Reflexiones en torno al ser y la palabra interior

 Al iniciar el año 2020 el mundo asistió a una realidad que trastocaría todas las rutinas: La Pandemia del Virus Covid-19, originada en la ciudad de Wuhan, en la China. En ese momento el espacio escolar de la presencialidad fue trastocado de manera abrupta y en muchos lugares del mundo se recurrió a las herramientas tecnológicas relacionadas con las comunicaciones y la internet.

De un día para otro, la Escuela tuvo que migrar drásticamente a la modalidad llamada hoy Escuela en Casa, en donde los escenarios de la escuela, sus ritos de control, sus gestiones de aula ya se tenían que hacer en plataformas y demás recursos propios de las tecnologías actuales de la comunicación, lo que desde algunos años atrás se implementa en muchos países en el campo laboral, conocido como Trabajo en Casa.

Los grupos familiares vivieron el encierro y tuvieron que compartir las obligaciones laborales con las tareas y rutinas escolares de niñas, niños y jóvenes. Muchos comedores o salas de las residencias se volvieron puntos de trabajo o aulas de clase virtual. De la noche a la mañana los Maestros tuvieron que utilizar sus teléfonos celulares como dispositivo de contacto educativo, convirtiéndose en su nueva aula virtual. En países de poca conectividad a internet, como Colombia aún al momento de la Pandemia, la situación fue dramática, pues muchos padres y madres de familia, por ejemplo, tuvieron que escoger entre utilizar el celular como parte de las herramientas de trabajo, mediante las cuales se prodigaban los recursos económicos para la subsistencia o bien, prestarles a sus hijos el teléfono celular como única mediación educativa y pedagógica para no dejarlos fuera del sistema de enseñanza en plena crisis.

Esta situación, inicialmente asumida con entereza por familias y maestros, a medida que transcurría el tiempo fue tornándose angustiosa debido al estrés del encierro y cansancio de pantalla, lo que fue degenerando en situaciones de conflicto y otras manifestaciones que empezaron a afectar el adecuado nivel de concentración y equilibrio emocional de niños, niñas, padres de familia y maestros. El gran salto, sin querer queriendo, fue pasar del Tablero a las Plataformas Virtuales.

Al irse normalizando en el mundo el regreso a la educación presencial en escuelas y universidades, gracias a los niveles requeridos de la vacunación, es innegable que se observaron secuelas en los comportamientos con-vivenciales y disposición intelectual para los procesos de aprendizaje, entrando en conflicto con las finalidades de formación emocional, social y cognitiva de la Escuela.

Al respecto, en varios conversatorios se han formulado preguntas como las siguientes: ¿Cómo han regresado los maestros a la educación presencial, después de vivir la experiencia de la Educación en Casa? Y ¿Cómo han regresado las niñas, niños y jóvenes al espacio de la Educación Presencial?

¿Qué retos tiene la Escuela y la sociedad hoy, ante estas realidades?

A continuación, intentaré desarrollar algunas reflexiones al respecto, que he denominado “El Ser y la Palabra Interior”. Estas notas tienen el interés de suscitar el diálogo a manera de círculo cultural para ampliar la comprensión de esta realidad del siglo XXI: El mundo de las redes y la virtualidad y el mundo de la presencialidad y la convivencia humana.

Los nuevos tiempos de la velocidad y la aceleración parecen ser el sustento de formas humanas antes impensables en el campo de las relaciones con el conocimiento y la sensibilidad. Se predice, desde algunos pensadores contemporáneos como el Filósofo Coreano Byung-Chul- Han, la instauración de una especie de “dictadura de la emoción”, implícita en los fenómenos de la aceleración, en contraposición al mundo de la Racionalidad, el cual exige lentitud. En tal situación, el problema deberá enfocar los modelos pedagógicos contemporáneos para convertir las tensiones actuales de una escuela fundada en los principios de las normas de la ilustración, en un espacio de humanización que no pierda de vista la lentitud que exigen el sentido y el significado de las cosas, más allá del consumo a partir de las emociones y la velocidad de la información en las redes y demás tecnologías comunicacionales.

EL SER Y LA PALABRA INTERIOR

 Uno de los problemas fundamentales del Paradigma Cultural de la Sociedad del Conocimiento pareciera radicar en que, para las actuales generaciones de niños y niñas en el mundo, no se trata tanto de “estar en “o “tener “la RED únicamente, sino ante todo la necesidad de perfilar EL SER de la RED.

La revolución en la información de tipo escrito y audiovisual generada actualmente por la era digital y la internet, que a simple vista parece haber traído el sueño enciclopédico a todas las áreas de la cultura humana, pone de manifiesto una realidad cuyos nuevos retos están asociados a una forma de estrés sensorial, agenciado por variables como la velocidad y la cantidad de información. En éste mundo virtual electrónico se ponen a prueba características esenciales de la espiritualidad humana como son el deleite, la contemplación y la capacidad intelectiva de la comprensión, las que en conjunto constituyen los mundos de sentido creados única y exclusivamente por la realidad subjetiva del lenguaje. Estamos, nada más y nada menos, en términos del mundo simbólico frente al reto de la velocidad electrónica y los diálogos de sentido.  Algo así como las consabidas imágenes de la” paciencia de pulir un verso” o bien “la natural osadía de la gota por labrar la roca gigantesca”.

Hoy, la inundación informativa de datos en las computadoras y de mensajes audiovisuales de los medios masivos de comunicación, el mundo de las redes y todos los dispositivos de la Inteligencia Artificial, pareciera que, paradójicamente, originaran una especie de atosigamiento del sentido y la comprensión. En tal caso, podría afirmarse ahora que la cultura digital mediática y de redes, conduce de manera acelerada a una especie de crisis de sentido con el riesgo de dejar de ser, de dejar de percibir la realidad.

