El fantasma de un amigo                                     

Desperté llorando; sin embargo, no era una pesadilla, a veces los sueños nos devuelven instantes de profunda conmoción que traen sobrecogimiento, sueño casi siempre en la madrugada, pero por una extraña razón, esa vez, los ojos envueltos en lágrimas se me abrieron descubriendo la luz de la mañana, escuché entonces su voz, es domingo dijo, y su vocablo tan familiar y a la vez tan distante me levantó de la cama, estaba sentado en la vieja silla, mirado por la ventana. Cerré los ojos y me sequé las lágrimas con la sábana, miré de nuevo al rincón y allí continuaba con su viejo aire de grandeza y frescura de la infancia, me senté sin dejar de mirarlo, aquí estoy de nuevo, agregó y lo vi sonreír como cuando jugábamos en el patio; estás envejeciendo bien le dije, era un muchacho guapo y elegante, tenía un brillo particular en los ojos y las mejillas rosadas.  Se levantó de la silla y descubrí que me superaba en estatura, se me acercó despacio, un abrazo enano, esta cuarentena te está sacando canas, me estiró los brazos y nos abrazamos fuerte en una bienvenida interrumpida por el grito de mi madre.

Desayuné en su compañía mientras mi vieja me hablaba de la interminable telenovela turca; él, sentado a mi izquierda, la escuchaba con atención, ¿jamás podrá verte? le pregunté, no, me dijo él mirándome a los ojos, es una bella mujer, tiene un semblante de dulce derrota y a la vez un incomparable aura de nobleza, no te mereces una madre como ella, se levantó y le beso la frente, mamá se frotó los brazos y me dijo que tenía frío, subió a su cuarto por un abrigo y cuando estuvimos solos, como si ella lo escuchara, me preguntó en un tono muy suave y ridículo: ¿Te quedarás toda la vida en esta casa? Lo hizo con el único objetivo de molestarme, como cuando me retaba a saltar una cerca o cruzar una calle oscura en un viejo y peligroso barrio, ante mi indecisión empezaba a batir los brazos e imitar el cacareo de una gallina.

La tarde la pasamos encerrados en el cuarto hablando de política, jamás me imaginé oírlo hablar de la importancia de tener un punto de vista sólido en estos tiempos de pandemia, de conmoción interior. Eso fue lo que dijo, estamos en una bella revolución interior, ¡qué tiene de bella! Le refuté, se rascó la cabeza y lo recordé cuando jugábamos ajedrez y se enfurecía cuando adivinaba sus jugadas maestras, éramos solo niños. Fue entonces cuando pensé que algo se traía entre manos, si regresó fue por algo, lo interrogué con sutileza y tacto, a pesar de los años, lo sentía cercano, como si sus años de ausencia fueran solo minutos, me planteó que valía la pena pensar en el por qué de todo esto, las verdaderas consecuencias sociales del encierro, el aislamiento social, teorizó y concluyó. Me habló de la ciudad e insistió que en Manizales no pasaba nada, que todo se había detenido en una mediocre insistencia por repetirse una y otra vez, le insistí que ahora todo era distinto, que la ciudad no estaba en manos de unos cuantos, que ahora  teníamos internet y un equipo de fútbol con una Copa Libertadores en el mostrador, le insistí que ya se había descubierto que el letargo de la comarca no era culpa del agua potable, como lo afirmaba el poeta y filósofo Mario Armando, se me burló en la cara, se miró en el espejo junto al  closet y desde luego, no percibió su reflejo, yo imaginé verlo posando con mi ropa como lo hacía de niño,  su imagen jamás se proyectó en ese espejo.

Brindamos por el fracaso, por lo que no merecemos, por lo que no nos pertenece, pues esta vida solo es un tránsito de cosas prestadas. Cantamos un par de canciones mamertas e hicimos gemir mi destartalada guitarra, bailamos y recitamos poemas de Cesar Vallejo, recordamos las largas y tonificadas piernas de Lucía, su perfume de mango maduro, sus labios como una promesa de octubre, descubrimos que ella siempre será lo mejor de este mundo, aunque nos haya devorado el corazón a la parrilla y con papitas fritas. Reímos juntos y desconfiamos el uno del otro, entendiendo que en este veinte veinte es importante detenerse, respirar a pesar de tener las manos embadurnadas de gel desinfectante.

Al caer la noche, lo descubrí husmeando en mis cosas, burlándose de los objetos inútiles acumulados en todos estos años, mis  recuerdos y fatigas materiales, piedras de los  caminos, nada que valga la pena, cuántas baratijas comentó, que ridículo tesoro, jamás has logrado algo concreto, todo lo tuyo sigue siendo efímero, añadió en su retahíla, insistiendo en que el arte y el teatro habían sido mi condena, debiste haber salido de esta ciudad de señoras de peinados altos, mentes estrechas e hijitos fantoches, con ínfulas de gamonales españoles, amantes del paso doble y al mismo tiempo del tango, carangas resucitadas y ricos vergonzantes educados con la enciclopedia Larousse, debiste dejar esa artesanía que aquí no tiene sentido, recuerda que en estas laderas, nada ha de germinar, pues la envidia es el alimento de los cangrejos  que con sus tenazas impiden que sus semejantes salgan del mismo balde.

Se detuvo un buen tiempo en los viejos libros y con una nostalgia de elefante, repasó con las manos la caratula de los reyes malditos, el Ulises lo estremeció de pronto y empezó a examinar la página donde años atrás dejó la lectura. Escucharlo fue como devolverse en el tiempo y reconocerlo, sí, ahora era más puntual en la palabra y más agudo o hiriente, aún era un niño. De repente le dije sin saber por qué él también tenía que liberarse de muchas cosas. Liberarse no es tan fácil, me respondió haciendo una mueca y silbando una canción de Silvio Rodríguez. No toques mis manuscritos, le grité cuando levantó la resma de papel morada de mi novela inconclusa, lo vi enrojecido lanzando el papel por los aires y gritando con más fuerza, no voy a leer esta porquería, si no he leído a Borges, por qué he de detenerme en la mierda de un eterno adolescente. El más grande distraído.

Jamás me sentí tan ofendido, sobre todo porque durante años fue a él, a quien le leí exclusivamente las obras de teatro, los cuentos, los lacrimógenos poemas, los secretos insignificantes, me sentí desilusionado aún sabiendo que, como dijo Dylan Thomas, los amigos pasan por nuestras vidas como camareros en el lobi de un restaurant.

Ni siquiera pidió excusas por el desorden, me repaso de arriba abajo como una pequeña bestia salvaje, un cachorrito de Dóberman en la mirada, burlándose de mi hospitalidad, se pasó las manos por la cara y escupió su veneno: a esta montaña dijo, le falta carácter, la bruma que viene del Ruiz hipnotiza las conciencias y tú no estás ajeno a esa enfermedad de piojos sin identidad, todos aquí quieren parecerse a otros, se avergüenzan de sí mismos y se enmascaran con una arrogancia ingenua y lamentable. Entre más jóvenes más ridícula su arrogancia, pues en el fondo saben que nada tienen para ofrecer. Así lloran a escondidas consientes de la pobreza de su espíritu, lloran para desaguar su angustia, ¿Aún crees que tienes algo para ofrecer? ¿Aún lloras escondido en el gran baúl del abuelo? Preguntó desafiándome con la mirada, me le abalancé con los puños cerrados propinándole dos puñetazos en el vientre. Lo vi caer como un árbol amazónico, pero cuando se retorció de dolor en el piso, lo recordé desinflado por un balonazo jugado fútbol en el solar del pueblo, ese otro lugar donde se me aparecía de pronto, sin anunciarse, como una calamidad familiar o una desgracia minúscula.

Nací en el pueblo por accidente, eso dijo antes de irse la última vez y siempre se lo he creído, Riosucio no tiene nada de especial, pero es fascínate, el Diablo se pasea por sus calles y deja un olor a mierda de marrano en los rincones, pero solo se dan cuenta las viejas legionarias que, entre camándulas, chocolate con queso o caspiroletas, se reúnen para fabricar chismes descomunales, historias que sus maridos luego convierten en decretos, letras y canciones de Carnaval. No le gusta para nada el pueblo por eso pocas veces nos hemos encontrado allá, dice que una noche alcanzó a ver como el diablo corría por la Calle del Comercio acompañado de un duende de montaña, disfrutando la picardía, tras haberle anudado la lengua a las comadronas. Le aterra la idea de encontrarse frente a frente con el Diablo, quizás porque en sus ojos del averno tal vez si se vea reflejado.

Después de tantos años vienes en medio de una pandemia, una escaramuza de muerte lisonjera e inútil, sin zombis para dispararles o rebanarles la cabeza con afilado machete, llegas a reclamar conciencia de mis frustraciones en el amor y los negocios, de mis faltas a la moral y la salud pública y eso que jamás  he envenenado las aguas del río, te sientas en mi silla favorita y me reclamas que aún viva con mi vieja y que le huya al compromiso conmigo mismo y la verdad no tengo excusa, acumulo esas nostalgias, quizás tengas razón y el arte, especialmente el teatro, sea en estas granjas del Tercer Mundo, un escampadero de vagos, retrasados o limitados mentales, que logran darle sentido a sus insípidas vidas gracias a sus payasadas en nombre del arte de la escena, quizás soy el más inútil de esos bufones, aquí es fácil;   pues hoy, en la subjetividad del arte, todo vale y mearse en una hostia y empelotarse en la Catedral, es un acto sublime de rebeldía y más aún si en facebook por tal genialidad, quinientos calentanos descrestados eufóricos, le dan “Me Gusta”, lo que garantiza que se hayan ganado el cielo de la creatividad y la innovación. A pesar de tus trucos mi querido amigo, hoy te reconozco, te veo camuflado saliendo de entre las máscaras de Carnaval de mi colección, exhibida solo para mí en las cuatro paredes de mi habitación, ya sé quién eres, ¿cómo no me di cuenta antes? Eres el letal y despiadado virus del remordimiento, el Covid 19 que perturba mi vejez en esta resistencia por darle paso a los años de una manera digna. Pensaste que jamás me enteraría de tus verdaderas intenciones, apareciendo de pronto como un ladrón de conciencias en medio de una cuarentena con rebajas del diecinueve por ciento en las cicatrices, una conspiración china con la promesa de muchachas amarillas de vaginas verticales que son un portal a una dimensión desconocida,  ya sé qué intentas decirme, arruinándome el humor y las ganas de salir a contagiar de tristeza a los más inocentes de ésta Manizales sin alma, te agradezco por la música compartida, por las conversaciones indefinidas, por despertarme de mis pesadillas, por disfrutar a mi lado del paisaje de éstas montañas entretejidas por esencias únicas y trasparentes, te despido entre el amor y el odio, claro que advierto la enfermedad de esta sociedad moderna y te agradezco por sugerir una salida, quizás no tenga salvación o una salida… te descubro en la ceniza de un tabaco, mi  fantasma resentido, viejo ángel de la guarda mí irónica compañía. Así que puedes ahorcarte e irte para siempre, mi viejo amigo imaginario.

