Presencia viva de los creadores

Más de 70 salas de teatro independientes de Colombia se unieron el viernes 28 de mayo alrededor de la convocatoria Teatro en primera línea, en un acto de solidaridad y complicidad con la conmemoración del primer mes del paro nacional.

De esta conjunción de voces para potenciar los clamores del estallido social desde la creatividad llevada a las tablas, hicieron parte las agrupaciones de teatro de Manizales El Escondite, Actores en Escena, Los Chicos del Jardín, Punto de Partida, Tich.

Leonardo Arias.  Actores en Escena

Desde el último mes, inclusive antes de la movilización, las salas de teatro de Colombia nos hemos venido uniendo a través de un chat que en este momento puede tener más de 170 salas y desde ahí hemos realizado dinámicas. Es precisamente en ese chat donde surge la idea de hacer presencia a nivel nacional a través de Teatro en primera línea. Es un apoyo a las víctimas y desaparecidos del actual paro nacional.

Para nosotros participar con Passport en Teatro en primera línea fue una manera de protestar, una manera de levantar nuestra voz, una manera de decirle al gobierno nacional: por favor, abra canales de diálogo, ¡basta ya!  Es hora de que nos aprendamos a escuchar y de que nos dejen de imponer de manera descarada todo lo que le imponen al pueblo colombiano. La corrupción no puede seguir cabalgando campante por nuestra sociedad. Es hora de que reflexionemos, de que pensemos un país diferente, de que se construya un país mucho más equitativo y ¡que viva el paro nacional!

Yolanda Arias. Teatro El Escondite

Teatro en primera línea unió a más de 70 salas de todo el país, de norte a sur, de oriente a occidente. Desde diferentes miradas de teatro nos manifestamos como defensores de la vida en un momento en que se está matando a la juventud popular de Colombia.

El grupo de teatro El Escondite se identificó plenamente con esta jornada porque la obra Recuerdo y Olvido, que mostramos de forma presencial, refiere toda esa serie de masacres que en las últimas décadas ha vivido el país, en esa Colombia profunda. Ahora que se visibiliza la mortandad horrorosa que sucede en las ciudades con motivo del paro, hace que sea muy pertinente nuestro tema. Sentirnos partícipes de un sentir teatral nacional en estas circunstancias de horror, nos recobra el sentido social que siempre debe tener el teatro.

Augusto Muñoz. Punto de Partida

Uniéndonos al clamor de las salas de teatro de este país, presentamos el Trotacalles de Andrés Caicedo en la versión libre de El Atravesado de este escritor caleños. Nos manifestamos con el arte vivo, compartiendo con las demás salas de este país precisamente en la convocatoria del paro nacional resistiendo desde el arte, generando desde el arte posibilidades de vida.

Para nosotros participar en el movimiento Teatro en primera línea fue la representación de los artistas nacionales como arte y parte de lo que se está gestando en Colombia. Estamos con el paro nacional, reclamamos mayor atención a los gestores culturales, a los artistas de todos los géneros. La iniciativa de las salas de teatro de Colombia es la presencia viva del arte, es la presencia viva de nuestra identidad sociocultural, es la presencia viva de los creadores de este país, es la presencia viva en el movimiento, no solo desde los jóvenes sino desde toda la sociedad colombiana. Los artistas también hemos sido golpeados, no solamente desde proyectos como la economía naranja, también proyectos como la salud de los artistas, la reforma tributaria con impuestos que no toca pagar año tras año, la privatización de la educación. El estar presentes con nuestras obras es decirle a Colombia y al mundo ¡aquí estamos, resistiendo!

Piedad Jurado. Tich

Este acto de las salas del país para con las víctimas es una manera de honrarlas y de solidarizarnos con sus familias. Es muy significativo también que los artistas nos unamos en un sentir colectivo ante la delicada situación nacional. Desde nuestros escenarios presentes en Primera Línea.

Gracias por hacer posible este encuentro incluyente

Culminó el Festival Internacional de la Imagen, cuya edición 20 se realizó de manera digital por segunda vez consecutiva.

El equipo de producción del evento invirtió toda su energía en desarrollar plataformas interactivas para garantizar que el mayor evento de diseño, arte, ciencia y tecnología de la región se llevara a cabo. A pesar de la distancia, la cercanía, el contacto y la comunicación entre los invitados y los asistentes estuvieron presentes en todas las jornadas.

Este año, el Festival contó con alrededor de 200 invitadas e invitados de países como Colombia, Francia, Estados Unidos, Chile, Brasil, entre otros. Además, hubo más de 1.080 personas inscritas, una cifra importante para un evento que se desarrolla de manera completamente virtual.

En total entre seminarios, conferencias, exhibiciones, muestras, talleres y conversatorios, se desarrollaron alrededor de 140 actividades durante los 5 días del evento.

Desde la organización y el equipo de producción del XX Festival Internacional de la Imagen, queremos extenderle un enorme agradecimiento a asistentes, invitados, colaboradores, aliados y medios de comunicación, por haber hecho posible este encuentro global entre el arte, la cultura digital, la educación y la tecnología.

Gracias a la Alcaldía de Manizales, Alianza Francesa Manizales, Centro Colombo Americano Manizales, Centro Cultural Banco de la República Manizales, CHEC-Grupo EPM, Clusterlab, Departamento de Diseño Universidad de Caldas, Instituto Francés en Colombia, Embajada de Francia, Embajada de Canadá, Embajada de Estados Unidos, Goethe, Embajada de Alemania, Parque Explora, Facultad de Artes y Humanidades Universidad de Caldas, Fundación Instituto de Investigaciones de la Imagen, Hubs Cloud, Instituto de Cultura y Turismo de Manizales, Revista Kepes, Ministerio de Cultura, Mozilla, Museo de Arte de Caldas, Nauj Project, Newrona, Participatory Design Conference, RENATA Colombia, Retina Latina, Radio Nacional de Colombia, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Universidad de Caldas, Vivelab Manizales, El Tiempo, El Espectador, RCN Radio, La Patria, RCN Televisión, Colprensa, Revista Alternativa, Quehacer Cultural.

Les agradecemos por asumir esta conexión virtual como un abrazo colectivo y como un diálogo sin fronteras. Gracias también por acompañarnos en el camino de la adaptación y por haber soportado con paciencia y buen ánimo los impases propios de la virtualidad.

Hoy podemos decir que, a pesar de las dificultades y los cambios constantes, ¡sí fue posible!

Los esperamos a todos en la XXI edición del Festival.

Nos vemos en el 2022.

¡Gracias por ser parte de INTER/ESPECIES!

 

Festival de jazz virtual en red con Colombos del país

La Red de Colombos Americanos con apoyo de la Embajada de los Estados Unidos, se une este año para realizar la primera versión del Festival de Jazz virtual, que une al talento local con el norteamericano en torno a este icónico género musical.

Esta primera versión del Festival ColomboJazz 2021 será del 7 de junio al 9 de julio, un mes entero de programación que reúne a importantes invitados nacionales e internacionales. Se llevará a cabo de manera virtual, por lo que la mayoría de los eventos podrán ser seguidos a través de las diferentes redes sociales de las entidades aliadas, y además son de carácter formativo, pedagógico y gratuitos para el público.

En el marco del Festival se realizarán varios eventos culturales en torno al género de música jazz, así que quienes deseen asistir no solo tendrán la oportunidad de ver conciertos con los mejores músicos de Colombia y Estados Unidos, sino que también podrán participar de talleres, charlas y mucho más.

“Es importante y significativo seguir estimulando diferentes espacios musicales en el país, en los que músicos y oyentes puedan participar y aprender”, expresa Daniel Pinilla, profesor de guitarra del Lionel Hampton School of Music de la Universidad de Idaho, quien extiende la invitación a los diferentes eventos que se realizarán en ColomboJazz 2021.

Un evento para los amantes del jazz

El Jazz Camp, de convocatoria cerrada, es uno de los eventos principales del Festival, en el que músicos de jazz estadounidenses y colombianos se unen para realizar talleres e intercambiar conocimientos. Este año estará a cargo de The Palouse Jazz Project de la Universidad de Idaho, sexteto con más de 11 años de experiencia.

Además, se realizarán cuatro conciertos; uno desde Medellín a cargo de la Jazz Fussion Band de Bellas Artes; dos desde Manizales por el Grupo Terranova y la Orquesta Sinfónica de Caldas, y finalmente, uno desde Idaho, por The Palouse Jazz Project. Todos serán transmitidos desde Facebook Live.

Seminarios y conversatorios

El primer conversatorio que se llevará a cabo en el marco del Festival es Mujeres a Ritmo de Jazz, en el que participarán la bajista barranquillera Esther Rojas; Claudia Gómez, cantante antioqueña; Gina Savino, cantante bogotana y Daniela Cura, curadora y programadora del Festival Jazz al Parque de Bogotá. El conversatorio será moderado por Carmen Mandinga, periodista cultural de la Radiodifusora Nacional. Este evento será el martes 8 de junio y no tiene inscripción previa.

ColomboJazz busca explorar este género desde diferentes disciplinas, por lo que habrá también programación de carácter formativo, como el Seminario de Jazz y Cine, un conversatorio de Cocina y Jazz, y diferentes eventos culturales para toda la familia.

Talleres

Este es un festival con una programación para todas las edades, por lo que desde el sábado 12 de junio se realizará JazzForKids, talleres de sensibilización e introducción a la improvisación en el jazz para niños y niñas entre los 8 y 12 años, guiados por Carito D´Rivera, saxofonista con experiencia en talleres de música. Este evento es con inscripción previa y será por medio de Zoom.

En el campo de las artes visuales se hará el taller Visual arts & Jazz, a Journey, en el que se debatirá la cultura afro en la música y las artes visuales. James Threalkill mostrará algunas de sus obras como pintor y explicará la importancia de la diversidad cultural en todas las manifestaciones, como el jazz y la pintura.

Desde Medellín, Manizales, Armenia, Pereira, Cali, Bogotá, Bucaramanga, Barranquilla y Cartagena se estará realizando una variedad de actividades académicas y culturales alrededor del jazz.

Toda la programación se realizará de manera virtual, a través de Facebook Live o Zoom, dependiendo del evento que se esté llevando a cabo. Es apto para todas las edades dado su carácter formativo y pedagógico.

Desde Manizales participan como aliados la Universidad de Caldas a través de la Vicerrectoría de Proyección Universitaria y el Centro Cultural Banco de la República.

 

El Centro Colombo Americano: formador de líderes

El irrestricto compromiso con las causas educativas y culturales que por sus particularidades permean diferentes sectores de la sociedad, se instaura como el valor agregado del Centro Colombo Americano de Manizales.

La entidad está cumpliendo 60 años de funcionamiento en la ciudad y desde el 2001 la dirige Clarita López de Estrada, una ejecutiva eficiente, amable e inteligente, siempre dispuesta a acoger las iniciativas oficiales o privadas que propenden el progreso de nuestra sociedad.

“Para mí fue la oportunidad de regresar al Colombo Americano después de veinte años y trabajar con enfoque en Educación y Cultura, un sueño acariciado durante esas dos décadas. El Colombo me abrió las puertas para construir un proyecto cultural y de servicio a la comunidad de Manizales y Caldas, con un propósito muy claro de contribución al desarrollo social y bajo principios y valores como la inclusión y el respeto por la diversidad, lo cual ha sido muy gratificante”.

¿Qué marca la diferencia en una ciudad que posee en su institucionalidad delegación del Centro Colombo Americano?

Un centro binacional como el Colombo Americano ofrece a una ciudad grandes oportunidades para el intercambio cultural y abre las puertas para la realización de programas y proyectos que contribuyen al desarrollo social de la ciudad y su área de influencia.   Específicamente por cuanto los Colombo Americanos somos aliados de primer orden para los proyectos educativos y culturales que forman parte de la misión diplomática de la Embajada de los Estados Unidos en nuestro país.

