Molinos y quijotes son el esplendor del Homo ludens

Entrevista con el profesor Miguel Alberto González González, oriundo de Manzanares – Caldas, filósofo y literato, pintor, docente e investigador universitario en ciencias sociales y de la educación. Profesor del doctorado Formación en Diversidad de la Universidad de Manizales. Su exposición “Elogio al homo ludens”, compuesta por 39 pinturas en óleo sobre lienzo y ocho en acrílico sobre lienzo, puede visitarse hasta el mes de diciembre en la Biblioteca del centro educativo.

Esta obra hace parte de la segunda muestra “Arte, Saberes, Diversidades” promovida desde la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, a través del Doctorado Formación en Diversidad y el Departamento de Humanidades de la Universidad de Manizales.

¿Cómo y cuándo surge su interés por el arte?

Miguel Alberto González: Ha sido un producto de lecturas. En los años 80 empecé a leer los suplementos literarios en El Espectador donde dedicaban secciones a literatura y artes. En esa época no conocía museos ni había participado en exposiciones. En aquella ocasión vi la escultura “El pensador”, de Rodin, quedé sorprendido de la misma, con varias intrigas sin resolver. En otro suplemento encontré algo sobre los surrealistas, ahí sentí que el mundo es algo distinto cuando la metáfora, la ironía y la paradoja en la estética son el estilo. En adelante me nace un profundo interés por estudiar artes plásticas o literatura, hago la segunda, pero voy alimentando ese mundo de la pintura en visitas a museos de cualquier ciudad que conociera y, a su vez, en asistir a cuantas exposiciones locales encontrara. De hecho, las disfrutaba y las sigo disfrutando por los vinos en honor al artista y, luego, por las curiosas conversaciones que se suscitan de asuntos desuetos.

¿Quiénes fueron o son sus referentes artísticos?

Es difícil sustraerse a los grandes maestros que el mundo va anunciando y enunciando en el campo de las artes. Van Gogh, ante todo por su irreverente estilo de vida, pero también gusto bastante de los clásicos del Renacimiento. De Colombia, Omar Rayo me sorprendió desde que vi sus obras hasta encontrar el museo que gesta en Roldanillo, de hecho, allí está su cuerpo con un homenaje a su estilo “Aquí cayó un Rayo”.

En algún momento de mi existir me encuentro en la pintura con el surrealismo y en la literatura con el realismo mágico: esa fusión de estilos es la que más me ha influenciado en estas búsquedas pictóricas y escriturales.

Para no presumir de que toda mi vida es pintar, que soy un iluminado por las musas, voy por claridades autobiográficas, sólo, a partir del 2014, ya mi cuerpo visitado en años y apoyado en los estoicos, decido soltar los prejuicios, libero mis miedos al que dirán, me emancipo de la extraña idea de que se me pasó el tiempo, entonces, compro unos lienzos, unos óleos y empiezo a representar el mundo, mis poéticas, mis frustraciones y mis utopías que son las de la humanidad.

Homo Ludens, es el título del libro del holandés Johan Huizinga, que aborda el fenómeno lúdico en un contexto científico y académico. ¿Qué le motivó a utilizarlo para presentar su exposición?

El libro lo conozco, al igual que uno del profesor argentino Eduardo de la Vega, titulado “Elogio del homo lundens”. Llevo un tiempo escribiendo y realizando eventos académicos en Horizontes Humanos de Kalkan explorando los distintos homos que hemos sido y que aún habitan entre nosotros. Tengo textos propios en torno al homo faber, homo demens, homo fatigans, homo consumers, homo digitalis, así mismo vengo elaborando conversaciones escriturales sobre el homo economicus, homo mendax, homo dolens, homo videns, homo prosaicus, homo peoticus y el homo ludens.

El homo ludens es la explosión de posibilidades que todos tenemos para superar o, al menos, distanciarnos de aquellas realidades formateadas, digitalizadas, parametrizadas, estatalizadas, curriculizadas, cronometrizadas. Un poco, reírse del agendamiento de nuestros tiempos, de nuestro existir sin sorpresas por el largo agendamiento que disponemos. Es un tensar la cadena con las intoxicaciones de los tiempos y de los lenguajes que hoy, más que nunca, padecemos. Intoxicados los tiempos y los lenguajes al homo sapiens sapiens nos va quedando el homo machina como producto, un ser bien comido, vestido, hablado, editado y programado, bien informado, pero mal dormido, aislado y desconectado de lo plural. Hoy asistimos, de manera triste, a las aventuras guiadas por las cavernas de las pantallas.

¿Pinta más el cerebro, el ojo o la mano que ejecuta la técnica?

En mi caso van conjuntos. Hay distintos momentos, en algunos se elaboran varios bosquejos, bocetos, se deciden colores, formas y mensaje que se desea integrar al lienzo, en ese sentido es una pintura cerebral, claro, apoyada en la visión y elaborada por la mano.

En otros momentos nos ponemos frente al lienzo, como quien va a una hoja en blanco, muchos de esos trabajos se rehacen, se reconceptualizan porque es casi imposible que se sienta placer a primera vista de un cuadro elaborado por las primeras sensaciones, ocurre, pero de forma esporádica. Siempre nos convocan los problemas de una época, los sueños de una sociedad, las propias expectativas y ese viaje a nuestra infancia a esas primeras veces que recuerdo donde el mundo es siempre un big bang, el primer abrazo, el primer beso, el primer amor, el primer miedo, el primer desamparo, la primera ilusión, la primer vez que conocí el mar o Castilla La Mancha, son momentos que están en esta exposición. En cualquier caso, la interacción cerebro, ojo, sensaciones y manos es directa.

¿Qué desea expresar con su exposición?

Son unas 47 obras que van desde el 2014 al 2021 y tienen distintas secuencias y apuestas: algunos paisajes relatan y retan momentos específicos de mi existir, del habitar el mundo, alguna nostalgia, en el sentido de olvido, que hacemos de la naturaleza; algunos abstractos conceptuales que se apoyan para ironizar y paradojar ciertas teorías científicas, educativas, económicas y políticas. Hay unos molinos y quijotes que son el esplendor del Homo Ludens. De ese hombre que lucha por ideales aún sabiendo que no se pueden cumplir, pero que sin embargo da la vida por ellos, incluso dona su condición de locura para que se entienda que es un juego. Los quijotes figuran ese mundo simbólico tan poderoso que los humanos movilizamos. En los distintos lugares del mundo que he estado saben del Quijote, algunos lo aman, quieren seguir ese estilo de vida, otros adoran a Sancho y desean ser esos conversadores totales que nunca incomodan, que están para escuchar, para conversar sin permitir que la palabra tenga fin. Otros tantos han hecho películas, poemas, novelas, ensayos y todo tipo de expresiones humanas para homenajearlo. El Quijote es un símbolo fantástico que nos conjunta a casi todas las culturas ¿Existe el Quijote? No, pero sí. Es una creación fantasiosa literaria, pero ha venido para quedarse, ha venido para mostrarnos que sin Quijotes no podemos vivir los más curiosos ideales, que si nuestra vida no siembra un ideal tendrá poco sentido transitarla. El Quijote no existe como ser de carne y hueso, nunca vivió en La mancha o Barcelona, sin embargo, jamás se irá de nosotros porque lo necesitamos, porque está en cada uno de nosotros, una parte que es Quijote y otra que es Sancho.

Cuenca alta de Yuma, el Río Grande de Colombia

Presentación

La transformación radical e inconsulta del alto Magdalena, formulada por Hydrochina con el aval del gobierno de Colombia, se relaciona con la construcción de 9 represas en el Huila y 7 en Tolima, para producir energía eléctrica sin importar los impactos sociales y ambientales, transformando la cultura y modo de vida de cientos de miles de pobladores del territorio aguas arriba de Honda, tanto de Cundinamarca como del Tolima Grande. En dicho escenario de 565 km del Magdalena, donde además de Honda sobresalen puertos como Ambalema, Girardot y Neiva, reconocidos por una significativa actividad naviera que perduró hasta hace alrededor de un siglo y que se perdería, la incultura del agua avanza por importantes afluentes directos como los ríos Coello, Prado, Saldaña, Combeima, Cabrera, Fortalecillas, La Plata, Suaza, Negro, Seco y Bogotá, que con sus diversas problemáticas expresan los conflictos urbanos y rurales de la Región Andina. Lo anterior invita a considerar algunos elementos que podrían ser de utilidad frente al dilema de cómo aprovechar las opciones del Río Grande y reorientar su visión hacia un desarrollo que, en lugar de crecimiento a costa de los derechos bioculturales, le apueste a la construcción colectiva de un territorio sustentable y resiliente.

