Ecos del HAY FESTIVAL 2021

Para quienes hemos tenido la oportunidad de asistir a algunas versiones en Cartagena y en Medellín, nos fue muy placentero el que el HAY FESTIVAL, haya tenido la buena idea de organizar esta versión de manera virtual, desde Cartagena, Medellín y Jericó. Ha sido la salida que se ha dado a eventos culturales similares como las ferias del libro, algunos conciertos, festivales de teatro y otros. Se pierde la espontaneidad, el contacto con el público, los intercambios verbales directos y otros inconmensurables valores, pero de alguna manera se disfruta. Las temáticas desarrolladas estaban bajo el parasol del lema del evento ‘Imaginar al mundo’ y así pudimos percibirlo.

Como la oferta era tan amplia, había que escoger de acuerdo con los intereses, las expectativas, las temáticas y el gusto personal. El abanico cubría desde lo ecológico, lo económico, lo social, la música, el cine, y por tanto sobre la creación literaria, local e internacional, con exponentes de todo género, nacionalidad y arte. Se programaron ciento setenta y cuatro participantes de una veintena de países y se pudo disfrutar de más de cien eventos virtuales gratuitos. Como ha sido costumbre los protagonistas no solo han sido los invitados, sino también los entrevistadores o presentadores, quienes eran escritores reconocidos o personas además de vinculadas a la cultura, conocedoras de la temática a analizar.

Simplemente mi interés es compartir algunos de los planteamientos de los expositores y sus entrevistadores, que me causaron inquietudes; no puede lograrse en una columna limitada por el espacio y el respeto por los lectores, pero espero contribuir a la divulgación de esas ideas y a animar a que se sigan estos eventos que constituyen una oferta cultural extraordinaria.

Iniciamos con Rosa Montero (Madrid, 1951) periodista y escritora española, quien desde 1976 y poco después de la fundación del periódico El País, se inició en el trabajo editorial como autora de numerosas columnas con un estilo único. Escritora ampliamente conocida y premiada, cuyo último libro La buena suerte, publicado el año anterior, lo estuvo analizando con Ana Cristina Restrepo Jiménez (Medellín, 1970), escritora, graduada en Periodismo, especialista en Periodismo Urbano, y Magíster en Estudios Humanísticos.

Afirma Rosa Montero que el escritor no escoge las historias, que estas lo escogen a él y explica como en un viaje en tren similar al del protagonista de su libro, se le ocurrió este relato. Es como los sueños que te cogen con los ojos abiertos. Es simplemente un jugar con la imaginación, pero ese resultado, que le tomó tres años, el lector lo recorre en dos días.

Nos cuenta sobre un hombre que se le ha destrozado la vida, es un tema de supervivencia y esperanza. Muestra como el ser humano a pesar de sus desgracias, sus caídas, es capaz de volverse a poner de pie y construirse una nueva vida mejor aun que la que se tenía, es mirar el mundo de otra forma y nárraselo de esa distinta manera, aun a partir de cero.

Insiste en que no escribe para enseñar nada, solo lo hace para aprender. A propósito nos va mostrando los conflictos entre el bien y el mal, en las diferentes esferas, tonalidades y contrastes. Presenta fragmentos de una corrupción asqueante y de la cual sería culpable toda la humanidad: los estragos de las drogas, las violaciones intrafamiliares, los abominables crímenes y el abuso del mundo con los débiles.

En cuanto a la locura, sostiene que la normalidad no existe, que siempre hay desvíos del patrón normativo y que son abundantes las dolencias mentales, por eso es necesario dramatizarlo para que la gente pierda el miedo a la mal llamada locura, la cual constituye una ruptura de la narración social. Ocurre cuando la narrativa de una persona, la manera de ver el mundo y contárselo a sí mismo, deja de estar de acuerdo con la de su entorno.

Sostiene que las novelas son fragmentos de la vida del escritor y aunque no le gusta lo autobiográfico, manifiesta que en cada obra escrita hay algo muy profundo del autor, que ni él mismo es capaz de desentrañar.

Pasamos ahora Joël Dicker (Ginebra, 1985). Suizo, hijo de una bibliotecaria y un profesor de francés, pasó su infancia en Ginebra, donde asistió al Collège Madame de Staël, aunque no se sentía muy atraído hacia los estudios. A los 19 años tomó clases de actuación en la escuela de Drama en el Cours Florent en París. Un año después, regresaría a Ginebra para estudiar Derecho en la Université de Genève, graduándose en 2010. Fue entrevistado por Felipe Restrepo Pombo (Bogotá, 1978) periodista y escritor colombiano quien estudió literatura en la universidad y comenzó su carrera periodística en la revista Cambio, trabajando junto a Gabriel García Márquez.

De la obra de Dicker traducida a varios idiomas, se han vendido más de diez millones de ejemplares y su último libro El enigma de la habitación 622, publicado el año pasado, constituye un homenaje al editor que creyó en su trabajo. Justamente sobre esta obra se desarrolló la presentación.

Dicker sostiene, la experiencia con la escritura y los juegos con el tiempo, son la esencia de la literatura y de la evasión. Para él es un intercambio entre el autor que va a escribir una historia y un lector que va a interpretarla, la va a hacer existir; para que la historia exista, debe ser leída; por eso, no hay una realidad, hay varias, una por cada lector. Así, la realidad es el mito de la ficción, la ficción es la libertad total. Uno puede ir donde quiere, contar lo que quiere, sin nunca preocuparse de la realidad que va a venir a controlar, verificar y destruir. La realidad destruye la ficción. Si la ficción no está de acuerdo con la realidad, se tiene la tendencia a decir, eso no funciona, eso no es posible. Me pregunto, ¿Qué es lo que el lector va a pensar?, el lector es quien decide.

A esta realidad-ficción, se contrapone lo que se vive en las redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter, etc. en donde existe la tendencia a crearse y creerse una vida que no es la realidad. Sirve para mostrar a los otros solo aquello que escogemos y nos hace quedar bien, así se vive por los otros y para los otros, no para nosotros, pues no nos tenemos confianza y casi que ni creemos en nosotros. Y así todo lo que uno haga debe ser documentado, mostrado, compartido y sobre todo validado. Esto nos lleva a olvidar lo esencial, los verdaderos amigos, el amar y ser amados.

Por eso, si uno conoce el fin de la vida, lo importante es lo que hacemos con ella, los amigos, la familia, el amor, ¿Qué va uno a dejar?; uno vivirá a través del espíritu de los otros, lo que uno ha hecho, los buenos recuerdos…cada día que pasa no vuelve y no se puede borrar, regresar, olvidar. Debemos por tanto tomar conciencia de la responsabilidad de lo hecho. La lectura nos induce a imaginar los sitios, las imágenes, los personajes, son momentos de reflexión sobre nuestras imágenes. El éxito de un libro está en el placer que produce tanto en el escritor, como en el lector.
El enigma de la habitación 622 también es un libro sobre la escritura de una novela, presentada por un personaje que es escritor, constituyéndose así en una especie de metalibro, la literatura como transmisión de saberes. Ayuda a cada lector a crear su propia reflexión.

También tuvimos oportunidad de escuchar a Alejandro Gaviria y Juan Luis Mejia, interrogados sobre el futuro de la cultura por Maria del Rosario Escobar. Alejandro Gaviria (Santiago de Chile, 1966) es un académico, economista, escritor e ingeniero colombiano nacido en Chile. Fue Ministro de Salud y Protección Social de Colombia desde el 3 de septiembre de 2012 al 6 de agosto de 2018. También fue director del Centro para los Objetivos de Desarrollo Sostenible para Latinoamérica y el Caribe (CODS) hasta 2019 donde inició sus labores como rector de la Universidad de los Andes.

Juan Luis Mejía Arango (Medellín, 1951). Estudió Derecho en la Universidad Pontifica Bolivariana. Fue director de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín. Desde ese momento, su vida ha estado ligada con la educación y la cultura. Director de la Biblioteca Nacional de Colombia, durante el gobierno del presidente Belisario Betancur. En 2004 fue nombrado rector de la Universidad EAFIT, de Medellín, cargo que ocupó hasta diciembre de 2020.

Maria del Rosario Escobar, es comunicadora social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana con maestría en estudios humanísticos de la universidad Eafit, especialista en semiótica de la interacción comunicativa, y especialista en periodismo urbano; también ha sido docente de cátedra en el área de Humanidades de Eafit, y ha realizado publicaciones e investigaciones en temas de arte para diversos medios y fondos editoriales.

Este constituyó un panel de lujo, en el cual trataron sobre el presente, el modelo de trabajo en el sector cultural, apoyo, mecenazgo y por ultimo sobre el libro de Alejandro Otro fin del mundo es posible. Parece paradójico que sea un buen momento para la literatura, pero la venta de libros aumentó, el confinamiento propició la lectura y el rescate de libros que nos esperaban, igual sucedió con la creación. Por contraparte la crisis del teatro, el cine, los conciertos, las exposiciones, etc., se acentuó. El tiempo se dividió en la vida del trabajo y el estar en casa, se cayó en el ascetismo, pues la sociabilidad no fue posible.

Hay mucho pesimismo, temor por el estancamiento, la cultura sigue siendo la cenicienta de los presupuestos, públicos y privados, pero en lo colectivo, la cultura debe tener futuro. Este aislamiento nos ha permitido reflexionar sobre las preguntas esenciales del ser humano, darnos cuenta como somos de frágiles, ¡ver la muerte de cerca es conmovedor!

En el libro Otro fin del mundo es posible, se nos plantea, que no debemos ir sobre seguro, que debemos mantener una búsqueda incesante, no adormecernos en la comodidad. Estamos perdiendo el silencio, la capacidad de contemplación. Debemos ser un poco más amables. Por sus planteamientos y posturas frente a la cultura, la vida y la forma de pensar y comportarse, estos dos rectores se han ganado el título de rectores de la Universidad de la Vida.

*Profesional en Filosofía y Letras Universidad de Caldas

Ciencia de Garaje. Un podcast sin ciencia

Ciencia de Garaje es una iniciativa del Departamento de Filosofía y del grupo de investigación Filosofía y Cultura, que busca compartir experiencias investigativas que puedan atraer y acompañar nuevos caminos en el mundo de la investigación.

https://www.cienciadegaraje.com/

Escuche el nuevo episodio de “Un podcast sin ciencia”, un espacio desarrollado por Ciencia de Garaje para divulgar de forma creativa las investigaciones en ciencias sociales y humanas realizadas por profesionales de diversas disciplinas.