Para citar solo un ejemplo, Manizales y Caldas se han beneficiado de recursos Grant para programas de impacto como el English Access Microscholarship Program, becas completas de dos años que han formado en inglés y liderazgo a varias generaciones de jóvenes de las comunidades menos favorecidas.  Hoy podemos dar cuenta, con mucho orgullo, de no menos de 200 jóvenes que en la última década han logrado transformar su vida, la de su familia y entorno, y son hoy líderes en sus comunidades manteniendo vivo el espíritu de servicio a través de proyectos comunitarios iniciados durante la fase de formación en inglés, liderazgo y voluntariado social.   Muchos de ellos son hoy por hoy líderes replicadores de su experiencia en otros Colombos y conducen talleres para egresados de Access y otros programas apoyados por la Embajada de los Estados Unidos, contribuyendo a la expansión de la red de Alumni para beneficio de otras comunidades en varios departamentos del país.

¿Cómo ha sido la evolución del Centro Colombo en Manizales durante estos 60 años de existencia?

La evolución y desarrollo se ha producido a través de los años como respuesta a las necesidades del contexto, de la ciudad y del departamento.  Específicamente en lo que refiere a la formación en inglés, el Colombo ha profundizado en la investigación y ha adoptado metodologías de vanguardia, posicionando el programa de enseñanza entre los de mayor reconocimiento, impacto y resultados en la ciudad.  También ha sido importante el liderazgo y contribución a los procesos de bilingüismo iniciados entre 2007 y 2009 en Manizales, que sitúan la ciudad con uno de los mejores indicadores de avance a nivel nacional.

Actualmente, debido a la pandemia que enfrenta el mundo desde comienzos de 2020, mantiene sus servicios de enseñanza del inglés en modalidad remota con la misma calidad y propuesta de valor que está siendo positivamente valorada por los estudiantes.  Empieza igualmente a incursionar en una propuesta híbrida que flexibiliza la oferta a tal punto que unos estudiantes pueden optar por la modalidad presencial, mientras que otros pueden preferir tomar la misma clase desde la comodidad de sus casas.

En cuanto a los servicios culturales que forman parte fundamental de la misión del Colombo Americano y que busca promover el intercambio cultural y educativo con los Estados Unidos, y también conectar la ciudad con otras culturas desde una visión global, el Colombo se viene adaptando a la nueva normalidad tratando de mantener las audiencias conectadas mediante programación virtual y propiciando encuentros reflexivos sobre las problemáticas que enfrentamos hoy todos.

Entre el 14 y 18 de junio próximo se realizará la edición 11 del Festival de Jazz iniciado en 2010, el que comprende los talleres de formación del Jazz Camp, talleres de improvisación e interpretación conducidos por profesores y egresados de reconocidos programas de Jazz de universidades de los Estados Unidos, y que han contribuido positivamente al desarrollo y evolución de este género en la ciudad.

¿Qué aportes ha hecho el Colombo Americano al desarrollo de Manizales como ciudad educadora, universitaria y cultural?

La tradición de Manizales como ciudad cultural ha sido la consecuencia de una feliz convergencia de actores culturales y la fundación del Colombo en la década de los 60’s, como por ejemplo el surgimiento de la generación de escritores que han dado brillo y renombre a la ciudad en la escena literaria de Caldas, Colombia y que ha trascendido a nivel internacional.  Muchos de ellos reconocen la biblioteca John F. Kennedy como el espacio donde tuvieron su primer encuentro con la literatura universal y donde cimentaron las bases para su pródiga producción literaria.

También ha contribuido el Colombo a los procesos de formación musical y artística que han posicionado a Manizales como epicentro de la vida cultural del país, y también se ha vinculado desde sus inicios a eventos que han dado relevancia a Manizales fuera de fronteras como el Festival Internacional de Teatro o el Festival Internacional de la Imagen.

Desde su fundación en mayo de 1959, el Colombo Americano ha abierto sus espacios y ofrecido apoyo a músicos y artistas plásticos y visuales, -muchos de ellos otrora emergentes y hoy consagrados-, cuya trayectoria los ha llevado a escenarios nacionales e internacionales.  También a creadores y gestores culturales que han encontrado en el Colombo un aliado para su conexión con la comunidad.

¿Cómo se materializa la vinculación del gobierno norteamericano a los proyectos de la institución en particular y de la ciudad en general?

Mediante proyectos que presenta el Colombo Americano a la Embajada de los Estados Unidos cada vez que identifica una oportunidad para obtener recursos que le permitan desarrollar programas y proyectos de impacto y beneficio a la comunidad.  Los proyectos que pueden ser de carácter educativo para formación en inglés a comunidades vulnerables, o también de carácter cultural para programas de creación colectiva, son evaluados y priorizados para el otorgamiento de los Grants que el Colombo ejecuta con total rigor y compromiso, asegurando el impacto y los resultados esperados.

El gobierno de los Estados Unidos, a través de su misión diplomática en Colombia, ha sido muy generoso apoyando las propuestas presentadas por el Colombo Americano de Manizales.  En la actualidad se avanza en la ejecución de doce proyectos gracias a esta ayuda financiera.

¿Cuál es su mirada a la transformación de la dinámica ciudadana a medida que superamos la pandemia?

Pienso que aún es impredecible el verdadero impacto de la pandemia en los hábitos de consumo cultural en nuestra ciudad y departamento.  Creo que el sector cultural ha hecho un esfuerzo inmenso al mantener las dinámicas a pesar del confinamiento y restricciones que tienen prácticamente cerrados los espacios culturales, cuando la cultura se trata precisamente del encuentro e interacción entre artistas y públicos.  Pero es evidente que la intensidad con que se ha dado la sostenibilidad de los eventos acudiendo a los recursos digitales, ha generado también una fatiga de estos medios.

Personalmente sueño con el día en que podamos retornar a los teatros y espacios culturales, pues el encuentro, la comunión entre las artes y los públicos es crucial para sanar emocionalmente y volver a construir una vida en sociedad.

Editar es comunicar: MESAS DE EDICIÓN 2021

El Festival de la Imagen se ha caracterizado por tocar el tema del ecosistema tecnológico y creativo alrededor del diseño, así como las formas en que la ciudadanía se articula para propiciar espacios de encuentro, especialmente alrededor de la imagen. Estos han sido realizados desde diferentes frentes como lo transmedia, tecnológico, sonoro, escenográfico, económico, etc., líneas dentro de las cuales desarrolla programas como el mercado de diseño, el encuentro de laboratorios, los ciclos de conversación, foros estudiantiles, entre otros momentos de debate y trabajo.  Hoy nos centraremos en una entrevista realizada a Santiago Escobar-Jaramillo, cabeza de Raya Editorial, y Ana María Lagos, creadora-investigadora, quienes nos contarán algunos datos sobre MESAS DE EDICIÓN evento llevado a cabo en el Centro Cultural Rogelio Salmona.

Afiche oficial MESAS DE EDICIÓN 2021.

Vivimos en un momento de sobreproducción y saturación visual que se ha salido de nuestras manos, y en donde se sitúan muchas de nuestras interacciones, incluyendo las prácticas artísticas.  Dentro de este caos de datos e información, ha tomado una nueva potencia el rol del editor, del curador y de otros quehaceres que se dedican a darle forma a este exceso, a clasificarlo y, más importante aún, a resignificar su lectura. Al respecto, Santiago nos cuenta cómo nace este evento:

“Nace de la necesidad de comunicar, editar es comunicar, es la posibilidad que tenemos de contar los proyectos fotográficos en conversación con un lector, con una audiencia, con un público; y digamos que no hay un evento específico que defina lo que es la edición, nos preparamos como editores, muchas veces como una consecuencia de otras cosas pero no como un principio (…) La idea de MESAS DE EDICIÓN es juntar editores para pensar la fotografía en su relación específica con la idea de narrar, de conectarnos con otros públicos, de pensar distintos aspectos que enmarcan los proyectos. Y por eso el interés de juntarnos personas que estamos trabajando la edición desde los fotolibros, los medios, los periódicos, inclusive la curaduría, las redes sociales…”

Ahora bien, los encuentros de este evento se realizaron en un espacio físico especialmente diseñado para este fin, manteniendo además transmisión en vivo de sesiones en donde editores y fotógrafos conversaban las posibilidades del trabajo visual, como menciona Santiago:

“MESAS DE EDICIÓN es una estructura dual, dinámica, que está en constante cambio y movimiento. La estructura de guadua diseñada en conjunto con Estudio Dussan, lo que buscaba era crear un pequeño templo, una pequeña Maloka, un espacio que nos albergara y que a la vez pudiera soportar las cámaras de vídeo que iban a transmitir en vivo.  Estamos en una situación que ha cambiado la manera de encontrarnos y de comunicarnos que es el mundo virtual. Pero, de alguna forma, sabemos que el mundo virtual cansa, aleja, silencia. Y el hecho de podernos encontrar como personas, como humanos, como especie (por eso también el tema INTER/ESPECIES del festival), abrió esa posibilidad de encontrarnos un grupo pequeño, hacer unos ejercicios y que se estuvieran viendo en vivo al otro lado de la pantalla, no sólo en Manizales, sino en Colombia, en Latinoamérica. Que queden esos videos y esas transmisiones como memoria de lo que ocurrió.”

Fotografía cortesía de Santiago Escobar-Jaramillo. Estructura diseño colaborativo con Estudio Dussan. Festival de la Imagen 2021.

A esta necesidad de contacto humano simultánea con las exigencias de la virtualidad, también se refiere Ana María Lagos, editora invitada a participar, cuyo trabajo está incluido en la colección AÑZ, Fotografía Expandida de Latinoamérica:

“Yo creo que de todo lo que se construyó durante esta semana (las mesas de edición, la publicación del paro y el compartir de cada autor / autora) tiene unas líneas de trabajo y estas a su vez tienen una importancia, un valor. Una de ellas es la posibilidad de converger tantas miradas, formas de trabajo y recorridos profesionales, pero también subjetividades, corporalidades y afectos tan diversos; porque el hecho de habernos encontrado después de todo este tiempo de aislamiento y pandemia nos ha hecho reafirmar el valor del encuentro (…)  Este espacio es super valioso porque nos ha permitido juntar muchas perspectivas de vida en un contexto de pandemia en el que la virtualidad ha atrapado todo, el relato y la forma de trabajo actual. Y que, aunque sí que tuvo su elemento virtual, siento que es potente la intersección entre varios espacios: al final las MESAS DE EDICIÓN se plantearon desde la biblioteca, pero era un espacio arquitectónico y allí estábamos nosotros como grupo conectados con un montón de personas que pueden estar viéndonos desde muchos lugares.”

Por otro lado, también es importante resaltar las personas involucradas dentro del evento como editoras y fotógrafas invitadas, quienes aportaron pluralidad, profesionalidad y expansión a este proceso. Santiago nos cuenta el porqué de esta selección:

“Todos son tremendos fotógrafos. Con Matiz taller editorial y Raya Editorial, hemos creado la colección AñZ, fotografía expandida en Latinoamérica, en dónde pensamos la imagen al límite del lenguaje documental. Una fotografía que tiene que ver con la tecnología, con los actos participativos, comunales, con el archivo, con la pesquisa, con lo sensorial, la hibridación, la fragmentación en el plano estético y simbólico. Fotografía que tiene relación con lo transmedial, las redes sociales, la nube… Todos estos fotógrafos-editores no solo hacen fotografía expandida sino que además sus procesos y métodos también son expandidos: algunos de ellos tienen editoriales, escuelas,  procesos de gestión, colectivos de trabajos, escriben, exponen… multiplicidad de saberes y formas de hacer (…) Creo que en esos distintos mundos encontramos un aprendizaje y una experiencia, invitados no solo colombianos que se destacan su área sino también internacionales para crear nuevos vínculos, construir procesos, extender estas vivencias personales y fomentar un trabajo colectivo y en equipo.”

Esta es una temática a la que da mucha importancia también Ana María como partícipe de este espacio de trabajo y construcción colectiva: “Somos muchas miradas, de muchos lugares geográficos y también formas de hacer; por ejemplo mi trabajo es mucho más desde fotografía del arte, hay quienes trabajan desde la fotografía documental como Oscar que estaba registrando en calle todo el tema del paro, Musuk que acaba de trabajar una publicación sobre el conflicto sociopolítico en Perú… siento que es una perspectiva muy global.”

Fotograma extraído de sesión MESAS DE EDICIÓN. Festival de la Imagen 2021.