Desperté llorando, quizás dormí cuarenta días metafísicamente hablando, la luz y la neblina de la mañana se filtraban por la ventana, quizás llovió durante la noche, pues los olores a tierra mojada daban el paso al inicio del invierno que esta ciudad de la cordillera tiene. Un romántico aliento a doble derrota, a bolero y café espeso, miré la vieja silla en una curiosidad bochornosa, me sentí aliviado pero abrazado por el frío y la nostalgia; era evidente su partida.

*Dramaturgo y director de teatro.

Ilustración de Mauricio Hernández.

 

 

 

Organizaciones culturales conectadas a los nuevos retos de la virtualidad 

La danza, los conciertos, el teatro y otras muestras culturales que solo las imaginábamos posibles en un entorno presencial, están desde hace más de seis meses en “modo virtual”. Hay cambios, nuevas maneras y un público distinto. Para unas organizaciones culturales de la ciudad, la virtualidad no era tan desconocida, pero solo se usaba como herramienta de difusión para sus actividades. Ahora es el único medio que tienen para estar activos.

Música de la Sinfónica de Caldas, para el mundo 

Una de las organizaciones culturales de la ciudad que desde que comenzó la pandemia ha estado presente en las redes sociales y eventos nacionales, es la Orquesta Sinfónica de Caldas. Los 54 músicos adaptaron sus casas como lugar de grabación y con sus celulares e instrumentos, comenzaron la programación digital de conciertos cortos con extractos de obras que llevaban el mensaje Yo me quedo en casa.

Luego llegaron otras canciones y videos como la Oda a la Alegría, Pachamama, Somos Iguales con el compositor Cristián Montoya, conciertos didácticos de percusión y vientos, una nueva versión de la canción Canta Mundo con Gilberto Santa Rosa y la más reciente Por los caminos de Caldas, entre otros proyectos.

Para el director de la Orquesta, Leonardo Marulanda, detrás de cada obra, montaje y concierto hay más trabajo que antes y su labor va más allá de pararse en una tarima y mover las manos. Ahora corrige a cada músico de manera individual dependiendo del video que ellos envíen y trabaja de la mano con un equipo de producción para los vídeos y audios.

“Trabajar juntos sin estar juntos es el reto que nos trajo esta pandemia y hemos sabido sortear los efectos del distanciamiento. Aunque no hemos podido ensayar con el grupo, hemos tenido contenidos de calidad. Otro de los retos de este tiempo, es llegar a un público que no nos conocía y que está en otras regiones y países”, concluyó el director.

Sala virtual de títeres y teatro 

Los primeros días de confinamiento el director de la Fundación Teatro Punto de Partida, Augusto Muñoz, Tuto, se negó a la virtualidad. Para él la magia del teatro solo se vive con el público en la sala, sin embargo, entendió que no podía parar su labor y con su equipo de trabajo se aventuró a los medios digitales.

Así nació la Sala Virtual de Títeres y Teatro, con funciones todos los sábados, a las 3:00 de la tarde y 8:00 de la noche, donde se han presentado obras como Valentín el Velador de Almas, Las Aventuras de Batitú, Misión Imposible y Diatriba de amor contra una mujer de Ícono Teatro, entre otras. Las primeras funciones fueron en vivo y ahora integraron más cámaras para darle dinamismo a la puesta en escena.

“Estamos ofreciendo al mundo contenido cultural y eso es algo positivo de la virtualidad. Hemos grabado las obras de teatro en varios planos y formas para que sea un poco más ameno e interesante para el público. Así nos hayamos adaptado esperamos reabrir las salas para que no se pierda la comunión que existe con el público, es lo que hace la magia del teatro”, comentó el director y actor.

Tuto está convencido de que el gremio se tiene que adaptar como camaleón y por eso desarrollaron desde la virtualidad el Festival Intercolegiado de Teatro y ahora se preparan para el Festival Iberoamericano de Títeres, la Mera Astilla Remediana. La fundación teatral suspendió por este año la academia de formación.

Exposiciones, libros y talleres virtuales 

Ivonne Paola Mendoza Niño, gerente del Centro Cultural del Banco de la República en Manizales, recuerda como en menos de dos días, al inicio de la pandemia, con su equipo de trabajo se ideó la manera de no perder la actividad cultural y seguir cercanos al público

“Nosotros ya poseíamos una base en la virtualidad con ciertos contenidos que teníamos digitalizados, entonces no empezamos desde cero. Con los talleristas y el personal del Centro pudimos ofrecer encuentros para niños, exposiciones y conversatorios digitales, pero cancelamos el préstamo de libros en físico y los conciertos que hacíamos en alianza con la Orquesta Sinfónica de Caldas y otras temporadas”, explicó Ivonne Paola.

A pesar de que se adaptaron a los cambios, según la gerente, hacen falta los aplausos, las sonrisas y las conversaciones que se generan en las temporadas de conciertos, exposiciones y en biblioteca.

“Tenemos el reto de generar confianza para que el público sepa que nuestros espacios son seguros, pero también necesitamos poder confiar en ellos. Esto es una enseñanza para mantener ya dos vías: lo virtual y presencial, porque logramos llegar a públicos de otros municipios y ciudades, entonces hay que mantenerlos”, concluyó la gerente.

A partir del 1 de octubre comienza otra etapa con la apertura gradual del Centro Cultural y donde se habilitarán las visitas a las salas de exposiciones y biblioteca con previa inscripción, el préstamo de libros en físico y de las maletas viajeras, una fase de contención que será gradual y estricta en medidas de bioseguridad.

Más seguidores en la Sala El Escondite 

En la Escuela de Artes de El Escondite hay 60 personas inscritas en clases de teatro, danza y poesía. La programación formativa no se detuvo en estos días de confinamiento, en cambio los estudiantes tuvieron clases por internet y los padres de familia se convirtieron en productores,  camarógrafos y en la mano derecha de los profesores.

En cuanto a las clases de danza, Yolanda Arias Gómez, directora artística de la compañía, asegura que cada integrante de A Cántaros Danza entrena desde sus casas sin ningún inconveniente. Aseguró que están en una constante búsqueda de los medios virtuales, desde la puesta en escena hasta la manera de transmitir, por eso los cinco integrantes del equipo se han capacitado en medios tecnológicos para las obras de teatro que emiten en sus redes sociales.

“La única dificultad es el espacio que tienen los bailarines para ensayar y estar en las clases, de resto hemos sabido sortear la situación. Tuvimos en nuestra sala con todas las medidas de seguridad, a los grupos de baile de otras ciudades que participaron en el Festival Internacional de Danza Dos Caminos, un encuentro, que hicimos en agosto”, dijo la gestora cultural que lleva más de 30 años de vida artística.

En cifras el Festival de Danza tuvo un impacto de 63.574 vistas y 12.000 interacciones, datos que marcan un aumento en los espectadores y la posibilidad de llegar a nuevos públicos. Ahora la corporación cultural se concentrará en el Festival de Literatura Nos Queda la Palabra, que comienza el 30 de septiembre.

*Comunicadora Social y Periodista. Subgerencia de radio – Radio Nacional de Colombia

 

 

Crónicas de la pandemia en la Universidad Nacional sede Manizales

Como parte de la celebración de la Semana Universitaria de la Universidad Nacional sede Manizales, realizada la última semana de septiembre de 2020, bajo la organización de la Oficina de Divulgación Cultural, la Dirección Academia convocó a los estudiantes a un Concurso de Crónica Testimonial.

La idea surge de dos razones: encontrar espacios creativos, lúdicos que ayuden a sobrellevar situaciones extremas como esta del confinamiento y del conocimiento de una gran dosis de creatividad literaria dentro de la universidad, explicó el Profesor del Departamento de Ciencias Humanas y gestor de la idea, Jorge Hernán Arbeláez. “En la institución faltan  espacios para compartir estas inquietudes y poder hacer un ejercicio más riguroso para las creaciones literarias”.

El concurso propuso la vivencia personal de cada quien o de alguien conocido en estos días tan complicados de pandemia.

Participaron 25 trabajos. Un jurado compuesto por los profesores Mariela Márquez y Jorge Hernán Arbeláez, escogió tres primeros lugares, a partir de los siguientes criterios:

1.- De orden gramatical. Que los trabajos contaran con una ortografía adecuada y una buena sintaxis, dos yerros que se cometen con mucha frecuencia.

2.- La creatividad, difícil de mensurar y más cuando se trata de una crónica testimonial.

2.- La coherencia y la cohesión porque un texto puede tener buena ortografía, buena sintaxis y buena creatividad, pero sus elementos pueden estar inconexos, puede no haber secuencia en la historia, o pueden incluirse hechos o situaciones que no parezcan fijas al hilo narrativo.

Los resultados fueron:

Primer lugar: “La final de la Champions narrada por un conejo” de Carlos Manuel Orrego Franco. Estudiante de Matemática pura. Hizo dos semestres de filosofía en la Universidad de Caldas. “La literatura es la eterna amante que me acompaña”.

