Viaje tranquilo… Maestro Carlos Arturo Marín Grisales

Partió temprano de este mundo terreno, pero deja una huella imperecedera.
De origen campesino del municipio de Villamaría Caldas, su familia se traslada a Manizales buscando un mejor porvenir. Después de cursar sus estudios básicos ingresa a la facultad de Artes y  Humanidades y Bellas Artes de la Universidad de Caldas donde se recibe como Licenciado en Música, opta años después por el postgrado de la Universidad del Bosque de Bogotá en Educación en Arte y Folclor.
Su vida artística tiene dos aspectos claramente definidos: como intérprete de la música andina nacional y como director de banda de vientos y percusión.
Tiplista, pianista, flautista , cantante, conforma tres reconocidos duetos en la música andina colombiana: MARDEL con JOSÉ ORLANDO DELGADO CUERVO, con quien gana en 1.990 en el Primer Festival del Pasillo Colombiano de Aguadas en su modalidad; posteriormente con la neirana LUCERO SALGADO ALZATE el dueto LUCERO Y CARLOS representando a Caldas en el Mono Núñez y el Concurso Nacional del Bambuco en Pereira entre otros.
Pero es con ESTIRPE Y CANCIÓN en compañía de JOHN FREDDY MARÍN CARDONA, segunda voz y guitarra y CARLOS MIGUEL FLECHAS GAITÁN acompañando en el violín y él en la segunda voz y el tiple donde logra su máxima expresión vocal – instrumental. Ganaron más de 20 concursos nacionales como mejor dueto, un gran premio, tres trabajos discográficos, conciertos e invitaciones especiales a lo largo y ancho de la geografía andina nacional. A este dueto también pertenecieron en sus principios como acompañantes ALEXANDER OLARTE RENDÓN bandolista y PABLO ANDRÉS SUÁREZ ESCOBAR en la traversa flauta de llaves.
Su trabajo con las bandas de música va de ser instrumentista de la Municipal de Manizales, hasta ser su director por cerca de 20 años, forjador de nuevas generaciones que recibieron la oportunidad de pertenecer a una de las mejores bandas del país y un reconocimiento internacional por ser banda taurina de gruesos pergaminos, realizador radial en Caldas F M del programa las bandas de Caldas en concierto por más de 10 años.
Alegre , afable, cordial, buen conversador , catador de buenos licores, consejero y reconocido por su familia como un miembro importantísimo para todos ellos.
Hay un vacío enorme, mucha tristeza e impresión profunda por su repentina partida. Deja, como hemos dicho, una huella difícil de olvidar .
Gracias muchas por todo lo hecho en bien de la música y de los seres humanos que le conocimos.
Viaje tranquilo… MAESTRO CARLOS ARTURO MARÍN GRISALES.
*Locutor empírico con énfasis en nueva música colombiana.

¿Qué estuvieran haciendo en estos tiempos?

Juan Sebastián Bach

En estos tiempos tan complicados por los que estamos pasando debido a la pandemia, donde el estrés abunda debido al confinamiento, surge un curioso interrogante en el campo de la música clásica, y es, ¿qué estuvieran haciendo varios de los famosos compositores si tuvieran que permanecer encerrados como todo el mundo? ¿a qué estuvieran dedicados en sus casas o donde cumplieran el confinamiento? Quizás no estuvieran “reinventándose”, sino que serían más ellos, guardados haciendo lo que les gustaba; aunque no se sabe hasta qué punto estarían bien si fuera por mucho tiempo.

Más allá de ello, indaguemos un poco sobre qué pudiera estar sucediendo con algunos de estos genios de la música clásica.

JOHANN SEBASTIAN BACH. El gran maestro alemán, nacido en Eisenach, tenía una vida bastante agitada con compromisos no sólo familiares sino de trabajo, negocios e invitaciones sociales. Pero lo más seguro es que estaría componiendo y ensayando obras musicales y compartiendo el tiempo en la intimidad con su esposa y su numerosa familia, entre otros menesteres. Conociendo su agitada vida, la pregunta es, ¿a qué horas tenía tiempo para todo?: para su mujer, sus hijos, la composición, los ensayos, los conciertos y compromisos en la iglesia y las cortes, etc.? Y ¿a qué hora descansaba? No olvidemos que este genial músico tuvo una veintena de hijos, ¡pobre señora!, ¡bueno!, se casó dos veces, pero igual. El caso es que lo más seguro estaría repartiéndose entre sus labores conyugales, familiares, musicales, y tratando de cumplir con los encargos.

GEORG FRIEDRICH HÄNDEL. A este reconocido compositor alemán le gustaban las reuniones y los banquetes, era un cosmopolita que disfrutaba mucho la vida social. Entonces, aparte de estar componiendo, si tuviera que estar encerrado por obligación, lo más probable es que, inconforme por el encierro, estaría comiendo muy bien y sabroso porque era algo que disfrutaba.