Por otro lado, con Ana María estuvimos conversando sobre la importancia de que esto suceda justamente en la ciudad de Manizales, porque vale la pena resaltar que es uno de los eventos donde se articulan diversas iniciativas locales como editoriales, gestiones culturales y grandes instituciones, por ejemplo, taller editorial Matiz, Raya Editorial, Universidad de Caldas, Banco de la República, La Jaus, Estudio Dussan, entre otras:

“Es importante que estos encuentros se ejecuten y se desarrollen en espacios como Manizales o como Pereira, que son ciudades intermedias porque aportan a la narrativa y la reflexión de los temas que nosotros estuvimos trabajando (…) Aunque venimos todos de lugares tan diferentes (como Argentina, Perú, Ecuador…) creo que hay un vínculo y una reflexión fuerte por el territorio. El solo hecho de habernos reunido y poder habitar en esta geografía, su clima, su olor, todo lo que implica estar en un espacio, ha hecho que la reflexión, las preguntas y lo que estamos compartiendo tenga un sentido muy diferente (…) El marco general es el paro, pero al final se geolocaliza en la medida en que estamos aquí. Me parece linda también la reflexión, como una metáfora, porque hay una relación local y global: está aquí en el sitio, un poco más grande en donde nos estamos quedando, en Manizales, en el eje cafetero, en Colombia y esta última es un espacio que interactúa con Latinoamérica. Una cosa de ida y vuelta, y siento que es la misma metáfora de lo físico y lo virtual, un mismo ir y venir. 

Por último, retomando un tema nombrado anteriormente, dentro de MESAS DE EDICIÓN se tuvieron dos convocatorias públicas previas, una sobre el conflicto armado y otra que se relaciona con la actual situación que atraviesa el país. Le preguntamos a Santiago por qué vincularse con estos acontecimientos, a lo que nos responde:

“Creo que tiene que ver con la empatía. Que todos nosotros, los editores invitados, las instituciones que acogen, las editoriales que publican, hacemos parte de un mismo ecosistema y somos sensibles a la situación que atraviesa el país. De alguna manera tenemos el derecho a protestar y esta es nuestra manera de hacerlo: desde el diálogo, desde la colaboración, desde la conexión con las personas que están en la calle, que se están enfrentando, que están gritando a viva voz lo que piensan y sienten. Entonces por eso uno de los productos de MESAS DE EDICIÓN es esta publicación colectiva del paro nacional y la protesta social en Colombia 2021, en donde todos esos editores están reflexionando sobre el acontecer a partir de fotos que enviaron de más de 170 personas y que dan cuenta de la realidad nacional, del último mes, de los últimos 28 días.”

Fotograma extraído de sesión MESAS DE EDICIÓN. Festival de la Imagen 2021.

Por último, espero que quien haya llegado hasta aquí siga su día con la idea de que Manizales tiene iniciativas constantes y activas dentro del campo cultural que es necesario estar atentos y participar de estos espacios de diálogo, exposición y creación para poder articular mejor un ecosistema de movimiento, profesionalidad y apoyo mutuo, y por qué no, para generar nuevas alternativas con diferentes discursos que hagan de esta región un lugar de diálogos, disensos y convergencias alrededor de las prácticas artísticas y creativas.

*Artista Visual y Gestora Cultural y Comunicativa.

Todo es político

Nos encontramos cumpliendo un mes de uno de los paros nacionales más fuertes que ha pasado el país. Y era inevitable tocar este tema, precisamente porque no sería ético seguir con los ojos cerrados; como muchos han ya dicho por estos días, la neutralidad en este tipo de casos implica tomar el bando del poder que ya está instaurado.

Así que, con mucha pasión, con la rabia de ver nuestros derechos humanos pisoteados y con la consciencia de un país que ha vivido en el conflicto y la injusticia por décadas, escribo estas palabras. Afortunadamente me encuentro con un Festival de la Imagen que no está exento de voces que resaltan estas situaciones, en gran número colombianas (cosa que me alegra) y que nos hacen continuar despiertos en un país donde existen seres humanos para los cuales matar al otro es un oficio, al mismo tiempo que personas que no conocen otra realidad se han cansado de soportar un caos (de miseria y corrupción) que se ha vuelto orden.

Sólo con leer el programa me encontré con la grata sorpresa de una reinterpretación de la obra de Zoe Leonard “I want a president” en donde la artista menciona su candidato ideal: alguien que haya vivido las exclusiones, censuras y dificultades que acarrea la injusticia social en todo el mundo como una mujer, una persona negra, alguien de la comunidad LGTBI+, un ciudadano de bajos recursos, alguien viviendo con VIH… muchas de nosotras, a decir verdad.

A partir de esta obra la artista Xuanxi Ge (China) escribe con pasta la primera frase, “quiero una lesbiana de presidenta” y permite que sea alimento para el moho, mientras poco a poco desaparecerá llenándose de nuevos habitantes, bacterias inesperadas, que intentarán ganar ese espacio. Una pregunta abierta por la política y la forma en que chocan las comunidades entre sí, especialmente las minorías contra las mayorías. La obra representa una lucha por representación y poder, hace un guiño a la afectación durante la pandemia, principalmente en grupos marginalizados y, además, pone en duda el poder político humano ante otras especies, abriendo puertas a nuevas formas de convivencia.

Vista de la muestra I want a dyke for president de Xuanxi Ge, Festival de la Imagen 2021.

Sin duda lo social aquí es biológico. El arte, una vez más, nos recuerda que es altamente político. Las palabras y las imágenes están allí para ser utilizadas, para volverlas a traer a una vigencia que sigue siendo la misma y hoy leemos con un lente contextual que nos atraviesa como colectivo. Los conflictos, entonces, se expanden y las teorías se resignifican en el puente sonoro de Ivar Rocha (Brasil) e Ivonne Villamil (Colombia) en donde narran simultáneamente en portugués y español la primera parte del texto “Doctrina Anarquista al Alcance de Todos” de José Oiticica: hablan de la energía universal traducida en la naturaleza, la cual es leída por el cuerpo y cuyas fuentes favorables pueden ser aprovechadas en un contexto político, justo basado en la disminución del sufrimiento y el malestar humano. Estos últimos son causados por fenómenos naturales y por la mala organización social a partir de la propiedad.

Por otro lado, algunas estancias específicas asociaron directamente los sucesos actuales del país y el apoyo desde otros activismos internacionales. Una de las más impactantes fue el inicio del diálogo de OV (Francia), directora de SCUM MUTATION, un corto que habla sobre el tejido social, el estrés postraumático en casos de represión y la identidad de una generación que en múltiples latitudes ha sido violentada por su condición social, su cuerpo, su procedencia, su raza, entre otros. La artista menciona que la superación colectiva es “la única bandera posible” ante el autoritarismo, también retoma la paradoja sobre la creación artística contrastada con la acción directa (a veces mucho más necesaria) y envía explícitamente fuerza a los manifestantes colombianos.

Fotograma extraído del foro Cine y Digital, Identidades Virtuales, Festival de la Imagen 2021.

El ciclo de Cine y Digital remite en múltiples ocasiones a la violencia como base de nuestra construcción identitaria: En el corto Las Fauces, dirigido por Mauricio Maldonado, nos acercamos al conflicto urbano y la soledad de las montañas de Medellín; en 84 de Daniel Santiago Cortés, nos situamos en el acuerdo de paz firmado ese año y el asesinato de un sacerdote católico indígena, defensor de los derechos humanos. Sin duda nos hace pensar que la historia es cíclica, donde la muerte se sigue paseando entre lo rural y lo urbano, los líderes asesinados en las montañas del Cauca y la violencia urbana entre la ficción y la realidad. Recurriendo a lo poético, el video Fu (María Rojas y Andrés Jurado) afronta metafóricamente que todo nuestro país es un cementerio indígena basado en una memoria fantasiosa y popular. Por otro lado, Project Politique de Daniel Nicolás Aguilera (Chile) se sitúa en el desarraigo, la desacralización de las instituciones políticas, la censura y el descontento con el ritmo de la ciudad misma, entre la imposibilidad de pertenecer y la búsqueda de identidad colectiva e individual.

Fotograma extraído del video arte Projecte Politique de Daniel Nicolás Aguilera, Retina Latina y Festival de la Imagen 2021.

Entre un panorama tan sombrío, cabe decir que estamos al fin en una generación que se ha cansado de estos abusos reiterativos, la falta de oportunidades y los largos silencios de la desaparición. Esto lo respalda Lucía Gonzales, Comisionada para el Esclarecimiento de la Verdad, la convivencia y la no repetición, en su intervención Nombrar lo Innombrable. Ella menciona cómo el arte es una práctica para hablar de eso que no hemos querido abordar y hacer visible lo invisible. El arte, según Juan Manuel Echavarría, es como el escudo de Perseo, que nos protege de mirar directamente lo que no seríamos capaces de afrontar. También menciona Lucía, que hay una emergencia de la palabra, una necesidad de expresión siempre desde el respeto, la seriedad y la profundidad necesaria para encarar el dolor.

Lucía recuerda el alto grado de abandono estatal de las regiones, ciudadanías y naciones plurales dentro del territorio nacional, quienes han sufrido una sociedad clasista y racista. Justo mientras la comisionada hablaba sobre el mural que fue censurado en Medellín, en nuestras calles sucedía la misma acción, una muestra de la criminalización de la protesta que se mantiene como una constante por más de 60 años y que persiste de heridas coloniales aún hoy abiertas. Esta conversación deja una invitación clara: mantener la fuerza vital de estos movimientos de insurrección hasta lograr un cambio importante, en una exigencia justa por la dignidad ante hechos insoportables de desprecios sostenidos.

Fotograma extraído de la conferencia Nombrar lo Innombrable de Lucía Gonzales.

Ahora bien, sin duda, hay una gran paradoja (y diferencia) entre visibilizar otras voces desde el acto poético, sensible y político, y acaparar el protagonismo de un momento que no nos pertenece como individuos; afortunadamente en el Festival no vi directamente este segundo ámbito. Espero que en futuras ediciones de este tipo de eventos sea recurrente la presencia de programas continuados que en realidad incluyan estas perspectivas diversas, y todos estos sonidos que aún nos siguen faltando, especialmente los creadores de dichas comunidades, los que están hoy en las calles. A pesar de ello reitero que, aunque sin apoyarlo, prefiero el oportunismo de algunos al silencio de muchos.

Los monumentos caídos que reescriben la historia y algunas prácticas artísticas que hoy explotan y se manifiestan, son un recordatorio de todo lo que no nos contó la escuela y de las comunidades que han sido silenciadas. Por último, Sebastián Muñoz, egresado de la Universidad de Caldas, da un cierre perfecto a esta nota con la video danza experimental 6402 en la que la situación actual del país atraviesa directamente el cuerpo.

Concluyo con algunas palabras que resumen varias ideas escuchadas esta semana dentro de los espacios del Festival: Necesitamos reconocer mejor a Colombia, entablar diferentes diálogos para lograr cruzarnos entre sí, para mantener esta capacidad de indignarnos que nos hace humanos y nos lleva a exigir, esperamos que, de forma constante, la dignidad y la memoria. Creo que generar nuevos imaginarios tiene más lógica hoy que en cualquier otro momento y que las prácticas artísticas pueden ser ventana para conocer lo externo, constructoras de realidad e incitadoras del cambio, teniendo en cuenta que cuando se trata sobre estos temas, nunca es suficiente.

Fotograma extraído del video Danza experimental 6042 de Sebastián Muñoz.

*Artista Visual y Gestora Cultural y Comunicativa.

 

Ni tan automáticas, ni tan metálicas, ni tan distópicas

 Fue justo en un Festival de la Imagen, hace muchos años, que escuché por primera vez una frase que recordaré por el resto de mi vida: Podemos cerrar los ojos o la boca, pero nunca los oídos. Siempre me ha parecido que la escucha es un sentido infravalorado al que a veces se le niega su naturaleza de ser un requisito vital de la percepción del mundo. Por esta razón, en las propuestas artísticas ha sido un foco de exploración constante y en lo social un requisito indispensable.