Segundo lugar: “Vidas Paralelas” de Carolina Ospina Aguirre. Estudiante de doctorado en Ingeniería Automática. “Siempre me ha apasionado la escritura”.

Tercer lugar: “La final de la Champions narrada por un conejo” de María Fernanda Ramírez Pino. Estudiante de Estudios Literarios en la sede Bogotá. En el momento del concurso estaba en movilidad interclases en Manizales. “Me puse a escribir la crónica y me pareció que lo más fácil es escribir de uno”.

A continuación fragmentos de cada una:

“La final de la Champions narrada por un conejo”

El brillo de la pantalla de mi celular me encegueció y solo pude ver la fecha, ¿12 de mayo? Eso no respondía nada, podía ser incluso domingo, todos los hijos menores del calendario eran iguales, en realidad el confinamiento parecía un domingo alargado, del que las arrugas de la melancolía y el recuerdo estaban estiradas y plegadas en el firmamento perfumando al aire de una intensa nostalgia; no pasaba ni un solo día sin añorar la antigua cotidianidad que antes me aburría y conjeturaba que eso mismo iba a pasar después, incluso pareciéndome inverosímil extrañar mi rutina en la cuarentena, pero creo que todo es cuestión de costumbre, eso me lo recordaron mis ojos cuando se adaptaron al brillo de mi Smartphone con el cual accedí al link de la clase, fijado en el Classroom, que me condujo de inmediato a la sesión en la que la profesora estaba diciendo “eso fue todo por hoy. Hasta la próxima clase, muchachos”. Me uní por inercia, atribuible una vez más a la costumbre, al unísono de mis compañeros “muchas gracias, profe” con lo que concluí que no era lunes, que a lo mejor era martes.

“Vidas paralelas”

Victoria, su esposo y los tres pequeños dejaron de salir. El teletrabajo, la escuela en casa empezó a ocupar los días. Al principio parecían unas vacaciones, todos juntos en casa tranquilos viendo películas y comiendo crispetas empezó a ser un buen plan. Los días comenzaron a repetirse, la misma hora de levantarse, la misma tele, las mismas crispetas. Para los niños los 50𝑚2 no eran suficientes, en especial cuando la mayor parte del día debían contener sus gritos y carreras por la videollamada de papá o la clase de mamá. Las clases virtuales llegaron para arruinar la diversión, los deberes llenos de letras por escribir y las manualidades empezaron a agobiar los niños, quienes prefieren llorar y gritar antes que sentarse a ver una aburrida clase, a pesar de los grandes esfuerzos de los maestros.

“A merced del monstruo: crónica de mi vida en cuarentena”

Un par de días después, ya me había liberado, encontrando en el proceso esa felicidad que no sabía que me hacía falta. Los problemas relacionados con mi falta de contacto físico habían pasado a un segundo plano, pues estar en paz conmigo misma y sentir que tengo libertad sobre mi cuerpo por primera vez era suficiente para estar integralmente bien ya que, después de muchísimos años, experimentaba ese sentimiento de paz que ya había olvidado, ese que solo los niños, quienes aún no han aprendido de prejuicios e inseguridades, son capaces de experimentar. Había echado a mis demonios por la ventana, y los vi marcharse a algún lugar muy lejano, impresionada de cómo un corte de pelo podría hacer un cambio tan drástico en mi vida. Ahora podía lavarlo y mojarlo cuando quisiera; ya no era su esclava, sino que este me pertenecía. Mis rizos danzaban al son que yo tocaba, rebeldes contra el viento que los golpeaba, pero obedientes a su dueña.

Conozca en este link las tres crónicas ganadoras:

http://diracademica.manizales.unal.edu.co/fileadmin/user_upload/Noticias/ganadores_todos.pdf?fbclid=IwAR1tIKdobKsBMsktGYkYiPTQknvDuHK_YbQG4Utcn2pn1zOM21oRKE9Z2L0

Un réquiem por la Orquesta Sinfónica de Caldas

Tomado del diario La Patria de Manizales. Septiembre 28 de 2020

Un réquiem en la música clásica es una composición cantada que es usada en las misas de los difuntos, y aunque la Orquesta Sinfónica de Caldas no ha muerto, si está gravemente herida y agoniza frente a la impavidez y desidia de todos nosotros en Caldas. Es una auténtica vergüenza ser los únicos en Colombia que se permiten tener una Orquesta Sinfónica avocada a suspender sus actividades por falta de recursos para su sostenimiento anual. Nada me resulta más desalentador en estos momentos, que pensar en la tolerancia adquirida en Caldas y Manizales para desperdiciar tanto talento, como aquel, del que son poseedores los músicos de nuestra Orquesta Sinfónica de Caldas.

El gran Víctor Hugo, autor de Los Miserables, señalaba que la música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio, sin duda, durante los 32 años de vida de la Orquesta Sinfónica de Caldas, cada melodía de sus cuerdas y vientos que han emergido para deleite nuestro, son un homenaje a la libertad, una lucha permanente contra lo frívolo, contra el arte superficial; los artistas que por allí han pasado, han sido batalladores incansables, han mantenido en estas montañas, en medio de esta “civilización del espectáculo”, las formas estéticas más profundas de la alta cultura.

Nuestra Orquesta Sinfónica de Caldas está conformada por 53 músicos, un muy talentoso director -Leonardo Marulanda- y 3 personas más en asuntos administrativos; los músicos de la Orquesta en un 80% son egresados universitarios que han estudiado música, son profesionales en el estricto sentido de la palabra, destacándose que el 30% de ellos han realizado estudios musicales en países como Austria, España y Estados Unidos. La calidad obtenida por estos artistas ha sido ampliamente reconocida a nivel nacional e internacional, llenándonos de orgullo en 2019, por ejemplo, al participar en el Teatro Colsubsidio en una serie de conciertos con el intérprete de salsa puertorriqueño, Gilberto Santarosa; además, han tocado junto a reconocidos músicos como Toto la Momposina, Aldo López-Gavilán y Aníbal Dos Santos. Nuestros músicos son hombres y mujeres, que, en su plenitud, son embajadores de una ciudad y un departamento que los condena lentamente a la inexistencia.

A partir del 30 de septiembre no hay más Orquesta Sinfónica de Caldas en 2020. La Universidad de Caldas, gran protectora de esta iniciativa cultural, deberá batirse en franca lid entre la burocracia  nacional, departamental y municipal, para intentar lograr la subsistencia, al menos, por unos meses del 2021 de nuestra querida Orquesta.
Los argumentos de esta columna, presumiblemente serán los mismos el próximo año si los aportes del Ministerio de Cultura, la Gobernación de Caldas y la Alcaldía de Manizales no superan la pírrica contribución que actualmente otorgan para el sostenimiento del personal artístico y administrativo que la componen. Lo de aportes ínfimos se corrobora con un comparativo: el año pasado la Orquesta Filarmónica de Bogotá tenía un presupuesto equivalente $ 55.000 millones anuales para su funcionamiento y proyectos pedagógicos; la Sinfónica Nacional, $10.000 millones anuales, en Medellín la Filarmónica de Medellín, $7.500 millones; y en Manizales, Caldas, la Orquesta Sinfónica no alcanza a llegar a los $900 millones de pesos ¡¡Que difícil la cultura así!!

A pesar de los poquísimos recursos con que cuenta la Sinfónica de Caldas, lograron, en 2019, realizar cerca de 100 conciertos, 33 de ellos de temporada, donde el Teatro los Fundadores e incluso, las instalaciones del Hotel Termales del Otoño, fueron el espacio para que cientos de caldenses vibráramos con el arte musical de este emblema cultural de nuestra región.

Preocupa con la incertidumbre contractual y la suspensión del proceso artístico este año, que los artistas que conforman la Orquesta deban, necesariamente, que buscar otros destinos laborales, y, la madurez musical que han obtenido los últimos años, donde han logrado interpretar piezas de difícil realización como Sinfonía N°1 “Titán” de Gustav Mahler o Till Eulenspiegel de Richard Strauss, se vaya por la borda.

El señor Gobernador de Caldas y el señor Alcalde de Manizales deben actuar con urgencia, no solo aumentando los recursos destinados por sus administraciones para la Sinfónica, sino, hacer la fuerza institucional necesaria para gestionar ante el Ministerio de Cultura partidas presupuestales más generosas, que garanticen el funcionamiento continuado de nuestra moribunda Orquesta.  Manizaleños, caldenses, no esperemos que la última pieza que interprete el maestro Marulanda y sus músicos, sea su propio réquiem.

Ciego: el mito de lo invisible

La Universidad de Manizales presenta este lunes 28 de septiembre el libro Ciego, el mito de la invisible, un documento de 130 páginas de alto contenido visual, en el que se resumen 1.460 días de trabajo con 22 personas invidentes de la capital de Caldas, quienes le apostaron a contar sus historias y a documentar sus vidas a partir de técnicas de fotografía con hilos.

Este proyecto es una iniciativa de Uelkom Colombia, incubadora de proyectos sociales creada por Eduardo Mejía Ocampo, graduado del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Manizales. Inspirado en el análisis y comportamiento situacional en la vida cotidiana de personas en condición de discapacidad visual creó un proceso de formación y producción fotográfica para la población invidente a través de talleres, documentales, exposiciones y otras actividades, como prácticas de campo o intervenciones en el espacio público.

“Gran parte de la experiencia visual se procesa en la mente, desde la oscuridad. El cerebro tiene la capacidad de seguir trazando líneas, pintando figuras y recordando colores, sin recurrir al sentido de la vista”, explicó el comunicador social.

Los inicios

El proyecto se inició en el año 2016.  luego de un viaje que realizó el manizaleño Eduardo Mejía Ocampo a Santiago de Queretano, México, en donde conoció un proyecto de fotografía para personas invidentes. Esta experiencia lo motivó a estudiar más sobre el tema, y así descubrió la vida de Evgen Bavcar, fotógrafo esloveno invidente. También se inspiró en el proyecto fotográfico mexicano: “El hilo negro”, y en el trabajo “Ver con las manos” de Sonia Soberats, fotógrafa venezolana que perdió la visión después de cumplir 50 años.