Como fundamento para esta ponencia, empecemos diciendo que, si el Río Grande de la Magdalena es Colombia, ¿por qué no garantizar la subsistencia para un cúmulo de pueblos rivereños y dar soporte a ecosistemas vitales de nuestro principal eje de desarrollo, ambiental, cultural, económico, social y demográfico? De ahí la importancia de la declaratoria que ha priorizado al río Magdalena como uno de los escenarios más representativos en la historia del país, y que le amerite el reconocimiento de la UNESCO como patrimonio de la Humanidad, a partir del restablecimiento previo de sus derechos bioculturales bajo el concepto de que un territorio es una construcción social e histórica. Si su cuenca es el hábitat donde se dan nuestras relaciones con el bioma andino tropical, también el río, pese a haber sido fundamental como ruta de acceso para la ocupación del territorio, y como medio para la consolidación de la nación durante el siglo XIX, hoy víctima del olvido degradado y contaminado, reclama amparar sus derechos ambientales, lo que supone ordenar el cumplimiento de las acciones que demanda su recuperación integral para darle primacía a sus 35 mil pescadores, y a los humedales y bosques secos que lo circundan, además de ponerle límites a las intervenciones que alteran su vaguada y los humedales como ecosistemas vitales.

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¿Planeación inconsulta ni autonomía territorial?

Imagen01: Planimetría (Mintransporte) y Perfil del Magdalena (Cormagdalena).

Luego de haberse formulado el Plan Maestro de Aprovechamiento del Río Magdalena, el río  más importante en la historia de Colombia, fruto de un convenio interinstitucional firmado en el 2009 por  la Agencia Presidencial para la Cooperación -APC, la compañía Hidrochyna y  el Banco Nacional de Desarrollo de China, trabajo para el cual los parámetros no contemplaron la autonomía territorial ni la consulta a las comunidades que habitan el territorio, tal cual lo ordena nuestra Constitución política, sólo en 2016 el Consejo de Estado obliga a que Cormagdalena haga entrega de información sobre dicho instrumento de planificación territorial y ambiental para que se conozca en Colombia. Por fortuna, en 2017 el país retoma la agenda y formula el Plan de Ordenamiento y Manejo Integral de la Cuenca, con su Plan de Manejo y de Aprovechamiento PMA.

Dicho Plan Maestro, aplicable en el 26% de esta cuenca que es jurisdicción de CormagdaIena, involucra además de la corriente principal del Río Magdalena (1.613 km), el Canal del Dique (114 km) y el curso bajo del Río Cauca (187 km), que es su principal afluente, cubriendo así un territorio de 69.400 km2 con una población que para el 2010 llegaba a 6 millones de habitantes, de 129 municipios ubicados en 13 departamentos, desde el Gran Tolima hasta el Caribe colombiano, pasando por el centro de Colombia, así: Cauca, Huila, Tolima, Cundinamarca, Caldas, Boyacá, Antioquia, Santander, Cesar, Bolívar, Sucre, Magdalena, y Atlántico. Entre los cuatro principales estuarios de Colombia, dos están relacionados con la Cuenca del Magdalena, las desembocaduras de los ríos Magdalena, y del Canal del Dique, dos emblemáticos lugares donde también se sufren las consecuencias ambientales de la problemática ecológica de la gran cuenca del río.

El citado documento, aunque contempla una estrategia integrada de aprovechamiento multipropósito de la cuenca del río Magdalena, con proyectos como el desarrollo de una hidrovía de 900 km para el transporte de hidrocarburos y minerales aguas abajo de La Dorada, propone el aprovechamiento hidroenergético aguas arriba del Salto de Honda; o sea en la cuenca alta, donde al descartar la hidrovía proyecta en su defecto la intervención profunda y significativa del río, con múltiples proyectos en cascada que van a generan grandes conflictos, como los de Betania y El  Quimbo ya construidos, y otros más que esperamos no tengan curso. En razón a lo anterior, en 2020 el Gobierno Nacional le apuesta a una reformulación integral y participativa del Plan Maestro, mediante procesos que involucren a las comunidades ribereñas, y contemplen el impacto de las hidroeléctricas.

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Intervenciones

Imagen 02- Betania y El Quimbo.

En 2011, la Hidroeléctrica El Quimbo de 400 mil Kw ubicada en Gigante, 67 km al sur de Neiva, construida por la multinacional Emgesa en el marco del Plan Maestro de Aprovechamiento del río Magdalena, coloca su primera piedra e inicia un tortuoso camino de afectación del ecosistema natural en gran medida, consecuencia del desvió del cauce del río y la deforestación de más de 5 mil ha de bosque, buscando con el represamiento conformar un embalse que, además de inundar 8.250 ha con relictos de bosques y áreas de interés arqueológico, sin retirar la biomasa que es lo correcto para prevenir la contaminación en el río Magdalena, también ocasiona el desplazamiento de fauna nativa y de comunidades vulnerables que ven afectada de forma severa y definitiva su forma de vida.

Pero 30 km aguas arriba de Neiva y aguas abajo de El Quimbo, igualmente se había construido la Represa de Betania como proyecto multipropósito, que además de turismo y acuacultura incluyó una hidroeléctrica de 500 mil Kw, para la cual desarrolló el primer embalse de grandes proporciones previsto en el cuestionado Plan, inundando un área de 7.400 ha justo en la desembocadura del río Yaguará sobre el Magdalena. Esta represa, que se proyectó sin contemplar la amenaza alta por lahares provenientes del Volcán Nevado del Huila, a través de los ríos Páez y su afluente el Símbola, proyectada en 1981 e inaugurada en 1987, recibió los escombros de la erupción del Nevado del Huila en febrero de 2007.

Imagen03: Izq. Hidrovía del Magdalena (Azul) y Corredor Férreo del Pacífico (Rojo). Der. Barco remontando el Salto de Honda en 1899 y Barcaza con contenedores (Naviera del Magdalena)

Frente a la pregunta: y el Plan Maestro de Transporte Intermodal de Colombia 2015-2035 ¿qué? En lugar de poner a competir ferrocarril y río a lo largo del Magdalena, además de integrar mediante el tren a Buenaventura con Urabá, debió extender la hidrovía al Huila navegando el Salto de Honda, con enorme ventaja para el sistema portuario en La Dorada y sobre todo para Barranquilla. La hidrovía con una reducción de los costos del 40% para el Altiplano y el Eje Cafetero o del 50% para el Tolima Grande, y movilizando en el Magdalena Centro cinco a seis millones de toneladas anuales, al expandir 200% las exportaciones e importaciones podría generar más de cien mil empleos para Colombia e incrementar su PIB mínimo en 1.2%. Esto, si se trata de nueva carga movilizada, lo que exige que los beneficios modales en lugar de privatizarse con peajes, se socialicen desarrollando el dragado como obra pública y no mediante una APP.

Recordemos que, así se considere un territorio como un sujeto de derechos bioculturales, con los megaproyectos previstos en el Plan Maestro de Aprovechamiento del Río Magdalena, se estarían violando dichos derechos, victimizando comunidades y ecosistemas, cuando con la complicidad del Estado se separen costos y beneficios: mientras los primeros se socializan al asumirlos los pobladores que terminan obligados a abandonar parcelas y oficios, y los ecosistemas que desaparecen; los segundos se privatizan al quedar en manos de las empresas, quienes terminan desentendiéndose de los pasivos ambientales asociados a daños irreparables, tras apropiarse del territorio con la complicidad de la ley, sin importar las normas constitucionales y legales sobre la protección ambiental, la preservación de los ecosistemas y los derechos humanos.

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Vulnerabilidad del escenario

Imagen04: Gran Cuenca Magdalena-Cauca- Izq. Relieve. Der. Coberturas vegetales y Subcuencas.

Si bien las represas con graves impactos socioambientales no son mecanismos de desarrollo limpio, tampoco podemos hablar de desarrollo en el caso de proyectos que se constituyen en enclaves económicos, cuando la política minero-energética, antes que transformar los recursos mineros en commodities estratégicos, responde a un modelo extractivista de reprimarización en beneficio del mercado. Sumados a los dos casos vistos en el Huila, para comprender esta problemática tenemos dos ejemplos más: 1- Hidroituango en Antioquia, donde además de desestructurar la conectividad biológica del Cauca afectando a 17 mil pescadores, se ha puesto en riesgo a 100 mil habitantes de cinco municipios aguas abajo de la presa; y 2- La Hidroeléctrica de la Miel inaugurada en 2002 y ubicada en Norcasia, municipio caldense con un PIB percápita similar al de Manizales, pero con unas Necesidades Básicas Insatisfechas NBI tres veces superiores a los de la capital de Caldas.

Pero ahora que Cormagdalena, creada en 1991 con el mandato constitucional de velar por la recuperación integral del río Magdalena al tenor del Artículo 331 de La Carta, sólo puede mostrar una gestión de tres décadas en la que el enorme potencial que ha representado esta arteria, contrasta con su abandono expresado en las problemáticas  que padece desde Huila donde nace hasta bocas de Ceniza y sobre el Caribe donde desemboca, preguntémonos qué pasa: según Juan Darío Restrepo, los pescadores ya no pueden obtener su sustento del río; todo porque además de la contaminación que proviene de los centros poblados, gravita una carga de sedimentos de 150 millones de Ton/año, consecuencia de una erosión que afecta al 78% de su cuenca, ocasionando el daño de ciénagas y humedales, la reducción de la pesca de 80 mil toneladas anuales a solo 7 mil, y el  blanqueamiento del 80% de los corales entre Cartagena y Santa Marta.