Una de las áreas más fuertes de este Festival es sin duda el escenario sonoro, el cual, aunque suele estar concentrado en los puentes y paisajes (que lo han caracterizado por años), también se expande en las demás áreas.  Este año se podían navegar muchas obras que mezclan el sonido natural con el proveniente de la inteligencia artificial (mientras sólo se respaldan con la producción visual) pero hubo una en especial que me llamó la atención: el corto Tremendous Cream de MCai (Rusia) que se asemeja a un video de rap ambientado en los noventa cuya letra y música es seleccionada por medio de la inteligencia artificial, pensado como el perfecto artista contemporáneo al hacernos dudar de qué es lo que conforma lo que llamamos creación.

Entre estos ruidos electrónicos pienso una vez más que los nuevos medios hace mucho que son viejos. Hoy para algunos creadores la inteligencia artificial es parte de un ecosistema de convivencia, es una forma de co-creación más que una herramienta, mientras para otras personas del común es apenas una distopía digna de película de ciencia ficción. Esta contradicción es esperable cuando vivimos en una generación que abruptamente ha vivido desde el disquete hasta la nube, convirtiéndonos en parte de una evolución acelerada de todo un nuevo universo digital como nos recuerda el vídeo de Sebastián Sagot que mezcla imágenes y sonidos relacionados con este tipo de narrativa visual.

Sumándole a esto, llevamos dos años procurando acostumbrarnos a micrófonos, cámaras y bots que, aunque ya eran usuales en varios contextos, están cada vez más fundidos con nuestra casa y nuestro cuerpo, tema del que obviamente debía dar luces esta edición 2021. Por ejemplo, Antibodies es una instalación interactiva de TBD, que presenta una interminable reunión virtual donde podrías encontrarte con personas de cualquier parte del mundo y en la cual tus gestos tienen una respuesta a partir de patrones y sonidos. Otra obra que contrapone esta virtualización acelerada de nuestras actividades en estos tiempos de pandemia y cuarentenas, es la Agencia internacional de teletransportación de Martin Groisman que contrasta el aislamiento social desde un performance para simular viajes en realidades paralelas.

Vista del proyecto Agencia Internacional de Teletransportación de Martin Groisman

Desde la edición 2020 el Festival de la Imagen tuvo que enfrentarse al reto de ofrecer una programación online, con sus obstáculos y posibilidades. En este caso casi podríamos hablar de virtualizar lo digital, y aunque ha sido complejo en muchos sentidos, no dejan de asombrarme hechos tan sencillos como que en el foro de cine y digital podamos tener directoras que se presentan con su identidad virtual o la simultaneidad de plataformas a las que nos lleva un click.

Pero, además de todas estas infinitas posibilidades sensibles e investigativas de lo tecnológico, también estos ecosistemas compartidos con las máquinas y los códigos nos han llevado a interpelar su función, su alcance y lo que nos hace humanos. Nos han creado una verdadera relación más allá del simple uso.

Sin duda el acercamiento más interesante que he tenido hasta ahora con este tema ha sido la conferencia de Lasse Scherffig de Alemania, quien hablaba de la tecnología invisible. Él abarca aquel juego en que diseñamos para confundir a los códigos a partir de los cuales las máquinas logran leer el mundo. En muchos aspectos el diseño está pensado para el sistema y sus ambientes, incluso cuando se hace específicamente para ser invisibles hacia ellos. Poco a poco todo el contexto se modifica para dar más espacio a estos seres ya no tan automáticos ni tan metálicos como nos vienen a la mente. Desde las señales de tráfico que restringen la presencia de humanos, gafas para confundir el reconocimiento facial, espacios de trabajo pensados para robots, entre muchos otros inventos, hacemos intentos constantes de entender la máquina como humano y el humano como máquina, de hablar lenguajes similares que faciliten comprender un ambiente y una ecología digital (y, por tanto, no sólo humana).

Ahora bien, estas obras que piensan ciertos planteamientos de lo tecnológico más allá de siempre ser afirmativas, han llegado a plantearse problemáticas muy profundas desde la misma interactividad y las herramientas de lo mecánico, como pueden ser la obsolescencia programada, la privacidad, la energía que utilizamos y la forma en que todo esto nos utiliza a nosotros. Es urgente que, cómo muestran estas obras, dejemos de centrar nuestra atención y de medir la calidad del arte y el diseño según una innovación tecnológica, que a veces sólo busca impactar con más pantallas, cables y movimientos estridentes. Estos proyectos que en realidad logran reflexionar sobre los campos más avanzados, no sólo asombran en la utilización de herramientas, sino que dialogan necesariamente con los conceptos, contextos, historias y procesos humanos que hay detrás. Abandonan una carrera que se vuelve producción industrial extrema en lugar de crítica y sensibilidad.

Pensar y comprender la tecnología ha llevado a múltiples artistas a interpelar lo que consideramos mecánico y lo que no, y con ello, a reconsiderar en las acciones más cotidianas cómo son nuestras relaciones con los objetos y territorios. En el video de Paulina Martínez titulado Paseos Dentro, el cuerpo adopta la experiencia de una aspiradora robot preguntándonos ¿cómo convivimos con lo automatizado? ¿hasta dónde somos cyborgs permanentes? Por otro lado, la obra de Lasse Scherffig, Hill Climbing, persigue las pendientes de Manizales de forma autónoma y matemática con una relación visual y casi una burla en su planteamiento: ¿Cómo vivimos el territorio desde la inteligencia artificial? ¿Qué tiene lógica y qué no para estas nuevas formas de pensamiento que componen nuestro mundo? ¿Quién y cómo nos muestran la ciudad en internet?

Fotograma extraído de Paseos Dentro de Paulina Martínez, Media Art Festival de la Imagen 2021

Fotograma extraído de Hill Climbing, exposición virtual de Lasse Scherffig Festival de la Imagen 2021

El Festival de la Imagen es literalmente un mar de información en donde la mezcla entre tecnología, inteligencia artificial y arte nos ha hecho escuchar el sonido de nuestra cara, del vacío, del mundo sin humanos, de las bacterias y de tantas otras cosas; cuesta imaginar alguna imposibilidad en este mundo tan lleno de máquinas y de creatividad.

Ha sido toda una sorpresa encontrarme con estas propuestas que hackean el sistema desde adentro y desestabilizan las formas en que asumimos el progreso o el desarrollo, para darnos cuenta de que hace mucho estamos situados en un contexto que nos desborda, y que convive de cerca con todos nuestros hábitos. También con aquellas que no buscan que la virtualidad sea una traducción de la presencialidad, sino que realmente exploran hasta el último rincón de sus posibilidades (como No Exit Oasis de Kurt Hentschlager), para comprender que no somos el centro de estos lenguajes ni tenemos porqué serlo.

*Artista Visual y Gestora Cultural y Comunicativa.

El universo con lupa

Explorando las salas virtuales del Festival de la Imagen encontré, entre otras, la obra Biorremediaciones de Juan Pablo Ferlat, que se centra en la capacidad de los hongos en intervenir como sanadores en el equilibrio de la biósfera. Esta me hizo recordar algo que siempre me ha parecido curioso, y es que en la enseñanza escolar suelen existir dos grandes vacíos: por un lado, lo pequeño como el mundo fungi, resumido a hongos sin mayor especificidad; y claro, los microorganismos, que no se suelen ubicar dentro de los reinos biológicos. Muchas personas han trabajado en este vacío concluyendo que, efectivamente, estos seres sorprenden aún a los más expertos y se reclasifican entre su cercanía a las plantas, los animales o a categorías aún no delimitadas. 

Vista de Biorremediaciones, exposición virtual de Juan Pablo Ferlalt en Festival de la Imagen 2021. 

Por otro lado, hay un vacío sobre el universo. No se suele brindar mucha información más allá de una maqueta del sistema solar y un par de horas conversando sobre el bigbang. La carrera por alcanzar el espacio entre los mayores poderes económicos mundiales nos ha bombardeado sin entender muy bien sus repercusiones y conexiones con la vida en el planeta.

Los estudios recientes desde múltiples áreas indican que son precisamente estos seres invisibles -hongos y microorganismos- quienes sustentan el ecosistema, conectando por micelios en la tierra y bacterias en el aire. También, son estos seres quienes presentan conexiones más amplias con las partículas del universo, especialmente los minerales y sus compuestos. Incluso, la similitud visual constantemente mencionada en el Festival de la Imagen, entre la vista de las células y la de las galaxias no deja de ser sorprendente, así cómo la contraposición que realiza Andres G. Rozo comparando las marcas de uso de utensilios culinarios con el  universo en Astronomia Culinaria; patrones que se repiten y mundos que dialogan desde lo visual. 


Vista de Astronomía culinaria, exposición virtual de Andres G. Rozo en Festival de la Imagen 2021. 

Algunas propuestas exploran entonces estos pequeños seres, llenos de poder y de sorpresas. El paisaje sonoro Beauty, una obra de arte híbrida entre biología y tecnología de Johnny DiBlasi, utiliza la inteligencia artificial para interactuar con diferentes culturas de bacterias sociales y mostrarlas estéticamente desde lo sonoro y lo visual. Es muy interesante pensar en cómo este tipo de imágenes se reiteran (por ejemplo, en el trabajo de Sandra Díaz en Media Art) y nos hacen pensar en estos ciclos en los que estamos inmersos por medio del arte biológico, la tecnología y nuestros sentidos. 

Vista de Beauty, paisaje sonoro de Johnny DiBlasi en Festival de la Imagen 2021. 

El arte, ante todo, siempre ha sido fuente y evidencia de conexiones que en otros contextos pueden parecer dispersas. Esta temática también se expande a lo macro en el audiovisual Blue Dot dirigido por Juan Pablo Pacheco, que establece relaciones muy fuertes entre el universo, lo profundo del océano y el internet. Todos como grandes profundidades de datos que se conectan con ese punto azul equivalente a la vista del planeta tierra y la luz intermitente de los almacenadores de datos web; mares de información que intentamos clasificar pero que no podemos dimensionar. Un trabajo extremadamente poético que nos interpela lo que creemos conocer y todo lo que se escapa dentro y fuera de este punto llamado planeta tierra. Esta obra es un espejo, un reflejo entre lo inmenso y lo micro, que nos atraviesa a diario y que nos sobrepasa, y es por mucho una de las piezas que más me ha resonado en el festival, precisamente porque logró cuestionarme sobre la historia y el archivo, nuestra posición frente a la realidad y la necesidad constante del ser humano de intentar abarcarlo todo. 

Fotograma extraído de Blue Dot, dirigida por Juan Pablo Pacheco y disponible en Retina Latina durante el festival.

Y es precisamente todo esto que no dimensionamos, lo que creemos lejano, abstracto y dudoso como el océano, el universo, la deep web o el mundo microscópico, aquello que aborda el trabajo de Claudia Robles Angel, artista colombiana que se pregunta cómo percibir lo imperceptible. Su obra Leikhen trabaja desde las reacciones del cuerpo a partir de señales biomédicas como las ondas cerebrales. En este caso se enfoca específicamente en el liquen, una relación simbiótica y mutua entre un hongo y un alga, donde ambos se benefician, los cuales pasan por invisibles en cortezas de árboles o piedra a las que no solemos prestar atención. A pesar de ello, son importantes para el ecosistema y la biodiversidad. 

Leikhen es entonces una instalación inmersiva con macro fotografías y sonidos naturales  en donde las personas al tocar una pantalla envían señales y reacciones a otro asistente (llamado huésped) que está conectado con transductores y electrodos. Este participante siente en su cuerpo un estímulo agradable o desagradable según la forma en que la superficie ha sido tocada. La pantalla es entonces casi como la piel de la persona, y lo que en ella vemos depende de lo que ese ser humano siente. De igual manera, el ambiente sonoro, reacciona ante la tensión del huésped por la corriente eléctrica transmitida, pasando de sonidos calmados a otros más estridentes.

Fotograma extraído de la conferencia Leikhen por Claudia Robles en el Festival de la Imagen 2021. 

Para mi el funcionamiento de esta obra y las narrativas afines que aquí encontramos, son una clara explicación de que todo, desde lo más pequeño hasta los grandes fenómenos planetarios, está de alguna manera interconectado. Hacemos lentes y dispositivos (microscopios, telescopios, cámaras…) para acercarnos a ese infinito desconocido y procurar ver más allá de lo que tenemos a nuestro alcance. Muchas de las obras de Media Art y de las exposiciones de este festival se centran en estas conexiones entre lo doméstico, lo tecnológico, lo microscópico y lo universal. Tal vez el trabajo de los artistas en estos campos procura, en cierta forma, ser otro tipo de lente para que desde la sensibilidad comprendamos estas cadenas de dependencia y relación en donde todas nos encontramos, y nos demos cuenta, de que mucho más allá de la forma en que nos organizamos como sociedad (que lo abordaremos en una siguiente nota) siempre habrán flujos que no podremos retener. 