Puede pensarse ahora en una especie de versión sofisticada del MITO DE LA CAVERNA, en donde ya no estaríamos de espaldas a la realidad, sino de manera ASOMBROSA de frente, pero en la Red. Una especie de sombras electrónicas que nos ponen de igual forma en las sombras del sentido.  Ahora, se puede hacer manifiesta en esta realidad la denuncia del etnólogo francés Levi Strauss cuando expresó en una de sus últimas entrevistas que “el mundo actual no sufre a causa de una falta sino de un exceso de comunicación”.

La situación descrita puede entenderse como una inflación de datos, una especie de neurosis digital bancaria e informativa. Basta percatarse de que ahora los usuarios digitales, no lectores, tienen el mundo a sus dedos y a la vista en las pantallas de sus plataformas virtuales de los dispositivos electrónicos y de los recursos de Inteligencia Artificial. La otra situación patética, por ejemplo, se da en aquellos centros académicos en donde profesores y estudiantes resuelven por internet cualquier trabajo informativo de consulta sobre cualquier tema, pero importándoles muy poco el nivel comunicacional, deconstructivo y crítico. En este campo, la era del Copiar y Pegar hace público el plagio y desconocimiento del respeto a la producción intelectual de sus autores.  Los centros educativos certifican su calidad, casi en todos los casos, como una estandarización internacional de mercado, y no por la necesidad, el impacto, la innovación o desarrollo del conocimiento.  Esto podría ser una manifestación de la avaricia del sentido.  Nadie puede resistirse a los encantos del prodigio de la velocidad y cantidad otorgados por los dispositivos tecnológicos de la computación, las Redes y los medios masivos de comunicación.

Téngase en cuenta que aquí nos estamos asomando a ese otro mundo que se viene con la Inteligencia Artificial (IA), donde ya se compite a la creación e inteligencia humanas con la capacidad combinatoria de los algoritmos en las pistas de la información y dispositivos virtuales, para resolver problemas que parecieran ya no existir en el mundo físico, creando tecno cotidianidades en donde, como seres humanos, nos vemos extraños ante los determinismos naturales como el cambio climático o los condicionantes de todas las funciones de las especies animales en el planeta.

Esta era de los prodigios tecnológicos en todos los ámbitos del discurrir humano, ha puesto la rapidez para el HACER sin importar de igual forma el LLEGAR A SER. Al respecto, puede referirse el ensayo titulado “El Acto Creativo” de Manfred Max Neef, el cual en uno de sus apartes dice: “… Hay gente que sabe hacer poesía, hay otros que son poetas; hay gente que sabe hacer música, hay otros que son músicos, hay gente que hace ciencia y hay otros que son científicos…”.

El drama  de la velocidad y la cantidad en la información está en que, al parecer, el “hacer para la comprensión”, es contingente para las nuevas generaciones cada vez menos comprometidas con la “paciencia natural de la gota de agua que labra la roca”, pero más ritualizados con la velocidad y cantidad en el hacer (la sociedad diseñada exclusivamente para el consumo no se puede dar el lujo de perder el tiempo, todo debe estar en términos de coeficientes e indicadores o razones entre variables).  Para ser más gráficos, el drama contemporáneo consiste en que el estar bien y rápidamente informado no quiere decir que se logre mejor comunicación con el mundo y con el entorno inmediato.  La comprensión parece ser un estorbo que hay que eliminar porque obstaculiza la velocidad.

Todo lo que importa con prontitud es el punto de partida y de llegada. Todo lo ocurrido y contextualizado, los intervalos entre un antes y un después, es una lentitud, una perdedera de tiempo. LA VELOCIDAD no se percata del ser, de la palabra interior, de la vocación, de la paciencia y la contemplación. Aquí el aporte del filósofo coreano *B. Chul Han consiste en diferenciar el mundo de las emociones y el mundo de los sentimientos. El primero, es el mundo de la aceleración y poco sentido; el segundo requiere lentitud y contemplación para encontrar el sentido.

La facultad estética, contemplativa del ser humano como ser que habita y es habitado por el mundo del lenguaje, no podrá apartarse de la aventura, de la posibilidad del descubrimiento, del asombro por lo bello y maravilloso.  Esta facultad esencial y trascendente requiere el ritmo vital e irrepetible de “pulir un verso”.

Puede ahora pensarse que se esté asumiendo una actitud tecnófoba. Tal osadía no alcanza a vislumbrarse en estas notas. Muy por el contrario, se está llamando la atención para no caer en una especie de relación funcional con el sentido, casi prosaica, dicho de otra forma, la necesidad humana de comunicación en plena era de la velocidad informática han aumentado.  El lado amable consiste en disfrutar del mensaje en el mensaje mismo casi sin mediaciones. Ahora mismo estamos disfrutando en directo las imágenes que desde puntos remotos del universo nos envían los dispositivos electrónicos y de la Inteligencia Artificial.

Pero el lado obscuro puede consistir en una especie de sonambulismo mediático.  Los niños ante la soledad afectiva, se amamantan con la multitud de información y son felizmente cibernautas de una convivencia virtual en la cual son superhéroes de sus propias condenas, allí pueden sobrevivir virtualmente a la manera como lo dispongan las redes. El asunto es que el aterrizaje en el mundo real les cuesta tanto estupor, que son incapaces de afrontar una dificultad del diario vivir en los escenarios sociales de la construcción cultural humana, como los entornos afectivos de la familia y la escuela, por ejemplo.