Finalmente, además de la expansión hidroenergética irresponsable e inconsulta, con proyectos que violan los derechos bioculturales del territorio en la cuenca alta, otra de las problemáticas del Río Magdalena, es la contaminación, donde el principal reto a resolver incluye la descontaminación por actividades mineras y agropecuarias, como también la de los ríos urbanos de la Región Andina, empezando por el río Bogotá, víctima de curtimbres, cultivo de flores, agroindustrias, minería y aguas residuales. Para su tratamiento está prevista la planta de Canoas que a un costo de U$1.100 millones, entraría en operación el 2025, en tres fases, así: 1- Mejorar el tratamiento de aguas negras de pequeños municipios en la cuenca alta; 2- Mejorar la calidad de agua en el área metropolitana de Bogotá con la expansión de la planta de Salitre, e interceptar las aguas negras del resto de la ciudad para transferirlas abajo de Bogotá; y 3- Desarrollar gradualmente la planta de Canoas (14 m³/s), dado su alto costo.

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Epílogo

Imagen06: – Corredor Turístico Fluvial Girardot-Neiva (PM Fluvial 2015); y Áreas de interés ambiental del Huila (CAR Alto Magdalena)

Urge entonces, resolver la crisis del río y por lo tanto restablecer los derechos bioculturales de este territorio, en el que cerca de 35 mil pescadores han perdido su sustento por la pérdida de la pesca, consecuencia de múltiples factores, empezando por la sedimentación, pero también por el mal manejo de esta carga del río objeto de un costoso dragado que no puede constituirse en un cartel. Al extraer la carga sólida para establecer el canal navegable, en lugar de rellenos externos a la vaguada que sería lo correcto, se vierten los lodos en playones, islotes y riveras, cerrando caños que alimentan complejos de ciénagas y espejos de agua, hasta que el invierno los regrese al río. Así, al desconectar los humedales que cumplen una función amortiguadora, además de la pérdida de ecosistemas vitales para la subienda, se han facilitado enormes crecientes y desbordamientos, como en 2010 cuando 1.400 m3 por segundo se vertieron por el Canal Del Dique, casi triplicando su capacidad, ocasionando su colapso e inundando 35 mil ha de 20 poblados.

Por último, si bien entre las problemáticas del Río Magdalena está la erosión causante de la carga de sedimentos consecuencia de la deforestación -razón por la cual la tasa de sedimentación del Magdalena es cuatro veces la del Amazonas-Orinoco-, también tenemos otras como los usos conflictivos del suelo, la contaminación y el modelo de generación hidroenergética, entre otras presiones que enfrentan sus ecosistemas ícticos y boscosos por la sobreexplotación de sus recursos y las comunidades de base, en especial la población desplazada. A la lamentable degradación de este gran escenario representativo de la región andina, dado que la gran cuenca Magdalena-Cauca cubre el 26% del área continental del país, se suma ahora la amenaza del cambio climático, que con sus eventos extremos se traducirá en sequías e inundaciones, dada la vulnerabilidad del territorio asociada a la pérdida del 80% de su cobertura vegetal: como referente, en Colombia, mientras de las selvas nubladas que llegaron a sumar 9,7 millones de ha, sólo resta la cuarta parte, de los bosques secos, que cubrían 9 millones de ha, solo queda el 8%.

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* Profesor Universidad Nacional de Colombia. http://godues.webs.com  Manizales, agosto 23 de 2021.

Fuentes bibliográficas

X2 Teatro: “La pandemia nos fortaleció como grupo…”

El grupo X2 Teatro de Manizales ha aprovechado la época de pandemia para reflexionar acerca de los desafíos que impone el teatro de autor, su especialidad, replantear su trabajo creativo y fortalecerse como equipo, escenarios que han acompañado el reinicio de la programación permanente, desde el mes de julio pasado, con público presencial en su sede El Torreón.

Según lo anuncia el director de X2 Teatro, también dramaturgo y actor, Giovanny Largo, el entusiasmo por la reactivación les alcanzará este año para tres estrenos: “Cuando el delirio nos amenaza”, obra cuyo preestreno tuvo lugar en Salamina y el estreno en Manizales; el segundo será “Los ojos del amor envueltos en un pañuelo”, una propuesta futurista completamente diferente a su habitual producción, con la cual harán temporada en su sede; para final de año presentarán una obra vampírica inspirada en Manizales.

X2 Teatro hace también giras por los municipios de Caldas, por las principales ciudades de Colombia y cuando las condiciones lo permiten, por el extranjero, además de perseverar con un semillero. “Esa es la energía con la que nos levantamos de la pandemia porque queremos apostarle al teatro en esta ciudad, que no es fácil pero que sabemos vale la pena”, afirma Giovanny Largo, entre otras consideraciones expuestas en el siguiente video:

Tesoro arqueológico llega al Centro de Museos

A 25 años de su creación, el Centro de Museos de la Universidad de Caldas recibe 35 toneladas de material arqueológico recuperado por la Concesión Pacifico Tres durante las excavaciones previas a la construcción de la obra. La posesión de este patrimonio será de gran beneficio para la comunidad académica que tendrá la posibilidad de realizar estudios a profundidad de las piezas desde el punto de vista antropológico y social, y así conocer más de lo que significó la cultura indígena en esta región del país.

Mediante una alianza entre la Universidad de Caldas y la Concesión Pacifico Tres, se continuará con la etapa de laboratorio y de exhibición de las piezas debidamente clasificadas.  “Desde el inicio de la presente administración de la Universidad de Caldas, dijo el rector, Alejandro Ceballos Márquez, se ha buscado fortalecer los lazos de trabajo entre el sector productivo del país y la Universidad, siendo esta alianza un gran ejemplo de ello, puesto que además de recibir un aporte económico para el fortalecimiento del Centro de Museos, la institución será la encargada de la custodia de las piezas arqueológicas de las excavaciones, en beneficio de la investigación y el conocimiento para docentes y estudiantes”.

Dentro de las piezas encontradas están:

Más de 400 mil fragmentos de cerámica.

Más de 4 mil 500 piezas de colección arqueológica.

Cerca de 21 mil muestras de material paleoambiental y radiocarbónico.

Aproximadamente 700 restos humanos u osamenta.

Paralelamente Pacifico Tres entregará recursos financieros con el fin de que la Universidad de Caldas defina el punto exacto donde se hará una edificación de 200 metros cuadrados en la que se embodegará el material que posteriormente, al finalizar los respectivos informes, se pondrá al servicio de la comunidad.

CENTRO DE MUSEOS

El Centro de Museos de la Universidad de Caldas exhibe actualmente al público, en su sede de Palogrande, tres exposiciones permanentes: arqueología, historia natural y geología y una temporal: El martirio de San Sebastián en homenaje a Andrés Escobar, obra del Maestro David Manzur.

Visitas de 8:00 a.m. a 3:00 p.m. con cita previa en el teléfono 8781500 Ext. 24133 ó al correo museo@ucaldas.edu.co

La Alianza Francesa de Manizales, un centro binacional vivo, dinámico, de importancia global

El camino recorrido por la Alianza Francesa de Manizales durante 65 años en su formación y consolidación como uno de los centros binacionales más importante, vivo y dinámicos en el departamento de Caldas, es, en palabras de su directora ejecutiva en los últimos 10 años Marcela Echeverri, el principal activo de la institución. Puntualiza a continuación, con manifiesta satisfacción, resultados notables en estas más de seis décadas de actividades ininterrumpidas:

Lograr que la Red de Alianzas Francesas afiance una sede física en una ciudad intermedia como lo es Manizales, con objetivos muy retadores como son formar en la lengua francesa con enfoque cultural.

Ser un centro cultural abierto a las visiones diversas de la cultura que nos comparten la francofonía y Latinoamérica. Un esfuerzo que hace más de 40 años se logró a través de la gestión de francófonos y francófilos que llegaron a la ciudad de Manizales con el compromiso de que la AF se instaurara en el tiempo.

Consolidar un equipo de trabajo comprometido con la calidad institucional y en su dirección estratégica.

Ampliar cada vez más su misión al Departamento de Caldas, abrirse a distintas alianzas, cooperaciones y convenios en el territorio local con la red internacional para que la institución se expanda a un camino más transversal, no sólo en el ámbito académico (que es muy bueno) sino también en su componente cultural.

Unir estos esfuerzos y capacidades en las esferas local, departamental e internacionales en beneficio de los proyectos de vida que se gestan tanto con la lengua francesa, como en el ámbito de la vida y expresión cultural de lo local en un reconocimiento e intercambio con lo global.

“La AF en los últimos años ha realizado grandes  esfuerzos, el primero en su calidad académica al mejorar las condiciones y elementos de sus aulas físicas y virtuales, al formar a sus docentes en objetivos específicos con el francés, al brindar un mejor servicio de atención y seguimiento a su comunidad de estudiantes y sobre todo, al abrir posibilidades de estudio para públicos que no pueden acceder por motivos económicos al aprendizaje del francés, trabajando mucho por consolidar convenios con instituciones que beneficien distintas comunidades”.