*Artista Visual y Gestora Cultural y Comunicativa.

Deuda I

Jean-Paul Sartre, Gilles Deleuze y Michel Foucault / E. Kagan. 17 Enero 1972

Bogotá miércoles diecinueve de mayo de dos mil veintiuno, once y trece a.m. Aún no desayuno. Son tantas las cosas que están pasando que apenas me da tiempo de enterarme e identificar dentro de lo esencial qué es lo próximo por hacer.

Debo empezar una columna, la primera de una serie, y se me ocurrió cuando me propusieron escribirla que el nombre podía ser La deuda. Hace unos minutos lo escribí sin artículo y en mayúsculas y sentí que se veía más contundente DEUDA.

Deuda porque justo el día que me ofrecieron escribirla estaba preocupado por no tener cómo pagar un par de deudas medianas que adquirí recientemente. Pensé entonces que lo mejor sería invertir este pago en abonos a mis prestamistas, a mi mejor amiga y a mi ex. Por otro lado, siento que tengo una deuda grande con mi región (eje cafetero, de donde es este medio) que dejé hace casi veinte años pero que revisito frecuentemente.

Tomando fuerzas para escribir, después de días de proponérmelo, comienzo. Hoy pensé que la serie de columnas podía tener continuidad o hilos narrativos y así tal vez un día al juntar los diferentes artículos hacer un libro. Pero eso es haber ensillado el caballo sin tenerlo así que no hablo más, por ahora es solo una idea o una especulación. Lo que sí parece ser un hecho definitivo es el título.

Se que la intención de la directora del este medio es que hable de Arte, uno de mis campos de experticia que comprende temas que van de la fotografía al performance y otros lenguajes y medios y temas actuales. Lo digo con humildad (pienso últimamente en esta palabra y en su relación intrínseca con lo húmedo). Pero no puedo hablar ahora mismo de Arte sin ignorar el contexto ¿qué pasa afuera? y qué pasa adentro también, mucha combustión y gasolina y yo tengo un cigarro que se acorta y ya va por la mitad y no sé qué hacer con él (digo esto metafóricamente ya que solo fumo en las noches o sea no podría estar fumando ahora). El contexto actual tomaría bastante tiempo en ser descrito por su extensión y complejidad, no podría ni en sueños acortarlo a mil quinientas palabras que es, creo, lo máximo que puedo escribir para esta propuesta de columna mensual.

¡No me gusta dejar cabos sueltos, así que respondo a mi pregunta del párrafo anterior y cambum! Vivo en un contexto de guerra y soy un artista que entiende la potencia y eficacia de los gestos y sus muchas naturalezas y la necesidad urgente de traerlos a lo público, a los gestos artísticos, digo. Quiero decir que entiendo la responsabilidad que tengo al saber de Arte a profundidad y de saber también qué y cómo combatir y con qué herramientas precisamente; el arte nos da las herramientas además para combatirnos a nosotros mismos y de paso a todo lo que afuera o adentro nos afecta a mil escalas, lo personal, lo social, lo medioambiental, lo democrático, lo mágico, el Arte es infinito y multidimensional, quizás también multitemporal y nos trae preguntas de todo tipo, la mayoría muy subjetivas y entender este hecho especifico, de paso, nos libera también de la responsabilidad constante de encontrar y buscar sentido en todo.

El arte puede buscar una relación objetiva con el espectador, pero identifico fácilmente y disfruto de experiencias artísticas a las que no puedo acceder desde la objetividad. Siempre habrá huellas para guiarse, tonos de color, texturas, formas, título, ritmos  para acceder a ellas a través de los sentidos, a veces mucho más que desde la razón.

Me gusta el arte objetivo para las operaciones que necesitan de ciencia y razón y coherencia y sentido en un orden positivista, digamos (pensemos en arte relacionado a ciencias de la salud, a la ingeniaría o a los deportes, por ejemplo) pero también las artes subjetivas y abstractas y entiendo su valor y sé que no debo esforzarme en ir más allá del disfrute o de hacerme alguna que otra pregunta, porque el arte, como nos dice la tradición académica, no debe ser utilitario ni útil. PARA MANTENERSE LIBRE DE INTERESES Y FINES ESPECÍFICOS DE PROPAGANDA, POR EJEMPLO, debe estar a disposición de todes incluyendo subjetividades y discapacidades. Disculpas que haga otro paréntesis, esta vez descrito. A veces escribo Arte con mayúscula y otras sin. Es raro y es instintivo, pero es a propósito, si tuviera que escoger una forma definitiva de escribir Arte sería con mayúscula inicial siempre, pero de tanto escribirla dentro de este mismo párrafo la siento muy pesada, así que variaré, a veces Arte con mayúscula a veces con minúscula, a veces en mayúscula sostenida, cierro paréntesis.

Así que el contexto. Colombia, décadas de guerra. Estamos en el día veintidós del Paro Nacional más grande en la historia de la nación (es una nación joven tipo un poco más de doscientos años desde que la ‘fundaron’), tengamos eso dentro de la idea contextual, y es una nación democrática, un modelo joven también regido por una constitución política de treinta años, o sea joven también. Esta idea me interesa pues uno crece creyendo que todo siempre estuvo ahí, y ahora desde mis casi treinta y seis años veo que esto todo está acabado de inventar, lo digo en chiste pero también en serio, son modelos que debemos entender como imperfectos y que necesitan de nosotros mismos para terminar de inventarse y sean sistemas donde todos realmente seamos libres sin hacernos daño; ya si alguien quiere hacerse daño a sí mismo, eso es subjetividad (lo digo en chiste también pero es cierto, tipo si quiere tatuarse, fumar o teñirse el pelo) y la democracia lo comprende, y eso me gusta.

Es muy del arte también que uno pueda decidir qué quiere teniendo en cuenta el contexto, eso es muy importante, pero escuchando la esencia de sí mismo, haciéndose preguntas como para qué soy bueno, qué me gusta, qué me han enseñado, qué necesita mi comunidad o mi sociedad o mi familia, qué me pide mi cuerpo, qué me ofrece el mundo para suplir mi deseo, que yo siento que más que deseo es necesidad, pero eso habría que explorarlo en Foucault quien dice que cuando el deseo se realiza deviene una verdad, o en Guattari que habla del deseo como motor emancipador de sistemas homogeneizadores o esterilizadores. Tengámoslo presente pues será uno de los ejes inconscientes de esta columna, el deseo (como la productora de Almodóvar El deseo) pues es también, de paso, eje inconsciente de mi trabajo autoral y es además eje inconsciente de todes nosotres, ya lo decían Freud y Jung, tiene todo que ver con pasar del inconsciente al consciente para que el inconsciente no nos atropelle. Y eso hacemos ahora mismo. Pues la teoría filosófica del siglo veinte y la contemporánea son las que prefijan al arte actual, el que exploraremos en esta columna que termina aquí.

En la siguiente entrega hablaré de modelos de asociación y arte comunitario y del concepto ‘estéticas de la colaboración’ propuesto por el artista visual conceptual y activista Humberto Vélez (Panamá 1965).

*Artista Visual.

Flautoamericanismos

Con el paisaje sonoro Flautoamericanismos participará el maestro Yovanny Betancurt en el 20 del Festival Internacional, hoy miércoles 26 de mayo a las 7:00 p.m.

Doctorado en música en la Universidad de Montreal Canadá, es el actual director del Departamento de Música de la Universidad de Caldas y director artístico del Festival Internacional de Música (Cima).

“Es un performance en el sentido en que hay una unidad entre las obras desde la interpretación, pasan de manera consecutiva y lo que busco por un lado es mostrar qué es Latinoamérica en toda su diversidad y unirla a partir de la flauta, un instrumento tan usado en nuestras culturas”.

  1. Obra: Abesana

Compositor: Paulo Ríos Fihlo, Brasil

Hace alusión de esos cánticos de los llaneros que tienen el manejo del ganado en esas zonas ganaderas del Brasil. Hace remembranza al amanecer a una jornada de trabajo de un ganadero.

  1. Obra: Viento

Compositor: Víctor García, México

Se trabajan técnicas extendidas en la flauta. Es decir, sonoridades que hacen evocación al viento de diferentes maneras. Para la flauta esto es natural porque el viento es la materia prima que la hace producir el sonido. Entonces se vuelve natural y genera sonoridades alrededor de lo que quiere el compositor en lo referente al viento.

  1. Obra: An instance of becoming airbone

Compositor: Matías de Roux, Colombia

Este joven compositor llegó a finales del 2019 después de estudiar en el Conservatorio Superior de País (Francia) y su obra es en inglés.

*Tele-espacios activos

Obra con los profesores de la Universidad de Caldas Mario Valencia y Óscar Ceballos los compositores extranjeros Gonzalo Biffarella (Argentina) y José Manuel Berenguer (España).

El Maestro Betancur se desempeña como profesor de la Cátedra de flauta, líder del Grupo de Investigación Observatorio de fenómenos transdisciplinares en música. Director del Ensamble de Música Contemporánea de la Universidad de Caldas – Colombia. Es Par Evaluador de Colciencias y Par Académico del CNA del Ministerio de Educación Nacional.

festivaldelaimagen.com, Facebook o Youtube Festival Internacional de la Imagen

 

 

Ciencia y tecnología desde la cordillera

¿Quién inventó el arte, la ciencia y la tecnología? ¿Qué cabía antes y qué habrá después en los límites que encierran estas palabras? Existe una larga historia llena de hechos y procesos que han dado forma a los significados de estos conceptos tal y como muchas personas delante de esta pantalla los entendemos hoy. El origen y la consolidación disciplinar de cada área es todo un tema de investigación que le concierne también a sus intersecciones.

Pero sin duda, podemos afirmar que las divisiones de conocimiento y los orígenes que llegan a la mayoría de mentes son comúnmente desde la modernidad y lo colonial. Constantemente olvidamos que previo a ser invadidos por otras latitudes, las culturas latinoamericanas producían sus propios códigos, sistemas y procesos tecnológicos y científicos, y que, a pesar del atraso que significó pasar por un genocidio y la represión simbólica de sus saberes, hoy lo siguen haciendo.

Afortunadamente, muchas mujeres latinoamericanas han volcado sus ojos a esta realidad, como los hechos actuales sobre el textil en Bolivia (Elvira Espejo), o los vestigios históricos como las Saywas, observatorios astronómicos del norte chileno (Cecilia Sanhueza), entre muchas otras que han posicionado estos conocimientos dentro de lo que llamamos ciencia.

En esta misma línea de ideas se suma desde la investigación / creación Constanza Piña, artista chilena quien ha realizado un trabajo alrededor del Khipu, un instrumento de medición inca extendido antiguamente en Latinoamérica. Los focos desde los que se acerca son la matemática textil y la computación ancestral, dando como resultado una instalación y un libro que hoy se pueden encontrar en las salas virtuales del Festival de la Imagen.

Vista parcial de la exposición virtual Khipu de Constanza Piña, Festival de la Imagen, 2021

El Khipu, como menciona Piña, se compone por un sistema multicapa y nemotécnico para guardar información, a partir de datos numéricos que dan cuenta de ciertos acontecimientos. Funciona a partir de una codificación binaria y decimal ¿Te suena familiar? Masomenos es un instrumento que va y viene entre un computador portátil y un libro, pero basado en lo textil, un equipo vestible que se conecta con el cuerpo, un humano que interactúa con la máquina, una especie de cyborg.

Todo parte de los nudos, con aspectos tan específicos como la cantidad de vueltas, la posición en la cuerda, el color, la materialidad, el torcido del hilo, el tipo de trenzado, la direccionalidad, entre muchas otras claves que tal vez se han perdido en el tiempo y que responden a otras clases numéricas diferentes a nuestro sistema.  Incluso algunas teorías indican un uso coordinado con otros instrumentos como la yupana (herramienta para realizar operaciones aritméticas complejas, similar al ábaco) o los tocapus (sistema de escritura logográfica).