El viejo refrán de que cada época tiene sus afanes, hace manifiesta la necesidad de una ecología de la información agenciada desde una pedagogía real y fáctica.  No basta estar bien y abundantemente informado y conectado a la red, se requiere además tener los pies en el espacio físico y real para intercambiar materia y espíritu.

Hoy los Piratas del ciberespacio pueden habitar el mundo virtual pero sus efectos son en el mundo real.  Un mundo real que cada vez se torna más ajeno y extraño a los ojos de la gente de carne y hueso.  Las flores naturales se pintan para semejarse al producto agenciado en la red. Pero tales flores virtuales ya son el parámetro para ver las flores de cualquier jardín o bosque en el mundo, muchos de cuyos paisajes ya no existen por la depredación humana.

Los actos de gobierno no se confirman en el impacto sociocultural de manera extensa y significativa, coherente con el bienestar común, sino en la velocidad de una encuesta que produce el algoritmo para justificar una imposición mayoritaria o estado de opinión. De este modo los peligros propios de UNA CONCIENCIA VIRTUAL se avecinan.  En poco tiempo, la conciencia real, la del convivio, la de las relaciones intersubjetivas espacio- temporales, esto es el antiguo concepto griego de Homus Político, habrá que certificarla en las Redes y sus imposiciones algorítmicas y no en las relaciones sociales, culturales y afectivas.

Cada vez más el mundo profesa la creencia de que la historia de la humanidad es creada en la red por cibernautas. La verdad, puesta en tela de juicio, es que en el afuera, en el mundo físico, en esa realidad de sentido, el último bastión de los uní y pluricelulares, esta siendo devastado por las guerras, el cambio climático y la conciencia virtual o nueva deificación de las relaciones humanas y de estas con su entorno natural.

Estos nuevos profetas indigestan los sentidos, sus inteligencias artificiales   seducen con los pregones vestidos de algoritmos para regir el mundo, señalar el destino, controlar el camino y orientar su éxtasis y aceleración a mundos imaginarios que han prometido riquezas en los propios templos humanos de la miseria y allí en esos huecos oscuros hacen brillar las apariencias, el huevo cósmico de lo inestable, donde nada permanece, solo fluidos de apariencias en busca de un cuerpo real.

Los mundos de la contemplación y la Gestación de la semilla, requieren volver a narrarnos como individuos singulares de sentimientos, luchas y carencias. La tira frigorífica de la felicidad estandarizada en la información y las redes, no pueden ser el paradigma que oriente el diario discurrir de las cotidianidades. La ritualidad de un abrazo y del encuentro para compartir y llenar de sentidos el vacío, no como fatalidad sino como trascendencia, se hacen fundantes de una nueva sensibilidad arraigada más en “El, aroma del tiempo” *y menos en la dictadura de las emociones.

Abracemos más la dificultad de la lentitud y los sentimientos y no el espejismo fácil del mundo de las emocionalidades que a velocidades fantasmales nos venden los nuevos proxenetas de felicidades virtuales.

  • *Byung-Chul Han, El aroma del tiempo, Un ensayo filosófico sobre el arte de demorarse, Herder Editorial, Barcelona 2015.

* Actor, dramaturgo, director de Teatro, Gestor Cultural, Mg. en Educación, Área de Cultura.

Ilustración tomada de Internet.

Manizales, octubre de 2023.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Turno para La Cultura: Ahora es en Serio

Aún conservo el volante que varios jóvenes me entregaron una mañana de domingo del mes de octubre del presente año, mientras realizaba mi acostumbrada caminata en la Ciclovía de la Avenida Santander de nuestra ciudad.

Al leer el volante me llamó la atención la carta manuscrita firmada por el entonces candidato a la Alcaldía de Manizales, Jorge Eduardo Rojas, en la que en un lenguaje sencillo y lleno de entusiasmo, motivaba a la ciudadanía a apoyar sus propuestas inspiradas en el ímpetu, creatividad y rebeldía juveniles para el avance y desarrollo de la ciudad. Obviamente, se vivían por esos días el furor publicitario y el ambiente de deliberación democrática en los diversos escenarios propios de una Campaña Política y que consecuentemente, también permitían enterarme a fondo de las propuestas de los demás candidatos a la Alcaldía y Concejo de Manizales.

Al transcurrir varios días de la corta y agitada campaña de las elecciones regionales, se fueron contrastando los otros planteamientos, hasta  llegar a la conclusión de que había una sólida y pertinente propuesta de ciudad reunida en el programa presentado por Jorge Eduardo Rojas denominado: LAS 111 PROPUESTAS PARA UN GOBIERNO EN SERIO, y en el cual se destacaba el ímpetu de la juventud para avanzar y, claro como Artistas y Actores Culturales de la ciudad, los puntos planteados reflejaban viejas aspiraciones para el desarrollo del sector cultural.

Por su parte, en las tertulias y conversatorios que veníamos realizando un nutrido grupo de  artistas y actores culturales, en una perspectiva intergeneracional con el actual Concejal  John Alexander  Rodríguez López, resaltábamos la necesidad de que en la próxima Alcaldía, el sector del Arte y la Cultura fuera asumido realmente como una política pública  trascendental para el desarrollo con  perspectiva de integralidad y transversalidad a todos los aspectos de la vida y desarrollo de ciudad, principios manifiestos en normatividades de la Unesco, la Constitución Política Colombiana de 1991, la Ley General de Cultura,  planes nacional y territoriales de desarrollo y la actual Política Pública de Cultura de Manizales formulada hasta el año 2030, que, dicho sea de paso en sus Doce líneas de Acción, resalta la Participación de los actores culturales y artísticos y su organización como Sector en la vida Institucional Territorial a la par de otros sectores fundamentales como el de infraestructuras, salud, educación, seguridad y demás campos del acontecer e intervención de las esferas de un Gobierno serio y comprometido.