En este episodio se reunieron las cinco integrantes actuales del equipo de podcast conversaron sobre el papel de las ollas comunitarias o populares dentro de las resistencias, principalmente, en relación con el Paro Nacional.

En el espacio se elaboraron diversos argumentos a favor del cocinar como acto político, con intervenciones de dos ollas comunitarias del país, Fuego popular de Manizales y La resistencia de Ibagué, quienes hablaron sobre el papel de las mujeres en este escenario, compartiendo consejos sobre cómo seguir resistiendo con formas comunitarias y colectivas, cercanas a la olla popular en la cotidianidad.

“Un podcast sin ciencia” es una apuesta por llevar experiencias y herramientas investigativas a oídos jóvenes para despertar su interés y curiosidad por la investigación, entender el mundo como un laboratorio siempre en movimiento.

Escuche el más reciente episodio aquí.

Feliz regreso Orquesta Sinfónica de Caldas

¡Enhorabuena! La Orquesta Sinfónica de Caldas reanudó sus ensayos con miras a la temporada 2021, la cual promete muchas sorpresas. Una excelente noticia para la ciudad, la región y el país, pues se trata de una agrupación emblemática que no solo educa, entretiene e integra, sino que crea empleo para un número significativo de artistas y por ende movilidad social y construcción de ciudadanía.

Su continuidad está garantizada hasta el mes de septiembre u octubre de este año, merced a los aportes garantizados por el Ministerio de Cultura, la Gobernación de Caldas a través de la Secretaría de Cultura de Caldas y por supuesto la Universidad de Caldas, responsable del proyecto. Los anuncios los hizo su director artístico Maestro Leonardo Marulanda. Se espera la confirmación del monto asignado por la Alcaldía de Manizales para llegar hasta el mes de diciembre.

Para el Maestro el 2020, tan atípico en nuestra historia reciente, fue un año de mucho entender una situación, de inventar muchas cosas, de renovar otras, de buscar la manera de seguir funcionando. “Un año como quiera muy difícil, pero de mucho aprendizaje”, afirmó.

La Orquesta, dijo, comenzará manejando un modelo semipresencial. “Estamos haciendo ensayos generales con algunas actividades virtuales. Los conciertos se van a grabar de manera presencial, sin público, y serán trasmitidos por nuestras redes sociales y las de los aliados”.

Desde el punto de vista artístico ¿Cómo tienen proyectado el repertorio para este año?

El año pasado, tan desafortunado, se nos quedó entre pecho y espalda el homenaje a Beethoven en los 250 años de su nacimiento, entonces queremos hacer algunas de sus sinfonías ya que consideramos que un compositor como éste no puede pasar desapercibido. Creo que bien vale la pena que hagamos algunas de sus obras. Por otro lado, este es el año Mozart, así que vamos a interpretar algunas de sus composiciones. Tenemos otras sorpresas que a medida que se vayan cristalizando las iremos informando a nuestro público.

Plan Decenal de Cultura, con los ciudadanos

La Universidad de Caldas, en cabeza de su rector Alejandro Ceballos, hizo la presentación de la construcción del Plan Decenal de Cultura 2021-2030, en alianza con la Secretaría de Cultura de Caldas, dependencia que en principio aportó 60 millones de pesos, según informó su titular, Lindon Alberto Chavarriaga.

Será un plan que relate el ADN social, recalcó la Vicerrectora de Proyección Universitaria Patricia Salazar “relata, porque un plan es una narrativa y como seres humanos que conversamos, la narrativa surge de las conversaciones que vamos a tener a nivel subregional en los municipios, con los gestores, con los ciudadanos, y allí vamos a identificar el ADN social, la identidad, la memoria”

El Plan fue presentado en el Foro Regional de Cultura realizado en Manizales el 18 de marzo pasado con la presencia del Viceministro de Cultura, José Ignacio Argote, y de los Secretarios de Cultura de los Departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Tolima, directores de Casas de la Cultura, Directores de Bibliotecas, artistas y gestores culturales.

La Universidad de Caldas ha diseñado diferentes políticas públicas en Caldas: la política de vejez, la política LGTBI de Manizales, la de equidad de género, la de familia, de juventud. Para Vicerrectora “el Plan Decenal de Cultura es un ejercicio donde lo más importante son los ejes estratégicos para la cultura en los próximos 10 años en varios campos: el campo de la participación, el campo de la creación y la memoria, el campo del diálogo cultural, así como escenarios de concertación de planes, escenarios de acompañamiento desde la Universidad, escenarios de respuestas a necesidades particulares”.

El Plan busca que desde lo cultural seamos sostenibles, no solo en lo financiero, lo administrativo, lo político, sino en la relación con el medio ambiente, según lo señaló la ejecutiva y enfatizó que en el sector cultural siempre estamos buscando recursos, siempre estamos buscando proyectos, siempre estamos buscando alternativas, “recursos que no solo son financieros sino recursos en la política, recursos en la garantía de que los procesos culturales puedan tener sostenibilidad en el tiempo, y aquí la sostenibilidad tiene que ver en cómo nos relacionamos con la biodiversidad que es el gran reto”.

La elaboración del plan estará a cargo de un equipo de profesores adscritos a la Facultad de Artes y Humanidades, liderado por la Decana Claudia Jurado Grisales, quien recalcó el importante aporte que hace la Universidad de Caldas a la dinámica del sector cultural de la región, responsable de casi el 80% de la actividad cultural.

Según lo señaló la profesora Jurado, en la construcción del plan intervendrán actores de la cultura, sector público, alcaldías, casas de la cultura, empresa privada, organizaciones multilaterales de cooperación y “lo más importante, los ciudadanos”.

Añoramos su presencia

El 13 de febrero de 2021 falleció de manera repentina en Pereira, la ciudadana Colombo-Argentina Edith Bustos Cremieux. Licenciada en español y Literatura, durante 17 años fue profesora de técnicas de redacción en la Facultad de Comunicación y Periodismo de la Universidad de Manizales, y de quien sus discípulos guardan enseñanzas imperecederas, según expresaron algunos en las redes sociales. Su periplo vital ocupó, también, actividades como docente en otras universidades de la región, correctora de estilo, locutora, conferencista, gestora cultural, líder cívica, artesana, caficultora.

Con autorización de su esposo, el Historiador Alfredo Cardona Tobón, reproducimos, como un tributo a su memoria, uno de los últimos apuntes del blog que durante muchos años publicó Edith con el nombre “Escriba sin Enredos”. “Lo demás, declara el doctor Cardona Tobón con el dolor de la inexorable partida, aparecerá al recordarla con su vitalidad, su optimismo, su amor por la docencia y la pureza del idioma. Fue una argentina que amó a Colombia, se interesó por su gente y admiró a su patria colombiana más que a su natal terruño. Una guitarra y una flor enmarcarían su retrato al igual que su amor por la vida, que se esfumó cuando menos lo pensaba”.

domingo, 27 de diciembre de 2020

LOS EUFEMISMOS: QUÉ SON

Los eufemismos son los términos que se usan para reemplazar algo que se quiere expresar,  pero se piensa  que puede resultar un tanto duro o malsonante ante los ojos o  los oídos de quienes leen o escuchan.

El hablar cotidiano está lleno de eufemismos; basta con escuchar los noticieros radiales o los comentarios que se hacen a diario a las noticias para comprobar la anterior afirmación. Y para muestras, aquí están los siguientes “botones”:

Ø      Compañera = Concubina.

Ø      Compañero = Concubino.

Ø      Pareja = Concubinos.

Ø      Actores armados del conflicto = guerrilleros y paramilitares.

Ø      Actores desarmados del conflicto = sociedad civil = gente.

Ø      Cese de hostilidades = no matar ni secuestrar.

Ø      Conflicto social = guerra.

Ø      Diálogos de aclimatación = botaderos de corriente.

Ø      Gesto de buena voluntad = cese de hostilidades transitorio.

Ø      Intercambio humanitario = trueque de secuestrados por presos.

Ø      Juicio revolucionario = ejecución sumaria.

Ø      Paro armado = toque de queda.

Ø      Retenidos = secuestrados.

Ø      Violaciones al DIH  (Derecho internacional humanitario) = crímenes atroces.

Ø       Afrodescendientes = negros.

Ø      Amigos de lo ajeno = ladrones.

Ø      Internos = presos.

Ø      Edad dorada = vejez.

Ø      Tercera Edad = Vejez (¿Quién ha dicho que hay una primera y segunda edad?)

Ø      Pasar a mejor vida = Morir (¿A quién le consta que es mejor?)

Ø      Persona de color = Negro.

Ø      No vidente – Invidente = ciego.

Ø      Residencia para la tercera edad = geriátrico.

Ø      Reducción de personal = (despido)

EJEMPLOS

 Es la compañera (permanente) de Juan = Es la concubina de Juan.

Es el compañero (permanente) de María = Es el concubino de María.

Ellos son pareja desde hace tiempo = Ellos son concubinos desde hace tiempo.

Los actores desarmados del conflicto han aceptado las condiciones impuestas por los alzados en armas. Traducción: La gente aceptó las condiciones impuestas por los guerrilleros.

El gesto de buena voluntad de la guerrilla ha tenido buena acogida entre la sociedad civil.            Traducción:  El cese de hostilidades transitorio ha tenido buena acogida entre la gente.

La sociedad civil está de acuerdo con las medidas tomadas en relación con los actores armados del conflictoTraducción:  La gente está de acuerdo con las medidas tomadas con los militares.

La sociedad civil solicita con insistencia el cese de hostilidades Traducción: La gente pide que  no  haya más  muertos ni secuestrados.

La población del municipio demostró que está en contra  del conflicto social. Traducción: La población del municipio demostró que está en contra de la guerra.

Se confirmó la violación a las Derechos Humanos– Traducción: Se confirmó la ejecución crímenes atroces.

Se espera que en los próximos días se decida  un intercambio humanitario. Traducción: Se espera que en los próximos días  haya un trueque de secuestrados por presos.

Publicado por Edith Angélica Bustos en 15:25 No hay comentarios: 

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Etiquetas: afrodescendientesamigos de lo ajenocompañeraedadeufemismoshostilidadesintercambio humanitariointernosladronesparejaparo armadopresosreducción de personalretenidostercera edadvejez

jueves, 26 de noviembre de 2020

CLARO, PRECISO, CONCISO Y CORRECTO

Claridad, precisión, concisión y corrección son las cuatro condiciones fundamentales de un texto bien escrito.

