Entre 2020 y 2023, ILC obtuvo utilidades por $232 mil millones y transfirió $139 mil millones a Caldas para inversión

La Industria Licorera de Caldas (ILC) cerró el periodo 2020 – 2023 conmemorando sus 80 años de creación con los resultados más altos en su historia en ventas, utilidades y transferencias, gracias al trabajo y compromiso del equipo de colaboradores de la empresa, y el apoyo del Gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez Cardona.

Durante la Audiencia Pública de Rendición de Cuentas que se transmitió en vivo por el canal Telecafé el 19 de diciembre, el gerente general (e) de la ILC, Jaime Alberto Valencia Ramos, destacó que en este cuatrienio se lograron varios hitos históricos.

“En 2020 la ILC se consolidó como la empresa #1 en Colombia en el sector de licores. En 2021 tiene utilidades netas históricas por más de $78 mil millones. En 2022 logra ventas históricas con cerca de 42 millones de botellas y en 2023 vemos que la Licorera cuenta con el 70% del mercado del ron en el país como líder de la categoría, y con el 14% de participación en aguardiente, lo cual la consolida como una empresa competitiva”, recalcó el directivo.

Valencia Ramos también resaltó las transferencias por utilidades a la Gobernación de Caldas para inversión social, así como los $3 billones aportados vía impuestos en 8 años a los demás departamentos del país.

“Vía excedentes financieros, la ILC en el último cuatrienio le ha transferido al Departamento más de $139 mil millones, que le ha permitido apalancar con mayor efectividad el Plan de Desarrollo entre 2020 y 2023, principalmente en salud y educación, pero también para financiar otros sectores como vivienda, infraestructura vial y fortalecimiento institucional”, anotó el gerente general.

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Música de las esferas

Casting

 El pasado mes de noviembre se celebró el Primer Festival Nacional de Música de Órgano en la ciudad de Manizales, que es una iniciativa de Juan Sebastián Palacio Zuluaga, organista de la Basílica de la Inmaculada, y Károl Muñoz Galván, organista de la Catedral Primada de Colombia. Este evento es la posibilidad de recuperar las tradiciones artísticas de una ciudad que en sus orígenes tuvo escuelas musicales importantes y en cuyo ambiente sonaban de manera permanente los sonidos de pianos, guitarras… órganos y cantos gregorianos.

Para mí, la música que eleva el espíritu y me transporta a esferas celestiales es la de órgano. En la música clásica, mis preferencias siempre han estado con Joan Sebastian Bach, y uno de los sentimientos más telúricos que he tenido es cuando asistí, en Sao Paulo, Brasil, a una misa en el Monasterio de Sao Bento, la cual es celebrada con órgano y canto gregoriano. Recuerdo que cuando empecé a escuchar los sonidos del órgano y el coro integrado por monjes benedictinos, mi piel se erizó y en un estado de trance, en donde creí que levitaba, mis ojos se encharcaron, ¡esa sí es una experiencia mística!

Hay muy pocas ciudades hoy en día en el mundo que celebran los oficios con órgano y canto gregoriano, y Sao Paulo es una de esas. En Manizales, en la primera mitad del siglo XX, se podía asistir a liturgias acompañadas de estas dos expresiones musicales, y había coros de canto gregoriano y organistas. Una imagen imborrable en mi vida, cuando era niño, es la del maestro alemán Karl Ludwig Schweinenberg, maestro de capilla de la Catedral Basílica de Manizales, organista y director coral, interpretando el órgano. Muchas veces lo encontraba por los alrededores de la Catedral en sus andanzas matutinas y bohemias. Recuerdo que me impactó la noticia de su muerte en 1982 cuando un automóvil lo atropelló al frente de la Catedral, pues el maestro Karl fue un referente de esa época en nuestra ciudad de grandes músicos y escuelas como la “Schola Cantorum Santa Cecilia”, que era la Academia Diocesana de Música. El maestro Karl, también fue, en 1950, director del Conservatorio, en época de la administración de la Escuela de Bellas Artes de Gonzalo Quintero, periodo que duró hasta 1954.

Larga es la tradición musical de Manizales y estas expresiones clásicas, órgano y canto gregoriano, eran parte fundamental de su acervo cultural. Por este motivo celebro que gracias al empeño de artistas jóvenes se estén promoviendo de nuevo. Pude asistir a las presentaciones programadas y definitivamente fue una experiencia… ¡de otro mundo!

* Poeta, anacronista y pintor; editor de «ojo con la gota de TiNta (una editorial pequeña e independiente)».

 

Lobas: la consolación en la jauría

—¿Por qué no me diste la mano? ¿No viste que estaba mal? Quiero que eso quede grabado.

Con estas palabras Isabel Dávila dio final a la entrevista con la compañía La máscara de Cali, que estuvo presentando su montaje Lobas en el Festival Internacional de Teatro de Manizales.

—Me sentí profanando un lugar sagrado —formulé en la inmediatez.

—Eso pasa con la obra, algunos hombres se sienten tímidos, otros se ponen en sintonía con su lado femenino —respondió Susana Uribe, directora de la obra.

Y después de darle la mano a las tres integrantes de la compañía, nos quedamos hablando del germen de Lobas, sobre la crisis emocional que experimentó el mundo en el 2020 y de cómo el libro Mujeres que corren con los lobos representó un auxilio, les permitió una introspección y sanación necesarias durante ese año. Al inicio de la obra, Isabel le da unas palabras de aliento a Diana Trujillo, quien complementa la terna actoral, ante la angustia de su compañera expresa: «cuando siento angustia es que mi guerrera quiere decirme algo».

Me quedé anclado a la oración, la angustia la he sentido, pero no conozco a mi guerrera. «Puede ser la sabia, también», aclaró Isabel al final de la función, dejándome igualmente perplejo. La angustia ha sido una sensación presente en este año en muchos de mis contextos: la incertidumbre por la continuidad de diversos eventos culturales en la ciudad el próximo año, así como a mayor escala la recesión económica y las tensiones políticos de escala global. Sí, la angustia ha estado presente este año en todas las esferas, en diversidad de cuerpos e instituciones y, en lo personal, acudí al libro de Job y a la épica clásica para alivianar la angustia, por eso la resonancia con las palabras de Isabel.