 

Con respecto a la vocación como centro cultural, agrega, se ha fortalecido cada vez más su área y proceso en gestión cultural, “estrategia de vital importancia para que el proyecto cultural de la institución sea más claro, se perciba aún más en su proceso en el tiempo y se reconozca e identifique en el sector. Que sea un referente de lo que podemos hacer, proponer y encontrar en la AF. Cada vez se cuenta con mayores servicios en la oferta local y regional, muy dispuesto en los últimos años a la expresión contemporánea y de los jóvenes, como también por consolidar mayores alianzas y trabajo en red con las demás alianzas francesas en Colombia, lo que ha permitido un mejor intercambio y riqueza en la agenda cultural”.

Para Marcela Echeverri la pandemia ha proporcionado nuevas oportunidades a la institución y fueron las de innovar en sus canales, plataformas, medios y formas creativas. La AF cuenta actualmente con la capacidad de enseñar, expandir su saber a gran diversidad de territorios y públicos, tanto en sus servicios educativos como en su proyecto cultural. “Ha demostrado su capacidad e interés por no ser sólo un referente histórico, sino también un referente de oportunidades de estudio, trabajo, proyectos de vida, escenario para el encuentro e intercambio entre creadores e investigadores, un lugar para visitar, conocer y ser parte de iniciativas y de procesos en diversidad de territorios. Todo esto nos ha permitido conectarnos aún más con otras esferas de la educación y la cultura”, agregó Marcela Echeverri.

En su rol de líder cultural de Manizales, ¿cómo cree que el sector debe asumir los desafíos que le impone la pandemia, muchos de los cuales llegaron para quedarse?

El sector cultural demostró en la pandemia, y lo sigue haciendo, su disposición y capacidad de asumir desafíos, ajustarse a los tiempos difíciles y arriesgarse a otras formas de innovación, sin perder el sentido de lo que hacemos y del proyecto por el cual trabajamos. Nos hemos preparado muy bien por muchos años, no somos ajenos al tener que afrontar dificultades, sistemas burocráticos e incluso la falta de apoyo en algunos casos.

Es por esto que la pandemia fue un desafío que aportó a la búsqueda y apuesta por medios que ya existían pero que poco se trabajaban. La comunicación digital ya está instaurada y seguirá su rumbo. Lo que sí es vital para el sector cultural es que nos abramos a conocer el trabajo de emprendimientos, fundaciones y colectivos de jóvenes en nuestra ciudad, que llegan con conocimientos, ideas y ganas de trabajar en el diseño de proyectos culturales. No podemos avanzar solos, en la medida que nuestro sistema institucional se fortalezca, el sistema de agentes culturales en la ciudad y el Departamento también.

 

Primer año C-Transmedia

Innovación + Disrupción + Creatividad: el C-Transmedia celebra su primer año como Centro de Investigación de la Universidad de Caldas.

El Centro de Investigación C-Transmedia, vinculado a la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de Caldas, celebra su primer año de funcionamiento como un escenario de investigación aplicada sobre Arte + Ciencia + Diseño + Educación + Tecnología.

En este primer aniversario, el Director del C-Transmedia, Héctor Fabio Torres, señaló que “el Centro es una fuente de diálogo entre grupos de investigación e investigadores calificados en torno al conocimiento transdisciplinar”.

Por su parte, la Decana de la Facultad de Artes y Humanidades, Claudia Jurado Grisales, indicó con satisfacción que: “C-Transmedia llegó en un momento clave para transformar y trascender, ya que se viene consolidando como un Centro de Investigación que le apuesta a la construcción de conocimiento desde lo humano”.

Entre 2020 y 2021, el C-Transmedia ha avanzado en el fortalecimiento del sistema de investigaciones de la Facultad de Artes y Humanidades y de la Universidad de Caldas, mediante la consolidación de líneas, grupos y productos de investigación, así como a través del trabajo articulado entre los 6 grupos que lo conforman.

El Centro de investigación ha establecido alianzas estratégicas con la Central Hidroeléctrica de Caldas – CHEC y la Secretaría de Educación de Caldas, entre otras entidades, frente a lo cual, el Secretario de Educación de Caldas, Fabio Arias Orozco, dijo: “Ante todas las dificultades por el Covid-19, C-Transmedia nos acercó a la comunidad educativa de todos los rincones del departamento, por lo cual es un aliado clave para la generación de conocimiento y valor público”.

De otro lado, el Jefe del Área de Gestión Comercial de CHEC, Gonzalo Jaramillo, expresó su visión del Centro de esta manera: “El C-Transmedia se ha convertido en un consultor local que nos ha ayudado a construir la conexión emocional del mercado con su marca, a través de contenidos transmediales de alta calidad”.

Los procesos con estas y otras instituciones locales, nacionales y globales, han impulsado la creación de valor público y de comunidades de práctica y aprendizaje, generando procesos de transferencia y apropiación social del conocimiento que han impactado a más de 30.000 personas, mediante el uso y desarrollo de recursos y
contenidos digitales.

Esta apuesta regional ha tomado un significativo impulso nacional con dos convocatorias ganadas, una con MinCiencias, dirigida a la creación de una Spin Off para la indagación y profundización de estrategias Transmedia que potencien la transferencia e intercambio global de resultados de investigación, y otra con MinCultura, con un proyecto de contenidos digitales de podcast para audiencias infantiles – juveniles.

El C-Transmedia espera continuar fortaleciendo del sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación de la región y el país, a partir de la creación de una Maestría en Innovación y Producción Transmedia y el desarrollo de un Congreso
Internacional sobre Ecosistemas Creativos de Innovación.

El C-Transmedia se consolida así como una apuesta innovadora, disruptiva y creativa.

 Link Video Aniversario C-Transmedia

Link Audios Testimonios C-Transmedia

 

Creando en la cantina

Casting

No me hagan esperanzas
que en España
que en Lyon
y que en Toledo

 ¡ya estoy harta!

 Déjenme así tendida
que el olvido es amigo
que el polvo es compañero.

Mercedes Valencia, Déjenme en paz

En días pasados, en el marco del 12 Festival Internacional de Poesía de Manizales, participé en el conversatorio Manizales: retratos poéticos, auspiciado por el Banco de la República, y acompañado de los escritores León Darío Gil, Juan Carlos Acevedo y Carlos Mario Uribe. Fue un diálogo que giró en torno a las creaciones nuestras sobre la ciudad, rememorando también a otros escritores que han forjado la literatura hecha sobre Manizales. Entre lectura y lectura de nuestra poesía, surgieron los comentarios acerca de la creación surgida en la calle y otros espacios alternativos.

En este sentido planteamos la importancia que tuvieron la calle, los parques, los bares, las cantinas y los lupanares en la construcción de una obra que no se gestó en los recintos, los salones, los estudios y la academia, sino que fue instalada en estos espacios alternativos por movimientos y escritores herederos de una tradición que en Colombia inauguraron escritores de movimientos como la Gruta Simbólica, y en especial Los Nuevos, cuyos máximos exponentes fueron León de Greiff y Luis Vidales.

A los anteriores deben ser agregados los nadaístas, precursores de poesía amasada entre los miasmas del licor y las brumas del humo de cigarrillos interminables, que en su rebeldía poética también instalaron las máquinas de escribir en medio del murmullo de bares y cantinas. Esto me hace recordar la última visita de Jota Mario Arbeláez a Manizales y el encuentro que tuvimos varios escritores con él en una cantinita que está enseguida del Cementerio San Esteban… ¡qué encantadora noche de tangos, boleros y músicas propicias para la bohemia y la inspiración barriobajera!

Maestros como Fernando González y Porfirio Barba Jacob también influyeron en esta corriente marginal, y fueron vates que tuvieron asiento en Manizales durante algunas temporadas de sus vidas. Barba Jacob, en sus momentos más tristes y abrumado por el cruel destino, venía a recuperarse de las dolencias físicas y emocionales en la casa de los poetas Jaramillo Meza, en el marco del parque de Cristo Rey, morada que tumbaron no hace mucho para construir un edificio. El otro grande, Fernando González, fue juez en Villamaría y su estela creativa e influencia no han perdido vigencia; recordemos que su libro Viaje a pie tiene un aparte dedicado a su paso por Manizales.

Y así, en medio de recuerdos y nostalgias, nos volvimos a cruzar con esos transeúntes bamboleantes de nuestras calles, parques y cantinas que nos dejaron un gran legado, poco conocido, pero valioso para esa ciudad invisible que flota en las brumas del alba y el crepúsculo: el viejo Leonardo Quijano, su discípulo Carlos Villegas «Segundo Quijano», Mercedes Valencia, «Toño» Leyva, Óscar Jurado, Javier Arias Ramírez, Juan Carlos Pizarro… en fin, personajes que nos dejaron una herencia ajena a las veleidades del reconocimiento y que pulieron sus versos en el cemento y el asfalto, poemas con olor a pucho, tinto y aguardiente… escritos en pedazos de papel que todavía se nos presentan como retazos de una ciudad que también está hecha de girones y textos desgarrados, plasmados en paredes y murallas, que desde otras orillas, siempre han sido estigmatizadas como el papel del canalla.