FRANZ JOSEPH HAYDN. A este gran músico austriaco no le fue muy bien en su matrimonio, el cual estuvo marcado por dificultades debido a una falta de buena comunicación con su mujer, y a diferencia de Bach, no tuvo hijos. El asunto es que pasó mucho tiempo encerrado en la corte Esterhazy para la que trabajaba, aunque tenía permiso de ausentarse si sus compromisos lo requerían. Entonces lo más probable es que estaría haciendo lo que le gustaba, escribiendo música y ensayando con la orquesta que tenía a su disposición, y de pronto, con más líos con su mujer.

WOLFGANG AMADEUS MOZART. El gran genio austriaco, nacido en Salzburgo, tenía una vida social bastante agitada, le gustaba el juego, entre otros, el billar y los bolos; entonces si tuviera que estar en su casa, aparte de sentirse un poco aburrido, estaría jugando, comiendo bien, tendría bastante tiempo a solas con su esposa Constanze, con buen vino y por supuesto, componiendo música maravillosa.

LUDWIG VAN BEETHOVEN. Este gran compositor alemán, del que este 2020 se están celebrando sus 250 años de nacimiento, iba con frecuencia a disfrutar de buen vino en alguna taberna o bar, y también le gustaba mucho salir a caminar en el campo, no sólo en busca de inspiración, sino para encontrarse consigo mismo con serenidad y calma, alejado de mundanal ruido. Por tanto, ¿qué le pudiera estar ocurriendo durante una época como la que tenemos ahora? Digamos que aparte de refunfuñar y estresarse por el encierro, estaría meditando, leyendo y componiendo, inspirándose con alguna de tantas mujeres de las que se enamoraba, pues no tendría la posibilidad de pasear con asiduidad o realizar alguna visita.

FRANZ SCHUBERT. Sería buen interrogante para este “poeta de la música”, como es llamado, pues pasaba sus días, en especial las tardes, disfrutando con su círculo de amigos en las famosas schubertiadas, encuentros para conversar y beber, y escucharle interpretar su música en el piano, ya fuera solo o con acompañamiento. Recordemos que sus amigos eran quienes le sostenían económicamente para que pudiera dedicarse sólo a la composición. Quizás durante estos días, aunque escribiendo música, se sentiría bastante bajo de ánimo y con el estrés acelerado, aunque cabe preguntarse, sí le gustaba tanto estar con su círculo de amistades casi todos los días, ¿quizás se hubiera escapado de su confinamiento? ¿ya lo hubieran multado? ¡ja, ja, ja! ¡quién sabe!

GIUSEPPE VERDI. A este famoso compositor italiano, aparte de sus múltiples compromisos con empresarios, teatros, círculos sociales elevados y otros, le gustaba estar en su casa de campo descansando con su mujer, componiendo, leyendo mucha literatura e historia, así como disfrutando de la agricultura, la jardinería, del cuidado de sus gallinas y del ganado. Se puede suponer entonces que a este personaje no le estuviera yendo tan mal.

GEORGES BIZET. Al autor de la reconocida ópera Carmen, aparte de dedicarse a la bohemia, estuviera componiendo algo de música, y ante todo, leyendo mucho, en especial filosofía y literatura.

MAURICE RAVEL. Este espléndido compositor francés, no estuviera tan mal, pues le gustaba y llevaba una vida retirada. Probablemente durante estos días, aparatado del mundo, se dedicaría a escribir, leer y meditar.

HISTORIA DE LA MÚSICA Y APRECIACIÓN MUSICAL

felipe-tabares@hotmail.com

“Sin querer queriendo…” de la música clásica

Existe un fenómeno en la difusión de la música clásica que ha llevado a los aficionados a tener una visión de cierta forma limitada e incluso errónea sobre ésta. En dicho evento se puede decir que la falla viene desde sus mismos difusores, entre ellos programadores y presentadores de radio, colecciones musicales que se han vendido a través de periódicos, revistas, profesores, y hasta los programadores de los conciertos, y que la mayoría se han dedicado a divulgar sólo una parte de los grandes maestros, así como una parte de sus composiciones, privando de esta manera a un gran público de tener acceso a compositores y obras que de poco o casi nada se sabe y que vale la pena conocer, pues el mundo de la llamada música clásica, culta, académica o universal lo merece. En dicha falencia tienen que ver también la mayoría de los almacenes de discos, que casi siempre ofrecen colecciones con los mismos compositores y el mismo repertorio de obras musicales.

No ocurre así con muchos de los libros que tratan de esta música, pues en muchos de ellos se encuentran biografías de compositores y listas de obras que aún no se tienen el gusto y el privilegio de conocer y disfrutar.