No es fácil comentar Lobas, no porque haya una complejidad intelectual indescifrable, sino por todo lo contrario, porque la obra parece apelar a sensaciones muy personales, a una intimidad intelectual y espiritual desde la que solo se puede hablar en primera persona. El escenario lo compartimos los espectadores y las actrices: era una pequeña carpa semejante a un cono de no más de tres metros de diámetro. Nos sentamos alrededor de ellas, dejando despejadas las dos entradas. Tuvimos que entrar descalzos.

No recuerdo qué medias tenía puestas ese día, pero estoy seguro de que no eran aptas para mostrar en sociedad, probablemente tenían muñequitos bordados y, para aumentar la ofensa, seguro que ni combinaban con los pantalones; ahí entendí por qué las medias se consideran una prenda íntima. Desfilamos en ropa interior camino al escenario mientras me abordaban las dudas e inseguridades sobre mis olores corporales estando tan cerca de personas desconocidas.

El gesto de hacernos descalzar, que leí al inicio como arrogante, lo interpreto ahora como una invitación a la confianza mutua, como si esa vulnerabilidad impuesta fuera la condición necesaria para poder experimentar la obra, y ese verbo es clave: no creo que Lobas se “vea” o se “disfrute”, sino que se “experimenta” con todos los sentidos y que mediante esa puesta en escena de estas tres mujeres de sus pensamientos, recuerdos e ideas tan personales, terminamos vinculando también nuestras memorias y emociones. Por esa intención de ubicarnos en una posición de precariedad es que Lobas puede ser posible, porque está trenzada a partir de esos hilos delicados del ser íntimo de las intérpretes, nos encontramos allí, en medio de nuestras delicadezas.

La sinopsis de la obra alude a una cueva en la que se reúnen las mujeres lobas para sanar, pero yo lo sentí más íntimo: no entramos a una cueva para sanar, sino a un útero para renacer. En el cierre la carpa se levanta y la punzada fría del exterior nos devuelve a la vida, repetimos la traumática sensación de llegar al mundo de un recién nacido, recordamos la dura verdad de que ya no tenemos el cobijo de las entrañas de nuestra madre y quizás por esa experiencia ofrecida, por la mención de la guerrera o por la sensación de comunidad que al final evocan, al bajar del escenario y ponerme los zapatos, me sentí capaz de enfrentar cualquier cosa.

En conversación, las tres intérpretes de la obra: Susana Uribe, Isabel Dávila y Diana Trujillo, nos compartieron sus ideas, también muy personales, sobre su relación con el teatro y el mundo del arte.

Quehacer- Creo que la palabra resulta difícil para intentar abarcar la experiencia de “Lobas”. Asumo que hay una intención con la puesta en escena de llevarnos a allí ¿o es un hallazgo?

Susana- La obra está construida desde un lugar donde no hay un discurso racional, está más conectada con la sensación que con un discurso claro y coherente, desde un plano más experiencial y sensorial. Es un lugar genuino, verdadero y sincero, primero que todo, y por eso quien conecta lo hace desde ese lugar de lo sensorial: lo que me produce, lo que me llega.

Diana- No es la palabra racional sino la palabra del alma, viene desde un lugar más profundo, de más adentro. Aquí somos nosotras y eso es lo que me parece tan bello de esta obra. No siento que cuando vamos a presentar la obra vamos a actuar, sino que voy a ser yo. Y, finalmente, eso es lo que representa el teatro para mí: ese espacio en el que puedo ser.

Isabel- Teníamos una necesidad muy profunda de no solo interpretar, no solo representar, sino también romper fronteras con una misma y también con las impuestas desde el teatro. Rompo esto y es mi encuentro cercano con vos, es de cara a cara, de tú a tú. Se trata de “cómo me muestro y cómo me desvelo ante el otro” y también es una invitación a eso. La obra invita a que el público entre desde su propia honestidad sin ninguna frontera: la cercanía es una búsqueda también.

Q- ¿Cómo es esa preparación de, no sabría si es correcto decir, su “personaje”? ¿Cómo preparan el cuerpo o el espíritu para encarnarse a sí mismas en la obra?

(Aquí hubo silencio y luego risas)

Q- ¿Cómo se prepara el personaje “yo misma”?

S- Es que yo no sé si se prepara propiamente.

D- Es más de conectarnos, sobre todo como grupo. La idea es conectarnos siempre antes de empezar.

I- Es una vaina de encontrar unos momentos de respirar juntas, de meditación, de aterrizarnos al cuerpo. Digamos que no hay una preparación para construir un personaje: es “encontrémonos” para conectarnos cada una y grupalmente y que esto viaje. Está la construcción de las escenas, pero es de pensarlas como nosotras, de hablar las cosas tranquila y honestamente, es lo que la escena propone pero porque naturalmente salió así, no es que nos obliguemos a “entrar en personaje”.

S- Para contarte el proceso: leemos el primer capítulo cada una por su lado y después de la lectura hacemos una pregunta: ¿en qué momento hemos sentido que hemos sido esa mujer loba?, ¿en qué momento hemos sentido que llevamos esa naturaleza?, ¿hemos llegado ahí o no? Y cada una se va pensar la pregunta y a ponerla en escena. Las otras vemos, nos reunimos, seleccionamos los textos que salieron, las imágenes, la luz… construimos desde ahí, vamos avanzando los capítulos y así lo vamos estructurando.

Q- ¿Se hacen una pregunta y responden con el cuerpo?

S- Con una propuesta escénica, esa es la forma de expresarnos.

I- La palabra también está allí, pero nuestra necesidad siempre es volver al cuerpo. Las tres tenemos una pulsión con el cuerpo, con cómo lo aterrizamos otra vez al corazón y con que la propuesta venga desde un lugar interno y no desde la construcción mental.

D- Es conectar el corazón con la mente…

I- Es ir a la memoria del cuerpo, todo lo que está allí en el cuerpo de nuestra memoria íntima…

D- Y lo oscuro, y nuestra luz, y todo…

I- Y bueno… van saliendo esas imágenes, esos elementos simbólicos que aparecen en el libro y los que cada una va encontrando.