Para escribir con claridad es necesario saber exactamente qué se va a escribir, conocer el tema y establecer qué tipo de texto se elaborará: una conferencia, un artículo, un ensayo o cualquiera de las clases de escritos que se pueden trabajar.

La precisión nos exige no mezclar temas en un mismo texto, es decir, escribir con acierto y destreza.

En cuanto a la concisión, muchas veces brilla por su ausencia en muchos textos de toda clase y con frecuencia se usan palabras de más y verbos de menos. ¿Por qué sucede esto? Sencillamente porque las personas se acostumbran a usar unos cuantos verbos sin percatarse de la existencia de otros muchos.

En mi trabajo de correctora de textos y de estilo he encontrado, entre otros, los siguientes casos que pongo entre comillas y a continuación la expresión corregida:

“Ha dado una explicación sobre…”   –  Ha explicado sobre…

“Después de dar una leída”  – Después de leer…

“Se procedió a hacer las comparaciones…” – Se procedió a comparar…

“Han hecho afirmaciones…“  – Han afirmado…

“Después de hacer estudios en cinco casos…” – Después de estudiar cinco casos…

“Luego de hacer la solicitud de ingreso…”  –  Luego de solicitar el ingreso…

“ Se debe hacer fáciles las entregas… “.  – Se debe facilitar las entregas…

“Tendrá que hacer una visita al lugar…”  – Tendrá que visitar el lugar…

“Cuando se realicen las investigaciones…” – Cuando se investigue…

“Se podrán sacar conclusiones…”  – Se concluirá…

“Al momento de presentar la descripción de los hechos…” – Al describir los hechos…

“Realizaron los cálculos del material…” –  Calcularon los materiales…

“El alcalde ha tomado la decisión …” – El alcalde decidió…

“En el lugar en que se encontraba” – Donde estaba…

“ Al realizar las labores de preparación” – Al preparar…

“Cuando redacte la definición del cargo…” – Cuando defina el cargo…

Para usar correctamente el idioma tanto hablado como escrito, es necesario ser concreto y no rellenar las  expresiones con palabras que no contribuyen a la claridad del texto. Es decir, aplicar la concisión unida a la precisión y la claridad.

 

Mujeres de Teatro en Manizales. PIEDAD JURADO

Cuando en el año 2009 falleció Rodrigo Carreño, director del Grupo TICH, a Piedad Jurado su coequipera y esposa se le vino el mundo encima, pues además del drama personal se le presentó intempestivamente el reto de salvaguardar una de las agrupaciones protagonista de la historia del teatro en Manizales.

“La vida me llevó a tomar el liderazgo de un grupo con trayectoria; nunca pensé tener una responsabilidad tan grande, máxime cuando nuestro director construyó un legado de peso. Al principio fue difícil y siento que tal vez muchos pensaron que el TICH sin Rodrigo fracasaría. Y menos que en cabeza de una mujer pudiera sobrevivir. Fueron años de aprendizajes y estudios intensos en esta área.  Hoy miro hacia atrás y me siento orgullosa y agradecida con todos aquellos que han creído y apoyado mi labor como directora, en un medio que apenas se acostumbra a ello. Sigo en proceso de formación constante para entregar lo que voy aprendiendo en la academia y en la vida apoyada por un equipo de mujeres empoderadas de TICH”, cuenta con el entusiasmo que lleva en sus venas la actriz y gestora Piedad Jurado, hoy directora del TICH.

Piedad Eugenia Jurado Ramírez, su nombre completo, es soprano y Licenciada en Artes Escénicas de la Universidad de Caldas. Inició camino en el teatro en el año 1985 con el Teatro Libre de Manizales, TELIMAN, al lado de Mario Bonnett (QEPD). Ingresó al grupo Teatral TICH en 1988, al mismo tiempo que asumió estudios serios en el entonces Centro de Formación Actoral, más tarde programa Escuela de Teatro de Caldas, donde actualmente es docente. Además del TICH dirige el periódico Hojas de Teatro y la Muestra Alternativa de Teatro de Manizales.

Piedad es una mujer comprometida con su tiempo y con su papel “en una sociedad machista que hace pocas décadas empezó a entender que las mujeres tenemos suficientes capacidades para desempeñarnos en cargos y profesiones que igualen a nuestro sexo opuesto”. Asegura que “por fortuna también a nivel mundial en los años 60  se generaron movimientos y  grupos en la lucha por  los derechos civiles, sexuales, del discurso libre, derecho al hipismo, en general a una ampliación de derechos que fueron caldo de cultivo para que a finales de los 70  surgieran los colectivos de conciencia tanto en EEUU como en Europa, y que en los años 80 en Latinoamérica motivaron los primeros congresos feministas que han ido creciendo  en un movimiento mundial por los derechos de la mujer que ahora imperan”.

Con lujo de detalles ha demostrado Piedad Jurado su valentía y resolución de no dejarse vencer ante las dificultades, siempre dispuesta a sacar la cara por el sector cultural en cualquier escenario donde haya que defender sus derechos, como lo ha hecho evidente en momentos de crisis. “Hoy me siento más afortunada de ser artista. Con esta pandemia y en el encierro, nos convertimos en el aliciente para la humanidad entera. La virtualidad se convirtió en una ventana que nos permitió mantener el contacto con nuestro público. Agradecidos estamos de que hayan aceptado nuestras obras en video, y de que nuevos espectadores de otras latitudes nos conocieran. Fue una buena experiencia, pero aclaro que nuestro arte -el teatro- tiene una condición no negociable, la presencia viva del espectador que nos respira cerca y aplaude con cariño. El público es el elemento vital y esencial para lo que hacemos”.

Pasado un año de confinamiento anhela retornar a su sala de teatro TICH, situada en el barrio San José, con presentaciones en vivo y actividades de formación presenciales, para continuar favoreciendo a una comunidad vulnerable como la que habita en su entorno y que requiere de oferta cultural calificada, “y así seguir creando y soñando con lo que amamos y sabemos hacer: TEATRO”. Y agrega: “Por supuesto que la enseñanza y nueva experiencia vivida en pandemia será aprovechada en nuestras redes, en las que seguiremos montando contenido para aquellos que se encuentran lejos y quieran seguirnos día a día”.

Considera la directora del TICH que las artistas mujeres, en el caso particular del confinamiento, pasaron la prueba “pues gozamos de una habilidad privilegiada, y es esa capacidad de invención y adaptación. Las mujeres tenemos una intuición excepcional que, combinada con un buen equipo de seres humanos hombres, logramos lo que sea. Es nuestro deber como artistas y ante estas nuevas realidades, continuar inquietando el espíritu altruista por un mundo mejor. Es muy importante la mística con que lo hagas”.

Al referirse a Manizales como sede de sus actividades, reconoce que es una ciudad inspiradora por sus condiciones “y aunque este ambiente es ganancia, para nadie es un secreto que las condiciones presupuestales para el sector artístico siempre han estado por debajo de lo que en beneficios aportamos en cuanto al crecimiento espiritual de los seres humanos. Ha sido una lucha de muchos años, de sacrificios y entrega de nuestras propias familias, por el convencimiento franciscano de querer aportar a una mejor sociedad a través del arte. Seguimos soñando en que esto tendrá que ir cambiando. La pandemia lo demostró”. Y para concluir aseveró Piedad Jurado: “Como el agua somos vitales para la humanidad”.

 

 

Cantautores abren caminos

Isabel  Ramírez Ocampo. “La Muchacha”

En los últimos años Manizales ha sido escenario para cantantes colombianos como Pala, Andrés Correa, Maria Cristina Plata, Alejo García, y los extranjeros Duende Josele, Rodrigo Carazo y Andrés Muratore, entre otros. A esto se suman los artistas locales La Muchacha, Bernardo Parra y Dayanara.

Los cantos a la naturaleza, a la vida, a la mujer, al amor y a la misma música son algunos de los temas en común que tienen los cantautores, artistas que le apuestan a un trabajo independiente, sin pretensiones comerciales, en conciertos íntimos por lo general acompañados por una guitarra.

Una de las cantautoras manizaleñas es Isabel Ramírez Ocampo conocida como “La Muchacha”. Desde el año 2012 decidió comenzar su carrera musical que, según la artista, se aleja de la música comercial y se centra en los nodos culturales de las regiones, más que en conciertos masivos. Con su formato de guitarra y voz ha estado en Cali, Girardota, Piedecuesta, Medellín, Bogotá, Villa de Leyva, El Retiro y municipios de Caldas.

«La Muchacha como nombre artístico nació porque es una palabra coloquial y así se llama mi canción favorita cuyo autor es Luis Alberto Spinetta. Además así se le dice a la «muchacha del servicio» y con esa expresión vienen otros calificativos como la sumisa, poco sabia, inmadura, pero yo no soy así, yo canto y manifiesto en mis composiciones lo que siento», comentó Isabel.

Sus canciones hablan de los  pueblos, los gallinazos, las flores, los niños, las zarigüeyas y el agua. En la mayoría de los casos sus composiciones nacen de incomodidades políticas, injusticias sociales y ambientales. Algunas de las letras más queridas son Pueblito, Canto Páramo, El Alimento y Chicles.

Con 25 años de edad, “La muchacha”, quien además es artista plástica, se presenta sola en el escenario con su guitarra, aunque también interpreta el tambor alegre, la gaita y el cuatro llanero. Reconoce que son pocas las mujeres que están en la escena musical: «Me siento subestimada cuando me llaman a festivales solo por cumplir con la cuota femenina. Queremos hablar de una revolución humana y no únicamente de la revolución de la mujer».

Una plataforma para los cantautores

La gestión de la plataforma cultural para cantautores “Pájaros y Cuerdas”, en cabeza del productor Jehú Londoño, ha permitido que los artistas Pala, Andrés Correa, Alejo García, Lucio Feuillet, Alejandro Gómez Garzón, Aristi, María Cristina Plata y los extranjeros Duende Josele, Rodrigo Carazo, Daniel Cros, Dñuo Turica Doncel,  y Andrés Muratore, entre otros, se presenten en Manizales con sus conciertos y talleres de composición.
«En dos años de trabajo hemos traído a 30 cantautores. Ellos han formado púbico en Manizales con sus experiencias en autogestión, producción, composición e interpretación». Para Jehú la esencia de la música de autor es el deseo de reflejar en las canciones la cotidianidad, una reflexión sobre su existencia. Por lo general integra las giras con cantantes cuyas letras se relacionan con la poesía.