Ilustración. Carátula del libro de poemas Manuelito mi hermano suicida, de Leonardo Quijano. Colección el maleTíN (microlibrería).

* Poeta, anacronista y pintor; editor de «ojo con la gota de TiNta (una editorial pequeña e independiente)».

Mano al planeta

Miguel Jaramillo Ángel, Comunicador Social y Periodista de la Universidad de Manizales, está al frente del proyecto Mano al Planeta, un programa del canal de Televisión Regional de Santander y Oriente de Colombiano (TRO), que tiene como propósito mostrar el estado actual de los ecosistemas de Santander y Norte de Santander.

Su producción se basa en conocimientos técnicos, ambientales y ancestrales para identificar la biodiversidad de la región, las prácticas que contribuyen al mejoramiento de su medioambiente y las que impactan negativamente en la vida de los ecosistemas.

“Es muy gratificante hacer parte de este equipo de trabajo que está constituido por grandes profesionales. La serie tiene 120 capítulos y vamos a la mitad del camino”, señala Jaramillo Ángel, quien agrega que en Colombia hay una deuda histórica con los temas medioambientales y que dirigir un programa que tenga esa estructura como temática central sienta un precedente en su carrera profesional.

Miguel se ha desempeñado en el ámbito laboral tanto en el sector público como en el privado. “He tenido la oportunidad de ejercer el periodismo en medios como El Tiempo y El Espectador. También de trabajar en organizaciones y empresas como el ICFES, la Autoridad Nacional de Televisión y el Ministerio de Minas y Energía. Todo este bagaje me ha dado las herramientas para llegar a donde hoy estoy y hacerlo de la mejor manera”.

Esto también se lo atribuye a la educación integral en todos los campos de la comunicación, que recibió en la Umanizales. “Mis maestros me ofrecieron enseñanzas que han aportado no solo a mi crecimiento profesional, sino también al personal”.

La serie documental Mano al Planeta se transmite de lunes a viernes a las 4:00 p.m. por el canal TRO.

 

El tiempo de los ojos

La hegemonía del tapabocas en estos tiempos de coronavirus nos ha obligado a vernos a los ojos, como nunca antes. Una mirada es hoy nuestra carta de presentación. La expresividad, la fuerza, la ironía, el escepticismo, la agresividad, la amabilidad y todo el cariño del que es capaz el ser humano, sólo tienen cabida en estos momentos a través del lenguaje de los ojos.

El cruce de miradas fortuitas en las filas que hay que hacer para entrar a los bancos, a los puestos de vacunación, a las notarías, a ciertas tiendas de los centros comerciales, etc., se han convertido en la nueva forma de comunicación más relevante fuera de casa. Con una simple ojeada estamos siendo capaces de realizar multiplicidad de cosas, como hacerle una señal a alguien para que se acerque o se aleje o confirmar un asunto o situación en concreto, en fin.

En la calle, los ojos ostentan hoy la condición de ser el único referente visible de nuestro rostro, y por ende de nuestra identidad personal. La nariz, el lunar, la verruga, los pómulos, que han sido por siempre rasgos definitivos para el reconocimiento de una persona en particular, ya no están a la vista de quien quiera escudriñar. De manera que si unos ojos parecen conocidos, será necesario tomarse el trabajo de mirar fijamente para averiguar si corresponden a la persona imaginada. O simplemente no mirar para evitar un desastre.

Las miradas se han cargado de palabras y la voz se ha visto apocada. En vez del blanco de los dientes vemos el color de los ojos al sonreír; mirar bien por dónde se camina se ha vuelto el único modo de hacerlo sin tropiezo pues resulta casi imposible dejarse llevar por el olfato, como suelen guiarse algunos, pues ahora está limitado por el barbijo.

En estos tiempos darse cuenta que alguien nos está mirando es sencillo. Y a las personas que miran les cuesta más no admitirlo. En gran medida, pasar desapercibido es comparativamente fácil en esta época y permite invertir mucho más tiempo visitando aquellos parajes de la ciudad que antes se evitaban, ya sea por razones de conveniencia o anonimato. Hoy simplemente puede mirar el panorama sin generar sospechas, ver cómo es el mundo de cada localidad y la manera cómo da vueltas sin parar. El transeúnte hace el camino más rápido, elude sin condena la curiosidad manifiesta, y puede guardar la mirada para la ocasión que quiera.

En nuestros días, la luz y las imágenes que caracterizan el tiempo actual entran solo por los ojos; el sigilo de la mirada logra lo que el escándalo de la voz espanta, pues, “cuando tienes ojos, no necesitas decir casi absolutamente nada”, como escribiera el poeta y novelista noruego, Tarjei Vesaas.

Con una sola mirada hoy podemos infundir temor o ánimo, según lo deseemos. Algunas son tan fuertes que pueden derribar o construir muros. Abrir o cerrar puertas. Y dialogar sin que nadie se dé cuenta. Sería fabuloso entonces si en adelante pudiéramos hacer y resolver todo con un simple encuentro de nuestros ojos.

No habría necesidad de armas, violencia física, ni de limitaciones para solucionar los problemas y lograr los acuerdos fundamentales que permitan la convivencia pacífica que las palabras “llenas de falsedad o de arte”, como dijera Shakespeare, no han logrado del todo hasta el momento.

Sumativo.- “Hay un camino entre los ojos y el corazón que no pasa por el intelecto”: G.K. Chesterton.

*Comunicador Social-Periodista, egresado de la Universidad Autónoma del Caribe de Barranquilla. Ha escrito los siguientes libros de cuentos: Todos los días no son iguales (Ediciones Antropos, 2013). Pedazos de tiempo (Secretaría de Cultura de Caldas, 2016). Ganador del concurso literario “El Personaje Inolvidable” realizado por la revista Libros y Letras, el periódico Sector H, y el portal Periodismo sin Afán, en el marco de la Feria del Libro de Bogotá de 2012, con el relato “La medalla del rasta”.

Deuda III

Arte contemporáneo, deseducación y tejidos artesanales

  • Notas a partir de una conversación telefónica de WhatsApp sostenida a pesar de varias interferencias con el artista Jorge González, Artista Visual nacido en San Juan, Puerto Rico en 1981.

Puerto Rico:

Influenciado por su comunidad. Se ha enfrentado a la pregunta por los Recursos. Piensa en modelos de educación autogestionados para una comunidad Artesanal, un Espacio de Autogestión paralelo.

Su interés en materiales y procesos (naturales, técnicos) lo ha llevado a pensar en los tiempos internos o análogos que estos implican, su orden, sus patrones, sus escalas por ejemplo hablando de tejidos, y esto lo ha llevado a entender que en unas u otras proporciones se pueden asumir escalas más bajas, más pequeñas, o simplemente de otras proporciones en cuanto a todo. Esto lo ha llevado a reflexionar sobre el concepto:

De – escaling / Desescalar (escalar a más pequeño).

Que se puede aplicar a temporalidades y/o a modelos o formas de hacer. Por ejemplo, modelos de asociación entre individues o comunidades.

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Estuvo de 4 a 5 años más o menos entre 2006 a 2010 sin ejercer como artista. Se había encontrado con la Jardinería y con otros procesos relacionados a Arquitectura y por este tiempo se mantuvo alejado de las Artes.

Dice que en su práctica actual ha retomado intereses de familia en cuanto a formación de educadores. Mamá y abuela expertas en educación.

Jorge con su abuela, Cosmelina “Carmín” Sánchez Casillas.

Colombia y U.S:

Estuvo en Flora por algunos meses en 2017. Beca del Caribe. Posteriormente en NY por la exhibición Pacha, Llaqta, Wasichay: Indigenous Space, Modern Architecture, New Art en el Whitney Museum. Su obra empezó consolidándose sobre todo en cuanto a trabajo con comunidades.

Jorge González. Banquetas chéveres, detalles de la instalación 359 días en 19 meses.  Cordoncillo de algodón teñido sobre madera puertorriqueña.

Visita de Jorge a Barichara, comunidad de tejedoras. Proyecto textil Soles-Suatí (en idioma Guane significa canción del sol ). Juliana Steiner fue la curadora que lo invitó y acompaña a hacer este proyecto.

Jorge dice que el oficio de tejer sobrevive por contagio, por traspaso de contagio de la técnica. Hay un tipo de tejido que en Puerto Rico llaman Soles (viene de Canarias, de labores de aguja, de Países Bajos, Salamanca) contagio que llega con migraciones, desde Luisiana a Paraguay, en Paraguay es parte del pensamiento guaraní, tejido de araña. Todo este conocimiento lo ha obtenido a partir de su trabajo con comunidades y de su investigación sobre el tejido.