Q- Me llamó la atención que esta no es la única propuesta que utiliza lo mitológico, lo simbólico y que utiliza un lenguaje cercano al del ritual. ¿Por qué creen que el teatro está recurriendo a estas formas y a estas búsquedas de la sanación y del regreso a la raíz y al símbolo?

S- Yo no creo que sea solo el teatro, hay una pulsión de la humanidad de sanar y de conectarse espiritualmente, sin pensar que sea un tema religioso y la pulsión cada vez  es más grande, por eso acá en occidente crecen disciplinas como la meditación. Hay un llamado de consciencia, creo yo, y si tenemos la posibilidad de llevarlo a escena también estamos haciendo un trabajo bello.

I- Hay una necesidad de materializar y de darle un lugar a eso que se mueve adentro y este es el lugar. Cada uno y cada una lo encuentra sea desde el teatro, la danza, la música. Y creo que pasa mucho que terminamos en momentos de demasiada saturación y por eso nos perdemos. Siento que hay una necesidad de encontrar una vía y esta es la de algunos: tenemos una necesidad de darle lugar al mundo interior, de decir lo que no se puede callar más y de vaciar para apaciguar todas esas aguas que se mueven tanto. A veces uno está muy silenciado y esto permite ir sanando, le imprimimos ahí esa fe, a que esa vía está aquí.

D- Desde mi lugar creo que estamos en un mundo vertiginoso, tirado al exterminio y al exterior, que eso está haciendo que muchos y muchas digamos “esperate, necesito parar un segundo” y que estos espacios son los que te permiten respirar. En la vida necesitamos ese momento de (Diana inhala y luego exhala) y allí se vuelve importante el espacio para poder hacerlo.

S- Y también que ese espacio nos empiece a revelar más como humanos que como artistas. A veces los egos están muy presentes en lo artístico y nos olvidamos de que somos humanos. ¿Cómo, cada vez, volver desde la humanidad que somos y cómo conectarnos con el otro?, ahí vienen las ideas de lo íntimo, de romper con la barrera entre público y espectador, la cuarta pared, “usted allá y yo acá” y así es como nos acercamos desde lo humano y no desde “soy el artista”.

¿Y bueno, a ti cómo te pareció?

I- ¿Por qué no me diste la mano? ¿No viste que estaba mal? Quiero que eso quede grabado.

Fotos Festival Internacional de Teatro de Manizales.

* Escritor. Realizador de cine.

30 años del Taller de Ópera de la Universidad de Caldas

Ante el riesgo de desaparecer por falta de apoyo económico, reproducimos el reportaje realizado al Taller de Ópera de la Universidad de Caldas con motivo de sus 30 años de fundación, una institución cultural y artística emblemática de Manizales y de Caldas, con 32 años de trayectoria, durante los cuales ha producido 56 montajes escénicos musicales y otros 60 corales y ha formado más de 1.800 personas en distintas manifestaciones del arte.

Con un espectáculo antológico realizado el 6 de diciembre en el Teatro Los Fundadores, el Taller de Ópera de la Universidad de Caldas conmemoró los 30 años de fundación. Se trata de uno de los proyectos más antiguos y celebrados de la institución en el ámbito cultural universitario del país, con 57 producciones realizadas en el curso de su historia.

El repertorio de la presentación, con participación de la Orquesta Sinfónica de Caldas, dirigida por el Maestro Nelson Monroy fundador del Taller de Ópera, incluyó diferentes pasajes de algunas de las obras que se han llevado a escena durante estas tres décadas, los diferentes lenguajes y  estilos musicales que se han abordado. Así mismo se hizo una demostración de cómo se ha trabajado en los últimos dos años de pandemia a través de “Viñetas Musicales”.

El Taller nació en 1991 como una idea proyecto que permitió el montaje escénico-musical de algunas escenas de la obra “Las bodas de Fígaro” del compositor W.A. Mozart, para el cual se unieron las tres escuelas que hacían parte de Bellas Artes en esa época: La escuela de Música, la escuela de Artes Escénicas y la escuela de Artes Plásticas.

La Facultad de Artes y Humanidades y el equipo de trabajo del Taller de Ópera, según lo expresado por el maestro Nelson Monroy Rendón, Director General del Taller, observaron el potencial de la iniciativa y las nuevas experiencias que podría presentar a su público. Gracias a lo anterior, año tras año se incrementó la exigencia en la realización de producciones más ambiciosas con el apoyo de la Universidad de Caldas.

El Taller de Ópera se convirtió en un proyecto de ciudad que trascendió la Institución, con presentaciones permanentes que han proporcionado a la comunidad el disfrute de un vasto repertorio lírico universal.

En el año 2000, el proyecto se vinculó con la Vicerrectoría de Proyección Universitaria de la Universidad de Caldas, decisión definitiva para trascender las fronteras regionales y llegar a nivel nacional con el estreno de obras como las óperas “Pensamientos de guerra” y “Drácula” del docente Héctor Fabio Torres. También se han realizado producciones propias, en las que el conjunto recrea diversas ideas prestablecidas, el caso de las obras “Gardel”, “Escalona”, el musical “Café con aroma de mujer”, “Ocasos”, entre otras.

Según lo expresó la Directora de Coreografía, Claudia Patricia Leguizamón, el valor artístico del Taller ha sido muy importante para Colombia, “puesto que ha logrado resaltar óperas hechas en el país y escritas por nacionales de altísimo nivel artístico, que se podrían comparar con cualquier ópera clásica de la humanidad”. Agregó que este proyecto ha recibido diversos reconocimientos nacionales e internacionales, además de ser invitado a importantes festivales como Ópera al Parque.

Durante el año 2020, dada la situación de confinamiento, el Taller desarrolló una propuesta alternativa denominada “Viñetas Musicales”, edición sonora y visual de producciones escénico-musicales presentadas en un formato diferente que incluye elementos del comic, la fotografía, el video y el cine mudo, integrando una orquesta digital con la orquesta real de las presentaciones.