Canciones para el amor y el desapego

El monteriano Bernardo Parra, quien lleva más de 19 años radicado en Dosquebradas (Risaralda) es muy cercano a la escena musical de Manizales. Su trabajo lo define como folk rock con aires de Brasil, composiciones autobiográficas  que no se limitan a un solo género y que hablan del amor, el desapego y la canción social.
«La música es una manera personal y pura de reflejar cómo veo el mundo,  cómo amo, cómo olvido y cómo sueño. Estoy terminando mi carrera en Licenciatura en Música y después de eso espero viajar al sur, llevar mis canciones lejos y participar de la Ruta Andina, un proyecto que nació entre Bolivia y Argentina para unir las culturas a través de la música».
El cantautor tiene 30 canciones compuestas, 6 en lista de publicarse y un álbum que lleva su nombre con 12 canciones. Entre las más recordadas están Mitad y mitad, Nada de nada y Mi isla desierta.

*Comunicadora Social y Periodista.
Productora Manizales 92.7 FM y 1000 AM.
Subgerencia de Radio – Radio Nacional de Colombia

Mujeres de Ciencia en Manizales. CLAUDIA MUNÉVAR

La profesora Claudia Munévar Quintero hace parte del enjambre de mujeres que en las universidades de Manizales se dedican a la investigación científica. Es Abogada, egresada de la Universidad de Manizales en el año 2009, Magíster en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, Doctora en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente e investigadora Senior- Minciencias.

Actualmente se desempeña como Directora del Centro de Investigaciones Socio-Jurídicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Docente Investigadora de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Docente Maestría en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, Directora de Línea en Derecho y Medio Ambiente Maestría en Derecho, Docente Doctorado en Derecho de la Universidad de Manizales, así como Líder del Grupo de Investigación en Derechos Humanos y Conflicto- Categoría A-Minciencias y Docente de Maestría en Educación Ambiental. Universidad del Tolima.

Substanciales responsabilidades que, a la Doctora Claudia, dado su talento, profesionalismo y eficacia, le han conducido a liderar proyectos de investigación (relación al final de este reportaje) en el campo de las ciencias sociales y jurídicas en América Latina, con proyección a la construcción y problematización de categorías con incidencia en los derechos humanos, políticas públicas económicas y de sostenibilidad del medio ambiente.

Destaca el papel de la Universidad de Manizales en su formación, institución reconocida como referente en investigación y en la “participación, visibilidad y apoyo a las mujeres que nos dedicamos a la investigación científica. Es un centro de educación superior con serias políticas de apoyo, financiación y formación en investigación, una de sus funciones misionales”.

¿Qué significa para usted desempeñarse como profesional-científica en el siglo XXI y en Manizales?

Significa una oportunidad para visibilizar el conocimiento científico en el campo de las ciencias jurídicas y de las ciencias sociales, pero a su vez para demandar en estas ciencias soluciones a las problemáticas estudiadas. El reconocimiento de estas necesidades científicas ha cerrado muchas brechas existentes para las mujeres en el campo de la ciencia y, por ende, han abierto puertas para su desarrollo. Considero que en el siglo XXI el reconocimiento de la mujer en la labor científica ha permitido el avance de nuevas propuestas de investigación y de la erradicación de desigualdades.

¿Cuál de las investigaciones en las que ha participado ha tenido más impacto en su vida personal y académica, y por qué?

Todas han impactado de diferentes formas, bien por la consolidación de redes académicas, bien por el impulso a la generación de políticas públicas en la intervención jurídica, en la generación de nuevo conocimiento, entre otros aspectos. Pero a nivel personal destaco la oportunidad de contribuir por medio de la investigación a la formación, en mi caso específico, a la formación en derecho.

 ¿A lo largo de su trayectoria ha sufrido discriminación en cuanto a oportunidades, reconocimiento y/o financiación de sus proyectos, por el hecho de ser mujer?

Afortunadamente pertenezco a una comunidad académica donde no puedo hablar de discriminación por el hecho de ser mujer, sino por el contrario, de oportunidades. No obstante, reconozco que las condiciones actuales son el resultado de una lucha por el reconocimiento de la mujer en el campo científico. Puedo decir que soy afortunada en recoger estos frutos.

EXPERIENCIA INVESTIGATIVA DOCTORA CLAUDIA MUNÉVAR QUINTERO

  • Investigadora principal en proyecto de investigación titulado: La eficacia de la participación ciudadana en la gestión del Sistema Nacional de áreas protegidas –SINAP- en la eco-región eje cafetero.
  • Investigadora principal en proyecto de investigación titulado: “Conflictos y movimientos sociales en jóvenes en contextos de vulnerabilidad en la eco-región eje cafetero: hacía un proceso de constitucionalismo popular”. CINDE-Universidad Manizales. 2014-2016.
  • Co-investigadora en proyecto de investigación titulado: “Desplazamiento ambiental de la población asentada en la eco – región eje cafetero: incidencia de factores asociados por efectos del cambio climático”. Red de Investigación Socio-Jurídica- Nodo Eje Cafetero. Financiado por Colciencias. 2013-2014.
  • Investigadora principal en proyecto de investigación titulado: “La participación en plusvalía en el municipio de Manizales. Análisis y antecedentes de su garantía como derecho colectivo”. 2016-2017.
  • Co-investigadora en proyecto de investigación titulado: “Tendencias de organización espacial y de crecimiento en la construcción de vivienda en zonas suburbanas de la ciudad de Manizales”. 2016-2018.

 

 

 

La promesa no cumplida de Lavaperros

El pasado 5 de marzo, en la plataforma Netflix, Lavaperros hizo su estreno nacional. Dos cosas me resultaron llamativas: en primer lugar que su guión fue de los escritores Pilar Quintana y Antonio García Ángel y en segundo, el regreso de los narcos al cine, cosa que no veía desde hace tiempo, y que, teniendo en cuenta el historial de estos dos autores, me hizo suponer que vería una perspectiva diferente o una subversión del narcorrelato tradicional.

El género nunca me ha interesado. Considero inapropiado, por no decir inmoral, romantizar criminales. Tengo claro que en un país todavía afectado por el narcotráfico es importante hablar del tema y hacerlo, además, despojado de romanticismo y de esa moralidad maniquea que no se preocupa siquiera por plantear la posibilidad de un conflicto con escala de grises. Quintana y García Ángel, por su historial en la narrativa me parecieron escritores apropiados para abordar de una forma más directa y madura el vilipendiado género de los narcos. Incluso estuvieron cerca de lograrlo.

En la película hay una presencia fuerte de personajes que quieren desmarcarse del narcorrelato tradicional: la empleada doméstica, los jardineros, una universitaria prepago, gente que toca tangencialmente este mundo del crimen, personajes más cercanos a los espectadores. También vale la pena destacar que personajes como don Óscar, el capo venido a menos, tiene un problema común, quiere tener hijos pero es estéril y su esposa, sin que él lo sepa, está embarazada. Por último tenemos al personaje con más potencial y que por esto mismo decepciona más que los demás: Bobolitro, el lavaperros en cuestión.

Se llama Ignacio pero todos lo tratan por el apodo. Cuida la casa y baña a los perros. Aunque nadie lo respeta nunca trata mal a nadie. Parece tener dificultades cognitivas, en su tiempo libre lee la biblia, va a misa cuando tiene descanso y su novia es una prostituta vieja. Lo retratan como la inocencia y la bondad encarnada. Insatisfechos con esta caracterización le dieron un giro: Bobolitro en el fondo es un fanático religioso de una iglesia de garaje, es más inteligente y perceptivo que los demás y, aparte, es un asesino sanguinario y sádico.

Así como crearon un personaje entrañable, nos tiraron la puerta en la cara y nos dejaron sangrando la nariz. El resplandor de complejidad que despide este personaje se apaga al final para revelarnos una caricatura más en la historia del cine colombiano. Con el mismo empeño que intentan desmarcar a los personajes, los deshumanizan luego. En un proceso de regresión creativa, los personajes que parecen legítimos deforman en cliché.

En la primera escena hay un diálogo entre El pecoso y Duberney. El primero es un mafioso de la vieja escuela y el segundo, uno joven que creció admirándolo. Desde el principio la película lo anuncia, aquí hay un cambio generacional, constantemente los personajes hablan de las diferencias entre don Óscar y Duberney. El degollamiento de El pecoso parece una promesa: “vamos a matar esos narcos viejos”. Pero la promesa de ahí no pasa.

Destaca de esta película la cantidad de escenas irrelevantes y de personajes que desfilan por la pantalla sin aportar al argumento o al tema. El ejemplo más claro es el de los dos obreros que hay al frente de la casa de don Óscar, son policías encubiertos que lo están vigilando y esa es la única información que aportan. Pero queman tiempo en pantalla como nadie más, protagonizan la secuencia de persecución menos emocionante y peor montada que he visto en años y además siguen apareciendo cada tanto, sin ningún motivo, exclusivamente a echar chistes —como comentario al margen, algunos que destacan por racistas y flojos.

La complejidad argumental de Lavaperros solicita un elenco grande. Por complejidad me refiero a la gran cantidad de líneas narrativas que componen el argumento. A continuación las menciono: la principal, la deuda que tiene don Óscar con Duberney, la subtrama del intento de don Óscar por tener hijos, la del jardinero que encuentra la caleta con los dólares de don Óscar, los ya mentados policías y, por último, Bobolitro y su locura repentina pero anticipada. Pese a haber tantos personajes y líneas argumentales, todas carecen de peso dramático.

Me sorprende que un guión escrito por dos profesionales posea estos errores de novato. Sus personajes se sienten desdibujados porque no tienen necesidades ni objetivos claros desde el inicio, sino que los adquieren o nos enteramos de cuáles son en el último tercio de la película. Las excepciones a este gazapo argumental son objetivos que no tienen desarrollo, como el de los policías, o no reciben atención, como el deseo de don Óscar de tener hijos. Por esta razón, durante gran parte de la película vemos a los personajes deambular sin mayor propósito hasta que, a partir de un punto de giro arbitrario, a todo el mundo le da por buscar la plata encaletada de don Óscar.

El clímax amarra bien las líneas argumentales y los últimos minutos están muy bien logrados, son divertidos, tensionantes y poseen un tono satírico que raya en lo absurdo. Pero este logro en términos de realización queda igualmente curtido, ya no por cuestiones argumentales sino temáticas.