Suaty (Canción del Sol) Intercambios de confección de manta en la Reserva Guatoc, Barichara, y procesión hacia la cueva Yuyu, Reserva Natural Corretjer-Para La Naturaleza, Ciales, Puerto Rico. Fotos cortesía de Juliana Steiner y Rubén Rolando.

Dice textualmente que en esos procesos con comunidades, como con la que trabajó en Santander, uno se entrega es a transformarse. En estos procesos el valor del aprendizaje es asumir las transformaciones en uno mismo. Con esta comunidad se dio esa entrega. Lo mejor que da una persona a estos procesos es compromiso, conversaciones a largo plazo en las que se repiensa el mismo arte. Por ejemplo, esta comunidad se relaciona con el arte desde lo cotidiano, desde el sustento, etc. Son aprendizajes muy grandes que después podemos incorporar a otras áreas del conocimiento o de lo social.

Desde Guane (Santander, Colombia) y teniendo en cuenta la tradición de la comunidad pensaron una procesión anual a Santa Lucia, partiendo de elementos de tejido. Estos ejercicios sirven para que las comunidades puedan resignificarse, dice Jorge. Reorganizarse.

Por problemas con la pandemia tuvieron que hacer el cierre de la procesión del manto en Puerto Rico, pero estaba pensado para hacerse en Colombia como parte de la residencia. Ernesto Pujol, artista y amigo de la comunidad que volvió no hace mucho a Puerto Rico, un crítico sensible, acompañó el proyecto de muestra del manto. Ha partir de ahí han estado pensando cómo se construye un mito, cómo le dan significado al manto, pensaron en el andar como gesto y lo incorporaron al ritual.

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En Colombia dentro de FLORA, con José Roca, pensaron en su proceso. En relación a la tierra y a la naturaleza.

Puerto  Rico:

Posteriormente como parte programa de comunidad Under The Mango Tree que parte de la exhibición Documenta, y que es un encuentro de educación, aprendió a identificar el término “unlerner” que quiere decir des aprendiz, con el que ahora se identifica. En esta experiencia hablaron de comunidad y educación en relación al Arte donde se plantea pensar cómo estas personas traen sus conocimientos y encuentros que terminan siendo Espacios de desaprendizaje.

Sesión de trabajo en el taller de alfarería indígena de Borikén en el Taller Cabachuelas, dirigido por la maestra Alice Chéveres, junto a estudiantes de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño, 2019.

Jorge ya había trabajado con temas de proyectos de artes y oficios, aprendizaje de recursos, espacios críticos sobre recursos, territorio, y terminó haciéndose la pregunta ¿cómo generamos compromisos con el recurso que se da mediante la técnica? Todo esto se gesta en Puerto Rico desde 2014. Trabajó dos años en Beta Local. (Definición de Beta Local según su co-fundadora Michi Marxsuach) “Esto es Beta-Local, un motor a través del cual ocurren distintos tipos de trabajo. El nuestro está enfocado en generar nuevos modelos de creación artística que respondan a nuestras realidades sociales y materiales, que son un Estado endeudado, un modelo de consumo colapsado, un gobierno y una estructura económica colonial y una población que ha quedado desprovista de destrezas manuales luego de décadas de industrialización. Por esta razón trabajamos con personas de distintos perfiles. A veces solamente implica reunir personas que quizás de otra forma no se encontrarían. Esto es suficiente para generar algo nuevo que se dirija en una dirección distinta. Así, nuestro espacio ha mutado entre un salón de clase, un puesto de verduras, un espacio de exhibición, un taller de mecánica, una estación de radio y una biblioteca. Ha albergado discusiones sobre economía, talleres de cestería y muchas cenas comunitarias. Nos enfocamos principalmente en tres proyectos: una escuela libre que facilita intercambios de conocimiento, una residencia internacional y un programa de investigación y producción colectiva de nueve meses. Nuestro trabajo ocurre en espacios públicos, comunes, y aquellos donde la división entre artista y público, intelectual o artesano, profesional o amateur se deshacen.”

Jorge aprendió una manera crítica para pensar la educación del arte, de aprendizaje acompañado. Pensar el espacio del arte en relación con la comunidad y descubrir la afectividad como espacio crítico y como método para referirse al espacio que quieren crear. Incorporó a su discurso y a su práctica el concepto de generosidad como eje también de su trabajo.

Desde allí hizo una revisión de un espacio académico en deterioro, con aspecto de modernidad tropical, y propuso como alternativa para regeneración este espacio el proyecto Escuela de oficios, y desde ahí se ha generado modelos de aprendizaje autogestionado que han dado forma a diversas interacciones y que han contribuido hacia el desarrollo del proyecto La Germinal, el cual se construye a partir del pensamiento y labor de Luisa Capetillo, un espacio simbólico gestionado por Mónica Rodríguez. Luisa Capetillo fue una figura feminista de comienzos del siglo XX, anarquista, que usaba pantalones, escritora, pensadora, ecologista, vegetariana, todo este pensamiento vino a razonar con nosotros, cuenta Jorge. Este proyecto va dirigido a esa figura histórica y aún se piensa cómo la incorporamos en nuestro relato cultural.

La anarquista Luisa Capetillo en la prensa de la época.

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Leyeron el texto antes de un ejercicio de pisado de barro. En general Jorge intenta llevar los elementos de manera muy honesta. Aquí retomaron la idea de Luisa Capetillo que quería fundar una escuela de agricultura, su literatura estaba enfocada hacia eso. ¡Era una mujer feminista queer! exclama Jorge, que para nosotros es un gran referente como deseo de diversidad plena desde lo radical. Nos hizo preguntarnos cómo referirnos a lo originario desde esta voz de radicalidad y originalidad plena.

Ha sido un andar de muchos años. Caminaron con la manta como voluntad. Caminar como gesto artístico.

Puerto Rico:

Como el lector podrá darse cuenta, es todo un trabajo muy comunitario. Jorge habla de Chemi Rosado su compañero de taller quien colaboraba con Michy Marxuach curadora de arte independiente, por medio del espacio M&M proyectos. Se mueven con proyectos de Educación de manera crítica, hoy en día dirigida por artistas y que terminó por tener una gran Influencia en organización de proyectos comunitarios en torno al espacio público donde pensaban en cómo ´Habitar el espacio del arte antes de ser consolidado´ como proyecto y también como espacio para desarrollar contenidos.

Armig Santos colabora en la realización de un tejido alfombra de enea, sobre rampa de patineta, un estudio de obra de Chemi Rosado Seijo, en el estudio compartido de González y Rosado Seijo.

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Hicieron una casa en la finca de uno de sus maestros de tejido de canasta (estructuras como tejido). El tejido de canasta lleva significados del pasado agrícola cafetalero (canastas para recoger el café). Cómo pensar la casa desde el tejido, desde el barro, sus dinámicas (en este caso casa contenedora de lo colectivo). Después está la idea del andar del ciclo natural, relacionado al solsticio, y al pisado. Ha sido un año muy importante, de muchos pensares y difícil.

Ahora hay un altar en el estudio de Jorge a partir de las pérdidas que han tenido como comunidad. Y relacionándolo a sus recursos, al agradecimiento de lo que tienen.

Mitología Lareña: Acerca de la montaña de Torrecilla (Cuentos del camino)  2018-2019, calado en lino.

Distintas redes

Ofrendar, agradecer, reutilizar con una mejor voluntad.

Generosidad como concepto. Con relación a recursos, las fibras son muy generosas, pueden conformar hasta arquitecturas, son activos dentro de un proceso de colaboración.

Jorge habla de la metáfora misma del tejido:  revisarse uno mismo dentro de la ancestralidad del territorio, que por lo general es algo frágil, delicado, frente a sistemas tan agresivos y violentos, la ancestralidad puede ser violada, cómo materialmente hay un proceso de conmemoración, cuándo se manifiesta nuestro hacer (tejido, talla, vasija) cuando hay pensamiento, el tejido mismo conmemora la siembra, la tierra, vida, crecimiento, alimento, muches conceptos traducidos a tejidos, la intención de crecer internamente, es estructura facilitadora. Es casa. Cierne, filtra, protege.

Ha sido parte de un compromiso a largo plazo. Era una vía que estaba ahí. Estaba relacionado con su conocimiento de plantas. Oportunidades de comunidad. Venía con la formación de las plantas, diseño, arquitectura y educación. Como parte de la autosuficiencia. Como proceso de experimentación.

Además de artista

La disposición para entrar a un espacio de aprendizaje.

El conocimiento está para pasar por nosotros. Que haga parte de espacio de transformación.

Artesano, educador, ser artista bien de relacionarse con dos comunidades: artesano y tejedor, participa activamente. Y como educador que logra ser educador por el espacio del arte. Espacio de autogestión.