El maestro Monroy por último destacó la acogida que este proyecto de la Universidad de Caldas ha tenido en la ciudad y a nivel nacional, “con presentaciones escénico-musicales que buscan siempre la más alta calidad, gracias también al acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de Caldas”.

https://www.quehacer.co/eventos/taller-de-opera-universidad-de-caldas-orfeotaller-de-opera-universidad-de-caldas/

 

Entre peleas y parrandas

Exhibición en Manizales del pintor Esteban Ocampo

El pasado 14 de diciembre, en Grandoli Bar, se inauguró la exposición artística del manizaleño Esteban Ocampo Giraldo. Las cinco obras de gran formato que integran la exposición están acompañadas por una selección de miniaturas a modo de testimonio de la trayectoria del artista y permiten ver el trabajo reciente en perspectiva.

La exhibición, promocionada mediante la imagen del «Bonche futbolero» no posee un nombre, al preguntarle la razón el artista respondió «no pienso desde antes en una serie, a medida que voy creando empiezo a ver que las obras pertenecen a un conjunto». Su proceder parece el de la memoria —muy presente en su obra— que también va acumulando imágenes, impresiones y enjambres de recuerdos que cobran sentido con el discurrir del tiempo.

En esta manera espontánea de crear destacan unos ideales artísticos despreocupados por la conceptualización, como él afirma: «para esta serie no hice bocetos previos, me puse al frente del lienzo en blanco y dejé que fluyera», lo que es bastante acorde con sus exploraciones artísticas, exhibidas con nombres igualmente apropiados: Fragmenticos, Salpicón con ñapa, De todo & chill, títulos que sugieren anarquía, amalgama, un compendio heterogéneo y consistente donde, como ocurre frecuentemente en nuestra gastronomía, la lucha por el protagonismo de cada pieza individual le da el sentido de cohesión y unidad al conjunto.

Podríamos decir lo mismo de esta serie en la que los protagonistas son el conjunto de cuerpos comprimidos en un pequeño espacio que recuerdan su obra Mañanas (2021), aunque sumándole abigarramiento a la anatomía, que pasa de estilizada a hiperbólica: es un salpicón de extremidades, de emociones, de voluntades que a la par que luchan por sobreponerse en el juego o en la pelea, algo de calidez y consuelo encuentran en el anonimato de pertenecer a esos racimos de brazos y piernas, a ese cuerpo imposible, a esa quimera.

La exposición estará hasta el 22 de diciembre y disponible a la venta una serie de impresiones en lienzo con una selección de obras del autor.

 Imágenes cortesía de Esteban Ocampo Giraldo.

* Escritor. Realizador de cine.

El Plan Decenal de Cultura de Caldas proyecta cobertura a todo el departamento en cinco sueños

En el marco del VIII Foro Regional de Cultura, organizado por la Secretaría de Cultura de Caldas, la Universidad de Caldas hizo entrega formal del Plan Decenal de Cultura al gobernador electo, doctor Henry Gutiérrez, quien en su intervención se comprometió a seguir la ruta que señala el documento como política pública para la cultura durante su administración. Así mismo anunció que para cumplir las metas propuestas asignará un presupuesto de diez mil millones de pesos, el doble de entregado este año.

Juan Leonardo Marín Londoño, es el Coordinador del Sistema Departamental del Cultura de Caldas, organismo que en el año 2018 ganó el premio del Ministerio de Cultura al mejor sistema del país, el único que se ha otorgado. Con el premio asignado de 30 millones de pesos se inició un diagnóstico con los municipios y líderes de los territorios para establecer una política pública de cultura.

 

Anuncia el funcionario que el plan de acción ya se tiene elaborado “un plan de acción coherente con la realidad del plan decenal, articulado y acorde a las necesidades y tamaño de la Secretaría de Cultura; algo que hay que decir: una política pública no va a salvar la vida del sector que desarrolla esa política pública, pero sí mejora las condiciones de planificación, es decir, distribuye más equitativamente los recursos”.

Qué se viene? Que la Asamblea apruebe el plan de acción y con el nuevo gobernador se hagan los ajustes pertinentes a un Plan Decenal que se aspira tenga cobertura en todo el departamento con cinco pilares, cinco sueños, cinco apuestas que Marín Londoño ilustra a continuación:

Primero crear una red departamental de museos que fortalezca los que existen en Caldas y permita conformar nuevos, de tal manera que todos los municipios cuenten con un instrumento tan importante en el mundo del arte. “Este año con el Sena iniciamos un proyecto que queremos retomar y es crear un museo tipo metaverso que permita navegar en cualquiera de los museos, lo que sería muy llamativo también para nuestros niños, niñas y jóvenes que ya pertenecen al mundo de las nuevas tecnologías.

El segundo reto es crear una red departamental de formación artística, lo que más pidieron en los municipios “el fundamento de la Secretaría de Cultura porque con esta condición ya podemos circular, ya podemos ofrecer nuevas alternativas a las comunidades. Si trabajamos articuladamente en una plataforma virtual podemos lograr un buen programa de capacitación”.

 

El tercer reto es crear un sistema de información artística y cultural, el que nos permitirá estar en comunicación directa con el artista, con el gestor cultural.

 

El cuarto reto es fortalecer el Sistema Departamental de Cultura. “La universidad dijo: ya tenemos un sistema departamental de Cultura, ahora necesitamos un sistema integral de cultura para que se motive su mejoramiento. “Este nos ha dado dos premios, este articuladamente nos permite mostrar el trabajo de los consejos de área, lo que fue el foro de cultura, elaborar el plan decenal de cultura, etc”.

El quinto gran reto es continuar con los encuentros subregionales. “Dentro de los principios  de producción en cultura están la formación, la creatividad, la producción, la circulación y volver a la formación. Tiene sentido tener circulación porque podemos generar intercambios, eso mejora la calidad, eso ayuda con la felicidad de nuestros habitantes, felicidad que se refleja también en la economía porque también circula”.

Juan Leonardo Marín se refiere así al importante papel que en la definición de una política pública cumplen los Consejos de Área Artística de Caldas. Corresponden a: Artes Plástica, Teatro, Magia, Danza, Literatura, Música, Cinematografía, los cuales conforman un Sistema Departamental de Cultura consolidado.