En una escena hacia la mitad de Lavaperros, Bobolitro asiste a un culto cristiano. En medio de un éxtasis místico repite a gritos “Aleluya” y agita sus manos en el aire como empuñando una pistola, esto anticipa bien el clímax. El tiroteo en la iglesia del final, animado por la banda de la misa cuyos miembros parecen poseídos por el diablo es una escena osada y divertida, pero tiene un elemento que no termina de calar. Al incluir una posesión demoniaca, al sumar a su narración este personaje adicional, el diablo, los autores liberan a los personajes de su responsabilidad y agencia. Si Satanás está detrás de esta masacre los involucrados tienen cómo excusarse. Así de fácil quedan redimidos los pecados de Bobolitro y del resto del elenco. Si la premisa implícita con la que se contó esta película es que el diablo está detrás de todo el mal de los hombres, esta película no representa una contribución para el narcorrelato sino un retroceso.

Regresemos a la primera escena, la conversación entre Duberney y El pecoso. Quintana y García, responsables del guión, son voces aún frescas de las letras nacionales. En esta ocasión tuvieron la oportunidad de ser el Duberney de ese Pecoso despreciado del cine colombiano, las narcopelículas, pudieron proponer una forma alternativa de contarlas. Acá se comportaron como don Óscar, erráticos, temerosos de perderlo todo, con los días de gloria a sus espaldas, llenos de culpas, a la espera de su verdugo.

Así como el clímax de esta película exime de responsabilidad a los implicados, yo eximiré también, por ahora, a estos escritores. Supondré que hubo mano negra, tal vez modificaciones de parte de la dirección, tal vez influencia de los productores o incluso, por qué no, participación del propio diablo.

*Escritor – Realizador de Cine.

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Mulán, un personaje decadente

Viaje al fondo de otra ciudad

Se cumplieron, el pasado 8 de marzo, los 10 años del fallecimiento del insigne escritor, poeta, fotógrafo, pintor, director de teatro, actor, dramaturgo, nacido en Manizales, Oscar Jurado (1944-2011). Cofundador del periódico Quehacer Cultural hace 35 años, en su homenaje transcribimos este cuento-crónica (creemos inédito) que nos entregó algún día de nuestras vidas, escrito a máquina y corregido de su puño y letra. Una muestra de su extraordinaria capacidad para escribir, para fabular, para poetizar, para revelar y poner en escena nuestras realidades.

Como en las historias de los agonizantes que deshacen sus pasos y la película de sus días pasa como un auto a 280 kilómetros por hora, salgo a recorrer la ciudad.
Y no sé por qué pienso en ti ahora,
cuando la recorro como si me estuviera recorriendo a mí mismo, caminando sobre mi propia piel semejante a un viejo cuero de vaca extendido al sol y al agua.

No sé por qué pienso en ti ahora cuando de los cafetines y cantinas brotan vómitos de cerveza y música que me dejan un ácido sabor trasnochado revoloteando en el cuerpo.
Pero sigo pensando en ti.

Las luces danzan un triste juego sobre las calles leprosas.

Cigüeñas sonámbulas,
las putitas de veinte pesos suben sus faldas más arriba de la rodilla y apoyan su pie izquierdo sobre la pared cansada de sostener tantos sueños de manta de retazos, catre y mantel de plástico a cuadritos.

Abrazadas, sosteniéndose la una a la otra, dos sombras ascienden la quejumbrosa escalera del hotelucho para untarse mutuamente de soledad sobre una amarillenta colcha de crochet. Desde la pared del fondo y con cara de impotencia, la imagen de la virgen las mira como a dos condenados.

Plaza de mercado, abasto, galería, galemba, callejuela, recoveco, ajadas hojas de lechuga
tomates con los vientres reventados,
pálidas naranjas exprimidas haciéndole muecas a la luna.
Chilguetes de aceite rancio,
regueros de orines, sirope, forcha, caldo, chicha, guarapo, aguasangre, sangre, jugos de tomate, mora, maracuyá donde navega el olor a pescado podrido.

Fruta, grano, carne, legumbres y plátanos, plátanos, plátanos, plátanos, plátanos.
verdes, maduros, pintones,
plátanos, plátanos, plátanos,
tirados en el suelo, amontonados sobre los camiones, colgados de los camperos, horqueteados en los esqueletos de las carretillas, clavados sobre las espaldas de los cargadores
plátanos, plátanos, plátanos,
verdes, maduros, pintones.

El ciego tembleque extrae billetes mugrosos y arrugados de todos los bolsillos y los cuenta como si los devorara con los dedos, luego mete la mano por entre las piernas de la niña de nueve años que le ilumina el camino con sus ojos espantados.

El herido sale trastabillando del café, refleja su mueca de dolor en el espejo del asfalto y cae tratando de detener la vida que se le escapa en el pantano de sangre.

Un tango encandilado rueda por el empedrado, hace gestos incomprensibles, araña el vacío con sus uñas de sangre, deja un zapato olvidado en la mitad de la calle y se pierde en las bohemias ojeras de la noche.

Un anciano pederasta que se esconde tras la máscara de sí mismo acaricia tristemente su pequeño bastón cuando cruza el hamponcito caradeángel moviendo rítmico y desparpajado las alas de sus tenis.

El aguarillo compone un largo lamento de milonga en la garganta del hombre solitario que se sonríe de su propia tristeza.

En el torrente de la lluvia que se descuelga por las calles empinadas navegan los sueños de la ciudad alta de altos edificios que fornican con las nubes.
Saint Laurent, Cardin, Azaro, Ungaro, de la Renta, etiquetas, bolsas de plástico, retazos, cajitas, frasquitos, pequeños cadáveres embalsamados de Elizabeth Arden
Coco Chanel hace un alto sobre la pequeña isla de una podrida hoja de lechuga.

Pupi Fashions, Saint Rachel, Triunf, Saint Michel,
diminutos barcos tristes de seda, tul y encaje que dejaron su suave cargamento de voluptuosidad y perfume sobre alguna piel ajada que se consume en la soledad de un cuarto como la llama de una vela.

Extraviado en la maraña de la lluvia y envuelto en el roído abrigo gris-oscuro de las tres de la mañana asciendo hasta el lomo de la ciudad.

Un viejo perro sueña un viejo sueño de perro mientras camina a mi lado.

Carrera veintitrés, gastada espina dorsal de este triste animal echado entre la niebla sin señales de vida,
tigre dormido en cuyas entrañas delira y se retuerce todo un universo clandestino.

Carrera veintitrés, oscuro y triste río donde todos los días, todas las noches a las mismas horas naufragan, lentas y resignadas, como víctimas de un extraño rito, las mismas sombras desvanecidas, las mismas tiesas máscaras que se volvieron grises esperando un carnaval que nunca fue.

Carrera veintitrés, amarga procesión de ausentes bajo guiñadoras luces multicolores que acostadas sobre el asfalto húmedo semejan un cabaret subterráneo que los incita a entrar.

Rígidas y tentadoras muñecas de piel pálida me invitan a danzar en sus pistas de algodón perfumado iluminadas por ensoñadoras luces de neón.

El caminante solitario rastrilla sus zapatos sobre la acera, siente el rasgarse de lluvia a su alrededor y se esconde en el último rincón de sí mismo.

Una mujer, igual a un maniquí tentador escapado de alguna vitrina, no me invita a danzar, sino que aborda apresuradamente un taxi.

La vibración intensa de una noche, el encantamiento de la ilusión, el anhelado encuentro con lo desconocido, ha terminado. Mañana su piel aún conservará un efímero olor dulce que se irá con el baño y su corazón un agrio sabor de culpa que no desaparecerá con el Chanel número cinco.

Insomnes mujeres desnudas, ávidas y rutilantes mariposas de colección, aletean solitarias en sus lechos de frío satín y copulan hasta el delirio con los fantasmas del aire.

Hombres solos, aprisionados entre las cuatro paredes de un cuarto con olor a ropa sucia, sobras de café, colillas de cigarrillo, restos de aguardiente, imaginarias ávidas mariposas revoloteando a su alrededor reclinan su sexo atormentado y extienden su piel por los rincones buscando el aroma de otras pieles.

Bueyes vencidos sobre la pulida y verde pradera de sus ilusiones, cuatro hombres que parecen no tener más apoyo en la vida que los cuatro palos torneados con punta de cielo imposible depositan, por un segundo, todo el peso de su destino en el triste tras tras de las tres bolas que ruedan fatigadas a las tres de la mañana.

Y yo, no sé por qué, pienso de nuevo en ti mientras tantaleo en esta selva de vidrio derretido deshaciendo mis pasos.
Pienso en ti,
y pienso también en todos aquellos sonámbulos que, como yo, entre bostezo y bostezo, se llenaban de niebla los bolsillos y engullían el sandwiche de la noche.
En los que amanecían ateridos abrazados a un taco sobre una mesa de billar.

En los que con la herida del aguardiente aun sangrándoles en la garganta cantaban “uno busca de lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus anchas”.

En los que se echaron la mochila al hombro porque no soportaban esta mierda que se llevaron la veintitrés en los zapatos y hoy la instalan en París, mañana en Amsterdam, después en Estocolmo, o en Berlín para poder seguir siendo ellos, con sus gestos, sus angustias, su pasado y toda la podredumbre que habían acumulado aquí.

En los Raskolnikov que cambiaron sus cuevas de hijos bobos debajo de las escaleras de la casa paterna por una aséptica y panorámica oficina despachadora de aviones en el Kennedy Airport.

En los que se desollaron las suaves y viriles manos acariciadoras de esplendorosas espaldas desnudas en La Bamba y Tico Tico, lavando platos en cualquier restaurante italiano de Nueva York.

En los que para conjurar su eterna hambre llenaron de bolsitas de coca sus estómagos y luego no fueron más que un poco de ausencia tricolor entre las blanquiverdosas paredes de los hospitales de Miami envueltos en esparadrapos y enroscadas mangueritas de plástico.

En los que amanecidos una y otra vez y otra metieron desesperadamente bencedrina en un infructuoso afán de eternizar la noche y convertir la vida en una interminable borrachera.

En los que soñaron con las infinitamente largas piernas de la gran puta de América, en ir al centro y triunfar, en Corrientes y Esmeralda, en Santa Fe y Callao, en acariciar suavemente cada piedra, cada poro de La Boca y Caminito, y los sorprendió el amanecer y una patrulla de milicos llorando al pie del Obelisco con dos termos de café a las espaldas.