Con este bagaje, Eduardo Mejía decidió traer este ejercicio experimental a Manizales, en busca de despertar los sentidos y hacer fotografía de forma multisensorial, mediante la aplicación de técnicas utilizadas con personas que no podían ver, utilizando hilos, audio descripciones, paisajes sonoros y tacto.

El proyecto se desarrolló con 22 alumnos, con quienes construyó un proceso experimental que incluyó definir las temáticas de las fotografías, hacer ejercicios de imaginería, escribir los detalles y salir al trabajo de campo para captar imágenes de naturaleza, arte, erotismo, entre otros.

Terminado este ejercicio, Mejía Ocampo quiso compartir la memoria de su proyecto y la Universidad de Manizales acogió la iniciativa, editó el libro y lo registró ante la Cámara Colombiana del Libro.

Los interesados en este trabajo pueden adquirir la versión digital contactando a Gustavo Vargas al número telefónico 322 5394454.

Quien desee participar del lanzamiento de obra y conocer más sobre el proyecto puede ingresar a http://www.umanizales.edu.co, el lunes 28 de septiembre, a las 10:00 a.m.

 

 

 

Nuestra historia en videoclips

El historiador manizaleño Pedro Felipe Hoyos experimenta una nueva herramienta para divulgar los contenidos de sus investigaciones: el audiovisual compartido por las redes sociales. “Pienso que en este vehículo radica una gran oportunidad. La gente no lee, así que debemos cambiar del libro al video para comunicar historia”.

Mediante videoclips de 5 minutos de duración y el nombre ¿Te gusta la historia?, el editor y escritor Hoyos Körbel, estudioso incansable de nuestra historia, pretende llegar de una manera amable, didáctica y fácil a un gran número de jóvenes sin dejar por fuera al público en general.

“Este proyecto, explica, se basa en la Colección Pequeña Historia que publiqué el año pasado con el aval y auspicio del Ministerio de Cultura. Se trata de seis libros de historia regional redactados para los alumnos porque retornó la materia de historia a los colegios. El afán mío era llenar ese vacío bibliográfico”.

Son libros de 100 páginas profusamente ilustrados sobre el bahareque como nuestra más importante expresión cultural; el café, como motor económico de la región; la independencia, celebrando los 200 años de la Batalla de Boyacá que dio origen a nuestro sistema político; el aporte indígena en cabeza de los Quimbayas; la esclavitud, hablando de ese otro tronco racial y por último el Mariscal Robledo o la parte española de nuestra historia.

Ahora son los temas con los que Hoyos “actúa” de historiador y eso para él ha sido exigente, confiesa.  “Es fácil esconderse detrás de la página impresa, aquí me toca hablarle a un público que no estoy viendo”.

Encuentre los videos en

mimanizalesdelalma.com

#comparteloquesomos

Dramaturgia del confinamiento

Se acerca el más antiguo festival de las artes escénicas en Colombia: El Festival Internacional de Teatro de Manizales que llega a su versión número 52, en su primera edición digital que se realizará entre el 6 y el 12 de octubre de 2020 y a cuya programación podrán acceder personas de todas las latitudes a través de de su página web http://www.festivaldemanizales.com con previa inscripción.

“Ya hemos escuchado muchas veces que el teatro vive una crisis permanente. No solo por los recursos para la producción, sino por buscar siempre mecanismos para alterar y renovar las formas de comunicación. Crisis, conflicto, dilema, son conceptos que manejamos con frecuencia. Cualquier certeza se pone en tela de juicio en el teatro, porque en el arte la única certeza es la renovación, la búsqueda, la experimentación. En estos momentos todo el país está en crisis, incluida la cultura. Por eso el Festival de Teatro de Manizales, contra toda certeza, no dejará de hacerse. Octavio Arbeláez y su equipo traen una parrilla que incluye obras, talleres, encuentros, charlas, podcast y todo el material con el que la gente que quiere el teatro pueda conectarse y sentir que el teatro no para, que nuestro trabajo es estar ahí. Bienvenidos y bienvenidas al evento teatral más respetado y activo de Latinoamérica”, expresa el actor Fabio Rubiano quien estrenará su obra La mansión Gualteros de su compañía, el Teatro Petra, el 6 de octubre a las 7:00 p.m.

#ConéctateConElTeatro

Es la invitación que el Festival extiende este año con una programación que iniciará cada día a las 11:00 a.m. y culminará a la media noche, con la particularidad de que gran parte de las obras estarán alojadas durante 24 horas en las plataformas, permitiendo a los amantes de las artes escénicas y a quienes deseen acercarse a ellas, realizar maratones de teatro a la carta, eligiendo el horario y lugar desde donde prefieran conectarse.

Este año las conversaciones, denominadas “Un Café Con” haciendo alusión a la más representativa bebida del eje cafetero, serán la oportunidad de establecer un encuentro entre las 11:00 de la mañana y la 1:00 de la tarde de los 7 días del Festival, con escritores como Piedad Bonnet, Ricardo Silva, Patricio Rivas y autores oriundos de Manizales, una tierra que ha visto nacer a grandes escritores y pensadores como Adriana Villegas, Ana María Mesa, Orlando Mejía, Octavio Escobar o Gustavo López – entre otros-.

“Pocos conocen el papel que han desempeñado los confinamientos, las cuarentenas y las pandemias en la historia de la dramaturgia. Autores como Shakespeare y gran parte de los escritores Griegos, crearon sus obras en tiempos como estos. Lo que no había ocurrido antes, era la necesidad de acoplarse a entornos virtuales y herramientas digitales y encontrar en esto una oportunidad creativa”, anota Octavio Arbelaez, Director del FITM al sustentar el sentido de las conversaciones que se desarrollarán en esa franja académica a la que se puede acceder con inscripción previa y cupos limitados.

Otra opción de disfrute y aproximación al teatro que ofrece el FITM son sus maratones de teatro en casa, una programación de obras que estarán alojadas cada una durante 24 horas a partir del mediodía, en la página del festival, para que los asistentes con previa inscripción puedan disfrutar a la medida de su tiempo y gustos de puestas en escena de Colombia, México, Chile, España, Uruguay, Brasil, Argentina e Iberoamérica.

En el Teatro Los Fundadores

55 años cumple este año el Teatro Los Fundadores de la ciudad de Manizales, un espacio con capacidad para 1300 asistentes, fundado en la época de la bonanza cafetera, en el que durante 51 años se han presentado las más representativas obras y galas del FITM. Este espacio anhelado por los asiduos y reiterativos asistentes al festival, se mantendrá en un formato virtual que permitirá la interacción con el público. 7 funciones centrales podrán ser vistas a las 7:00 p.m. y a las 5:00 p.m. durante el fin de semana, por quienes previamente se inscriban a estas propuestas teatrales en las que el director y su elenco entrarán en conversación con el público a través de la plataforma Zoom.

Además del estreno de La Mansión Gualteros del Teatro Petra de Fabio Rubiano, en este espacio se presentará la obra Mujeres decididas e insistentes que lavan y remiendan sus propios calzones, una coproducción de la agrupación Puño de Tierra y de la UNAM de México basada en un cuento de José Saramago, con la presencia de la directora Valentina Sierra, y de la escritora y periodista Piedad del Río, viuda del Nobel portugués y Ana Contra la Muerte de Gabriel Calderón, la obra latinoamericana más elogiada recientemente por la crítica y el público.

Como parte de la trilogía de obras que rinden homenaje en los 100 años de su nacimiento al gran novelista y dramaturgo Benito Pérez Galdós, la compañía Unahoramenos Producciones presentará El Crimen de la Calle Fuencarral, Ana, y el último viaje de Galdós, la primera de ellas escrita por el colombiano Fabio Rubiano. En esta franja central durante el fin de semana se contará con un espacio familiar que incluye a los más pequeños, con un homenaje a Tita Maya, fundadora de la Corporación Cantoalegre, una mujer que dejó un gran legado musical a los niños de Colombia y por cuyas aulas pasaron cientos de músicos del país.

Experiencias transmediales

La mayor novedad que incluye la versión virtual del FITM son sus experiencias transmediales. Una serie de piezas teatrales escritas y diseñadas para plataformas virtuales como teatro telefónico, radioteatro por Spotify, Podcast y Teatro por Whastapp, son las propuestas de colectivos de Colombia y Brasil que al permitir la interacción cercana entre actores y público, son también limitadas en su capacidad de albergar un gran número de personas, por lo que la inscripción a estos espacios es indispensable.

Toda la programación y las opciones de inscripción previa estarán disponibles en la página www.festivaldemanizales.com a partir del miércoles 16 de septiembre.

Inscríbase aquí:

Inscripción FITM 2020

“Pensar en que no estamos solos”

Entrevista con el Director Artístico del Festival Internacional de Teatro de Manizales, Octavio Arbeláez Tobón, cuya edición 52 se realizará a través de plataformas virtuales del 6 al 12 de octubre de 2020.

¿Qué desafíos han enfrentado y enfrentarán en la organización y realización del Festival de este año?
En los tiempos que corren los artistas escénicos encuentran el tiempo, los recursos y las salidas para hacer algún tipo de puesta en escena, cuando no hay teatros abiertos o espectadores en vivo, ¿qué tipo de obra requieren estos tiempos, si es que hay alguna? ¿Tiene el teatro un papel en un mundo en constante cambio que sufre tanto, protesta y enfrenta una profunda incertidumbre? ¿O tiene una responsabilidad? ¿Tal vez incluso una oportunidad?

Para responder estas preguntas, los creadores ponen a trabajar toda su gama de herramientas teatrales para una causa específica que es el hecho dramático y su forma de relacionarse con su entorno (público/mundo). En otras ocasiones, el teatro ha sido un escape entretenido y necesario de un mundo problemático, un respiro momentáneo de los conflictos que se desatan fuera de sus paredes.

