rosa Angelini (Chile), quien resalta desde la sabiduría de los pueblos originarios la importancia de lo femenino en la conservación de los bosques primitivos ante los problemas de extracción de recursos naturales.  También la participación de proyectos como Wapikoni (el cual se presentará hoy 31 de mayo en un conversatorio y en la muestra de Cine y digital) quienes desde la educación y la realización de videos generan contenidos de jóvenes pertenecientes a comunidades indígenas en diferentes países.

Fotograma extraído del trailer de la pieza disponible en https://www.youtube.com/watch?v=xFlsPnPWI-M&ab_channel=Inmersi%C3%B3nenlamapu

Por otro lado, tanto en el Seminario Internacional como en uno de los talleres del Festival se tuvo la oportunidad de escuchar a Hugo Covarrubias hablar sobre Bestia, un cortometraje (expuesto en la inauguración del Festival de Animación Loopa) que podríamos llamar un thriller psicológico animado. Está basado en un sanguinario personaje de la dictadura chilena, transmitiendo la brutalidad que fue normalizada en toda Latinoamérica en ciertos momentos de la historia desde la intimidad y el silencio. Un relato que recuerda, de forma desgarradora pero sin amarillismo ni explicaciones, un hecho político.

Escuchar su conversación implica entender el proceso creativo constante y colectivo, aún en la precariedad y la dificultad de nuestros países. El intercambio del director entre el teatro, el cine, la animación, el diseño y las artes, permite entender sus relaciones con la materialidad que va de lo análogo a lo digital, lo fantástico y lo real. Un corto que planteó temas éticos sobre la forma en que nos acercamos a los problemas de nuestros territorios y lo reiterativo que es esta situación en Latinoamérica: nada más el impactante comentario de alguien del público que fue victima de tortura en la dictadura de Brasil da cuenta de esto. También algunos de los proyectos de Cine (y) Digital abordan experiencias sobre problemáticas sociales desde el conflicto y la resiliencia.

Todo esto además se mezcla en el festival con algunos proyectos comunitarios, conferencias sobre laboratorios ciudadanos, puentes sonoros situados en territorios específicos, procesos patrimoniales locales y experiencias educativas críticas en los talleres que refuerzan la idea de ampliar la mirada hacia los procesos que hacemos en nuestros núcleos más cercanos, aunque considero que aún nos falta extender la perspectiva y potenciarlos más allá de los marcos institucionales en los que se gestan.

Sin duda aún podemos sentir que a la academia nos falta calle, aquí y en muchos lugares más. Sin embargo, las experiencias reseñadas son propuestas que llevan a cambiar el pensamiento, paso a paso, en pequeños grupos y con gestos simples, y que invitan a ser valientes para reconocer estas situaciones, exponerlas y tratarlas, buscando hacer redes y aprender aun cuando no nos consideremos la persona más idónea. Si no somos nosotros ¿quién será?

* Museóloga y docente.

 

 

 

Un encuentro de diseñadores, artistas y científicos

El XXII Festival Internacional de la Imagen regresa a Manizales y a Bogotá con una variada programación artística y académica que incluye más de 70 actividades para reflexionar sobre los XENOPaisajes -paisajes híbridos, realidades expandidas y ecologías digitales.  Este año tendrá lugar entre el 29 de mayo y el 4 de junio.

El evento no solo busca reunir a diseñadores, artistas y científicos, es un espacio para que la comunidad disfrute nuevas propuestas de diferentes lugares del mundo y se una a las conversaciones contemporáneas en torno al arte, la ciencia, el diseño y la tecnología.

En la edición número 22, el ImagenFest cuenta con la participación de más de 60 invitados de 28 países en actividades como el Seminario Internacional, proyecciones de Cine (y) Digital, conversaciones, talleres, paisajes sonoros, Foro Académico Internacional, entre otros.

Además, en esta ocasión el Festival de la Imagen se enlazará con el XII Simposio Internacional de Innovación en Medios Interactivos (Brasil), el Encuentro Internacional de Arte y Tecnología Interactivos (Brasil) y el Simposio Internacional Balance-Unbalance (Canadá).

“Este año tenemos como eje los XENOPaisajes y los llamamos así porque son paisajes extraños, híbridos, que hoy vemos permanentemente en nuestros lugares cotidianos. Nuestros lugares están llenos de flujos de información y estamos habitando también los metaversos y las redes sociales. Es por eso que estamos invitando a los artistas y a los creadores a que nos muestren ellos cómo ven estos paisajes nuevos, estos espacios donde interactuamos con la tecnología y con la información en una ciudad que imaginamos distinta a partir de un pensamiento diferente a lo que ha sido el paisaje tradicional y el territorio tradicional”, expresa Felipe César Londoño, director del Festival
Internacional de la Imagen.