En los que se suicidaron tres, cuatro, cinco o seis veces porque no soportaban la luz del día en sus retinas después de alucinadas noches inventando todos los colores del mundo.

En los que se desangraban, desfallecían de hambre o eran degollados por la tos en infectos socavones en medio de montañas de libros, tarros de nescafé y borrosas fotografías de Rimbaud y Verlaine.

Arenales, tico tico, la bamba, cachirula, la cacharro, aurelia, monpa, títere, chucho, de quienes nunca hemos podido saber si los soñamos o ellos nos soñaron a nosotros.
Nombres de doble filo.
Fantasmas habitantes de los más profundos fondos de las botellas de aguardiente, sombras interminablemente acuchilladas por el blanco puñal de leche de los amaneceres,
anochecidos magos creadores de ilusiones que nos hicieron sentir el paraíso en medio de un infierno de muchachas de sonrisas sangrientas.
“Cada día te extraño más” decía la voz gastada de la pianola y el corazón se arrugaba como en el bolsillo la vieja servilleta donde alguna vez escribieron te amo, te deseo.

Los parapetos de guaduas y chambranas cimbran cuando los invaden los movimientos epilépticos de las galladas de El Carmen y Hoyofrío. Pintas bacanas, camajanes braveros de zapatos puntudos, bota catorce, cuellito levantado y motas como hermosas nubes instaladas en la mitad de la frente para que anide el sueño de los pájaros.
Ojerosos y demacrados tirapasos de oficio, de caidalahoja y tijereta, de paso de ganso encalabrador, despertador de sentidos y alborotador, de pasiones, unas veces, y tristón y arrullador otras, como trompo dormido en la palma de la mano.
Rumberos tesos, suaves y cadenciosos, tejen casi en cámara lenta sobre la baldosa empegotada de cerveza y puchos, telarañas de arabescos y figuras imposibles donde quedan atrapadas las colegialas de chanclas de plástico y crespón de ochenta.
El desdentado marica de pelo pintado camina entre la niebla como el fantasma de lo que nunca fue.
“Carita de jazmín decime por qué” canta con voz enloquecida la vieja prostituta en un vano intento por remover el rescoldo de viejas pasiones, el recuerdo de amantes cuchilleros que le fueron dejando heridas como agujas.

Transparente como las alas del sueño, la luminosa serpiente del amanecer enroscada en su cuerpo, La Porcelana navega por la mitad de la calle en un espeso vaho de alcohol.
En un velero fantasma que todos desean pero que nadie aborda porque no se sabe hacia qué ignotas regiones del amor pobladas de cantos de sirenas puede conducirnos.
Delirio de luz, trampa del equilibrio, cómplice del aire, danza con éste un extraño ritual de ausencia y desaparece ante los ojos vidriosos de sus contempladores.

A las cinco de la mañana la calle es un largo bostezo que deja en la boca un amargo sabor a llaves viejas.

El viejo perro semejante a un viejo abrigo extraviado se echa a mi lado y esperamos que el día empiece a romper la magia de esta otra ciudad, de esta otra ciudad de opium, coca y marihuana que ahora son solo nombres de agüitas perfumadas con las que se intenta al amanecer lavar el olor de malos sueños.
La ciudad sigue ahí, entredormida, soñando objetos inútiles, y yo, no sé por qué, sigo pensando en ti.

 

Fondo de Becas de Investigación para estudiantes de Manizales

La Alcaldía de Manizales, la alianza SUMA y Manizales Campus Universitario anunciaron la apertura el próximo 1 de abril de 2021, de la convocatoria para acceder al Fondo Becas de Investigación, el cual se propone apoyar el desarrollo de proyectos de investigación de maestrías:  “se espera poder movilizar a los estudiantes de estudios superiores en diferentes campos del conocimiento y a las universidades de Manizales para que sus objetos de estudio se centren en retos de ciudad que puedan traducirse en soluciones y alternativas enmarcados en los objetivos de desarrollo sostenible y priorizados como sellos verdes”, expresó la Secretaria de Planeación de Manizales, Natalia Escobar Santander.

El programa está dirigido a estudiantes que estén cursando programas de maestría en cualquiera de las universidades que hacen parte del Sistema Universitario de Manizales (SUMA). Son ellas: Universidad Católica de Manizales, Universidad de Caldas, Universidad Católica Luis Amigó sede Manizales, Universidad de Manizales,  Universidad Nacional sede Manizales, Universidad Autónoma de Manizales.

Los ejes temáticos alrededor de los cuales deben desarrollarse los proyectos de investigación son:

CAPACIDADES PARA LA VIDA: Reducción de Pobreza con enfoque multidimensional.

LA VIDA ES BELLA: Salud Mental en Manizales.

CULTIVO MI VIDA: hábitos de vida saludables en la Población.

ENVEJECIMIENTO ACTIVO: Hacer de Manizales una ciudad amable con los adultos mayores. PRIMERA INFANCIA: Queremos una ciudad que garantice el desarrollo del pleno potencial de los niños y las niñas desde sus primeros años de vida.

CIUDAD UNIVERSITARIA: Queremos una ciudad que se consolide como la capital universitaria de Colombia y una ciudad universitaria de referencia en Latinoamérica.

PACTO POR LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA: Queremos una ciudad que salga rápidamente de la crisis y que logre una reactivación económica con una normalidad mucho más justa e incluyente que antes de la crisis.

MÁS EMPRESAS VERDES: Queremos hacer de Manizales una ciudad que facilita las condiciones para la creación y crecimiento de empresas que sean responsables con el medio ambiente y una localización interesante para estas empresas.

MANIZALES DESTINO VERDE: Queremos que Manizales se convierta en un destino turístico de talla mundial, reconocida por sus productos turísticos de naturaleza.

COMERCIO JUSTO: Queremos una ciudad que reconozca el valor del campo y que apueste por sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes.

ECOSISTEMA DE TRANSFORMACIÓN DIGITAL: Queremos una ciudad que utilice la tecnología y la innovación para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

RED DE MOVILIDAD ACTIVA: Queremos una ciudad con un entorno que garantice equidad entre los ciudadanos y la inclusión y seguridad para todos los actores viales, especialmente los peatones y ciclistas.

SISTEMA INTEGRADO DE TRANSPORTE: Queremos una ciudad con un sistema de transporte integrado que incremente la calidad de vida, proporcione acceso a todos los ciudadanos y reduzca el ruido y las emisiones contaminantes.

RED DE PARQUES VERDES: Queremos una ciudad con una red de parques que sean ampliamente utilizados por los ciudadanos, que propicien el ejercicio de la ciudadanía y favorezcan a apropiación del espacio público y del disfrute colectivo.

MANIZALES BIODIVERCIUDAD: Queremos una ciudad que proteja e integre su estructura ecológica principal, reconozca su biodiversidad urbana e impulse una ciudadanía ambiental.

VIVIENDA SOSTENIBLE: Queremos una ciudad en donde todas las personas accedan a viviendas de calidad y a equipamientos urbanos mejoren su calidad de vida.

INNOVACIÓN PÚBLICA: Queremos incrementar la transparencia y efectividad de la gestión pública mediante la adopción de la tecnología, la promoción de la participación ciudadana y la apertura a la creación de soluciones con inteligencia colectiva.

El programa seleccionará 50 proyectos, cada uno recibirá incentivos por 8 millones de pesos distribuidos así: 4 millones en efectivo para apoyo a la investigación y 4 millones representados en descuento a la matrícula de los autores de la investigación.

La convocatoria de la I Cohorte estará abierta desde el 1 de abril de 2021 hasta el 31 de mayo de 2021.

Conozca los términos de la convocatoria en https://manizales.gov.co/wp-content/uploads/Manizales-Innovadora.pdf

Monstruos en papel

El Centro Cultural Banco de la República de Manizales comenzó a  reabrir sus servicios al público de manera presencial con la exposición “Monstruos en papel”, una muestra de obra gráfica de la Colección de Arte de la institución, bajo la curaduría del artista y actual director del Museo de Arte Contemporáneo de Perú, Nicolás Gómez Echeverri: “El artista tiene un poder inmenso como creador y ese poder la permite transformar, transfigurar, le permite tocar fibras, le permite entrar a dimensiones de la ética. El poder del artista viene de su capacidad creadora y de esa capacidad creadora ha hecho un repertorio inmenso de monstruos”.

En esta exposición dialogan obras de artistas colombianos y latinoamericanos fechadas entre 1960 y 1990. Son ellos: Débora Arango, Jim Amaral, José Luis Cuevas, Pedro Alcántara Herrán, Lorenzo Jaramillo, Wifredo Lam, Norman Mejía, Roberto Matta, Régulo Pérez, Augusto Rendón, Luis Ángel Rengifo. Curaduría: Nicolás Gómez Echeverri

IVONNE PAOLA MENDOZA (IPM).  Gerenta Centro Cultural Banco de la República de Manizales.

“La reapertura de las instalaciones es un momento de muchísima alegría. Para el Banco significa la oportunidad de expresar la emoción, el afecto de volver a encontrarnos con nuestros usuarios, con nuestros públicos. Muy afortunados en Manizales tener obras originales de la colección de arte del Banco. Creo que es un privilegio que nos emociona aún más y además con un tema que tiene que ver con todo esto que estamos pasando, con lo que vivimos el año pasado, que es el tema de los monstruos. Esta coyuntura nos permitió sentir que en la vida nos enfrenta a esos monstruos internos, el mismo coronavirus como un monstruo. Que la exposición “Monstruos en papel” sea una oportunidad para charlar sobre los monstruos me parece magnífico. Así que muy felices”.

VÍCTOR JURADO. (VJ). Profesional Gestor Cultural Centro Cultural Banco de la República de Manizales

“La exposición “Monstruos en papel” representa una oportunidad de encuentro, una oportunidad de volver a generar diálogos y volver a conversar sobre esa realidad que vivimos a diario, pero también en pensar cómo proyectarnos a partir de un discurso que nos proporciona la exposición. Es sobre todo una excusa de esperanza. Nos permite una exploración interna de como a través del arte podemos pensarnos a nosotros mismos y cada día generar reflexiones que nos lleven a repensarnos”.