El lema de La Comédie-Française en París: “ Simul et singulis. “Estar juntos y estar solos”, es una referencia que acude a la mente de quienes creemos en el teatro y su manera de relacionarse con el mundo, resume la esencia o al menos la meta que se propone desde el teatro: reunir a un grupo de seres humanos, extraños entre si, sentarlos en la oscuridad y hacerlos crecer juntos en un grupo; es decir, reunirse estando solo. Cuando están juntos, se encuentran con otros seres humanos que también tienen familias y problemas que son universales, verdades que son multiculturales. Allí, en la oscuridad, mirando juntos el teatro, tal vez llegarán a sentir, aunque sea brevemente, que no están solos, podrán respirar juntos, podrán crear una atmósfera en común en un momento único e irrepetible

Esta es una buena razón para actuar en momentos muy difíciles: compartir eso en nuestra confusión, nuestras preguntas y nuestras dudas, pensar en que no estamos solos.

¿Están los artistas del teatro preparados para responder con calidad a un festival internacional mediante la modalidad virtual?

“En tiempos difíciles y problemáticos, el teatro no solo tiene una oportunidad sino la responsabilidad de retratar la confusión y articular las ambigüedades, dudas y temores de su época. El objetivo entonces no es discutir un lado o un punto, sino tratar de retratar a las personas y los mundos como son, no como deseamos que sean. El teatro , en mi opinión, no es un argumento, sino un esfuerzo por crear y retratar la complejidad humana, que luego compartimos con un público vivo, de ser humano a ser humano”, proponía también como reflexión R. Nelson,  pero esto nos lleva a encontrarnos con la realidad en que se mueve el mundo creativo de las artes escénicas en la actualidad

Hemos visto que , movidos por la intensidad y la gravedad de esta situación, legiones de artistas y organizaciones artísticas de todo el mundo están recurriendo a desarrollos y dispositivos contemporáneos en las comunicaciones y las redes sociales para encontrar nuevas formas de actuar o exhibir en grupos a través de la realidad virtual, transmisiones en vivo, streaming, u otros medios, mientras están aislados en sus propios hogares. Han vuelto a la ocasión una vez más porque quieren ayudar a millones de personas a sobrellevar esta terrible enfermedad y encontrar la persistencia y la resistencia para prevalecer a pesar del alcance y la gravedad de esta crisis mundial. Y, por supuesto, también quieren permanecer en relación con su público y con su ecosistema cultural.

¿Qué plataformas y medios tendrá a disposición el público para participar en el Festival de Teatro de Manizales?
La utilización de las nuevas tecnologías desde diversas aproximaciones son el signo de este periodo que vive la humanidad, y creemos que debe ser uno de los focos privilegiados para nuestra propuesta, a través de procesos que impulsen, previamente, la formación para la apropiación de las herramientas propias de la transformación digital, la creación de propuestas artísticas desarrolladas en esos nuevos y viejos entornos puestos en diálogo, y la exhibición de esas propuestas.

Proponemos desde la perspectiva de lo transmedial y sus interferencias con las artes escénicas, estas visiones de la apropiación que han hecho los artistas colombianos, y algunos invitados del espacio cultural común iberoamericano, conformando un paisaje híbrido, donde lo digital y lo físico se entremezclan en lugar de desconectarse, creando un ecosistema más amplio de personas en todo el mundo comprometidas como artistas, curadores, críticos y espectadores de estos momentos que nos hacen pensar en el desdibujamiento de las fronteras espacio/temporales que nos conducirán en este “viaje hacia ninguna parte” gozoso y experimental, con angustias vitales, pero tratando de proponer preguntas, sobre todo ese ¿para qué estar juntos ?…

Los invitamos a inscribirse a través de nuestra página web www.festivaldemanizales.com , y a través de esa página web podrán acceder a nuestra programación.

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La afirmación de la vida: compromiso de todos

A propósito del Día Internacional de la Prevención del Suicidio que se celebró el 10 de septiembre, el profesor de la Universidad de Manizales, Jaime Alberto Carmona Parra, explicó que si bien el término suicidio se utiliza para hacer referencia a la forma como una persona se causa su propia muerte de manera deliberada, todo suicidio es una construcción social en la cual la víctima es coautora en un proceso que se gesta en los vínculos con las personas allegadas, como lo son la familia, la pareja, los amigos y compañeros de su entorno, académico, laboral y social. Esto lleva a pensar que la comprensión del suicidio debe hacerse en una perspectiva comunitaria, y también su prevención es un fenómeno en el que debe tenerse en cuenta el contexto y los vínculos.

Según el psicólogo Carmona Parra, el escenario universitario es por excelencia un ambiente que ofrece múltiples factores protectores frente a los comportamientos autodestructivos y contribuye de una manera muy potente a la afirmación de la vida. No obstante, en las universidades, como en el resto de escenarios sociales, existen elementos que pueden operar como factores de riesgo frente a esta problemática.

Entre los factores protectores en el entorno universitario se encuentran los siguientes:

• El ingreso a la educación superior en sí mismo, se convierte para los jóvenes en una razón para vivir y salir adelante.
• Adicionalmente, los jóvenes en las universidades encuentran vínculos de calidad: afinidad con otros que comparten el sueño de hacerse profesionales; “no es gratuito que muchos hayamos conocido el amor de nuestras vidas en la universidad, así como amigos que nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas”, afirma Carmona Parra.
• Los proyectos que adelantan las universidades en materia de formación integral, también pueden influir, de acuerdo con el profesor, como factores positivos para prevenir en los jóvenes el suicidio y otras acciones autodestructivas.
• Otro aspecto que resalta el experto como factor protector en el contexto universitario, tiene que ver con “las ideas o ideales, la ilusión de que en unos años se va a ser profesional, aportarle a la sociedad, darle mayor calidad de vida a su familia”, tienen un peso relevante en que los jóvenes deseen seguir adelante.

No obstante, las universidades también tienen implícitos riesgos que pudieran, en un momento determinado, favorecer ideas o comportamientos autodestructivos:

• Hay investigaciones que muestran, por ejemplo, que las carreras en las que hay una mayor competitividad, una rivalidad hostil entre los estudiantes y unos niveles particularmente altos de estrés asociados a la actividad académica, presentan mayores índices de suicidio.
• Las tensiones y malas relaciones entre los profesores y entre estos y los estudiantes, se convierten en un detonante de pensamientos negativos en los estudiantes vulnerables o que ya tienen una predisposición a los comportamientos autodestructivos, que pueden llevarlos a ser más propensos a desarrollar pensamientos o acciones suicidas.
• Algunas investigaciones también han mostrado que aquellos estudiantes que son expulsados de las universidades, por ejemplo, después de perder tres veces un mismo curso, quedan en una condición de riesgo, en el que la expulsión de la institución favorece la aparición de comportamientos autodestructivos.

Si bien hay algunos factores que pudieran aparecer como asociados a intentos suicidas e ideas autodestructivas, Jaime Alberto Carmona Parra, hace hincapié en que es necesario entender el suicidio como fenómeno multideterminado, es decir, que para explicarlo se requiere el aporte de varias disciplinas. “Cuando hablamos de estos factores relacionados con el mundo académico, no decimos que necesariamente las personas se van a suicidar cuando ocurren, ahora, si un estudiante tiene una predisposición subjetiva, además un contexto familiar conflictivo, y se suma una circunstancia de estas, pues el riesgo se potencia”, expresó.

Todas las formas de exclusión social son un factor de riesgo. “A veces, gestos muy sutiles como una sonrisa irónica, una palabra inadecuada, va generando una dinámica en el aula que favorece ciertas violencias simbólicas. En el mundo universitario no se da como en la escuela a través de empujones y riñas, sino que se producen formas sutiles de exclusión”, afirmó el experto.

La humillación pública, la descalificación y otros gestos de rechazo en el aula, pueden lastimar profundamente a los estudiantes. En ocasiones, los universitarios son excluidos en el propio entorno familiar, cuando la familia o pareja, no ha tenido la posibilidad de acceder a la educación superior, es común que surjan comentarios satíricos e irónicos frente al proceso formativo que ha iniciado el universitario. Frases como: “yo he logrado más sin estudiar”, “estudiar no sirve para nada”, “ojalá tanto sacrificio sirva”, y otras expresiones denigrantes frente a la vida universitaria, pueden convertirse en situaciones problemáticas para el estudiante.

Algunas claridades

• El suicidio no es exclusivamente la consecuencia de una enfermedad mental, hay personas completamente sanas que no tienen ningún tipo de trastorno y se suicidan.
• No todas las personas que realizan comportamientos autodestructivos poseen una predisposición al suicidio, si bien la historia personal influye, los comportamientos autodestructivos también responden a factores circunstanciales, es decir, que todos seres humanos son susceptibles de tener ideas suicidas en cualquier momento de la vida debido a alguna coyuntura.
• El suicidio hace parte de los que se denominan comportamientos autodestructivos, entre los que se encuentra: el ocasionarse lesiones, la sexualidad insegura, el abuso de sustancias psicoactivas y las negligencias en el autocuidado.
• La familia es, a la vez, el mayor factor protector y de riesgo ante comportamientos autodestructivos.
• Los vínculos académicos y de amistad de calidad pueden ser un factor muy importante en la prevención de comportamientos autodestructivos y en la afirmación de la vida de los estudiantes.

Para concluir, el profesor Carmona, sugiere que en este momento en que se empieza a salir del aislamiento causado por la cuarentena, es necesario estar atentos y cuidarse mutuamente, ya que las crisis de distinto orden, generadas por la pandemia, pueden contribuir a un incremento de las tasas de suicidio, como ya se ha visto con cifras concretas en algunos departamentos del país.

La afirmación de la vida, es un compromiso de todos, afirma el investigador.