Inauguración

La inauguración del XXII Festival Internacional de la Imagen el 29 de mayo a las 7:00 p.m. en el Centro Cultural y de Convenciones Teatro Los Fundadores.

Se realizará una acto protocolario para dar apertura oficial a esta versión del ImagenFest y posteriormente se presentará el paisaje sonoro Tesh Live AV del artista italiano LOREM (Francesco D’Abbraccio) que llega a la ciudad con el apoyo del Instituto Italiano di Cultura.

Esta obra entreteje elementos sonoros y narrativos dentro de la imaginería sesgada y onírica de Lorem. Involucra guión, síntesis de voz, música e imágenes que se desarrollan mediante sistemas de IA y aprendizaje automático. Tesh Live AV es un canto a la imaginación como vía de escape del realismo de lastra nuestro lenguaje y nuestra
experiencia del mundo.

Finalmente, a las 8:30 p.m. se dará apertura de las exhibiciones en la sala Óscar Naranjo del Museo de Arte de Caldas. La obras que estarán expuestas son:

-Lucha IA Project de Brisa MP / Chile
-Symphony for 2 bicycles de Alexey Grachev y Alexander Bochko / Rusia / con apoyo de CYFEST.
-Artist Union de Anna Frants / USA / con apoyo de CYFEST
-Flores Aleatorias de Ricardo Cedeño / Colombia
-Video Field Guide to Algorithmic Gardening de Shannon McMullen y Fabian Winkler
(Studio McMullen Winkler) / Estados uNIDOS
-Inmersion en la mapu-koneltu ti mapu mu de Rosa Angelini / Chile
– Inteligencia Artificial | Casa Hoffmann Agnosis: the lost memories… | Fito Segrera |
Colombia Colorarios | Sara Montoya | Colombia

Pueden encontrar toda la programación de la ciudad de Manizales, que se actualiza diariamente, en el siguiente enlace

¿Qué son los XENOPaisajes?

Eje temático del XXII Festival Internacional de la Imagen que se realizará del 29 de mayo al 1 de junio de 2023 en Manizales y los días 2 y 3 de junio en Bogotá.

‘Extranjero’ y ‘foráneo’, eso significa XENO. De ahí que invitar a pensar en XENOPaisajes signifique dialogar en torno a los espacios no convencionales, a lugares distintos que hoy se han vuelto cotidianos, gracias a las nuevas formas de habitar las ciudades y el mundo. Los flujos de información que hoy transitan en nuestros espacios generan nuevos territorios que apenas somos capaces de percibir.

¿Cómo imaginamos hoy los paisajes, en donde sea posible integrar naturaleza, máquinas e inteligencia colectiva? ¿De qué manera el arte, la ciencia y la tecnología hacen posible el diseño de espacios alternativos que regeneren los territorios afectados por la modernización y el cambio climático? ¿Cuáles son las experiencias de los paisajes que habitamos de manera virtual y remota para propiciar nuevas conexiones?

La constante y vertiginosa degradación del ambiente urbano, y la creciente dependencia tecnológica que nos obliga a la interconexión con las redes, generan cuestionamientos importantes que inducen a una reflexión profunda frente a las maneras de habitar el planeta. El paisaje se desestabiliza en espacios y tiempos variables inimaginados, que requieren acciones creativas alternas. Los paisajes especulativos y ficcionales, hoy denominados metaversos, muchos de ellos irreales, apocalípticos y degradados, nos obligan a revisar, en perspectiva crítica, los acontecimientos que allí se llevan a cabo para develar su intencionalidad y reconducir las acciones colectivas a través de rutas conscientes que puedan evitar su colapso.

XENOPaisajes son, por tanto, campos de interacción en pantallas, metaversos, flujos de datos que circulan a través de las redes. Pero XENOPaisajes son también entornos físicos donde interactúa lo natural con lo artificial, lo construido con lo imaginado, los ecosistemas con las acciones que destruyen el ambiente.

La invitación que realiza el XXII Festival Internacional de la Imagen es a debatir en torno a las transformaciones que sufren los paisajes, debido a los fenómenos climáticos y las tecnologías que operan como metáforas de nuevos territorios. La invitación que se promueve a los participantes del evento es a pensar en los XENOPaisajes como una invitación a escuchar lo que Bruno Latour denomina como el “grito de la tierra”, esa llamada al poder de acción de las personas y las comunidades que permite alterar y transformar sus pequeños entornos, logrando con ello un movimiento de regeneración de los ecosistemas que posibilitan su supervivencia.

Consulte aquí la programación:

https://festivaldelaimagen.com/es/programacion-manizales-2023/

https://festivaldelaimagen.com/es/programacion-bogota-2023/