 

Resaltó la labor de los siete Consejos de Área Artística en estos dos últimos años, labor que expusieron en el último Foro de Cultura de Caldas. Afirmó que le parece maravilloso desde su compromiso el hecho de que para ellos no es prioridad realizar sus actividades en Manizales. “No estoy diciendo que no las hagan o que no es importante, lo que digo es que para ellos es mucho más impactante darle cobertura al os 27 municipios de Caldas. Con tranquilidad puedo decir que en esta administración no hubo un municipio que no se haya favorecido de un Consejo de Área Artística en procesos de formación. Esto es lo que hace que esto sea un sistema de cultura consolidado, que da gusto hablar de él, que da gusto mostrarlo y que va a dar mucho más gusto que se siga fortaleciendo”.

Dada la solidez y calidad del equipo de trabajo que elaboró el Plan Decenal de Cultura de Caldas, encabezado por el filósofo y profesor Adolfo León Grisales Vargas, Marín Londoño considera que la Universidad de Caldas seguirá acompañando el desarrollo del Plan Decenal de Cultura de Caldas para que no sea letra muerta y no se limite a un libro muy  bien editado, el cual se está distribuyendo por todas las bibliotecas del departamento y así la comunidad conozca una radiografía de la realidad cultural de Caldas. También se encuentra en el portal web de la Secretaría de Cultura de Caldas www.culturadecaldas.gov.co en la pestaña Plan Decenal de Cultura y se puede descargar en pdf para tenerlo en el celular o en el computador.

 

Juan Leonardo Marín Londoño coordina el exitoso Sistema Departamental de Cultura de Caldas desde hace 8 años. Es economista de la Universidad de Manizales con estudios de Maestría en Economía de la Energía de la Universidad Nacional del Comahue de la Patagonia, Argentina, y adelanta la tesis de la Maestría en Filosofía de la Universidad de Caldas.

“La vida me ha ubicado en este escenario de la cultura y muy afortunado porque la economía es una ciencia social y desde la economía, en la reflexión de lo que es la cultura he logrado contribuir porque los economistas lo medimos todo, todo lo tenemos que mirar en cifras y para poder hacer cultura se necesitan cifras porque, aunque contrario a nuestra cotidianidad donde la cultura no cuenta con suficientes recursos sí hay unos mínimos que se requieren para sacar adelante las diversas actividades, y hay un principio de la economía muy bello que es la optimización de los recursos escasos, y me tocó optimizar recursos en bienes y servicios culturales”, concluyó el funcionario.

 

 

SIC ordena a la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) retirar del mercado su producto Aguardiente Real de color amarillo

La INDUSTRIA LICORERA DE CALDAS (ILC) informa a la opinión pública respecto a la decisión judicial tomada por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) dentro del proceso judicial de Infracción de Derechos de Propiedad Industrial y Competencia Desleal instaurado ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) por la INDUSTRIA LICORERA DE CALDAS en contra de la FÁBRICA DE LICORES Y ALCOHOLES DE ANTIOQUIA (FLA).

Este proceso judicial de Infracción de Derechos de Propiedad Industrial y Competencia Desleal tiene por objeto proteger los intereses y derechos de la INDUSTRIA LICORERA DE CALDAS sobre sus marcas y el producto AGUARDIENTE AMARILLO DE MANZANARES que fueron vulnerados por la FÁBRICA DE LICORES Y ALCOHOLES DE ANTIOQUIA (FLA) a través de actos desleales de explotación de la reputación ajena, confusión y desviación de clientela con ocasión de la producción, venta, comercialización, promoción y publicidad del producto AGUARDIENTE REAL de color amarillo recientemente lanzado al mercado por la FÁBRICA DE LICORES Y ALCOHOLES DE ANTIOQUIA (FLA).

Con ocasión de esta acción judicial, la Delegatura de Asuntos Jurisdiccionales de Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) decretó medidas cautelares en contra de la FÁBRICA DE LICORES Y ALCOHOLES DE ANTIOQUIA (FLA), ordenándole RETIRAR inmediatamente del mercado colombiano el AGUARDIENTE REAL de color amarillo, así como abstenerse de promocionar y comercializar este producto, por cuanto, la FÁBRICA DE LICORES Y ALCOHOLES DE ANTIOQUIA (FLA) se estaría explotando ilegalmente la reputación del producto AGUARDIENTE AMARILLO DE MANZANARES de la INDUSTRIA LICORERA DE CALDAS.

Con la demanda presentada y las medidas cautelares decretadas por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), la INDUSTRIA LICORERA DE CALDAS espera que la FÁBRICA DE LICORES Y ALCOHOLES DE ANTIOQUIA (FLA) cumpla inmediatamente las órdenes emitidas por esta autoridad judicial y ajuste su conducta al respeto de la propiedad industrial y la leal competencia.

Tres obras en un festival internacional universitario de teatro

XVIII Festival Internacional de Teatro Universitario. Universidad de Caldas.

Obra: Set. Universidad de Caldas.

Con la dirección del profesor Daniel Ariza, esta propuesta corresponde al curso de Montaje y es pensada como un “viaje” a través del cual se van sintiendo diferentes atmósferas y situaciones. Es un recorrido analógico a los “sets” de televisión, la sensorialidad que puede encantar, abrumar o sorprender los sentidos. Fueron influidos por: el Atlas Mnemosyne de Warburg, el montaje de atracciones (choque psicológico) de Eisenstein y la idea de Rizoma de Deleuze y Guattari, conceptos que guiaron las exploraciones y búsquedas. Es una fusión de artes escénicas y audiovisuales, creando una experiencia sensorial rizomatica y variable para el espectador.

El Maestro Daniel es un investigador que desde la academia ha desarrollado un trabajo muy interesante a partir de las nuevas tecnologías, los lenguajes digitales, las escenografías audiovisuales y diferentes componentes de la virtualidad en el teatro. Academia y arte se nutren en esta experiencia por la gran posibilidad del trabajo investigativo que sale de los formatos y los modelos básicos que son, a veces, lo que se da en llamar arte. Un creador artista, que no investiga se dedica a imitar formas, hace lo que cree que sabe hacer y gira como un corcho en un remolino. Las formas solo son transgredidas por las teorías y el pensamiento.