La nueva realidad

Casting

Cuando Rodrigo de Triana, vigía de Cristóbal Colón, el 11 de octubre de 1492 gritó «tierra a la vista», el mundo cambió. Se había «descubierto» el Nuevo Mundo, pues fue el primer avistamiento europeo de América reconocido por la historia oficial (aunque sabemos hoy en día que hubo anteriormente muchos otros viajeros que llegaron a estas tierras provenientes de otras partes del mundo).

La palabra «nuevo» tiene muchas connotaciones culturales, pero sobre todo ideológicas. Nuevo es lo que no es viejo, porque lo viejo a veces es peligroso, y en la categoría de viejo está la «memoria», las cosas del pasado. Y también el pasado tiene connotaciones que no le convienen a esa cosa invisible, pero que guía nuestras vidas, y que es el macrosistema, porque es ese dios que guía la existencia.

Nuestra América, a la cual quiero denominar aquí de otra manera, más cercana a las raíces de esta tierra: «Abya Yala», expresión originaria del pueblo Guna de Panamá y Colombia y que traduce en su polisemia hermosa «Tierra en florecimiento», «Tierra de sangre vital» y «Tierra en plena madurez», ha sido, en la historia de la humanidad, después de la colonización europea iniciada por Colón, un territorio de expoliación y sufrimiento. Y ahí es en donde entra la palabra eje de este artículo: «nuevo», porque ese «Nuevo Mundo» significó una era de violencia y masacres justificadas por la ideología de una cultura basada en aparatos políticos, religiosos y económicos capitalistas, que solo querían los tesoros que tenían los pueblos habitantes durante milenios de estos suelos.

Entonces, según los vencedores, América empezó su historia el 12 de octubre de 1492, gracias al «descubrimiento» de un «Nuevo Mundo». Sí, NUEVO, con mayúsculas, porque esa connotación le daba legitimidad a la barbarie, pues según ese concepto, antes no había nada, o solamente una horda de tribus salvajes e incivilizadas, que como a los niños, había que guiar y salvar del pecado y la perdición.

Hago un paréntesis para sugerir que hagan lecturas sobre los nuevos descubrimientos científicos de la América antes de Colón, y lo que se ha denominado la «antropogénesis», en donde se demuestra que este gran continente era un territorio rico y pletórico de culturas que se relacionaban con la naturaleza de una manera muy diferente a los europeos, pues era antes que dominarla, era respetarla, con creatividad, diálogo, asombro y admiración.

Retomo el asunto de este artículo para hacer una conexión de lo que he mencionado con lo que sucede actualmente: la idea de que hemos entrado en una «Nueva Realidad». Entonces, realizo una elipsis inversa y vuelvo al «descubrimiento de América» y la creación del «Nuevo Mundo», porque esto de la «nueva realidad» también huele mal, pues es la justificación, para mí, de lo que ha pasado y de lo que viene, porque lo «nuevo» justifica el borrón y cuenta nueva, para realizar todo tipo de decisiones políticas, económicas y culturales, como las que se han dado, bajo el amparo del estado de emergencia, y que soterradamente cambian las cosas que antes los poderosos no habían podido hacer democráticamente (reformas estructurales, por ejemplo).

Hemos entrado en la «nueva realidad», en un «nuevo mundo»; empieza nuevamente otra historia, la historia de los verdugos, que tienen el derecho, antes divino y hoy mercantil, de someter nuevamente a estos pueblos ignorantes, incultos, incivilizados, para encaminarlos hacia el progreso y la verdad, esa que se debe imponer a sangre y fuego, pues está justificada por el desarrollo, que nos hipnotiza con horizontes utópicos de perfección y felicidad sin límites.

*  Poeta, anacronista y pintor; editor de «ojo con la gota de TiNta (una editorial pequeña e independiente)».

Ilustración de TiN. Dibujo a lapicero sobre Bitácora, de la serie «La piel hambrienta».

 

Salas virtuales en la Pinacoteca de Bellas Artes de Manizales

La Pinacoteca del Palacio de Bellas Artes abrió 4 salas virtuales para exposiciones nacionales. El interés es promover, a través del área cultural, los procesos creativos artísticos tradicionales y contemporáneos de tipo académico, la producción artística de la región, nacional e internacional y la colección de la Pinacoteca del Departamento de Artes Plásticas de la Universidad de Caldas.

En primera instancia presentó más de 190 obras inscritas en el Catálogo de Colecciones Colombianas del Ministerio de Cultura. Son 8 décadas de recopilación de obras realizadas por diferentes artistas, con diferentes técnicas y en diferentes momentos de la historia, en las que se refleja la evolución y paradigma del arte.

La directora del Programa de Artes Plásticas y Coordinadora de la Pinacoteca, profesora Alejandra Murcia, anunció que las salas seguirán vigentes después de la pandemia. “La creación de la sala virtual es muy importante para nosotros, es otra manera de abrir nuestras puertas, de vincular artistas nacionales e internacionales”.

Consideró que la situación actual representa un cambio en la mirada del arte, “es el inicio de nuevas propuestas, otras formas de hacer arte y nuevas maneras de expresarnos, seguramente tendremos muchas obras que hablarán del 2020, que recogerán la mirada de esta pandemia, por tanto, es importante dar continuidad a estas nuevas formas de visibilizarnos, de vincularnos como academia y como artistas a las plataformas y redes que hoy en día nos brinda la tecnología”.

Esta primera exposición fue muy importante también porque participaron 5 estudiantes que en unos meses contarán con su título de Maestro en Artes Plásticas: Sandra Daniela Ayala, Fadia Grisales, Juliana González, Liliana Arango, Fernanda Espinosa, 5 mujeres que inauguraron la primera sala virtual del departamento de Artes Plásticas de la Universidad de Caldas.

Se presentarán una o dos exposiciones por mes; para lo que resta del año, incluyendo la inauguración, se tendrán 8 exposiciones.

“El montaje de estas salas virtuales ha implicado un cambio en la manera de visibilizar el arte de nuestra academia. La escuela siempre ha sido muy tradicional, por eso las obras que encontrarán en estas 4 salas están enfocadas a ello, esperamos más adelante poderle mostrar al público obras más experimentales en el campo de la virtualidad, concluyó la profesora Alejandra Murcia.

El recorrido aquí:

https://artesyhumanidades.ucaldas.edu.co/blog/2020/08/28/pinacoteca-palacio-de-bellas-artes/

Virtual pero no solo en pantallas

Así será el Festival Internacional de Teatro de Manizales 2020
“Conéctate con el Teatro”

La versión número 52 del Festival Internacional de Teatro de Manizales que se celebrará entre el 6 y el 12 de octubre de manera virtual, congregará nuevas manifestaciones y herramientas dramatúrgicas surgidas, exploradas y potencializadas a partir del confinamiento obligado que supuso la Covid-19 para el mundo entero. Esta versión permitirá además la interacción y conexión entre personas, colectivos de teatro y grupos, en todas las latitudes, desde la comodidad de las casas o del lugar desde donde cada quien desee conectarse. Desde Manizales se generará una fiesta teatral para el mundo entero, gracias al apoyo del Ministerio de Cultura, la Secretaría de Cultura de la Gobernación de Caldas, la Alcaldía de Manizales y su Instituto de Cultura y Turismo, Comfama, BBDO Sancho y La Patria, a los que se  están sumando numerosos patrocinios y apoyos de empresas y entidades de todo el país.

Teatro en plataformas, técnicas y medios como el radioteatro a través de Spotify, transmisiones por redes sociales y de amplificación y viralización de mensajes en Instagram, Facebook y Twitter, junto con la emisión de video en YouTube; encuentros teatrales y obras por medio de herramientas como Zoom, Teams, Meets y otros espacios de interacción virtual, radioteatro hasta teatro por WhatsApp y el tradicional teléfono, harán de esta una versión histórica, sin precedentes y muy probablemente singular en la historia del teatro, que permitirá la interacción con el público,  generando reflexiones acerca de la realidad a la que se enfrenta el planeta en la actualidad.

Octavio Arbeláez, Director del FITM explica el proceso vivido al interior de la organización del Festival, para llegar a la propuesta de lo que será la versión 2020, ‘Conéctate con el Teatro’: “Nos estábamos formulando una pregunta. La pregunta por ese crujido que estábamos sintiendo, algo estaba crujiendo en el mundo, algo estaba pasando que en aspectos ambientales, sociales, económicos, de género y de todo tipo se estaban viviendo, ciertos quiebres que se reflejaban en esos movimientos sociales que a nivel mundial lideraron los jóvenes. En medio de esta situación mundial, de esa especie de “crisis civilizatoria” se desató la pandemia. Eso nos llevó a pensar en sus implicaciones, en el papel del teatro para generar reflexiones acerca de esta realidad. Queríamos que esto se viera reflejado en el Festival. De la misma manera que todas las manifestaciones artísticas están generando reflexiones y obras que reflejan la realidad que estamos enfrentando, los dramaturgos están llamados a generar reflexiones e interacciones, saldando una deuda que las tablas tradicionales tenían pendiente con las nuevas tecnologías y plataformas, en formatos que a la vez sean atractivos y cercanos al público”.

Obras de Colombia, Uruguay, Brasil, México, España, Argentina, Chile, Panamá, Nicaragua, República Dominicana y otros países de Iberoamérica, muchas de ellas escritas y pensadas para generar experiencias en estas plataformas digitales. La posibilidades de tomar un café virtual con personajes como Piedad Bonnet, Ricardo Silva y Alberto Salcedo, talleres especializados para grupos teatrales, conversaciones y reflexiones acerca de esta realidad con pensadores y artistas como Orlando Mejia Rivera, Octavio Escobar Giraldo, Gustavo López Ramirez, Ana Maria Meza o Adriana Villegas -entre otros-, un Mercado de las Artes Escénicas y hasta una fiesta virtual de clausura, se harán posibles gracias a la programación a la que se podra acceder inscribiéndose a través de un link que pueden encontrar en los perfiles de todas las redes sociales: Twitter, Facebook e Instagram del Festival Internacional de Teatro de Manizales y seguir en directo entre el 6 y el 12 de octubre desde las 5 pm de cada día, a través del canal de YouTube del Festival y de su página web www.festivaldemanizales.com

#ConéctateConElTeatro

Solidaridad, democracia y participación equitativa

Discurso de posesión del Doctor Duván Emilio Ramírez como rector de la Universidad de Manizales, en ceremonia efectuada el 3 de septiembre de 2020:

Un cordial saludo a todas las personas que nos acompañan en este recinto y a quienes nos están siguiendo de manera remota. A mí me hubiera gustado tener este auditorio lleno, hubo muchas personas que me llamaron o escribieron para estar aquí presentes, pero las circunstancias que vive el país y el mundo nos lo impiden.