Hablemos de los períodos musicales. Por ejemplo en el período Barroco: casi siempre se habla de maestros como Antonio Vivaldi, Georg Friedrich Händel, Johann Sebastian Bach, y de pronto de Georg Philipp Telemann. Pero ¿dónde quedan nombres como Jan Dismas Zelenka, Jean-Philipe Rameau, Johann Friedrich Fasch, Nicola Porpora, Marin Marais, Dietrich Buxtehude, Marc Antoine Charpentier, entre muchos otros? Si al hablar del período del Clasicismo, aparte de Franz Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart y la primera etapa de Ludwig Van Beethoven, se hablara de maestros como Johann Michael Haydn, François Devienne, Joseph Martin Kraus, Johann W. Stamitz, Karl Stamitz, Giovanni Battista Viotti, Giovanni Paisiello, ¿cuánto talento y maravillas musicales se descubrirían?
Del Romanticismo, el Nacionalismo y el Impresionismo, la mayoría sólo conoce nombres de compositores como Gioacchino Rossini, Félix Mendelssohn, Johann Strauss, padre e hijo, Franz Schubert, Frederik Chopin, Franz Liszt, Robert Schumann, Giuseppe Verdi, Richard Wagner, Johannes Brahms, Piotr Ilich Tchaikovsky, Gustav Mahler, Sergei Rachmaninov, Maurice Ravel, Manuel de Falla, Sergei Prokofiev, George Gershwin, Enrique Granados o Joaquin Rodrigo. Desconociendo otros como John Field (quien fuera el creador de los Nocturnos), Franz Berwald, Carel-Anton Fodor, Johann N. Hummel, Ludwig Spohr, Joseph Joachim Raff, Cesar Franck, Carl Reinecke, Max Reger, Sergey Ivanovih Taneyev (o Taneiev), Ralph Vaughan Williams, Lodewijk Mortelmans, Sir Arnold Bax, Luis de Freitas Branco o Hilding Rosenberg, entre otros.

Además, se debería echar una mirada a países como República Checa, Israel, Suráfrica, Bélgica, Serbia, Países Bajos, Estonia, Letonia, Grecia, y muchos otros, y no sólo a los de siempre como Alemania, Italia, Francia, Inglaterra, Rusia, Noruega, España, que si bien son los tradicionales y de mayor auge y desarrollo, también están otros, que aunque no tan renombrados, también cuentan en su lista con una buena historia musical con compositores que merecen tener su espacio en la historia de la música por parte de expertos, conocedores y el gran público aficionado.
Pero el tema no es meramente de nombres, sino también de obras, pues casi siempre, aparte de escuchar los mismos nombres de genios de la música, se escuchan las mismas obras musicales como si éstos no hubieran compuesto otra cosa. Por ejemplo, al hablar de Vivaldi la mayoría sólo se acuerda de sus Cuatro Estaciones, un concierto para mandolina, uno para trompeta y si acaso el Gloria en Re Mayor, sin tener en cuenta que el gran maestro italiano compuso más de 480 conciertos para diversos instrumentos y obras religiosas de gran belleza. Si se menciona a Mozart de inmediato la mayoría del público piensa sólo en la Sinfonía 40, la Pequeña Serenata Nocturna, la llamada Broma Musical o la Marcha Turca que es apenas el tercer movimiento de su Sonata para Piano K.311, y óperas como Las Bodas de Fígaro, La Flauta Mágica o Don Giovanni; pero no se olviden que el genio de Salzburgo tiene un catálogo con aproximadamente 654 obras.

De Franz Schubert se habla de su Ave María, sin tener en cuenta que ésta hace parte de una obra mayor como es el drama «La dama del lago», y como si fuera poco le colocaron la letra del Ave María tradicional, dejando de lado la letra con su verdadero contenido. Se menciona la famosa Serenata de Schubert como obra aislada; pero en realidad es sólo una parte de un ciclo de lieder titulado «El canto del cisne». De sus sinfonías apenas se escuchan la No. 8 llamada Inconclusa y la No. 9, pero no se escuchan sus otras sinfonías o su música de cámara salvo el Cuarteto Rosamunda.

Johannes Brahms es mucho más que el Réquiem Germano, las Danzas Húngaras Nos. 1 y 5 o el Allegretto de su Sinfonía No. 3; también compuso magníficas obras como sus dos Serenatas para orquesta, y música de cámara o para piano de gran factura. Tchaikovsky no sólo son los ballets Cascanueces, El Lago de los Cisnes o La Bella Durmiente, ni el Concierto para Piano No. 1 o el Concierto para Violín. Este compositor ruso también es autor de obras de cámara de gran talento como su Cuarteto de Cuerdas No.1, o de otras obras como la Fantasía para piano y orquesta o sus cuatro Suites para orquesta, entre otras.

Joaquín Rodrigo no sólo es el Concierto de Aranjuez o la Fantasía para un Gentilhombre. Compuso además, entre otras obras, un Concierto «Heroico» para piano y prquesta, un llamado Concierto de Estío para Violín y orquesta y un Concierto para una Fiesta para guitarra y orquesta.

Lo anterior es apenas un pequeño panorama que nos muestra y enseña que la música clásica es un mundo gigante y maravilloso que no debe ser visto en forma tan reducida, sino que debe ser destacado y disfrutado por todos, ya que la infinidad de lugares y compositores que existen merecen ser conocidos y valorados en su justa medida.

felipe-tabares@hotmail.com