De tiempo atrás hemos considerado en John Alexander Rodríguez López una interlocución muy válida, gracias a su liderazgo y conocimiento en el campo cultural y de las expresiones artísticas. Por tanto, dados su compromiso y persistencia como concejal ponente, fue que se pudo llevar ante el Concejo Municipal de Manizales el proceso de discusión, formulación y aprobación de lo que es hoy una realidad: El Acuerdo Número 1132 de diciembre 19 de 2022, mediante el cual, en su artículo 1° , se creó la Secretaría Municipal de Cultura y Civismo , adscrita al Despacho del Alcalde y también se creó una unidad de Convivencia Ciudadana, adscrita a la Secretaría de Gobierno.

Constituye un hecho trascendental para el desarrollo cultural la creación de esta instancia,  pues la Secretaría de Cultura y Civismo de Manizales, con sus tres unidades Cultura, Civilidad y Patrimonio, podrá sistemáticamente consolidar la política pública sectorial, lo cual requerirá además que el nombramiento del Secretario de Cultura, como seguramente lo dispondrá el Alcalde electo Jorge Eduardo Rojas, estará en manos de una persona con el perfil requerido, idoneidad, trayectoria y reconocimiento suficiente para llevar a buen puerto los propósitos de su Gobierno en cuanto a procesos Culturales se refiere.

Precisamente, desde el principio de la campaña Jorge Eduardo Rojas se mostró decidido a implementar y poner en funcionamiento la Secretaría Municipal de Cultura y Civismo de Manizales; y es así como en acto público suscribió junto a candidatos al Concejo de Manizales y otros actores ciudadanos afines a sus propuestas, los compromisos con el sector.

Es por ello que acompañamos decididamente durante la Campaña a la Alcaldía a Jorge Eduardo Rojas, primero por sus cualidades humanas, coherencia y rectitud en lo público y además por cuanto en su programa, ahora sí la Cultura y las Artes fueron abordadas en serio para la construcción de ciudad con las fortalezas que requieren los retos de nuestros tiempos.

Quiero destacar en el Alcalde electo, sus sensibilidades edificantes que desde el arte y la cultura conllevan al respeto por los valores elevados del humanismo, la convivencia, la dignidad humana con calidad y oportunidades. Y esto es precisamente lo que la ciudadanía apoyó mayoritariamente eligiéndolo por segunda vez, pues en su programa logró interpretar el anhelo ciudadano por un gobierno en serio que construya y haga avanzar nuestra querida Manizales del Alma, preservando valores que la sigan identificando en el plano nacional e internacional como una ciudad con calidad de vida, seguridad, cultura de paz y convivencia, incluyente y dialogante con el mundo y sus retos.

Hoy, como artistas y actores culturales ratificamos nuestro apoyo y compromiso con estas propuestas de ciudad del Alcalde electo quien iniciará su mandato el próximo 1 de enero de 2024.

Estamos seguros que su Gobierno traerá buen futuro, acompasado por el respeto a la memoria e historia de nuestra querida ciudad para que sigamos inspirando diálogos ciudadanos entre lo que es bello y correcto para la vida de todos y en todos los escenarios, el saber darnos la alegría de vivir la ética, la honestidad, la transparencia y el goce estético en armonía personal con los demás y con el mundo circundante y eso es la Cultura.

* Actor, dramaturgo, director de Teatro, Gestor Cultural, Mg. en Educación, Área de Cultura.

Manizales, noviembre 27 de 2023.

 

 

 

Dos obras conmovedoras y reivindicadoras de la esencia del teatro

Constante y Gongo Jazz Band, dos piezas teatrales, dos textos magistrales, dos puestas escénicas en claves de recepción acertada con el público.

Las presentaciones de las obras Constante de la Compañía Teatro Nacional de Uruguay el jueves 26 de octubre y Gongo Band Jazz de Francophonies Hassane K. Kouyaté el 27 de octubre en el Teatro Los Fundadores, resultaron sencillamente conmovedoras y reivindicadoras de la esencia del teatro como obra de arte de la presencialidad: Poética de actor, buena historia y una excelente recepción del público.

Cada una de estas puestas en escena, la primera con las tramas alrededor del suceso de una antigua historia que se conoció desde tiempos Argelinos, de la cama donde se torturaba a un Príncipe llamado Constante, y la otra, la crónica de hechos históricos del Congo, país africano y la sumisión colonialista de dicho país y en general la expoliación Europea del llamado Continente Negro y lo ocurrido con las excentricidades del Rey Leopoldo II de Bélgica y el asesinato del líder Patrice Lumumba.

Del grupo uruguayo destaco la magistral ejecución de la técnica vocal, el universo de creatividad de los recursos escénicos para contar una historia, en la que finalmente queda claro que en la historia de las dictaduras del Uruguay, en dicha cama también se torturaba y finalmente termina expuesta en un museo como obra de arte.

La compañía uruguaya, con la obra Constante, nos reconcilia con el oficio dramatúrgico, el arte de actor y el anacronismo que hace viajar en el tiempo de manera renovada y asombrosa los relatos. De esta manera el arte recitativo , de rimas del Siglo de Oro Español toman vigencia en la obra con el público como acto poético válido, vigente y de alto valor de recepción sensible y profunda.