 

*Artista Visual.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una fiesta del cine y de la vida, una fiesta de los reencuentros

La realización de Eurocine este año en Manizales, salpicada por los dolores de la pandemia, tuvo repercusiones extraordinarias para el reverdecer cultural y artístico de la ciudad. Significó, entre otros acontecimientos, la reapertura del Teatro Los Fundadores, después de 16 meses de cierre, “una especie de vientre materno y en esa lógica de volver al vientre es también la posibilidad de sanar, de curar colectivamente”; el reencuentro con el público, “volver a vivir la experiencia de la cercanía del otro, de la resonancia poética del otro al ver una película”; conversaciones entrañables en “una fiesta del cine y de la vida, una fiesta de los reencuentros y una enorme posibilidad de plantearnos un punto de partida para lo que significa ir retomando el rumbo de la sensibilidad y de la estética de la ciudad”; el cine como instrumento de cohesión “una posibilidad de sanar también, de reconfigurarnos como humanidad”; aliados comprometidos “en la restitución del valor utópico del Teatro Los Fundadores como suceso literal del renacer y renacer para las artes”.

Es así que la 24 edición de Eurocine Fuera de límites, quedará incrustada en el corazón de la ciudad y en el alma de los manizaleños, improntas que se revelan auténticamente en las palabras del Comunicador Social y Periodista, Federico Zapata Ospina, Director de la Feria Internacional de Cine de Manizales, entidad encargada de la organización y realización junto a RedEspiral.

EUROCINE 2021 EN MANIZALES. Fue el resultado de un proceso amplio del orden institucional, del orden de la gestión, del orden de apertura de lo que significaba la ciudad como posibilidad para que el circuito de Eurocine se sucediera. Tuvimos que hacer gestiones previas con la organización nacional, esbozar los argumentos que como ciudad planteábamos en términos de apertura de la sala más importante de la ciudad que es el Teatro Los Fundadores, como sede del festival, las condiciones de bioseguridad, las condiciones técnicas y sobre todo la posibilidad de que el teatro y el festival se convirtieran en el símbolo justo del reencuentro, de la reapertura, de la fiesta por la vida y por el cine. En esa ruta, el antes del evento fue un proceso de acuerdos interinstitucionales, de lo que nosotros hemos llamado las pedagogías del arte frente a la institucionalidad, que no es otra cosa que entidades como Infimamizales y Aguas de Manizales entendieran el valor poético y profundo de representación institucional que hay en eventos artísticos, en este caso desde el cine y lo que el cine puede configurar en los imaginarios de la gente, qué es lo que el cine logra anidar en los afectos de la gente. En ese proceso logramos que el Festival Eurocine no. 27, que tiene como lema Fuera de límites, estuviera en Manizales, que se hiciera en el Teatro Los Fundadores y, muy importante, con acceso libre para los públicos. Insistimos mucho de parte de la Fundación Redespiral en la necesidad de que la ciudad tuviera como gran invitado al público manizaleño, de que se consolidara como un ritual del reencuentro y que era fundamental recuperar los afectos, las cercanías y las presencias de los públicos.

RESPUESTA DEL PÚBLICO. Iniciamos el Festival Eurocine el 5 de julio, un primer ciclo hasta el 15 de julio con una realidad de salud pública muy delicada porque estábamos casi al 100% de la ocupación de ucis lo que nos puso en un escenario bastante complejo porque la Secretaría de Salud autorizó solo un aforo de 50 espectadores en la sala principal y 30 espectadores en la sala Olimpia. La respuesta del público fue muy muy bella, de una complicidad profunda en términos de lo que representaba para la gente,  después de un año y medio, ver el teatro con público, ver la presencia de espectadores haciendo fila, la experiencia inmersiva de volver a ese teatro que es, como lo dijimos tantas veces, una especie de vientre materno, y en esa lógica de volver al vientre es también la posibilidad de renacer, de sanar, de curar colectivamente, hacer catarsis colectiva porque el cine será un lugar en el que la vida retumba y resuena de manera muy poderosa. Y contar con la complicidad de los públicos, con el entendimiento de las restricciones que se tenían, a los impresos, al esquema de bioseguridad. Fue muy interesante saber que también hay un escenario de aprendizaje en esta reconfiguración de los espectadores. Todos somos nuevos espectadores, todos estamos siendo espectadores muy distintos en la pos-pandemia porque pasamos de que el arte se sucediera en nuestros ordenadores, sentados en la sala o en la cama, a volver al teatro, a volver a vivir esa experiencia de la cercanía del otro, de la resonancia poética del otro al ver una película, por eso hablamos tanto del valor ritual de la posibilidad de que el festival se sucediera. Para el primer ciclo tuvimos 2.700 espectadores con tres proyecciones diarias y cuatro el fin de semana; para el segundo ciclo, que fue del 19 al 29 de julio tuvimos 4.000 espectadores con dos proyecciones diarias y tres proyecciones el fin de semana.

EL VOLVER AL RITUAL DE LOS FOROS.  Hicimos en total 20 días de festival con foros de todas las películas. Convocamos nuevamente a la palabra, al ritual, a la posibilidad de que los públicos también tejieran presencia desde sus propias palabras, desde las formas en las que el cine retumba también en sus adentros y a partir de allí fuimos construyendo esa especie de segundo momento del cine, qué es lo que pasa después de que la película finaliza, y consolidamos una presencia de público importante en estos conversatorios en torno a las películas. Fue una experiencia que a la larga nos puso a reconfigurar el concepto de frontera, de límites social, político y ambiental, de una reconfiguración de la otredad y de la diversidad muy profunda, una posibilidad de ponernos en diálogo entre realidad distintas del planeta pero con lugares comunes muy interesantes de ser analizados, y sentimos que fue una fiesta del cine y de la vida, una fiesta de los reencuentros y una enorme posibilidad de plantearnos un punto de partida para lo que significa ir retomando el rumbo de la sensibilidad y de la estética de la ciudad.

LA DISTOPÍA COBRÓ MATERIALIDAD. Nosotros hemos hablado de un elemento muy importante y es que, en el 2020, el año de la pandemia, tomó forma la distopía. Estos escenarios que parecían apocalípticos, donde en el cine veíamos a los seres humanos colmados de miedo, el afuera representaba un temor donde todos andaban con máscaras, con miedo de relacionarse con el otro o aislados, esos universos de la ciencia ficción que parecían distópicos, cobraron materialidad, se volvieron reales. Nosotros decimos, como decía Sábato, que son los tiempos de crisis los que más exigen las utopías entonces, si ya la distopía cobró materialidad porque no materializamos la utopía y en esa ruta de materializar la utopía hemos ido encontrando aliados maravillosos, y para nosotros que tenemos una relación histórica tan estrecha con el Teatro Los Fundadores, un lugar de memoria, que como decía Federico Fellini, ir al cine es como volver al vientre materno, porque uno se sienta a ver cómo la vida se desarrolla.

RECUPERAR EL TEATRO LOS FUNDADORES PARA LA CIUDAD. Reconfiguramos el valor utópico del teatro como la posibilidad literal de renacer y renacer para las artes, y renacer para la poesía, y renacer para la danza, para la música, para el teatro, para el cine, y cómo en ese enorme vientre de 55 años que es el Teatro Los Fundadores, volvemos todos a sanar, volvemos todos a recomponernos después de estas grietas profundas, estas heridas que nos dejaron los años 2020, 2021. Y no solo en términos de pandemia sino en la realidad nacional del país que nos desbarajustó, que nos sacudió intensamente, que nos tiene desangrándonos hoy en día. El teatro por lo tanto también se vuelve un escenario político, cómo desde las sillas se ejerce movilización, cómo desde las sillas hay un activismo, hay una disposición a la manifestación crítica y profunda de lo que somos como realidad y entonces nos hemos puesto en la idea de también entender el profundo rol político que se cumple siendo un espectador de un festiva como estos, y como en el corazón, en el vientre mismo del paro también se hace activismo al ser un espectador que desde su palabra también sale a movilizarse y también moviliza las otras ideas y los contextos de los otros. Maravilloso recuperar la para ciudad el teatro, el teatro de puertas abiertas es como un abrazo expandido, lo hemos dicho, es un abrazo de invitación, un abrazo provocador, un abrazo detonante de esos que se requieren en estos tiempos tan llenos de peligrosos silencios, lo que necesitamos es que los teatros empiecen a retumbar y a hacer polifonía resonante para que logremos realmente plantearnos estas especies de trincheras poéticas que es el arte.