“Set”, es teatro “no convencional” aunque se represente sobre un escenario, porque el espectador es reunido en una sala con todos los componentes para un ritual de tipo místico, para “llamar” un espíritu de alguien que está en el más allá. Pero después se cubren los ojos y viene un cumulo de estímulos auditivos, atmósferas ajetreadas de viajes en chiva, que traen a la memoria la cotidianidad del transporte público; al quitarse la venda nos encontramos en un lugar de rumba nocturna, con cantante a bordo y parejas de baile a disposición y de la nada aparece un grupo de bandoleros pidiendo identificación. Luego hay un encuentro entre personas que han perdido seres queridos o que están desaparecidos, hay lecturas y consejos como si fuera una “Hermandad”; al final hay un número de payasos y se ingiere un pedazo de bocadillo.

En general uno va al teatro y no le pasa nada, en “Set” pasan muchas cosas, entre ellas una experiencia exquisita con una bailarina de Flamenco, Ángela Salinas, quien interpreta un pasacalle (passacaglia) del siglo XVI de Andrea Falconiero. Luego del baile mira a cada uno de los espectadores a los ojos y todos nos dimos cuenta que sabían que estábamos allí. Esta es una experiencia de los sentidos que le permite al espectador sentir más allá del mero campo visual, pues todo lo que pasa está muy cerca, se huele, se toca, se saborea y casi desaparece el espectador, vuelve el concepto originario de ritual donde todos participan del acontecimiento. Entre el que entra y el que sale hay una gran diferencia: sensibilidad.

Obra: La Orgía. Creación Colectiva. Corporación Cazaretazos.

Esta es una obra escrita por Enrique Buenaventura director del TEC de Cali, y es la segunda  representada en este Festival con influencia del TEC después de “De verdades y mentiras”, puesta en escena por el Instituto de Bellas Artes de Cali.

Esta experiencia saca el texto de la escena convencional y lo lleva a espacios de la calle y es un gran reto para una pieza concebida inicialmente para un espacio “a la Italiana”. La historia es muy interesante porque a partir de mendigos y una matrona se representa la sociedad colombiana en fuerzas como la iglesia, los militares y el gobierno: todos en función de unas migajas o sobras que hay en una olla y que todos quieren robar al menor descuido de la cuidadora. Es un teatro cómico, hiperrealista si quiere, absurdo y estrafalario por las pintas y la voracidad de los personajes que son inmisericordes a la hora de luchar por sus intereses personales, en lenguaje sociológico son lumpen, es decir personas sin moral y sin posibilidades en una sociedad capitalista.

Cazaretazos, un grupo constituido hace años y con desarrollos muy importantes en la ciudad de Manizales, ha tenido gran preocupación por la comedia y por un el teatro popular o cercano a las comunidades. La Orgía es un trabajo que intenta acercar públicos al teatro a través de lenguajes lúdicos, cómicos y que promueven un espíritu crítico como sociedad. Hay momentos de la obra con pasajes operáticos o por lo menos con coros y música en vivo que muestran la versatilidad y la gran formación de actores y actrices del grupo.

Gran experiencia para los espectadores con una obra del teatro clásico colombiano, que en su momento fue ícono de la dramaturgia y la escena nacional.

Obra: Corales de la memoria. Iben Nagel Rasmusse y Sofia Monsalve.

Son dos mujeres pertenecientes al Odín Teatret, mas una violinista, quienes presentan un trabajo en progresión que realizan a partir de “Edipo” de Sófocles.

Se inicia con la lectura del argumento de la obra dramática; Iben hace unas representaciones no ilustrativas de la lectura, acciones contenidas, alta simbología a nivel corporal y escénica. Algunos textos son emitidos en diferentes idiomas distintos al español. Ella intenta viajar entre fantasmas de personajes que al parecer ya ha representado en obras producidas en épocas pasadas por el Odín y en ello puede constituir la importancia de la experiencia, ver una actriz icónica de este grupo y de obras que jamás se vieron por estos lares en años pasados. No es un teatro convencional en el sentido dramático, sino que apela a otras memorias, a otros lenguajes que quizá están instalados en niveles más profundos de la conciencia y que por algún fenómeno especial de percepción son recordados y sentidos desde una conexión que apela a la energía y a la luz que en esencia somos los seres humanos.

Finalmente, y al terminar la representación, las mujeres salen preguntando sobre las opciones de representar a Edipo o ir tras los fantasmas de los personajes del pasado. Entre el público la amable recomendación fue que fuera tras los fantasmas de sus personajes porque la anécdota de Edipo ya era conocida y reconocida en el medio.

* Crítico de teatro.

La sensibilidad a flor de piel

El escritor japonés Yasunari Kawabata (Kawabata Yasunari, (Osaka, 11 de junio de 1899 – Zushi, 16 de abril de 1972) al lado de otros grandes como Ryūnosuke AkutagawaJun’ichirō TanizakiOsamu Dazai y Yukio Mishima, de quien fue amigo y mentor, se constituye en uno de los más representativos exponentes de la actual literatura japonesa, además de haber sido el primer japonés que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1968. Su padre quien fuera médico, constituyó una familia moderna acomodada. A los cuatro años de edad quedó huérfano, por lo cual fue enviado a vivir con sus abuelos paternos, a su hermana mayor la volvería a ver cuando la niña ya tenía diez años y al año siguiente, murió. Su abuela faltó en 1906 y su abuelo ciego, en 1914, cuando Yasunari contaba con aproximadamente quince años.

En 1920 ingresó a la Universidad de Tokio a cursar la carrera de literatura en lengua inglesa, y un año después se cambió a la de literatura japonesa. Mientras cursaba la Universidad, revivió la revista literaria Shinjichō donde publicó algunos de sus trabajos, con lo que se abrió camino en el mundo literario. Concluyó sus estudios universitarios en 1924. Se lanzó como escritor con uno de los relatos más perdurables y seductores de la literatura japonesa moderna al publicarse La bailarina de Izu en 1927, luego vendría La pandilla de Asakusa, en 1930, alcanzando la consagración en Japón diez años más tarde con País de nieve.  En 1961 publicó otra de sus obras maestras: La casa de las bellas durmientes, en 1962 Kioto y en 1965 una de sus obras más inquietantes y profundas sobre la condición del amor, el desamor y la venganza: Lo bello y lo triste. Así es como  nos entrega una obra llena de vigor, hermosura, sencillez y novedad.