De otro lado, el grupo congolés, logra contar la historia dolorosa y excluyente del colonialismo de Bélgica y los hechos por los que la misma historia les condena y de los que aún existen las secuelas y por tanto las resistencias. En África la música es un relato fundante de la cultura. Al transcurrir la historia que se sucede en la escena de una manera sencilla, con la oralidad a simple vista, sin artilugios de la Cuarta Pared, se suceden los hechos y extravagancias del Rey y todo el desarraigo y desprecio del mundo de los Blancos Europeos en África. Al final, el canto de dolor y de denuncia, de olvido y esperanza, nos hace vivir un momento de sentimiento profundo de memoria y de respeto por las culturas, la dignidad y las soberanías de todos los subyugados ante cualquier imperio bien sea político o de sentido.

Recordé junto a varios amigos generacionales que nos encontramos al salir del Teatro Los Fundadores, una vez finalizadas las obras, que el buen teatro pide público y no consumidores, el teatro tiene tensión narrativa que se dirige a la profundidad del sentimiento y no espectacularidad informativa de emocionalidades desechables, la obra de arte tiene anacronismo y memoria. La mercancía artística sólo tiene instantaneidad y olvido.

Como colofón, también recordé que desde el bello corredor paisajístico de Manizales en Chipre, se ven las montañas que nos atan de alguna manera con el Congo porque allá al occidente están las comunidades negras del Chocó también provenientes del África. Pero también recordé que aquí, como la cama de torturas de Constantino, tenemos una historia asombrosa de “6.402 falsos positivos”.

* Dramaturgo, actor, director de teatro.

Fotos Lina Castaño.

La Escritura, la lectura y el teatro: Una puerta abierta en la obra de Rubén Darío Zuluaga

Tengo hoy la feliz oportunidad de presentar a ustedes el nuevo libro de Rubén Darío Zuluaga Gómez titulado LO DIJO CASANDRA. Rubén Darío, el amigo y expedicionario de muchas jornadas existenciales, estéticas y de creación alrededor del Teatro y la Literatura.

Refiero en el título de estas notas, la expresión Puerta Abierta, para destacar unas reflexiones acerca de la actuación y el teatro escritas por del Director Teatral y de Cine Peter Brook, en donde podemos encontrar similitudes con algunos aspectos de esta obra de Rubén Darío, la cual traza pinceladas en prosa poética que evidencian cuidado, elaboración y originalidad, permitiendo al lector a través de cada uno de los relatos crear un gran teatro de la vida sin tregua al aburrimiento.

Cada línea o párrafo en LO DIJO CASANDRA, parece ser narrado en tono autobiográfico; en cada uno de sus relatos hacen presencia las juveniles y muy apasionadas lecturas del autor, las huellas de una infancia y vida familiar con vestigios de las tradiciones orales recogidas con delicadeza y ternura en los recuerdos de sus padres, hasta las incursiones dramatúrgicas de Monólogos, faceta del hombre maduro y de formación académica en tiempos de la reciente Pandemia del covid-19.  Como él mismo lo confiesa, las acciones cotidianas le han impuesto durante toda su existencia, los actos de leer y escribir como obligación y vocación sin pretender llegar a considerarse algún día un escritor. Conjuntamente ha sido un hombre a quien El Teatro como la vida misma ha obligado a la permanente lucha ante sí mismo, con el otro y con el público.

Rubén Darío en los relatos que componen esta obra literaria, además, va reafirmándonos que la vida es un laboratorio  de experimentos, expresión suya con la cual nos invita en LO DIJO CASANDRA al  primigenio mundo  de la alquimia y la transmutación permanente, esa bella metáfora de la conversión de los metales ordinarios en metales preciosos de plata y oro, la elocuente imagen de ese Ars Regio, que en el artista  constituye su permanente proceso interno de maduración espiritual o la fluida transformación o renacimiento en una búsqueda incesante que atraviesa las pasiones humanas, el  objeto perdido, en el cual  la lúdica y la creación son esas anclas para sostenerse a veces en los acantilados de confusiones y confesiones telúricas en donde como seres humanos nos podemos llegar a refugiar ante la fragilidad  y milagro de lo efímero.

Por ejemplo, desde el numeral 1, LO DIJO CASANDRA, en el relato denominado “Quién del otro lado”, Rubén Darío, a la manera profética del personaje mítico Casandra, nos advierte la sentencia humana expresada como Horror al cambio. De modo determinante lo enuncia en primera persona: “Me miré al espejo y vi a otro, le reclamé y se fracturó en mil pedazos”.  Esta es su forma poética de poner en escena la dialéctica de todo ser humano, sus luchas silenciosas por descifrar los enigmas existenciales que llevamos en una memoria colectiva inconsciente. Como compensación metafísica cuando el alma se mira en ese espejo, puede descubrir la vergüenza que ella encierra y entonces  la arroja de sí, pues tan pronto se pone frente al espejo, se olvida de su propia imagen. Pero para no caer en los solipsismos del individualismo, en la obra va descorriendo el sentido humano del lenguaje y su simbolismo como construcción histórica y social o en un estilo muy singular, se permite visualizar muchos de los artefactos que conforman la cultura hasta nuestros días.

LO DIJO CASANDRA, desde esa perspectiva narrativa, da una muestra muy representativa del entorno del hombre que se dedica como artista a la literatura y al Teatro, las tramas y sub-tramas del vivir humano, en la lucha existencial por un añorado equilibrio, así como la del actor y su vida interior, el actor y sus compañeros o la tensión entre el actor y su público. En síntesis, la obligación existencial de estar en dos mundos a la vez: El mundo interior y el mundo exterior, un camino simple para la referencia al YO, al Tú y al Nosotros.