FERIA INTERNACIONAL DE CINE DE MANIZALES. Para la feria lo importante es que este año estamos consolidando un concepto mucho más amplio, un ecosistema audiovisual regional que justamente habla de salirnos de la eventualidad de los eventos que se suceden en un marco temporal. Se trata de la necesidad de que el cine se suceda durante todo el año, todo el tiempo. Por eso logramos realizar la franja de cine colombiano por Telecafé que nos tuvo muy activos en el primer semestre, logramos alianzas con el Festival de la Imagen, con el Festival Kumanday, hicimos Eurocine, y en el marco de la semana de la juventud adelantamos un proyecto de apreciación cinematográfica con jóvenes privados de la libertad. Todos estos microuniversos nos ponen a entender un poco la necesidad de que todo el tiempo estén sucediéndose cosas desde las pantallas, desde el cine, desde el audiovisual. Lo anterior es muy importante para la Feria Internacional de Cine de Manizales en su versión 12 de este año, que tendrá como tema En busca del tiempo perdido en alusión a Marcel Proust, y con la sensación de pérdida de la que venimos en 2020 y principios de 2021. Todos tenemos una especie de pérdida generalizada en el alma con relación a muchos frentes de nuestras propias vidas y quisiéramos desde el cine recomponer esa sensación y rearmar esos pedazos rotos para componer una nueva figura que, desde esas grietas, que como huellas quedan desde lo que hemos vivido colectivamente, también nos proporcione una especie de nueva cartografía para las rutas que vienen. Eso es para la feria este proceso, un tejido, una bella cartografía extendida en todos los sentidos porque hemos entrado en diálogo con públicos muy distintos, hemos entrado a trabajar en plataformas muy distintas y desde ahí estamos buscando que cada vez el público y la ciudad entiendan que el cine es una posibilidad de sanar también, una posibilidad de reconfigurarnos como humanidad. Creemos que es el tiempo de la libertad, el tiempo de liberarnos de tanta realidad y en esa lógica de la liberación también materializar la utopía, como lo decía ahora.

 

 

Irresponsable abandono

La independiente editorial Angosta, en su colección Opera Prima, que ya había presentado con notable éxito a Sara Jaramillo Klinkert, con su libro Cómo maté a mi padre, ahora nos ofrece Esta herida llena de peces, primera novela de Lorena Salazar Masso, impresa en marzo de 2021. Actualmente existe también una edición en España, en donde como trabajo de grado realizó esta novela, la cual ha resultado tan bien acogida, que ya preparan traducciones y ediciones en Francia, Italia, Republica Checa, Polonia y Austria entre otros.

Lorena Salazar Masso (Medellín, 1991), estudió Publicidad y luego un máster de narrativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Por razones familiares vivió varios años en el Chocó, lo que le permitió conocer muy de cerca toda la problemática social y económica en la cual está inmersa esta rica región colombiana tan olvidada por todos.

En el Chocó de siempre, abandonado a su pobreza y su desgracia, con autoridades departamentales y locales totalmente desinteresadas, y del cual solo se acuerdan los poderes centrales cuando hay una gran tragedia o alguna masacre difícil de desatender, Lorena nos describe con lujo de detalles y en el lenguaje de sus moradores, la convivencia en medio de la precariedad y la inseguridad, de un pueblo tan solidario entre ellos y valiente como se requiere ser ante la adversidad.

La ausencia del Estado ha sido de siempre, a tal punto que el editorial Municipios afros asumen su estrategia de desarrollo, de El Espectador del 12 de junio 2021, puntualiza:

 No sobra repetir aquí, para empezar, que es en esa Colombia afro donde se observan los peores indicadores sociales y económicos del país, que contrastan con sus vigorosas riquezas naturales y culturales. La historia de promesas incumplidas, o incluso de   proyectos ejecutados que a las claras han resultado inefectivos, explica su convencimiento de asumir un esquema de gestión diferente al que tradicionalmente han aplicado, que comienza por ser ellos mismos quienes propongan sus estrategias de desarrollo, construyéndolas con los actores públicos y privados que existen en sus municipios. Todo esto bajo un concepto poderoso: que el desarrollo debe ser un estado de bienestar material e inmaterial regido por patrones educativos, económicos,  culturales y ambientales definidos, y con la creación de capacidades para que la gerencia pública local sea efectiva.

En la narración apreciamos el viaje por el río Atrato, en lancha desde Quibdó hasta Bellavista, con paradas incluidas en La Comilona, Tagachí, Puerto Beté y Unguía. La embarcación tiene capacidad para diez personas y carga para las necesidades de Bellavista. Las aventuras y desventuras de una de las madres de un niño de siete años, que va en busca de su otra madre, constituyen el eje de la novela. El majestuoso río Atrato, lleno de vida para los pobladores ribereños por los pescados que provee, y muerte por las inundaciones que causa y por servir de cementerio a todo tipo de fuerzas del mal, pleno de alegrías por los reencuentros que propicia y de tristeza por las separaciones que fomenta, via de acercamientos placenteros y desplazamientos tenebrosos, contrastan igualmente la diversión y el aburrimiento, la nostalgia y la serenidad.

En un mundo de adultos, un niño representa un faro de esperanza, una luz en las tinieblas, un motivo de alivio de las penas y un aliciente para continuar; eso constituye para una de sus madres este niño, así lo admite ella:

Los niños establecen reglas inquebrantables. Me someto a su ley. A cambio le pido que haga las tareas antes de salir a jugar. Lo preparo para una vida llena de intercambios. Nos vamos educando mutuamente. Yo le enseño a ser él y él me ayuda a deshacerme, a   vivir bajo nuevas formas, señales que nadie comprendería. Está conmigo. No me nació a mí, pero soy su mamá. Lo digo para mí cada noche, una oración al desapego.

Esta tarea no buscada, pero consentida, le correspondió y la asumió complacida, educarlo para el bien y formarlo para la adversidad. Enseñarle a rezar, a obedecer, a temer, corregirlo con cariño, pero con severidad, hacerlo sentir seguro y responsable. Ella había crecido en Bellavista y allí conoció a su vecina Gina. Como quería estudiar se fue para Quibdó y allí aprendió a trabajar con madera para enmarcar cuadros y con tela para hacer flores artificiales, y así conseguir con que costearse sus estudios. Un día cualquiera se le apareció Gina llorando con un bebé en sus brazos, lo acostó en su cama y le dijo que no podía cuidarlo, pues ya tenía otros tres y la comida no le alcanzaba. Le tocó improvisar el papel de madre.

En toda la zona del recorrido la guerrilla es omnipresente, donde menos los esperan, allí están o aparecen; no se sabe si por temor o como medio de supervivencia, su presencia es tolerada y nunca se los enfrenta, ¿para qué? Por eso cuando en una de las paradas del viaje, donde se bajaron, el niño se perdió, con la debida conmoción de todos, aunque finalmente apareció en uno de los campamentos que había armado la guerrilla, conversando con un hombre que limpiaba su arma. Su madre además de angustiada, se sintió desconcertada y sin respuestas a sus preguntas.

Tener un hijo es buscar, todo el tiempo, formas de explicar el mundo. Poner en palabras cosas terribles, milagros, presentimientos. Hablar de dinosaurios sin tener idea. A mi niño, si la historia no le convence, tranquilamente dice  “Ma, no te creo” a veces la niña soy yo y es él quien me enseña a hablar. Puedo explicarle como nace un río, como hace el ángel de la guarda para escucharlo cuando reza o porqué los búhos y murciélagos salen a pasear de noche. Incluso sé que puedo presentarle a su madre y sus hermanos. Lo que no puedo explicar es porqué un hombre carga un arma.

Las tradiciones orales en sus alabaos, en sus conversaciones, sus rituales y su forma de aceptar al otro, como primo, vecino, compadre, hermanito, etc. han creado unos lazos indisolubles como red de apoyo invisible, en la cual todo se comparte la comida, el techo, las tareas cotidianas, los duelos, las alegrías, como en una gran familia. Esto se ve cuando hay inundaciones por las lluvias y los desbordes del rio, o cuando se desata un incendio arrasando sus humildes casas y se forma una cadena desde el rio hasta el foco, todos pasando vasijas con agua para sofocarlo, pues si se quema una casa, se queman diez. Constituye un ejemplo de cómo sobrevivir a la adversidad en esa desafiante realidad. El papel de las mujeres en esta sociedad es fundamental, además de luchadoras, son valientes, altivas, seguras, ejemplarizantes y sobre todo sustento de la cohesión familiar tan necesaria en esta precariedad; los ejemplos son evidentes, la lanchera, la tendera, las monjas y su residencia de paso y a veces hospital, las lavadoras de ropa en el rio, las cuidadora de niños, en fin unas mujeres admirables.

La nostalgia invade a nuestra protagonista, pues ha ido creando unos lazos indisolubles con el niño, y aunque siempre pensó que el momento del desprendimiento llegaría, no quería admitir que la rueda del tiempo ya marcaba su fin.

 No quiero llegar. Me habría ido remando de ser posible. Voy a Bellavista porque la mamá biológica quiere ver a mi niño. Quiere que él le muestre sus juguetes, el diente flojo, la cicatriz del codo, porque el niño se quebró una mano hace dos años. Ella no lo sabe, él se lo va a contar. Quiere mirarlo a los ojos, tocarle una oreja, besarlo en la frente, quizá revisar si está sano, si lo he cuidado bien.

Al final en una descripción magistral y brutal, los personajes de la narración confluyen en una escena dantesca, lacerante como todo allá. Han sido desatadas las fuerzas del mal y el destino les ha tendido una trampa de la cual no saldrán indemnes. Todos los esfuerzos, la dedicación, las esperanzas y las angustias, ya no contarán para nada. Otros han decidido la suerte o mejor, la desgracia de sus congéneres.

*Profesional en Filosofía y Letras Universidad de Caldas.