Vista de un Khipu original dentro del video explicativo de la exposición virtual de Constanza Piña.

Pero, lo más interesante de la investigación y obra de Constanza, es que responde a una pregunta compleja: ¿Cómo acercarnos a un conocimiento que fue minimizado, destruido y en algunos campos incluso olvidado? Además, unos saberes que sólo tienen sentido en otras lógicas y formas de comprender el mundo. Su respuesta es a partir del arte y de algunas personas que, al igual que estas culturas originarias, han sido minimizadas en la ciencia: las mujeres.

Realiza laboratorios, espacios de trabajo colaborativo e investigación de lo femenino en la computación y la ecología, campos en los que hemos sido líderes en la historia. Su reinterpretación del Khipu está basada en las computadoras humanas de Estados Unidos, en el código de Ada Lovelance y la relación de la historia de los computadores con lo textil, como el telar de Jacquard o las memorias de núcleos cableados (conocidas como Little Old Lady memory) que tejieron mujeres para la NASA. En ambos casos (lo femenino y lo indígena) la ciencia y la tecnología están dentro de los procesos comunitarios, creativos, manuales y artísticos.

Desde el inicio de los tiempos hemos mirado al espacio y lo hemos tejido. Hemos dado respuesta, construido y leído el cielo para movernos, cultivar o socializar, tema que las culturas andinas tenían tan claro que los Khipus también servían como repositorio astronómico: por ello el proyecto de Constanza se basa en una constelación. Y aunque como ella misma menciona, “el Kiphu, esté o no conectado a un sistema electrónico ya es una tecnología”. Su obra propone además convertir en sonido los espectros magnéticos a partir de lo electrotextil, con hilos tejidos en cobre y lana de alpaca, que generan un ruido lleno de información de aquello que no podemos ver. Una ciencia ficción andina (en sus palabras) que vuelve a dar vida y existencia desde nuevos códigos a las memorias ancestrales que en algunos puntos hemos perdido.

Fotograma de la conferencia Khipu: Computador prehispánico electrotextil de Constanza Piña en el Seminario Internacional del Festival de la Imagen, 2021.

Queda mucho camino para comprender la forma en que estos códigos culturales ancestrales están hoy aún en movimiento en nuestra vida, en la cultura de ciertas regiones y en objetos que nos rodean. Un ejemplo de ello es el puente sonoro Kuisi Corvidae de Andres Gaona, compositor colombiano, que nos lleva a recorrer el sonido de las gaitas tradicionales de la costa caribe, especialmente de la comunidad Kogui en Santa Marta (con la que también Constanza ha tenido algunos acercamientos). Es curioso como en muchas de las manifestaciones sonoras de las comunidades con fuerte tradición indígena la dualidad no es una oposición, sino por el contrario, una continuidad, como las gaitas hembra y macho. Esto se mezcla con el sonido electrónico y el paisaje sonoro de las montañas cundiboyacenses conectados a partir del viento, esa energía vital que respiramos y que hace que todo fluya. El mismo viento que se conecta con Flautoamericanismos, paisaje sonoro latinoamericano de Yovanny Betancurt.

Es claro que en ambos trabajos (Khipu y Kuisi Corvidae) se ha tenido que recorrer el territorio de diferentes formas, valorizar otros saberes, pensar desde la colectividad y la articulación de artistas e instituciones e investigar profundamente los orígenes y evoluciones de ciertos saberes, lo cual es una riqueza vital en nuestro contexto. Espero que en próximos festivales sean más visibles las personas que logran que hoy estos conocimientos perduren, las comunidades mismas que son las únicas que nos llevaran a aprender o redescubrir códigos diferentes y no a que intentemos que sus genealogías, formas de conocer y de actuar sean posibles de leer desde nuestro mundo cerrado. Espacios para escuchar esas voces sin intermediarios y con beneficios directos.

Un Festival y un mundo cada vez más decolonial, con más trabajos como estos y que además continúe la fuerza que ha tenido en esta versión la figura femenina en todos los componentes. Por último, me queda rondando esta relación entre el universo y lo cotidiano o lo microscópico, pero esto lo abordaremos en una siguiente nota.

*Artista Visual y Gestora Cultural y Comunicativa.

Palimpsestos: oficios del eje cafetero en un escenario posthumano

Diana Reyes y Augusto Ramírez, Profesores de la Universidad de Manizales, y Laura García, los tres Comunicadores Sociales y Periodistas,  son los creadores de Palimpsestos, obra que hace parte de las Exhibiciones 2021 del XX Festival Internacional de la Imagen.

Palimpsestos integra un proyecto de investigación-creación más grande llamado Háblame al oído, donde se abordan los oficios tradicionales como bienes patrimoniales en formatos más tradicionales y sobre todo lineales.

Según explican los autores, “en un giro hacia pensarse la identidad y la memoria desde y para el posthumanismo, nace Palimpsesto que busca romper el relato de los oficios tradicionales del Eje Cafetero y así permitir al espectador contemplar las experiencias tradicionales en un escenario deconstruido. La obra es un contraste entre la práctica tradicional y cotidiana como el hilar, tallar, hacer oficios varios, puesto de cara a un escenario posthumano en donde el olvido y la memoria se traslapan y se hacen presentes”.

Agregan que se trata de una invitación para pensarnos y buscar la identidad oculta, desdibujada, sobrepuesta, que atañe a nuestros territorios actuales. “Es una invitación a interconectarnos desde las periferias hacia el centro. ¿Cómo podemos pensarnos una experiencia construida colectivamente, como la de un oficio tradicional, en un escenario globalizado y tecnológicamente más avanzado?

Zonas de dependencia: Interespecies

Cuando empezó la pandemia de covid 19 todos descubrimos la cantidad de vacíos y analfabetismos que cargamos en torno a la ciencia, la biología y la salud. Estuve rodeada de muchas personas que no comprendían la relación entre lavarse las manos, usar tapabocas y no tocarse la cara. Si el virus está en la saliva de otro, ¿por qué me tengo que lavar las manos? Si tengo tapada mi boca y mi nariz, ¿por qué no me puedo tocar mi cara? Otros asustados me contaron que la vacuna la estaban haciendo con el mismo virus, ¿por qué querría que me metieran eso adentro?

Esos días entendí que en nuestra sociedad es un privilegio inmenso, para una poca cantidad de personas, el comprender (así sea muy superficialmente) la fluidez entre dos organismos y sus canales de conversación. Que pueden comprender algunos aspectos del cuerpo y situarlo frágil ante otros seres, aquellos que lo habitan constantemente, que le sobreviven y que generan un equilibrio (o desequilibrio) en su funcionamiento.

Inicio esta nota con este comentario porque, a nivel personal, es una de las tantas cosas que le dan sentido a hablar hoy de interespecies, el nombre del Festival de la Imagen 2021, sin olvidar que los temas de lo ecosistémico, lo ecológico, el antiespecismo, entre tantos otros, estén muy presentes y debatidos en diversas esferas. Estamos hablando de un asunto que sin duda es urgente y tiene relaciones con todas las capas de nuestra existencia: lo político, lo cultural, lo social, lo económico, y así sucesivamente hasta lo más íntimo, literalmente, hasta las entrañas.

Coroline A. Jones, historiadora, escritora, curadora y crítica de arte estadounidense, mencionaba la mañana del 24 de mayo, en el foro académico internacional, que toda nuestra vida se basa en la simbiosis. Una suerte de co-dependencia que se contrasta con el aislamiento a partir del cual hemos clasificado el entorno y nuestra interacción en él. Así mismo, entre obras de bioarte contemporáneo y teorías científicas, daba a entender que el universo está saturado de otras especies con vida biológica, de las que poco sabemos y que claramente no se ajustan a nuestras taxonomías racionales y cerradas.

Fotograma extraído de la conferencia Symbiosis “with-living” and interspecies entanglement de Caroline A. Jones, Seminario Internacional Festival de la Imagen 2021.

La vida es solo un conjunto de maneras interconectadas por diferentes vías. Las demás criaturas con quienes compartimos este planeta construyen y conocen también sus propios mundos, como el pulpo cuyo sistema cognitivo y sensible, más allá de un órgano, está desplegado en cada uno de sus tentáculos. Hablamos entonces que salir del antropocentrismo en que hemos vivido, implica hacernos preguntas ontológicas y epistemológicas de diferente índole, en donde el saber se relaciona directamente con el sentir y donde algunas artistas están mapeando esta filosofía que replantea al individuo occidental.

Las palabras claves de todo esto son sin duda la empatía y la consciencia interespecie. Las obras de bioarte presentadas plantean sistemas que se acercan al funcionamiento de la vida y de la tecnologización que hoy vive la biología, una bio ficción para Jones.  Procuran hacerlo sin caer en el control de lo natural y expanden esa pregunta a la posibilidad de otras formas de sentir, pensar y existir en el mundo.

Ser humano, después de un día de este Festival, es sólo un imaginario que deja abiertas mil puertas a preguntarnos realmente por su significado. Las teorías científicas que Jones recorrió en su charla nos recuerdan que si no fuera por todos esos seres microscópicos que definieron crear un cuerpo bípedo como refugio para pervivir en el ambiente, no estaríamos aquí.

Todo esto nos lleva a pensar la dicotomía que hemos creado entre naturaleza y cultura, y la posibilidad de lo que Jones llamó una “conversación intercultural” entre diferentes especies en donde en lugar del miedo (a ese otro ser) se consolide la empatía.

Y esto sin duda se relaciona profundamente con el acto performático (complejo de clasificar en nuestras usuales descripciones de paisaje sonoro u obra de teatro) de Rocio Berenguer, artista española quien también menciona que somos cuerpo y medio de otros seres a la vez. Este se sitúa en un mundo después de la sexta era de la extinción masiva en donde los cinco reinos, que incluyen las máquinas, humanos, minerales, vegetales y animales, escriben una declaración de derechos interespecie sobre la igualdad ante la ley. Una ficción jurídica que permite al humano comprender culturalmente la existencia de otros. Entre juegos de luces, una coreografía con elementos vivos y cierto aire doméstico, inicia toda una disertación sensible sobre los límites del cuerpo, la experiencia, la relatividad de las nociones que han sido base de las teorías científicas y la experiencia genérica en donde solemos encasillar la vida.

Fotogramas extraídos de G5 de Rosario Berenguer, Festival Internacional de la Imagen, 2021

Es en esta sensación interna que logramos realmente vivir con el otro y modificar las escalas de valor. Comprender el proceso colaborativo y no lineal que ha implicado la evolución, y que la consciencia es una concertación entre respuestas microscópicas de diferentes especies, entre ciclos funcionales. Como menciona Jones, pasar del homo sapiens al homo simbiótico es una involución necesaria.

Así, entonces, tenemos una misma teoría presentada en dos medios (una conferencia y una puesta en escena) diferentes pero complementarios. Situarnos en el concepto de zona planteado por Berenguer, como un espacio limítrofe que cambia las condiciones pero que continúa sin ser frontera, es comprender que podemos y somos continuidad con otros seres sin necesidad de establecer relaciones basadas en poseer, exotizar, o utilizar. Un intercambio que explica la interdependencia más allá de la taxonomía, una construcción empática.

Ahora bien, muchas de estas palabras y análisis me hacían pensar en cómo somos nosotros, occidentales y dominantes, quienes al fin parecemos acercarnos aún dentro de los límites de nuestro lenguaje y epistemología, a conceptos como la crianza mutua o el buen vivir, así como los ciclos y las escalas de valor de comunidades originarias latinoamericanas, pero esto será material para otra nota.

*Artista Visual y Gestora Cultural y Comunicativa.

Homenaje al Maestro Fabio Fuentes

La Orquesta Sinfónica de Caldas y el Ensamble de Música Contemporánea  de la Universidad de Caldas, EMCUC,  en el marco de la programación del XX Festival Internacional de la Imagen, ofrecerán un homenaje al Maestro Fabio Fuentes, compositor de música contemporánea fallecido el 1 de mayo de este año, con el lanzamiento de una de las obras más importantes de su carrera, Shihkakubi (2013) para orquesta de cámara e instrumentos indígenas.