En 1961 su amigo y también escritor Yukio Mishima,  envió una carta a la Academia Sueca para recomendar a su maestro Yasunari Kawabata al Premio Nobel de Literatura, en la cual resaltaba:

«Las obras de Kawabata unen la delicadeza con el vigor, la elegancia con la conciencia de los más bajo de la naturaleza humana; su claridad encierra una insoldable tristeza. Son modernas aunque directamente inspiradas en la filosofía solitaria de los monjes del Japón Medieval. La manera en que el escritor elige sus palabras demuestra qué sutileza, qué grado de estremecedora sensibilidad puede alcanzar la lengua japonesa; su estilo único, con una agilidad infalible, es capaz de ir directo al corazón de un hombre para expresar su sustancia, ya se trate de la inocencia de una jovencita o de la horrorosa misantropía del anciano. Una concisión extrema –la concisión cargada de sentido de los simbolistas- se instala en obras cortas que, a pesar de su brevedad, engloban todos los aspectos de la naturaleza humana».

Agregaba que para los escritores del Japón moderno era compleja la situación entre la fuerte tradición y las nuevas posibilidades, pero que Kawabata había logrado una síntesis que conjugaba ambos aspectos con la cual desarrollaba su obra, la cual desde su juventud había tenido como obsesiones, el tema de la soledad del hombre y la belleza en las diversas manifestaciones, ya sea en la naturaleza o en las relaciones interpersonales, de amistad o de amor. Allí afirmaba: el contraste entre la soledad fundamental del hombre  y la inalterable belleza que se aprehende intermitentemente en las fulguraciones del amor, como un rayo que de pronto pudiera revelar, en el corazón de la noche, las ramas de un árbol en plena floración. Sería en 1968 cuando por primera vez, un japonés, recibiría el premio Nobel “por su maestría narrativa, que expresa con gran sensibilidad la esencia de la mente japonesa”.

En un emotivo discurso lleno de lirismo, tradición, bellas descripciones, amor por la naturaleza y sus manifestaciones y con un reconocimiento por la labor de los traductores quienes han permitido por su trabajo el acceso a esas obras, manifestó:

Cuando vemos la belleza de la nieve, cuando vemos la belleza de la luna llena, cuando vemos la belleza de los cerezos en flor; es decir, cuando somos acariciados y despertados por el esplendor de las cuatro estaciones, es cuando más pensamos en quienes amamos, y deseamos compartir con ellos ese placer. La emoción ante lo bello despierta fuertes sentimientos de amistad, deseos de compañía, y el término camarada puede tomarse en el sentido de ser humano. La nieve, la luna, las flores, palabras que expresan el sucederse de las estaciones, abarcan en la tradición japonesa la belleza de las montañas y de los ríos, de las plantas y de los árboles, todas las innumerables manifestaciones tanto de la naturaleza como de los sentimientos humanos.

 Ese espíritu, ese sentir hacia los amigos que despierta la nieve, la luz de la luna, las flores, es también fundamental para la ceremonia del té, que es una unión en el sentimiento, una reunión de amigos en una estación agradable.

Estamos frente a un escritor que aborda la realidad a través de todos los sentidos y logra transmitir magistralmente las sensaciones que le producen ese contacto, como el pintor con su trazo seguro y creador, este artista lo hace describiendo igualmente con sus narraciones, resaltando y exaltando el anhelado deseo, pero haciendo más énfasis en el deseo que en la concreción del mismo, acrecentado por la demora, el aplazamiento y la dificultad del logro.

Tenía una gran devoción por la belleza, la soledad, el abandono y el desamparo. Esta obsesión la tuvo desde niño cuando se fue quedando paulatinamente solo por la desaparición de sus seres más cercanos y la tristeza se fue acentuando con el tiempo y la única manera de exorcizarla fue a través de la escritura. Su forma de narrar concisa y precisa, siempre tras la búsqueda de los detalles de belleza y los sublimes momentos en que esta aparece. Aunque la riqueza de las descripciones deja satisfecho al lector, de igual forma exige de él completar la narración pues es  a través de los silencios, la ausencia de enunciados, las omisiones, los simbolismos, las suposiciones y los vacíos, como le gusta al escritor mostrar su obra. Éste calla, bien por evitar escenas terribles o por mantener el interés en la lectura, así capta toda la atención del lector quien deberá con su interpretación cerrar el círculo. El relato corre como el agua en un manantial y de pronto aparece una tormenta.

En muchos de sus libros se destaca la obsesión por el paso del tiempo y el arribo de la vejez que conduce a la decadencia y a la fealdad, también aparece en forma recurrente la sensualidad, el erotismo, el placer de lo prohibido, la violencia, la muerte, la admiración por la belleza y todo esto girando alrededor de la mujer como personaje central.

Miremos en algunas de sus obras como encontramos lo anterior. En su primer libro La bailarina de Izu escrito cuando tenía veintiocho años narra como un estudiante de veinte años encuentra en una caravana itinerante un grupo de artistas que van de localidad en localidad presentando su espectáculo y con ellos viaja una hermosa joven que aparenta unos diecisiete años, de la cual queda prendado y decide tener una relación con ella, por lo cual y con mucha ilusión, se une al grupo. Ese deseo y esa ilusión son confrontados con la realidad y ese amor idealizado se hace inalcanzable.

 De pronto, una mujer desnuda salió corriendo desde el fondo de la oscura casa de baños. Se quedó en el límite de los vestuarios como si pudiera bajar volando al arroyo. Gritaba con los brazos extendidos. Estaba completamente desnuda, sin siquiera una toalla. Era la bailarina. Cuando observé su blanco cuerpo, las piernas estiradas, de pie como una joven paulonia, sentí que por mi corazón fluía agua pura. Lancé un suspiro de alivio y reí en voz alta. Es una niña… una niña que puede correr desnuda a plena luz del día, sobrecogida  por la alegría al encontrarme, alta en puntas de pie.