REAPERTURA INSTITUCIONES CULTURALES

IPM. “Todos los artistas y gestores culturales de Caldas y de Manizales hicieron un esfuerzo impresionante por mantener la actividad cultural cuando nos confinamos y después de que el confinamiento se fue reduciendo fueron muy generosos entregándonos contenidos virtuales de música, de teatro, de literatura. Creo que con esta reapertura de muchos espacios culturales de la ciudad, llegó la hora de que el público se acerque nuevamente y le de al artista la posibilidad de sentir el aplauso, la crítica. Llegó el momento de una corresponsabilidad para esa maravillosa generosidad del mundo del arte en nuestra ciudad. Los artistas y las instituciones culturales necesitamos de la presencia de nuestros públicos, es parte del sentido de nuestra existencia así que la ciudadanía manizaleña seguramente vendrá a acompañarnos.

En el Banco encontrará todos los protocolos de bioseguridad, además encontrará las salas de lectura. Bienvenidas las personas que quieran tomarse un reposo de la vida y venir a leer e investigar. Mantenemos también los servicios abiertos desde el mes de octubre que son préstamo externo, referencia virtual y préstamo de las maletas viajeras. La programación de talleres, conferencias sigue siendo 100% virtual y seguramente el Banco en la medida que las condiciones lo permitan irá abriendo de manera gradual y segura otros servicios”.

VJ. Es un proceso lento porque tenemos que avanzar en la medida que vamos disminuyendo el tema de los contagios. Frente a las entidades culturales siento que están dispuestas, siento que quieren organizarse y siento que quieren llegar a los públicos. Al mismo tiempo siento que los públicos están un poco tímidos, pero es normal. Es un proceso que necesita tiempo para que estos espacios vuelvan a ocupar el lugar que ocupaban antes de la pandemia”.

Reservas a través de https://www.banrepcultural.org/cultural-del-cuidado/museos-de-arte-salas-y-exposiciones/programa-tu-visita

Mayor información en vjuradlo@banrep.gov.co o al teléfono 8858515 Extensión 6103

 

 

Centro de Museos, virtual

El Centro de Museos de la Universidad de Caldas avanza en su proceso de virtualización gracias a la apoyo del Centro de Ciencias Francisco José de Caldas, Makerspace y Vivelab.

La Directora del Centro de Museos, Carolina Aguirre Tapasco, comenta que la idea del proyecto es que los usuarios puedan navegar entre todas las exposiciones y salas del museo por medio de fotografías en 360 grados. Agrega que adicional a lo anterior, las personas encontrarán paisajes sonoros y diversos recursos que harán que la experiencia sea más interactiva.

Cuando finalice el desarrollo del proyecto, los usuarios podrán encontrar:

  • Sala de Arqueología, con objetos arqueológicos que permiten el acercamiento a un pasado prehispánico de más de 2.000 años de antigüedad del Eje Cafetero, parte del Valle del Cauca y Antioquia. La colección de arqueología es la más grande del Museo con más de 5 mil piezas inventariadas.
  • Sala de Historia Natural, una colección que evidencia la mega diversidad en fauna que posee Colombia. Especímenes entre insectos, aves y mamíferos que recuerdan la fragilidad de sus ecosistemas y la inmensa responsabilidad que se tiene para educar en preservación y conservación.
  • Sala de Geología y paleontología, un espacio para viajar en el tiempo y a través del mundo. Permite entender el origen y la evolución de las formas de vida a partir de rocas, minerales y fósiles de millones de años. Acá encontrarán la estrella del museo, un fósil de Gliptodonte que hace parte de la era cenozoica y que tiene 13 millones de años de existencia.

La Directora del museo menciona que el montaje digital y la fotografía 360 grados están a cargo del Makerspace; mientras que la realización de los paisajes sonoros, imagen y marca del Centro de Museos es realizada por el Vivelab.

Más del Centro de Museos aquí.

Mujeres de teatro en Manizales. YOLANDA ARIAS

A la artista Yolanda Arias Gómez no se le queda espacio de su vida sin llenar: bailarina, coreógrafa, actriz, directora, gestora cultural. Levantó, literalmente, con su esposo el poeta Uriel Giraldo la Sala de Teatro El Escondite en un rincón del pintoresco barrio Chipre Viejo de Manizales.

En El Escondite, un escenario para el arte y la cultura que se ha vuelto icónico en Manizales, Yolanda, acompañada de un diligente equipo de trabajo, mueve los hilos con su destreza de mujer comprometida, para que las herramientas tecnológicas, logísticas y administrativas den forma a los procesos creativos que desde allí se gestan, desde el teatro, pasando por la danza, la literatura, la música…

Yolanda es Trabajadora Social, “lo que me ha permitido una mirada social del trabajo artístico y cultural”. Estudiante especial del Programa de Artes Escénicas de la Universidad de Caldas, profundización en actuación y dirección. En su papel de actriz y bailarina se ha destacado en los montajes: Juego de manos; El triciclo, Fusión, Entre perro y lobo, Soliloquio del individuo, Aquel amor ya nostalgia, Matachín matachinero, Sueño y memoria, El laberinto.

Sus emprendimientos la han llevado a crear y dirigir proyectos tan importantes tanto para el desarrollo cultural de la ciudad como para su carrera artística: Grupo A Cántaros Danza, Sala de Teatro El Escondite, Festival Internacional de Danza “Dos Caminos Un Encuentro” y laboratorios teatrales en construcción de tejido social del Ministerio de Cultura.

Con toda la autoridad que le da esta invaluable trayectoria asegura que ser artista mujer no es nada distinto a ser una ciudadana con derechos y deberes. “Día a día hay que levantarse a cumplir la jornada, luchar con ahínco por lo que se quiere, saludar al vecino y recibir el aire fresco que viene del nevado. Como dice Fernando Linero: ‘Lo mío es tan importante como lo del panadero, tan nutricio, tan real’”.

Dice que ha vivido discriminación más que por la condición de mujer, por el oficio del teatro. “La exclusión, a veces de forma sutil otras más evidentes, se vive en organismos oficiales que por estar politizados descartan y subvaloran a los trabajadores del arte y la cultura que no somos de sus corrientes políticas coyunturales. El arte, por esencia, desobedece, crea sus propias búsquedas e incomoda. Por eso mismo, se discrimina”.

Cuando hablamos de la pandemia que ha afectado de manera tan abrupta y tan grave los procesos del sector cultural, considera que la coyuntura ha generado nuevas dinámicas que aún no terminan de consolidarse, con la consecuencia que se tardará un tiempo en recomponer sistemas de creación y circulación, en un medio socio-cultural que rompió las rutinas de las personas y las deja en la incertidumbre de su futuro inmediato.

Para esta artista el cierre prolongado de los teatros y ahora el reinicio de actividades presenciales con un aforo del 30%, es un golpe muy fuerte. “Sólo el compromiso con el oficio, una disciplina férrea y una inyección presupuestal del Estado, harán que el teatro continúe su camino”, afirma.

Y como pasa con la esencia del arte, Yolanda Arias también perseverará en su papel de siempre, cual es, lo asevera: “crear, trazar caminos, cultivar el noble oficio de la persistencia, y cual Penélope, tejer y destejer historias, avizorando otros mundos. La mujer da al teatro el contraste entre lo denso de la piedra a esculpir y la levedad de la ensoñación”.

 

 

Abandonos

En 1964 fue fundada en España, por Camilo José Cela, la editorial Alfaguara  y al año siguiente establecieron el Premio Alfaguara de Novela. Este premio ha sido obtenido por varios escritores colombianos como Laura Restrepo con su obra Delirio en el 2004, Juan Gabriel Vásquez con El ruido de las cosas al caer en el 2011, Jorge Franco con El mundo de afuera en el 2014, y ahora después de seleccionar entre 2.428 manuscritos, de los cuales había 1.293 de España, 419 de  Argentina, 259 de México, 187 de Colombia, 88 de Perú, 74 de Estados Unidos, 73 de Chile y 35 de Uruguay, presentados a la XXIV edición, ha sido escogida la obra de la colombiana Pilar Quintana, Los abismos.

Pilar Quintana (Cali, 1972), quien en la Universidad Javeriana de Bogotá estudió Comunicación Social, ha  trabajado como libretista de televisión y redactora de textos publicitarios. A mediados del 2000 salió a viajar por el mundo y regresó a los tres años, para radicarse con su pareja en Juanchaco, en el Pacífico colombiano, en donde estuvo por nueve años, en medio de la selva y el mar.

Como reconocimiento a su trabajo literario, además de haber recibido IV Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana, acaba de ser considerada finalista con su libro La perra, en la categoría de novela traducida de los National Book Awards ( prestigioso premio que desde 1950 ha sido ganado por escritores tan connotados como William Faulkner, Pillip Roth y Cormac McCarty) (Random House, 2017). Esta obra ha sido traducida al inglés, danés, holandés, italiano, alemán, griego, hebreo, francés, portugués e islandés.

En La perra, encontramos un descarnado relato en el cual afloran de manera peculiar las diferencias sociales en un lugar que para unos, por la eventualidad de su permanencia, es paradisiaco, y para otros no lo es tanto, pues la forma de habitarlo, de ganarse la vida, de los peligros que los acechan, con un mar tan violento y una selva tan inhóspita, hacen más penosa su subsistencia.

Nuestros personajes Damaris y Rogelio, unieron sus míseras vidas buscando algo de compañía, sosiego y de pronto algo de comprensión. El soldado que prestaba servicio militar en esa lejanía del Pacifico, Juanchaco, preñó a su mamá y las dejó antes de ella nacer. Desde que tuvo conciencia empezó a sentirse abandonada, cuando su madre tuvo que dejarla para ir a trabajar en casa de una familia en Buenaventura al cuidado de su tío:

            Damaris tenía cuatro años, un vestido heredado que le quedaba chiquito y dos trenzas cortas y paradas en lo alto de la cabeza como antenas. En esa época no había muelle ni lanchas rápidas sino un barco que venía una vez a la semana y la gente abordaba desde potrillos que salían de la playa. Damaris y el tío estaban en la arena y su mamá en la línea en donde rompían las olas, con los pantalones remangados. Seguramente estaba a punto de montarse en el potrillo que la llevaría al barco, pero lo que Damaris guardaba en su menoría era a su mamá alejándose a pie mar adentro hasta que se perdió de vista. Era uno de sus recuerdos más viejos y siempre la hacían sentirse sola y llorar.