Hace parte de un trabajo de campo con las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta en la que narra con música la cotidianidad de esa población, el ambiente de los animales, de la selva, del mar, del aire y algunos rituales indígenas como el funeral.

Así mismo se realizará una charla para hablar de las características de esta composición,  a cargo del profesor Pedro Rojas, quien participó en la escritura de la tesis doctoral del Maestro Fuentes y de Atila Karlovich, poeta, filósofo, escritor colombo-holandés residente en Buenos Aires (Argentina). Será moderada por el Maestro Yovanny Betancur Director de EMCUC.

Participan en la interpretación de Shihkakubi:

Flautas: Yovanny Betancur, Alejandra Buitrago

Clarinetes: Deivys Betancourth, Alexander Rodríguez

Percusión: Uriel Andrés Marín, Humberto Valencia, Norma Julieth Bernal

Piano: Daniel Pinzón

Soprano: Jenny Moreno

Violines: Juan Sebastián Serrano, Ricardo Kichi, Diana Carolina Medina, Vanessa Restrepo

Violas: Julián Ocampo, Laura Vanessa Sánchez

Violoncellos: Daniel Sebastián Castrillón, Piedad Constanza Botero

Director: Maestro Leonardo Marulanda

Sábado 29 de mayo a las 5:00 p.m.

https://festivaldelaimagen.com

Museos en pandemia

Retos y posibilidades de los museos en pandemia fue el nombre del seminario realizado en Manizales con motivo de la celebración del mes de los museos en mayo 2021. Participaron Museo de Arte de Caldas, Centro de Museos Universidad de Caldas y las salas de exhibición del Centro Cultural Banco de la República, Alianza Colombo Francesa, Centro Colombo Americano, La Jaus, con invitación al Museo Nacional y a la Universidad de Manizales.

A continuación las reflexiones de algunos de los participantes:

IVONNE MENDOZA. Centro Cultural Banco de la República

Quiero resaltar la necesidad de trabajo en red, no es sencillo, las instituciones cada una tiene sus particularidades, sus complejidades, sus fortalezas. Creo que la invitación que estamos haciendo desde aquí es la invitación de trabajo en red desde los diferentes espacios de la cultura y que es necesario a la luz de lo que nuestro país está viviendo. Este seminario se hace en el marco de esa lectura de contexto y de esa necesidad de que en primer lugar las acciones culturales, los procesos culturales no se detengan, por el contrario, se hagan más necesarios y segundo que dialoguemos con ese país que sin lugar a dudas se está manifestando y está diciendo algo sobre lo que somos, lo que hemos sido y quizás lo que queremos ser.

JULIANA RESTREPO. Museo Nacional.

Fue un tiempo muy importante para que las mesas de museos de todo el país se pusieran de acuerdo en entender cuáles eran sus necesidades primordiales y poderse comunicar con el gobierno a través del Museo Nacional en la línea de poder trabaja la política de museos que esperamos salga muy pronto… El Ministerio de Cultura en el 2020 pudo poner a disposición de los museos privados y mixtos del país recursos y alivios para poder impulsar su reapertura desde julio del año pasado.

ANDREA OSPINA SANTAMARÍA. Curadora

Creo que a las instituciones y a muchas personas nos ha costado bastante entender las dinámicas de lo virtual más allá de lo que es el traspaso de lo físico. Creo que lo físico no se puede traspasar a lo virtual. No tienes la textura, no tienes el olor, no tienes la luz, no tienes una cantidad de elementos, el encuentro con otros cuerpos, el encuentro cercano, la conversación de pasillo que no puedes imitar en la virtualidad. La virtualidad tiene sus propios códigos…

LAURA PUERTA. La Jaus

La Jaus Itinerante es una propuesta nueva que ofrece en esta época exhibiciones de pequeño formato las cuales se pueden trasladar a distintos lugares y en vez de traer a las personas a nuestro espacio físico, ir nosotros a diferentes espacios públicos, privados, culturales, empresas de la ciudad y de esta manera permitir la presencialidad en grupos más pequeños.

OLGA LUCÍA HURTADO. Artista

Toda esta inquietud cultural en época de confinamiento y de acelerados cambios deja abiertas muchas preguntas, todas ellas conectadas con el futuro de nuestros espacios culturales esenciales en la vida de la sociedad, lo cual ha quedado demostrado en tiempos de pandemia… La tecnología llevó hasta los hogares los diversos contenidos de la cultura y día a día mostró la importancia que tiene en nuestro devenir social e individual. Estamos entonces ante un cambio.

MANUELA LÓPEZ. Alianza Francesa

A mí me interesa esa perspectiva a futuro, cómo vamos a volver después de esto, si es que nos hemos ido, si es que hemos vuelto, los viajes en el tiempo son una cosa muy loca, pero yo creo que el camino es la interdisciplinariedad, esa palabra tan loca en el arte. Si queremos abrirnos a nuevas experiencias con los públicos, si queremos saltar al encuentro con el arte, la única manera es abrirnos a otras formas, a otras disciplinas…

Actividades

Alrededor del tema INTER / ESPECIES se desarrollará del 24 al 28 de mayo de 2021 el XX Festival Internacional de la Imagen, un encuentro de cultura digital que en sus 19 ediciones ha logrado establecer una red internacional de instituciones, investigadores y creadores que cada año intercambian experiencias y conocimientos, por lo cual se ha posicionado como un evento de vanguardia con relevancia internacional y referencia académica en el diseño, el arte, la ciencia y la tecnología.

El Festival es organizado por la Universidad de Caldas y la Universidad Jorge Tadeo Lozano y se realizará íntegramente por plataformas digitales.

INTER / ESPECIES, busca indagar en perspectivas críticas el papel que tiene el ser humano en el mundo, con el propósito de observar esas fuerzas vitales que se interconectan con otros seres vivos no humanos, e incluso, con la supervivencia y la habitabilidad en el planeta.

En la presente edición participarán 79 invitados de 15 países, con 500 obras y proyectos distribuidos en las siguientes actividades, la mayoría gratuitas, a las cuales se puede ingresar a través de la página web http://festivaldelaimagen.com/es/

  • Seminario Internacional
  • Puentes Sonoros
  • Paisajes Sonoros
  • Media Art y Exhibiciones
  • Cine y Digital: 30 años Diseño Visual Universidad de Caldas
  • Foro Académico
  • Posters
  • Encuentro de Animación
  • Encuentro de Labs
  • Panel de Mujeres
  • Mesas de Edición
  • Encuentro de Festivales
  • VIII Mercado

Felipe César Londoño, director del Festival, expresó que el evento aportará gran cantidad de tópicos respecto a la perspectiva reflexiva sobre lo que sucede actualmente en el país y el mundo. “El Festival no es ajeno a lo que hoy sucede, por lo que la temática central del mismo propicia el dialogo, el conocimiento, el contexto a través de espacios reflexivos en perspectivas críticas, sobre la actualidad del mundo en torno al papel como seres humanos en los territorios y las relaciones de convivencia”.

HOMENAJE AL MAESTRO FABIO FUENTES

La Orquesta Sinfónica de Caldas y el Ensamble de Música Contemporánea EMCUC de la Universidad de Caldas, el viernes 28 de mayo a las 7:00 p.m. y en el marco de la programación del XX Festival Internacional de la Imagen, ofrecerán un homenaje al Maestro Fabio Fuentes, compositor de música contemporánea fallecido el 1 de mayo de este año, con el lanzamiento de una de las obras más importantes de su carrera, Shihkakubi (2013) para orquesta de cámara e instrumentos indígenas.

Así mismo se realizará una charla para hablar de las características de esta composición,  a cargo del profesor Pedro Rojas, quien participó en la escritura de la tesis doctoral del Maestro Fuentes y de Atila Karlovich, poeta, filósofo, escritor colombo-holandés residente en Buenos Aires (Argentina). Será moderada por el Maestro Yovanny Betancur Director de EMCUC.

Participan en la interpretación de Shihkakubi:

Flautas: Yovanny Betancur, Alejandra Buitrago

Clarinetes: Deivys Betancourth, Alexander Rodríguez

Percusión: Uriel Andrés Marín, Humberto Valencia, Norma Julieth Bernal

Piano: Daniel Pinzón

Soprano: Jenny Moreno

Violines: Juan Sebastián Serrano, Ricardo Kichi, Diana Carolina Medina, Vanessa Restrepo

Violas: Julián Ocampo, Laura Vanessa Sánchez

Violoncellos: Daniel Sebastián Castrillón, Piedad Constanza Botero

Director: Maestro Leonardo Marulanda

 

https://festivaldelaimagen.com

App para controlar Coronavirus

Dennis Arango Arango, estudiante de séptimo semestre de Ingeniería de Sistemas de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Universidad de Manizales, se encuentra trabajando en una app para la Agencia Federal para el manejo de Emergencias de Estados Unidos que tiene como objetivo ayudar al gobierno de ese país en el control del Coronavirus.

Tener datos exactos de vacunados, agendamiento de citas para pruebas cóvid, generación de códigos QR para que quienes ya están vacunados accedan a ciertos lugares públicos, un apartado especial para el personal de salud con el fin de que este genere el menor número de contagios posible, indicaciones de las fechas en que los infectados deben hacerse la segunda prueba para validar si están en condiciones de retomar sus labores, entre otras funciones, estarán disponibles en el aplicativo que desarrolla el estudiante tras su vinculación a Moxehub una empresa de desarrollo de software que tiene patentada una metodología de descubrimiento para desafiar el pensamiento tradicional.

Dennis Arango plantea que desde hace dos años se vinculó a un boot camp de aprendizaje, y además ingresó a una aceleradora de talento, con lo que ha podido potenciar sus aprendizajes, trabajar en proyectos personales y focalizar su área de desempeño que decidió es la programación.

“La universidad me dio bases de ingeniería que me ayudaron mucho”, afirma el estudiante de 21 años que trabaja para una empresa en Boston desde su casa en Manizales.

Cancelada Feria Artesanal de Manizales

La pandemia obligó por segunda vez consecutiva a la cancelación de la Feria Artesanal de Manizales, considerada entre las más importantes del país en su género, programada para mediados de este año.

El evento con 47 años de tradición, congrega cada año como parte fundamental de la programación de la Feria de Manizales, cientos de artesanos provenientes no solo de Colombia sino del exterior y representa por sus características, fuente de riqueza para la ciudad. La última Feria realizada en el año 2020, convocó 360 expositores, 78.000 visitantes, creó 4.000 empleos, además del impacto económico para los diferentes sectores productivos.

“Desde la Corporación para el Desarrollo de Caldas (CDC), entidad organizadora de la Feria Artesanal de Manizales analizamos diferentes panoramas, a la luz de los sucesivos picos de la pandemia, donde concluimos que no es prudente realizar eventos masivos durante el 2021. Esperamos que los avances del programa de vacunación, nos permitan ejecutar de manera segura el evento en enero del 2022, como anualmente ha sido tradición”, anunció la Directora de la entidad Marcela Montes Henao. Dijo que se trabaja en una propuesta que atraiga los intereses del público joven.

Manifestó también el compromiso de la Corporación con los artesanos mediante la búsqueda de estrategias para apoyar la reactivación económica del sector, fuertemente afectado por la emergencia sanitaria.  Con su equipo, trabaja alrededor de una alternativa de feria no presencial que les permita comercializar sus productos y al tiempo garantizar la seguridad de los artesanos, expositores, visitantes y personal de la CDC.

“La Feria Artesanal de Manizales sigue en el corazón de los manizaleños y, por supuesto, en el de los colombianos y del mundo entero. Seguiremos soñando con la mejor feria artesanal, la que nos pone a vibrar de emoción con lo más lindo y tradicional del Arte Hecho a Mano”, concluyó la ejecutiva.