Recurro ahora a la particular importancia entre el mundo del relato, el Arte Teatral y el mundo de la Pedagogía y la Enseñanza a partir de algunas Claves desde Paulo Freire como la Emancipación, el Pensamiento Crítico y los asombros.

Desde el Título “Lo dijo Casandra”, Rubén Darío pone al lector frente al privilegio de la palabra y su poder profético, pero siempre en riesgo de ser escupida y apartada de ese poder mágico consistente en ser creíble. En otras palabras, la eterna lucha entre la verdad y la mentira. Y aquí la primera clave que inspira esta obra de relatos en prosa poética, es la de poner en juego la libertad de los seres humanos con su  natural capacidad creadora, facultad eminentemente aprehendida a través del lenguaje y los asombros del entorno en una dialéctica entre los mundos existenciales de las interioridades y las exterioridades, que definen el modus  de todo accionar, el permanente discernimiento, la decisión y elección,  basamentos políticos de todo ser humano; y esta es una de las Claves de lectura desde Paulo Freire: Casandra la pitonisa, es capaz de enfrentarse al poder otorgado por otro poder sublime y así es como el valor de su palabra profética se banaliza. Hoy podríamos decir que ante las arrogancias del Fatalismo, las palabras pierden el valor de la verdad y son vehículo de falsas noticias del mundo del Statu Quo, la resistencia al cambio, que desde las redes sociales y medios masivos de comunicación, construyen terrorismos simbólicos para movilizar todo tipo de emociones degradantes.

Ningún ser humano es neutro, todos estamos existencialmente como seres de lenguaje en diálogo para el discernimiento, el cruce de caminos entre los sueños creadores o las pesadillas devastadoras, flujo de contradicciones que van y vuelven, en el enorme caudal del eterno retorno, figura que nos llega desde el filósofo Federico Nietzsche a través de Rubén Darío en LO DJJO CASANDRA.

En cada apartado de esta obra el autor cautiva a través de los recursos y estilos literarios y fortalece la condición humana de ser lectores del mundo y de la palabra. Deja claro en la Introducción que su escritura es diaria por obligación y vocación. Y esto se puede constatar, ya que desde muy joven Rubén Darío ha sabido compartirnos con lujo de detalles en tertulias inolvidables que llegaban hasta la mirada fija, sus inquietudes y posturas alrededor de escritores variopintos tanto en sus obras como en sus contextos, formas y contenidos. Y como buen hombre de teatro que sabe las reglas de la recepción de la puesta en escena, sorprende al final del libro con el anuncio aleccionador que hace a sus descendientes: “La herencia más importante que dejaré a mis nietos incluidos Isaac y Thiago, será mi gran biblioteca…”.

Quisiera finalmente que estas líneas se las llevara Rubén Darío y cualquier otra persona que por feliz hallazgo alguna vez las lea, como una pequeña carta surgida del afecto y la lectura atenta del libro que hoy tienen ya en sus manos.

Las líneas que a continuación me permito dedicar, son de nuestro Maestro y gran referente artístico común, Enrique Buenaventura y titulado Carta a Theo surgida quizás de la hermosa comunicación epistolar que el artista Vincent Van Gogh sostenía con su hermano Theo en el siglo XIX y que estoy seguro, también constituyen parte sustancial de esta cofradía existencial, estética y artística, que bien puede resumir el valor poético y creativo del nuevo libro LO DIJO CASANDRA :

“Pero luz, lucidez, cálculo
Pasión, amor, entrega, no
Son la locura Theo.
La locura son solo las carencias”

El camino de soledad casi siempre incomprendido, pareciera advertirnos, de manera inútil y poco creíble como en el caso de Casandra, esta sentencia paradojal : “La perfección nunca es bastante perfecta” y por tanto para hacer escuchar esa especie de voz interior y conectarla con el oído de un mundo incrédulo, como lo escribe Rubén Darío Zuluaga en la introducción de LO DIJO CASANDRA, ”hoy tampoco se escuchan las voces de alerta ante las catástrofes ambientales o ante dilemas del espíritu que no tienen resolución y solo pueden expresarse en la locura o la alucinación”. El momento paradojal consiste entonces en que esa soledad deberá expresar toda su fuerza en la voz estruendosa de ese otro u otra afuera, en las circunstancias de un lector del mundo y de la palabra como en este caso.

Y esa podría ser, una clave emancipadora desde Paulo Freire, lo que hace fascinante la incompletud o inacabamiento de toda obra y de todo ser humano.

Con todo mi afecto y reconocimiento.

Presentación del libro “Lo dijo Casandra” el 14 de septiembre de 2023 en Macondo Manizales.

*Director y actor de teatro.

 

Creación en Manizales de la SECRETARÍA MUNICIPAL DE CULTURA Y CIVISMO

El pasado 16 de diciembre el Concejo Municipal de Manizales aprobó por mayoría de votos el acuerdo 094 mediante el cual se crea la Secretaría de Cultura y Civismo, nueva dependencia del gobierno local que deberá empezar a funcionar a partir del primero de enero de 2024 cuando inicie su mandato el nuevo gobierno municipal que reemplazará al actual alcalde Carlos Mario Marín.

Y este dato es muy importante por cuanto fue uno de los puntos consensuados entre todos los concejales con los ponentes del acuerdo, John Alexander Rodríguez y Danilo Fernández, quienes hicieron una clara y contundente argumentación durante los dos debates llevados a cabo, en los que igualmente tuvieron participación actores culturales y artísticos de la ciudad. El resultado de este arduo trabajo fue la aprobación mayoritaria, pues fue votada afirmativamente por 16 concejales y con tres votos negativos.