Quiero saludar y agradecer a las autoridades y a las personas que me han enviado su saludo: a la Ministra de Educación, María Victoria Angulo, al Gobernador de Caldas, Luís Carlos Velásquez, al señor Alcalde, Carlos Mario Marín y a todas las personas que nos han enviado mensajes: profesores de la universidad, egresados, estudiantes, administrativos.

Primero quiero agradecer a muchas personas que han tenido que ver en que yo hoy esté asumiendo este cargo, el más significativo y el más importante de mi vida profesional. Son muchas personas, no alcanzaría a mencionarlas.

Agradecer al Dios de mis padres por permitirme esta oportunidad, a mi familia: a mi padre que hoy seguramente nos acompaña desde otra dimensión, por haberme enseñado el valor del trabajo honesto y dedicado; a mi madre, que tengo la fortuna de que esté en este recinto, quien, siendo una mujer de origen campesino y sin mucha formación académica, comprendió y me enseñó el valor de la educación en la transformación de generaciones de seres humanos y de sociedades enteras. Aquí quiero contar una anécdota, una frase que todavía está en mi memoria y recuerdo hoy, cuando yo era joven y nos enfrentábamos a la dificultad propia de una familia colombiana, caldense, de bajos ingresos, campesina, para poder continuar mis estudios, para no desertar del sistema educativo. Mi madre siempre decía que haría todo lo que estuviera a su alcance para que yo pudiera estudiar porque no me quería ver a la cola de un azadón. Espero haber cumplido y haber hecho mi parte. Muchas gracias, mamá.

A mi esposa Gloria Esperanza Ospina, por ser mi compañera de viaje durante 36 años; hemos pasado momentos difíciles, muy difíciles, pero también muy buenos momentos; a mis hijas Constanza y Lorena, porque se convirtieron en la energía vital de mi vida; a mis nietos María Fernanda y Pedro, porque han representado la repotenciación de esa energía vital que me ha movido; a Nicolás el esposo de mi hija Constanza, porque con su dedicación a la familia y a los hijos cada día me ayuda a evocar la niñez de mis hijas lo cual me inspira para continuar avanzando. Con ellos también me disculpo por todas mis ausencias para atender los diferentes procesos y compromisos que me han traído hasta aquí. Este camino me ha obligado a muchas ausencias, en todos los procesos de formación que hemos tenido que emprender.

Quiero agradecer a todos mis compañeros de la Universidad de Manizales: empleados, profesores, graduados, administrativos. A mis compañeros de estudio que hoy están representados por Leonardo Orozco. Mis compañeros de estudio en la formación como economista, me dieron la oportunidad de ser su representante ante el Consejo Académico de la Universidad.

También a los demás compañeros de trabajo en la Universidad y aquí voy a contar un secreto, que ha estado guardado por más de 12 años, secreto que tenía con una compañera muy querida de todos nosotros, quien ya está retirada. María Medellín fue la primera persona que soñó que yo podría ser rector y me lo dijo. Yo le dije: no diga eso que nos echan a los dos, fue lo que se me ocurrió decirle. Ella me dijo que sería un secreto entre los dos y siempre me preguntaba cómo iba nuestro secreto… creo que ahora va muy bien. Una vez le decía yo al Dr. Guillermo Orlando Sierra que mi aspiración a la rectoría era más una aspiración de algunos amigos que mía. Y esa aspiración hoy se está concretando.

Quiero agradecerle muy especialmente a todas aquellas personas que han hecho parte de mis equipos de trabajo durante 22 años, que tuve la oportunidad de ser decano, en diferentes momentos y en diferentes facultades. Con todos ellos hemos hecho recorridos importantes y creo que eso ha sido muy representativo para este logro.

Quiero agradecerle al Profesor Guillermo Orlando Sierra, por haber confiado en mí y permitirme ser Decano durante los últimos 10 años; juntos emprendimos muchas cosas, en algunas estuvimos de acuerdo, en otras no. A todos los compañeros del equipo de trabajo de la administración que hoy termina, que han sido mis compañeros durante todos estos años, por haberse esforzado por llevar la Universidad al sitial de honor que actualmente ocupa. Un lugar muy importante de mi gratitud para los fundadores de la Universidad de Manizales, encabezados por Hugo Salazar García, que supieron interpretar los anhelos de educación de la población manizaleña de la época, que tenía pocas oportunidades de acceder a la educación superior y encontraron en esta increíble aventura esa oportunidad: yo mismo soy el resultado de ello.

Un agradecimiento eterno al Consejo Superior por haberme confiado los destinos de la Universidad; a los profesores, los tres Diegos, Hernández, Ocampo y López, Fredy Betancur; Beatriz Mejía; los estudiantes Mateo Rodríguez, Nicolás Quintero, Juliana Loaiza, Luís y Alfonso Delgadillo; a los representantes del estamento administrativo, María Isabel Urrego y Yon Alexander Salazar; a los Decanos Néstor Castaño y Gonzalo Tamayo; a los representante de los graduados Carlos Arturo Buriticá, y Arison Riascos. Dedicaré los próximos cuatro años de mi vida a honrar el compromiso adquirido cuando confiaron en mis capacidades para asumir este reto.

Finalmente, quiero agradecer al nuevo equipo de trabajo por aceptar acompañarme en este camino que hoy emprendemos; de ellos también espero su mejor esfuerzo y dedicación, las circunstancias que vive el país y el mundo así lo exigen.

Recibimos la Universidad en un momento especialmente difícil para la humanidad, que nos ha obligado a un cambio en todas nuestras rutinas y prácticas habituales, que amenaza la estabilidad de todo tipo de organizaciones, genera incertidumbre y pone en peligro permanente la vida misma; sin embargo, como miembros de una comunidad académica, tenemos confianza que finalmente la ciencia encontrara una salida.

A pesar de lo anterior, reconocemos una Universidad fuerte que lleva en su ADN la capacidad para superar la adversidad y la dificultad; no puede ser de otra forma en una organización que nace de las entrañas del movimiento cooperativo, que se ha formado en lo que en Colombia hemos llamado la economía solidaria; la cual según los planteamientos de Boff se presenta como una alternativa a la economía capitalista, aún más, como una economía pos-capitalista, porque se encuentra dentro de la era del econozoico y no solo del tecnozoico; está impulsado por los ideales éticos de preservar todo tipo de vida y crear condiciones para el bienestar de todos.

Esta Universidad que para impartir sus primeras clases necesitó aulas prestadas. Creo que la gran mayoría de quienes hemos pasado por la Universidad de Manizales, recordamos los tiempos -o por lo menos nos lo han contado-, que cuando la Universidad tenía aulas prestadas y llegaron a estudiar en la noche, encontraron que tenía candado por una decisión gubernamental. Tal vez en ese momento, no tenía la Universidad, o lo que era más un sueño de universidad, lo más elemental que las circunstancias de la época exigían como elementos básicos para poder hacer una clase e impartir una educación de alta calidad. Pero hoy, 48 años después, aquí estamos, reconocidos como una de las universidades más importantes del país, con acreditación de alta calidad, con una fuerte vocación científica, sin perder la sensibilidad social; firmes a los principios solidarios de los pioneros de Roche Dale; porque nadie puede desconocer que en la Universidad de Manizales se viven y se practican estos principios. Cómo desconocer la presencia de la democracia en una institución en la que estudiantes, profesores, graduados y administrativos pueden elegir sin ninguna interferencia a sus representantes en los diferentes órganos de gobierno corporativo; pero además, tienen diversos mecanismos para ser escuchados; la democracia en esta Institución va más allá de la mera representación, incluye múltiples formas de participación, se puede decir sin temor a equivocarse que somos también una escuela de democracia, comprometida con la formación de ciudadanos.

El principio de la solidaridad sigue estando presente en los pasillos, las aulas, cafeterías, en general en todo el campus universitario, tanto físico como virtual; pero además son una práctica corriente, presente en los diferentes beneficios que se han creado para la comunidad académica, como las becas bien, memo, deportivas, culturales y tantas otras que hoy ofrece la Universidad de Manizales a estudiantes, docentes y personal administrativo. Pero no solo podemos exhibir con orgullo las prácticas solidarias y la vida del principio de la solidaridad en los apoyos de la Universidad hacia sus estudiantes, profesores, administrativos, también en el accionar de toda nuestra comunidad; la vinculación a proyectos de ciudad, de región y de país, que buscan la inclusión de aquellos que están por fuera de las oportunidades que la modernidad nos prometió. Esto lo podemos evidenciar entre otros en los proyectos de Universidad en el campo y Universidad en tu colegio, proyectos de regionalización, educación virtual. De esta forma, además le damos vida al principio fundacional de permitir el acceso a la educación superior a los que están excluidos de ella.

Asumo el liderazgo del rectorado con la firme convicción de que vamos a continuar construyendo sobre lo construido, continuaremos la senda que los fundadores de la Universidad y otros rectores iniciaron. Trabajaremos sobre el resultado de 48 años de historia, que dejan a la Universidad de Manizales con buena solidez financiera y patrimonial, con una fortaleza académica representada en programas de pregrado, especialización, maestría y doctorado, grupos de investigación e investigadores en sitiales de honor en el contexto nacional e internacional y sobre todo con un capital humano bien formado para enfrentar las dificultades que encontremos en el camino; en este sentido es importante destacar lo planteado por Theodore Schultz en su libro invirtiendo en la gente, con el que ganó el premio nobel de economía en 1979, cuando señalaba que el activo más importante que tiene una organización es su gente, pero una gente bien formada, con un estado de salud que le permita hacer uso adecuado de la formación y que esto sirva no solo para mejorar los resultados de la organización, sino también para mejorar las condiciones de vida de la humanidad.