Los recuerdos dolorosos fueron los que la acecharon, pues cada  vez que se sentía bien, algo turbaba esa felicidad. La vecindad con los señores Reyes, Luis Alfredo y Elvira, que vivían en Bogotá y habían decidido establecer en esa belleza de sitio, como todas las personas pudientes, su vivienda de veraneo; disfrutaban su estadía con su hijo Nicolasito. Como el alma pura de los niños no conoce diferencias, por la proximidad de su vivienda llegó a ser su amiga. Entre juegos y exploraciones establecieron su inocente relación, la cual a los ocho años les permitía disfrutar la libertad que brinda la imaginación y propicia el medio que invita a ser descubierto, sin percatarse de los peligros que acechan y que truncó dolorosa e inesperadamente esa relación.

            Damaris y Nicolasito llegaron solos a su destino, un punto bajo y lleno de peñas donde las olas lamian el acantilado. Al principio se quedaron tranquilos mirando unas hormigas arrieras que bajaban por un árbol en fila y cargadas con pedazos de hojas. Eran grandes, rojas y duras, con puntas filudas en la cabeza y el lomo. “Parece que tuvieran armaduras”, dijo Nicolasito. Entonces se acercó a las peñas diciendo que quería que el rocío de las olas lo mojara. Damaris trató de impedirlo, le explicó que era peligroso, le dijo que en ese lugar las peñas eran resbalosas y el mar traicionero. Pero él no hizo caso, se paró sobre las peñas y la ola que reventó en ese momento, una ola violenta, se lo llevó

            La imagen quedó grabada en la memoria de Damaris así: un niño blanco y alto frente al mar, a continuación el chorro blanco de la ola y luego nada, las peñas vacías sobre un mar verde que a lo lejos parecía tranquilo. Y ella ahí, junto a las arrieras, sin poder hacer nada.

Toda esa desolación debía ser colmada de alguna manera y fue así como a sus dieciocho años se juntó con Rogelio, un pescador lugareño, con quien pretendió establecer una familia, pero los años iban pasando y ella no quedaba embarazada. A pesar de muchos brebajes, sesiones con curanderos, infusiones y operaciones con jaibaná incluido, nada ayudó ni a Damaris, ni a Rogelio. Esa frustración por su infertilidad creyó compensarla de alguna manera con una cachorrita que le regalaron y llamó Chirli, a la cual dedicó toda la ternura que tenía reservada para el hijo que nunca tuvo. Le brindó todo la ternura requerida y la cuidó desde el comienzo pues sabía de las mañas de su marido, respecto de los perros, aun los propios:         

            Ninguno se acercaba a Rogelio y todos desconfiaban de la gente, pero Olivo no se acercaba a nadie y desconfiaba tanto que no comía si había personas a la vista. Damaris sabía que era porque Rogelio aprovechaba cuando estaban comiendo para llegar hasta ellos sin que se dieran cuenta y agarrarlos a latigazos con una guadua delgada que tenía solo para eso. Lo hacía cuando habían hecho algún daño o porque sí, por el placer que le daba pegarles. Además Olivo era traicionero: mordía sin ladrar y por detrás.

En la narración se va pasando casi imperceptiblemente del amor al odio, de la docilidad a la resistencia, del fervor a la indolencia y del interés a la apatía, en todo tipo de relaciones. Vemos seres humanos casi salvajes, no solo en sus actitudes, sino en sus comportamientos. Sobresalen las pequeñas satisfacciones logradas con mucho sacrificio, que son las más perdurables, el primar el ser, sobre el tener y el concepto de lealtad como acompañamiento al abandonado, y como muestra la irreflexible decisión en la azarosa búsqueda del animal perdido o escapado:

            Damaris fue a la cabaña, se puso las botas pantaneras, agarró el machete y la linterna y se metió en el monte donde habían andado los perros. En ningún momento sintió miedo de todo lo que daba miedo en esa selva: la oscuridad, las equis, las fieras, los muertos, el finado Nicolasito, el finado Josué y el finado señor Gene, los espantos de los que había oído hablar cuando niña… Tampoco se asombró de su valentía… La rozaban cosas ásperas, peludas o con espinas y ella brincaba creyendo que era una araña, una culebra de las que vivían en los arboles o un chimbilaco chupador de sangre, pero no la mordió nada, solo la picaban los zancudos…

Cuando mas sola estaba, más triste se ponía, por la incomprensión de unos, los recuerdos lacerantes, la miseria acechando y las decepciones que le traían sus cuidados hacia su perra; no lograba estabilizarse, su sufrimiento no compartido la asfixiaba y no sabía cómo reaccionar:

            Pensó en Rogelio, que estaba en un bote miserable en medio de la furia de esa tempestad, sin nada más que un chaleco salvavidas, una capa de lluvia y unos plásticos para protegerse, pero se preocupó mas por la perra, allá afuera en el monte, empapada, aterida de frio, muerta de miedo y sin ella para socorrerla, y volvió a llorar.

Esta situación de penuria en medio de la opulencia de los turistas, contrasta con la belleza de las playas cuando se está de paseo y la violencia de las olas cuando se está a la intemperie a media noche buscando el sustento diario, lo mismo cuando se va de aventura por los senderos ecológicos y el afrontar en forma constante los acechos de fieras y bichos salvajes de esa temible selva.

La actitud de Damaris frente a la vida, su deseo de salir adelante a pesar de las dificultades, fracasos y decepciones, no solo es admirable, sino que constituye una muestra de coraje y decisión, que a no dudarlo la llevará a salir airosa de tanto infortunio. Siempre habrá un amanecer.

*Profesional en Filosofía y Letras Universidad de Caldas

Mundo natural

Casting

Apuntes de arte rupestre (dibujo de TiN).

Este escrito me lo envió mi amigo El Chamán de Oficina, quien dice que lo manda desde cualquier lugar de las montañas del «Territorio TiNbaya». Lo comparto con ustedes, aclarando que su contenido es de exclusiva responsabilidad del autor:

Varios jóvenes caminan por los alrededores de la Plaza de Caicedo, en Cali; sus huellas imprimen en el pavimento ansiedad, temor y hambre… sí, hambre, pues lo que están realizando se emparenta con las rutinas ancestrales de cazadores en busca de comida. Se comunican por señas y hablan en voz baja mientras sus miradas se ocultan en párpados entreabiertos y ojos que agudizan la vista ubicando las presas… unas palomas que se agolpan en torno a la estatua en el centro de la plaza. Estos seres humanos ‹modernos› están cazando.

La noticia en los periódicos salió hace poco comentando sobre la captura por parte de la policía de un grupo de muchachos que estaba cazando palomas en la Plaza de Caicedo de la ciudad de Cali, porque en sus hogares no había qué comer. Lo primero que sentí cuando la leí fue angustia, pues pensé en la situación extrema que estaban viviendo estas personas y sus familias; todo aunado al contexto de la pandemia. Era un regreso a los tiempos de las culturas de recolectores y cazadores, pero en el siglo XXI, y en la ciudad, una ciudad moderna.

El hambre y las pestes nos están llevando a adquirir comportamientos del medioevo y de la época de las cavernas, y no solo a las personas, también a los animales… como lo reflejan otros titulares de estos últimos días: ‹Niña devorada por jaguar en Norte de Santander›, ‹Pandilla de perros está matando felinos en Anserma›, ‹Queja en zona rural de Pácora por muerte masiva de gatos›, etc… y este tipo de situaciones se está dando a nivel planetario.

¿Es un regreso al mundo natural?, creo que sí. Frente al colapso económico, social y cultural global de un sistema basado en la dominación-depredación de la naturaleza, la ambición y el consumismo; esta (la naturaleza) regresa con todo su poder reclamando el lugar que le corresponde como verdadera creadora, y no a ese Dios que la abandonó y se creyó más grande y omnisciente estableciendo reglas de dominación basadas en racionalismos políticos, sociales, económicos y culturales.

El mundo natural nos invita a que volvamos al regazo de la Pacha Mama, al diálogo en la conciencia universal de todas las cosas, incluidos nosotros. Las piedras, los montes, el agua, la luz, el universo… nos reclaman, en un peregrinar de hijos pródigos… Estos son los tiempos de nuevas realidades, porque, ¡sí!… se le ha quebrado la espina dorsal al mundo lineal, homogéneo, uniforme y surgen otras dimensiones, diversas, abiertas… Esta es la lucha en la que estamos, en medio de predicciones aterradoras que anuncian las guerras por el agua (en menos de veinte años las dos terceras partes de la humanidad no tendrán agua), de cambios climáticos que no es necesario anticipar, porque estamos en medio de ellos…

Ya no me interesa pensar si son conspiraciones o no… es que esas cosas están sucediendo… yo las vivo y las siento, en mí, en mi familia, en las personas que hacen parte de mi círculo social. Solo queda recurrir al susurro del viento, al murmullo del bosque, al fluir del agua, para buscar ese equilibrio que perdimos cuando abandonamos a la Madre Naturaleza en su sabiduría protectora… ¡Ahí está la montaña!… el axis que nos volverá a comunicar con lo sagrado del cielo y la tierra, con los espíritus y con nuestra alma.

Desde cualquier lugar de las montañas del Territorio TiNbaya, febrero 28 de 2021»

*  Poeta, anacronista y pintor; editor de «ojo con la gota de TiNta (una editorial pequeña e independiente)».

Extensión Cultural UManizales amplía cobertura

Con la participación de 210 estudiantes de programas presenciales, virtuales, nocturnos, especialización, egresados, docentes y administrativos el área de Extensión Cultural, de la División de Desarrollo Humano de la Universidad de Manizales registra una ampliación de su cobertura en todos los estamentos de la Universidad de Manizales.

Además, estudiantes de otras universidades que pertenecen al convenio Suma también acceden a estos servicios de Extensión Cultural, ya que gracias a la iniciativa “Sumarte” pueden vincularse en intercambio con las diferentes universidades de la ciudad.

“En medio de la pandemia encontramos la oportunidad de abrir la oferta cultural para todos los estamentos. Empezamos a llegar más fácil a estudiantes de las diferentes modalidades que por sus horarios no podían acomodarse a nuestros programas presenciales”, afirmó Catalina Buitrago Ocampo, coordinadora del área de Extensión Cultural.

Para este primer semestre se vincularon 65 personas nuevas a los semilleros de danza, de cantantes, de guitarra, de teatro, de dibujo, a los coros y al grupo de comedia de la Universidad de Manizales.

“En los acercamientos y encuentros con las personas nos dicen que es muy importante para ellos pertenecer a estas actividades, que les ha ayudó mucho en el tiempo de confinamiento estricto porque eran espacios en los que podían distraerse y mejorar la salud mental”, señaló Catalina, quien además es la coordinadora del coro UManizales y del semillero de canto de la Institución.