Quiero resaltar el nivel de respeto y argumentación por parte de todos los concejales durante los dos debates realizados, demostrando que cuando hay argumentos el diálogo se torna transformador y no una tribuna de agresiones y exclusiones.

La nueva dependencia del gobierno municipal es una aspiración de muchos actores culturales y artísticos de la ciudad, pues el sector Cultura, precisamente, ha sido invisibilizado recurrentemente y tratado tradicionalmente mediante prácticas del asistencialismo, lejos de constituir una Política Sectorial de Cultura que garantice los lineamientos y prioridades básicos de una planeación con intención transformadora, actuante y participativa.

La estructura actual del Instituto de Cultura y Turismo, según lo expresado mayoritariamente en los debates, ha dado como resultado un ente difuso en el cual el sector Cultura es un pequeño rincón del olvido proclive a los amiguismos y favores personales, como muy bien lo constatan los hechos, dado el alto nivel de desorden en cuanto a la planeación y ejecución de recursos y sus correspondientes pagos, pues es inobjetable el nivel de deudas con los artistas y actores culturales. En este sentido, lo más visible de este ente cultural es la ejecución de dos programas: la realización de la Feria anual de Manizales y el cumpleaños de la ciudad en el mes de octubre. Por ello, en el acuerdo se ha dejado previsto que este instituto durante el año 2023 haga su tránsito a una entidad operadora exclusiva de la feria y sus conexos con el sector turismo.

También se destaca que se haya denominado Secretaría de Cultura y Civismo pues la intención es agrupar todos los procesos institucionales de formación de cultura ciudadana, elemento clave en la transformación social hacia la participación y convivencia que está actualmente disperso en una serie de activismos de las diferentes instancias municipales, generando una dispersión de esfuerzos y recursos.

Una de las críticas observadas al Instituto de Cultura y Turismo creado en el año 2001, es que se ha convertido en un “ente engorroso en el que ni cultura, ni turismo” o bien, un escenario donde en el sector de la Cultura se siguen “dando palos de ciego”. Precisamente, observaciones como esas, justifican el hecho de tener una Secretaría de Cultura y Civismo, pues la Cultura como Sector debe tener un rango de autonomía en la mesa del gobierno municipal y por tanto hacerse visible en todos los procesos como Sector en el programa de gobierno respectivo. De esta manera se orientan las líneas fuertes de una Política Cultural a nivel municipal, permitiendo el desarrollo de procesos culturales, artísticos y de formación de ciudadanía en el tiempo, más allá de los acostumbrados activismos y satisfacciones personalistas y emocionales de ciertos grupos particulares.

Es innegable que la tarea de creación y puesta en marcha de la Secretaría de Cultura y Civismo de Manizales, imponen retos de organización, participación y deliberación responsables a todos los actores culturales, artísticos y ciudadanos. Esto exigirá cambiar prácticas acostumbradas como los amiguismos, asistencialismos y mecenazgos por las de una participación deliberante, responsable y crítica; pasar del activismo a la planeación y ejecución con decisión, o sea, pasar al desarrollo de Política Cultural, con recursos, pues los procesos culturales se dan sin afanes. Todo proceso cultural es a largo plazo, y aquí permítanme citar al maestro José Saramago: “Seguiré pintando el segundo cuadro, pero sé que no voy a acabarlo nunca…” Esta visión, permite también graduar los niveles de aspiraciones y resultados, para no caer en falsas expectativas o complejos de Adán: “Con mi hacer comienza todo”.

En su estructura orgánica, la nueva secretaría tiene previsto articular las instancias del Sistema Nacional de Cultura y especialmente otorgarle al Consejo Municipal de Cultura, CMC, su lugar preponderante de espacio de participación, liderazgo y asesoría en la materia, al ente territorial. Por tanto, es la vivencia en la práctica de Participar para decidir, la manera más sencilla de entender la Política, pues ese escenario es lo que la ley general de cultura y la Constitución Nacional han definido como el mecanismo más democrático del ejercicio del derecho fundamental del fomento al acceso a la cultura en igualdad de oportunidades, por citar uno de esos derechos fundamentales explicitados en los artículos 1, 7, 68 ,69,70,71 y 72 de nuestra Constitución Nacional del año 1991, los desarrollos normativos legales de la Ley General de Cultura y sus decretos reglamentarios y las leyes específicas como la Ley del Teatro, entre otras.

Como colofón de esta nota, quiero resaltar que la creación de la Secretaría de Cultura y Civismo del Municipio de Manizales da vida Institucional a la Cultura y Formación Ciudadana como Sector fundamental del ente territorial. Pero es la comunidad organizada y deliberante, en este caso el sector de los actores culturales, artísticos y ciudadanos, quienes, en conjunto con organización y compromiso, debemos actuar para dinamizar, hacer seguimiento y veeduría con el fin de consolidar este espacio de transformación de los procesos creativos, estéticos, sociales y culturales y que además misionalmente está orientado a mejorar las condiciones de vida de los actores culturales y artísticos de nuestra ciudad. Que este sea un primer cuadro, de los muchos que nos falte hacer, en la búsqueda incesante de mejores condiciones para La Cultura, el Arte y la Convivencia, como ciudad y como país.

*Director, escritor, actor. Teatro Portátil.

 

Las agrupaciones manizaleñas Caza Retazos y X2 Teatro en el espacio público de la ciudad

El viernes 7 de octubre, en las horas de la tarde, las personas que acudimos a la programación de Teatro de Calle, propuesta en el marco del 54 Festival Internacional de Teatro de Manizales en la Plaza de Bolívar a las 3 p.m. y en  el Parque Ernesto Gutiérrez, a las 4 p.m.,  también conocida como La Plaza Andina,  tuvimos la oportunidad de vivir gratamente dos obras inspiradas en la conciencia planetaria que por estos tiempos de Cambio, sobre todo de cambio climático, es el relato que circunda en el espacio de las realidades micro y macro existenciales de la humanidad en su conjunto como especie dominante del planeta.