Dedicaremos nuestro esfuerzo a seguir consolidando una universidad presente y actuante en el desarrollo de las regiones, el país y el mundo, que aporte a la construcción del conocimiento universal; con un marcado énfasis en el pensamiento latinoamericano; sin excluir tradiciones de pensamiento de otras latitudes, en la perspectiva de un conocimiento que contribuya a transformar las condiciones de vida de la humanidad. Creemos necesaria la integración social y la desamortización de polos tradicionales de desarrollo, bajo un modelo innovador, flexible y adaptativo a las particularidades de cada región, en esa lógica, pretendemos “ser universidad donde es difícil ser universidad”. Nosotros hemos sido universidad en la vereda La Mermita de Aguadas, en la vereda El Silencio, en el municipio de Samaná, en el corregimiento de Florencia, en Samaná, en la vereda Las Coles, de Pácora y así en muchas otras regiones. Seguiremos siendo universidad en los lugares más difíciles del país. Cuando voy acompañado de la profesora Dora Myriam, Cristian y Ricardo, a las veredas a entregar títulos profesionales, pertinentes para las regiones, me provoca mucha emoción, parecida a la que sentí, cuando estaba iniciando este discurso de agradecimiento a quienes me están acompañando. Cuando saludo a los graduandos y les doy la mano, siento unas manos de unos jóvenes, callosas. Los jóvenes campesinos tienen callos en las manos de estar labrando la tierra, pero que se han formado como profesionales gracias a que hemos llegado hasta allí, evoco mi pasado, mi juventud, como joven campesino de este departamento. Seguiremos siendo universidad, donde es difícil ser universidad: yo decía esta mañana que es fácil ser universidad en la carrera 7ª o en la calle 26 de Bogotá o en el barrio Campohermoso de Manizales, o en el barrio Palogrande, pero ser universidad en estos sitios que he mencionado, no es tan fácil. El mismo Ministerio de Educación en algunos casos, no ha alcanzado a comprender lo que significa ser universidad en estos territorios. Es decir, estaremos presentes en los lugares excluidos por el sistema educativo, en las comunidades marginadas de las oportunidades de educación, con las personas que han sido excluidas por las pruebas de suficiencia en el tránsito de educación media y superior, desde nuevos campos del conocimiento que requieren esfuerzos científicos y de innovación y con emprendedores e instituciones comprometidas con el desarrollo sostenible. Todo esto en sincronía con los pactos globales por la calidad, la Internacionalización, regionalización y globalización, el aprendizaje, la investigación e Innovación y la responsabilidad social..

Uno de los caminos que hemos identificado para lograrlo es trabajar en la generación de una cultura de la sostenibilidad que tiene varias facetas entre las cuales se incluye lo financiero, debemos como organización ser financieramente viables, también debemos ser social y ambientalmente viables; pero debemos ir mas allá de las corrientes institucionalizadas de la sostenibilidad y apostarle a la sostenibilidad de la cultura, la sostenibilidad política, la sostenibilidad de lo público, lo ético, lo estético, lo eco-sistémico; pero claro, también a lo académico, como uno de los elementos fundamentales de nuestro que hacer cotidiano.

En general debemos avanzar en la formación de un sujeto sostenible, lo que nos llevará a una universidad sostenible y a una sociedad sostenible. Como lo escribimos en el libro Aportes de Desarrollo Social y Humano a la Sostenibilidad con la Profesora Fridzia Izaguirre de la Universidad autónoma de Occidente de México: La sostenibilidad requiere de una ciudadanía educada políticamente, que entienda el sentido de urgencia de transformar las prácticas sociales que hacen parte de su tradición y que están llevando a generar una amenaza a las posibilidades de permanencia de la vida como hoy se conoce; por lo cual, no se trata únicamente de un problema de solidaridad con las futuras generaciones como se plantea desde el discurso institucionalizado dominante; sino también, de un problema de la conservación de la vida de todas las especies que habitan el planeta, incluyendo al propio ser humano. La sostenibilidad “va más allá de la preservación de los recursos naturales y de la viabilidad de un desarrollo sin agresión al medio ambiente, implica un equilibrio del ser humano con él mismo, con el planeta y con el universo (…) se refiere al propio sentido de lo que somos, de dónde venimos y para dónde vamos, como seres de sentido y donantes de sentido de todo lo que nos rodea”

De esta manera, pretendemos hacer el tránsito de una Universidad Moderna a una Universidad Sostenible; como Universidad Sostenible, no podríamos ser modernos en un sentido de progreso que denigra y devalúa lo viejo por lo nuevo, porque justamente eso implica que reconocemos los fundamentos de nuestra cultura, donde las tradiciones y la forma de organizarnos socialmente en América Latina, son diferentes y por lo tanto no las podemos volver obsolescentes. Desde la Universidad Sostenible se aboga por la defensa de lo común, no de una libertad humana emancipadora de lo colectivo y de los deberes para con los otros (todos los seres vivos), en la lógica que promueve la modernidad.

La Universidad Sostenible promueve la cultura colectiva y rompe las ligaduras con el racionalismo dialectico de las libertades individuales sin responsabilidades colectivas, para impulsar una época donde el ser humano sea llevado a la condición de sujeto colectivo, desde la lógica de ser y comportarse como humano, y solo entonces deberían intervenir la especialización y la preparación profesional.

Una Universidad Sostenible es consecuente con los pactos globales por la educación y el desarrollo, donde ésta es “la base para garantizar la realización de otros derechos. Es esencial para la paz, la tolerancia, la realización humana (…) es clave para lograr el pleno empleo y la erradicación de la pobreza” (UNESCO, 2015, p.7). Esos retos los asume una institución que reconoce la educación como pilar de la sostenibilidad, una Universidad que atiende el llamado mundial a promover 1) la inclusión y equidad educativa, esto está en nuestros principios fundacionales 2) la igualdad de género, 3) la calidad y mejora de resultados de aprendizaje para promover el desarrollo sostenible y fortalecimiento de la ciudadanía, 4) las oportunidades de aprendizaje de calidad, 5) la garantía de enseñanza en situaciones de emergencia, conflicto, de post-conflicto y de recuperación, 6) desde una agenda y un marco jurídico común, 7) además de una mayor inversión en educación, 8) con estrategias de cooperación de todos las organizaciones sociales, estatales, empresariales y civiles. Asimismo, con propuestas evaluativas que permitan la comparación de resultados y la calidad de dicho proceso. Esto de la cooperación y de la ayuda mutua lo hemos venido plasmando en 48 años de historia y lo hemos vivido apostándole a procesos de integración, que son referentes mundiales como el proyecto SUMA.

Le apostaremos a una cultura del alto desempeño, dónde el rigor y la calidad sean parte de nuestra cotidianidad que nos mueve a obtener los mejores resultados; donde todos y cada uno de los integrantes de la comunidad se esfuercen por mejorar en el día a día para alcanzar niveles de excelencia; la Universidad ha hecho y continuará haciendo importantes inversiones en formación de su gente, invirtiendo en la gente, según lo plantea Schultz; esto debe verse reflejado en el logro de metas superiores, que van más allá de la acreditación de alta calidad tanto institucional como de programas o de las certificaciones bajo las normas ISO que hoy ostentamos; los niveles de excelencia y el alcance de metas superiores deben verse reflejados en el logro de éxitos individuales y colectivos, en la transformación de nuestras prácticas y la forma de relacionarnos con el entorno. De nuestra cultura de alto desempeño debemos derivar una importante contribución a la consolidación de una Universidad con capacidad de enfrentar los retos que las transformaciones del mundo contemporáneo nos imponen cada día; pero también nuestro aporte a la construcción de una sociedad mas equitativa en la cual todos los ciudadanos tengan la posibilidad de una vida decente.

Como un elemento fundamental de la cultura de alto desempeño se puede señalar la necesidad de la innovación entendiendo que uno de sus ejes es el proceso de transformación hacia una cultura innovadora que fortalezca y facilite la innovación incremental y la disruptiva, esperando que soporte el crecimiento futuro de la Universidad y la transformación de la sociedad. En este sentido, nuestras prácticas deben estar orientadas a fomentar la retroalimentación positiva y el reconocimiento; la confrontación asertiva y la conciliación; valoraremos los errores como fuente de aprendizajes y reduciremos la aversión al riesgo, por lo tanto impulsaremos las posibilidades de ensayar y arriesgar, aceptando que hay diferentes formas de hacer las cosas; privilegiaremos el trabajo en equipo y entendemos que los resultados son del equipo no de los individuos; nuestra decisiones deben ser coherentes con los principios y valores que pregonamos.

A la ciudad, la región y el país le ofrecemos una Universidad con altos estándares de calidad; comprometida con un adecuado uso de los recursos a su disposición y dispuesta a contribuir para que el tejido organizacional pueda avanzar también hacia el logro de una cultura del alto desempeño que le permita hacer frente a los retos que le impone una economía altamente competitiva; que pueda insertarse en los mercados globales con bienes y servicios que superen la dependencia de bienes básicos.

Lo que hasta acá hemos expuesto son sólo algunos de los temas centrales a los que dedicaremos los próximos cuatro años, tenemos otros aspectos que iremos perfeccionando con el equipo de trabajo que hemos conformado para avanzar en la construcción de una universidad que todos los días debe esforzarse por mejorar para contribuir a la consolidación de una mejor sociedad. Finalmente, agradecemos a todos los que nos han acompañado el día de hoy, esperamos seguir contando con sus valiosos aportes a la construcción de una mejor sociedad; a mis compañeros de la Universidad de Manizales una invitación a dar lo mejor de sí para avanzar en este proyecto común de construcción de lo público y lo privado.

*Rector

Manizales, 3 de septiembre de 2020