La primera vez que la vio estaba ataviada, maquillada y peinada como una joven mayor y por error, él la había visualizado y aceptado como tal, pero eso fue muy costoso para su deseo pues ya no sería la joven de sus sueños, sino la niña de sus juegos y así la aceptó, pero ganó con ello su admiración y confianza, pues ella le manifestó: –Es realmente agradable. Es bueno tener a una persona tan agradable cerca. El intercambio de palabras tenía reminiscencias de simplicidad y franqueza. La suya era la voz de una niña expresando sus sentimientos sin la menor censura.

 Cuando se separó del grupo para continuar su viaje de vacaciones, con solo acordarse de su ilusión perdida por su malentendido expresó : dejé que mis lágrimas corrieran sin restricción. Mi cabeza se había convertido en agua pura, agua que caía gota a gota. Era una sensación dulce y placentera, como si nada fuera a quedar.

La pérdida temprana de sus familiares, la exigencia de sus estudios y su forma de ser, lo convirtieron en un ser solitario, quien a través de su obra presentaba no solo sus recuerdos sino sus desafectos, sus carencias de amor verdadero, sus frustraciones, temores, angustias y otros rasgos que hicieron se conociera como “el maestro de la desilusión”. Tal vez por eso pudo haber tratado de vislumbrar cuarenta años después lo que pudo haber sido ese primer fallido amor y lo expresó en su libro Lo bello y lo triste.

Oki, un escritor de veintiséis años, recién casado con su pareja Fumiko de veintidós y quien acaba de dar a luz su primer hijo, tiene como amante una joven Otoko, de quince quien está locamente enamorada de él y a pesar de su corta edad le da claras muestras de ese amor cuando le dice:

 —Tú eres de los que siempre se preocupan por lo que pueden pensar los demás, ¿no? Deberías ser más audaz. —Me parece que soy bastante desvergonzado. ¿Qué me dices de esta situación? —No. No hablo de nosotros —dijo ella e hizo una pausa—. Me refiero a todo… Deberías ser más tú mismo. Al no encontrar respuesta, Oki había reflexionado sobre sí mismo. Mucho tiempo después, las palabras de la muchacha continuaban grabadas en su mente. Sentía que aquella criatura veía con extrema claridad su carácter y su vida, porque lo amaba. En lo sucesivo había accedido a su propia voluntad con harta frecuencia, pero cada vez que comenzaba a preocuparse por la opinión de los demás recordaba las palabras de Otoko.

La situación se complica cuando Otoko  a sus dieciséis y en su séptimo mes de embarazo pierde a su niña, a la cual nunca llegó a conocer.

¿Acaso la madre de Otoko, y hasta el propio Oki, no habían deseado en secreto que la criatura no llegara a ver la luz del día? Otoko había sido internada en una clínica sórdida y pequeña de las afueras de Tokio. Oki sintió un súbito y agudo dolor al pensar que la vida de la criatura podía haberse salvado de estar bien atendida en un buen hospital. Él sólo la había llevado a la clínica; la madre no se había sentido con fuerzas para acompañarlos. El médico era un hombre maduro, de rostro congestionado por el alcohol.

Esta tragedia desencadenaría la tentativa de suicidio de la joven y luego el internamiento varios meses en una clínica de reposo, después de lo cual su madre viajaría a establecerse con ella en Kioto, abandonada a su suerte por ese irresponsable amante, a quien nunca dejó de querer.

Los remordimientos no tardaron en aparecer pero como única forma de exorcizarlos, Oki decide escribir esa historia en una novela Una chica de dieciséis. Como Fumiko, su esposa era desde antes de casados, quien le trascribía en mecanografía sus manuscritos, nunca creyó que era otra ficción como en otros casos. El éxito de su libro no solo por lo extraño de la apasionada relación sino por lo miserable del abandono, fue asombroso y así logró gran difusión. Lo curioso es el recurso de Kawabata en introducir en su narración, otro libro, reivindicando la heroína de su relato.

Los recuerdos lo seguían atormentando, los interrogantes lo laceraban, la curiosidad por conocer la situación actual y el desenlace de lo que no supo afrontar como hombre, el querer desentrañar una relación ya superada, sin poderse librar de sus propios remordimientos y las dudas y  temores lo condujeron a buscar veinte años después, su antiguo amor. Esa introspección que le permitió mirarse interna y profundamente y esa retrospección que lo condujo a revaluar la forma como irresponsablemente había afrontado esa situación, serian esta vez su perdición. Ella  ya con cuarenta años se había convertido en una pintora famosa, vivía con la joven Keiko, su discípula de veinte años, voluptuosa, amoral y que ansiaba cobrar el abandono y la humillación hecha a su mentora. Lo que Oki no advirtió fue la sutileza y la forma de llegar la tragedia, de nuevo a su familia. Es que del amor al odio hay un paso, que lo puede concretar la venganza.

Volviendo al discurso de aceptación del Nobel, decía Kawabata: “En mi ensayo La visión en los últimos momentos digo: Por muy desencantado que se pueda estar del mundo, el suicidio no es una forma de iluminación; por muy admirable que sea, el hombre que se suicida está lejos del reino de la santidad. Yo no admiro ni estoy de acuerdo con el suicidio. Tuve otro amigo que murió joven, un pintor vanguardista. También pensó en el suicidio en los últimos años, y sobre éste escribí en el mismo ensayo lo siguiente: Parece que ha dicho una y otra vez que no hay arte superior a la muerte, que morir es vivir.” Para él, nacido en un templo budista y educado en una escuela budista, el concepto de muerte era muy diferente al occidental. De aquéllos que reflexionan, ¿quién no habrá pensado alguna vez en el suicidio?

Pero como todo lo categórico es circunstancial, acongojado, enfermo, solitario y triste por la muerte de su amigo Yukio Mishima, quien lo había definido como un “viajero perpetuo”, se suicidó en un pequeño apartamento a orillas del mar, se cree que inhalando gas.

A diferencia de otros escritores, Kawabata no se sirvió de la poesía, pero sí de la concisión y precisión de la misma para poder con su prosa captar esos instantes decisivos en una escena, en un recóndito sentimiento, en una acción poco común y en un personaje excepcional, allí estaban sus palabras para capturar esos momentos de belleza, incertidumbre y expectación, al igual que sus silencios que daban mas información de la que pretendía ocultar, ¡que maestría!

* Profesional en Filosofía y Letras  Universidad de Caldas.