La Septuagenaria Galería de Manizales 1951-2021

Los 70 años de la Plaza de Mercado de Manizales, lugar donde la administración avanza con un plan parcial como parte del macroproyecto de Renovación Urbana de San José, que hace uso de un instrumento del Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad, ameritan una mirada al significado de dicho lugar en la perspectiva del pasado, también a examinar la naturaleza y enfoque de los procesos del presente, y por último a encontrar en el contexto el significado de los cambios urbanísticos para su futuro, por tratarse de uno de los sectores más representativos y al tiempo más olvidados y deteriorados de la ciudad, a pesar de que, desde antaño como en cualquier lugar, la plaza de mercado ha sido el destino primordial de los caminos rurales que alimentan la ciudad de productos frescos del campo, cuya oferta al lado de bienes artesanales, saberes y haberes culturales que alternan con ventas de baratijas y segundas, convocan y confunden en medio del bullicio, los regateos y los olores, a campesinos y habitantes urbanos de diferentes clases sociales.

Por lo tanto, la Plaza de Mercado de Manizales, conocida como la “Galería” es el fragmento de un territorio urbano en una ciudad intermedia que, tras siete décadas expresando las contradicciones de la vida citadina, exige repensarse e intervenirse para acceder a la modernidad: ya no puede seguir siendo el centro de abastecimiento para esa sociedad industrial de ayer, pues debe prepararse para sobrevivir manteniendo dicha función en medio de una sociedad cada vez más exigente y competitiva, donde el Estado solidario le ha cedido responsabilidades al mercado, y la economía se ha globalizado y deshumanizado. Mientras las grandes superficies de mercado son a la galería lo que la industria y agroindustria es ahora a los productores rurales y artesanales, también los escenarios urbanos con sus propias dinámicas van redefiniendo sus funciones para las actividades comerciales, de servicios, residenciales e industriales, y cambiando conforme evoluciona la propia sociedad.

 De toldos y tenderetes a barracas y a pabellones

Como referente urbano, la Galería, por cumplir un uso fundamental del suelo como plaza de mercado a lo largo de la historia, presenta las características relevantes y diferenciales propias de un activo del patrimonio cultural de la ciudad que se inserta en el escenario con funciones comerciales vitales para su desarrollo, acompañando sus dinámicas y mutando con sus cambios en todos los tiempos: en los de Manizales cuando era la aldea de caminos de arriería, su lugar natural fue la plaza principal que funcionaba en días festivos; y creado el Departamento (1905) cuando Manizales contaba con unos 30 mil habitantes, tras el crecimiento del comercio, consecuencia de la explosión de la economía cafetera, hacia 1910 ese escenario separa funciones quedando las del comercio para la Plaza Alfonso López, donde toldos y tenderetes se van transformando en barracas, y estas en pabellones tras secar la cañada del lugar y adecuar el terreno, para mutar hasta conformar unas galerías propias de una plaza de mercado al llegar a contar con siete pabellones en dos manzanas, entre el Colegio de la Presentación (1905) y los Agustinos (capilla en 1903 y templo en 1923). Pero pasada la mitad del siglo XX, cuando la ciudad superaba los 125 mil habitantes, se diseña y construye la actual Plaza de Mercado, por José María Gómez M., Alfonso Carvajal E. y Jorge Arango U., dotada de un magnífico edificio emplazado en un novedoso trazo acorde con la época.

En cuanto al proceso, cualquier transformación urbana de carácter fundamental, como el de la comuna San José en atención a su carácter de proyecto de interés social, no sólo debe estar mediada por mecanismos de planeación participativa y concertación ciudadana, sino que también debe mostrar una acción profunda de recuperación del tejido social y coherencia entre los problemas y soluciones que plantea, tal cual se propuso en la formulación que hiciera la Universidad Nacional para el proyecto primigenio (2008). De lo contrario el esfuerzo fiscal y económico con las enormes posibilidades del proyecto, puede subyacer frente al natural costo social y ambiental, consecuencia del traumatismo de las obras. Esto para prevenir la exacerbación de un potencial conflicto en caso de darse la frustración de las visiones, expectativas y sueños colectivos, por ser asuntos susceptibles de enmendarse, a pesar de las falencias estructurales de la gestión que parecen advertirse de los esfuerzos por socializar el proyecto con quienes debieron ser actores responsables de su construcción.

 Manizales: sus zonas y funciones urbanas

Para empezar, no podemos desconocer que cuando Manizales se funda el 12 de octubre de 1849, lo que mueve a cerca de 400 familias de colonos que ya habitaban el territorio, es la necesidad de una plaza de mercado que les permita comercializar productos producidos en sus parcelas y requeridos para su subsistencia. Desde entonces dicho escenario ha venido evolucionado, tal cual lo advertimos en Manizales, al observar el histórico lugar cuyo singular trazo delata la construcción urbanística de mediados del siglo XX, pero que ahora para adecuarse a los cambios y desafíos del siglo XXI, requiere de un diálogo con los actores sociales de la galería, donde gravitan pequeños comerciantes, artesanos y productores rurales, centrado bajo el concepto de que el territorio es una construcción social y por lo tanto que la galería como tal debe ser la consecuencia de un proceso de ordenamiento incluyente, participativo y concertado, que parta del presupuesto de que dicho escenario además de ser el principal referente de la Comuna San José, ha servido a lo largo del tiempo como articuladora del conjunto de zonas y funciones de los medios rurales y urbanos de Manizales.

En efecto, dichas funciones en Manizales se reparten así: primero, entre una zona industrial que, además de estar mal ubicada en relación con los medios del transporte regional ubicados al poniente, debe entrar al tema de la producción limpia; segundo, la zona residencial cuya fracción más costosa se ha ubicado sobre el paisaje de chimeneas del oriente de la ciudad, cuando los cánones urbanísticos obligan a valorar su función por el carácter paisajístico; tercero, la zona de servicios cuyo centro de gravedad es Palogrande, lugar que debe velar por mejorar su nivel de equipamiento y prevenir su “artrosis” funcional; y finalmente, la zona comercial donde entra la galería como parte del centro histórico, y que es hoy un lugar amenazado por procesos de lumpenización, lo que exige una acción socioambiental profunda, dado que en ella se materializa el sentido y valor cultural e histórico de nuestra ciudad.

 Un nicho para el productor rural y el artesano

En virtud de lo anterior, es evidente que la galería hace parte de los viejos inmuebles donde algunos moradores vigilan el lugar y cuidan su territorio: es que las zonas comerciales de los medios urbanos ya no son sitio para los grandes almacenes y centros mayoristas de antaño, sino que deben ocuparse de servicios culturales y nutrirse de espacios agradables, donde el productor rural y el artesano realicen su trabajo, que no es justamente el resultado de la actividad industrial. En efecto, mientras la industria se ocupa de bienes generados con economías de escala y producción en serie cuyo destino es la gran superficie comercial, la producción artesanal y rural de mayor impacto por su extensión social, tiene como destino otros lugares como la galería y las tiendas de barrio, pues en ellas prima el soporte de las cadenas productivas ligadas a organizaciones de pequeños productores que hacen la oferta de bienes y servicios con soporte cultural, y de haberes y saberes ancestrales, sin la intromisión perjudicial de intermediarios.

Todo esto supone avanzar en la defensa de la galería procurando la intervención del Estado, para mejorar la calidad del hábitat, la organización de los pequeños productores y comerciantes, implementar el banco de oportunidades para empresas sociales, y sobre todo para la valoración, protección y recomposición del tejido social, so pena de dejar en manos del mercado a los pequeños productores rurales y artesanales, y a los pequeños negocios en que rematan sus cadenas productivas, y con ellos a las comunidades más vulnerables. Es que el futuro de la galería también depende de una economía rural cada vez más deprimida, donde urge una reconversión agropecuaria orientada hacia la producción limpia con el apoyo del Estado centrado en políticas de ciencia y tecnología, para que el usuario de la ciudad encuentre diferencias estructurales entre esta oferta, y la proveniente de empresas industriales y agroindustriales intensivas en agroquímicos, pesticidas, fungicidas y abonos de base química.

¿Soluciones creativas o sin contexto?

En 2017 tras la instalación de 180 módulos de acero para reorganizar vendedores informales, que han ocupado el perímetro de los pabellones con casetas de zinc, surge una acción popular bajo el argumento de que además de desconocer derechos colectivos fundamentales del comercio establecido en los pabellones, se estaría legitimando la ilegalidad y casi escriturando el espacio público a los invasores.

Cabe anotar que El Centro Galerías Plaza de Mercado que tiene en concesión las instalaciones desde 1995 hasta 2025, ha entregado en 20 años a Infimanizales $2.270 millones por utilidades y regalías. Igualmente, sobre la problemática de la invasión del espacio público de la ciudad, Manizales tiene unos 2 mil vendedores informales establecidos en diferentes puntos críticos, entre ellos la Plaza de Mercado donde la Secretaría de Medio Ambiente con la intervención que está realizando busca una transformación completa e integral del sector.

Si bien tras siete décadas que imponen nuevos desafíos, la solución además de inconsulta, no resuelve el problema de fondo, queda entonces en el aire la idea de que se trataría de una remodelación que se emprende para saldar pasivos ambientales del medio urbano sin contemplar integralmente el valor patrimonial del bien histórico afectado, ni la necesaria separación de funciones mayoristas con una central de abastos, minoristas con la galería, en un escenario carente de un verdadero plan parcial a pesar de existir el macroproyecto de Renovación Urbana de San José.

 

A descongestionar y modernizar la Plaza de Mercado

Finalmente, con relación al contexto en que debe darse la transformación del epicentro del sector constituido por la Plaza de Mercado, no solo se debe reconocer el valor urbanístico y funcional del lugar y potenciar la organización social, para proyectarlo adecuadamente al futuro como principal referente de la comuna, sino y sobre todo para que al lado de las tiendas de barrio y abundancias de la ciudad, continúe siendo el eje articulador entre una función de abastecimiento vital para el medio urbano y la función productiva más primordial del medio rural de Manizales, sino también para que separe y especialice sus funciones diferenciándolas de la otra oferta de bienes industriales adecuada para las grandes superficies de mercado.

Además, admitiendo que Manizales debe implementar su central de abastos en otro lugar para descongestionar la plaza de mercado, y proceder a la necesaria modernización del lugar, lo que exige dotarlo de equipamientos y espacios públicos adecuados para mejorar las nuevas funciones misionales, adecuando su rol histórico como elemento constitutivo del centro urbano, habrá que cuidar con la renovación urbana la naturaleza y funciones complejas de las viviendas, para no desnaturalizar las actividades vitales de los moradores del lugar, privilegiando artesanos, pequeños comerciantes y oferentes de oficios menores especializados, como actores esenciales de la economía urbana que se complementa con la del campo en el citado lugar.

Fuentes Bibliográficas

Centro Histórico de Manizales: Lineamientos Conceptuales de cara al POT.

El desarrollo urbano y económico de Manizales. 

La renovación en la comuna San José: un paso atrás en el desarrollo urbano de Manizales.

Plan Parcial Galería.

Planificación urbana de infraestructuras de mercado en Manizales.

Plaza de Mercado y Paisaje Cultural Cafetero

* Profesor de la Universidad Nacional de Colombia y Miembro de la SMP de Manizales.

 

 

La paz como objetivo final

La paz como objetivo final, hace parte del ciclo Conversación con Científicos, una estrategia de la Vicerrectoría de Proyección Universitaria de la Universidad de Caldas a través de su Centro de Ciencia Francisco José de Caldas.

En esta oportunidad la periodista Juan Valentina Bustos entrevista a Mario Hernán López Becerra, investigador, profesor de la Universidad de Caldas, doctor en Paz, Conflictos y Democracia.

López Becerra plantea como antecedente más inmediato de las protestas sociales actuales en nuestro país, las manifestaciones que en el año 2019 se dieron en Colombia, en América Latina y en otros países del mundo, las cuales se caracterizaron por la inusitada participación de la juventud. Afirma que es esta la gran perdedora en el modelo actual de desarrollo. “Todo lo que ha ocurrido con las transformaciones tecnológicas, que ha aumentado la productividad de manera alucinante, le ha pasado una cuenta de cobro enorme a un sector de la sociedad muy particular que son los y las jóvenes”.

Al abogar por la ampliación de la democracia, está convencido de que la Universidad tiene una tarea de largo aliento hoy, mañana y siempre en cuanto a la educación política de estudiantes y profesores, para cumplir con su responsabilidad de aportar a la construcción de paz. En este sentido considera que estas instituciones deben convertirse en territorio de paces con compromiso regional, lo mismo que asumir deberes claros en el impulso y acatamiento de los acuerdos de paz.

En el video la conversación completa.