Seguramente, quienes acudimos como público convocado o bien los transeúntes a esas horas por estos espacios públicos de Manizales, quedamos atrapados en una tarde que se llenó de colores y energías circulares que emergían desde las puestas en escena, en el primer caso, Bio-Cruces del Grupo Caza Retazos y en el segundo momento con la puesta en escena El Rey de Los Pájaros del grupo X2 Teatro.

En la obra Bio-Cruces, escenificada en la Plaza de Bolívar, se sintió transcurrir un ambiente  de energía trazado plásticamente en  fuego mandálico amarillo y rojo que invitó a vivir el movimiento, la contradicción, las  torres del poder de los humanos como especie , llámense política, económica o social, pero que en todo caso resultan  débiles frente a las fuerzas impajaritables de un planeta que soporta los desórdenes ocasionados por los humanos desde las territorialidades: el  cuerpo humano ,el cuerpo social  o el cuerpo universal . Una Especie humana que paradójicamente, con toda su racionalidad, pareciera haber olvidado el cuidado de lo simple de la Vida, la armonía de los cuatro elementos: el agua, el fuego, la tierra y el aire.  Y es precisamente el Bio-Cruces del mundo actual, el del consumismo capitalista, sus guerras y destrucciones con las consecuencias fatales para todo lo que represente la vida. Esto constituye el tema denunciado artísticamente en esta obra, en la que también se dieron pinceladas referenciales a las realidades del conflicto colombiano y sus motores de corrupción y prácticas de intolerancia frente al reconocimiento de la diversidad como relato hacia la Paz. Los códigos teatrales de sus músicas, vestuarios, personajes de la juglaría y la escatología, hicieron denuncias, premoniciones del desastre, pero siempre contando a los espectadores con el colorido y alegría de la esperanza de la Vida misma. Una escena en particular, resultó conmovedora. El momento de la regresión humana hacia sus orígenes simiescos, en donde la lucha de la manada es por el reparto de un trozo de banano. Como vivencia incluyente del Arte, el teatro callejero me permitió ver llegar a varios habitantes de calle a divertirse por unos momentos y aplaudir como espectadores al finalizar la obra.

Ya a las 4 de la tarde en el parque Ernesto Gutiérrez o también Plaza Andina, detrás del gran telón Negro ubicado en el centro del parque, se ven los artistas preparando sus gigantes muñecos de varillas que representan las aves emblemáticas de la región cafetera: los búhos, barranqueros y colibríes.

Una vez dispuestos todos los elementos, se inicia la obra EL Rey de Los Pájaros, con una bella canción hacia la Paz como necesidad apremiante por un nuevo país que ame y viva la tolerancia, el respeto, la diversidad cultural y la armonía y cuidado de la naturaleza.

El personaje tierno de una niña que con su canto invita a la paz, es el preámbulo de la aparición de otro personaje: se trata del Rey de los Pájaros, una especie de narrador que utiliza la técnica de clown para atrapar al público, con su recurso de compartirles naranjas y bananos, los que son lanzados con gracia y cuidado y refiriéndose a cada espectador con su propio nombre, dando una sensación de amistad y ambiente familiar, que evoca los momentos circenses en que se da apertura al gran espectáculo en la Pista. Transcurre la obra con un bello didactismo y enseñanzas del Personaje Rey de los Pájaros, hacia el respeto por la naturaleza y cuidado de todos los seres vivos. El Rey de los Pájaros, hace la presentación de las aves emblemáticas de nuestra región cafetera como El Búho, El Colibrí y el Barranquero o Barranquillo, esta última, el ave símbolo asociado a la protección de las fuentes hídricas y los bosques andinos.

Es de destacar el nivel de elaboración de los recursos artísticos y escénicos propios del arte del teatro de calle: los Muñecos gigantes que representaron las aves emblemáticas de la región, los maquillajes y vestuarios, la concepción de los personajes, la niña que canta La Paz, el Rey de los Pájaros y el personaje gritón y bribón del Espantapájaros que evoca la necesidad del corazón humano para amar y respetar sus sueños y la armonía con la naturaleza.

De manera coincidente, en las horas del mediodía, en la clausura del cuarto congreso Iberoamericano de Teatro, tuve la oportunidad de escuchar en sesión virtual, al director y filósofo teatral Argentino Jorge Dubatti, quien precisamente hizo referencia a la relación dialéctica entre el pensar y el hacer hoy en el teatro.  Y entonces al final de las dos obras motivo de estas notas, en el primer caso, dialogué con uno de los integrantes de la agrupación Caza Retazos y luego vía Whatsapp con Geovanny Largo Director de X2 Teatro y me dijeron que ambos trabajos son de Creación Colectiva.

Quedé muy reconfortado pues constaté con lo expresado por el Profesor argentino Dubatti, que el gran aporte del teatro colombiano a la historia de la dramaturgia mundial ha sido precisamente la relación de la creación artística con la técnica y la ética. Estas dos obras de teatro: Bio-Cruces y El Rey de los Pájaros lo evidencian de manera ejemplar.

Y esta relación permanente entre la práctica y su reflexión, es decir, entre el Pensar y Hacer el Teatro, es el fundamento de lo que sigue dando vigencia a la Creación Colectiva, el gran movimiento teatral por el que trabajaron los grandes Maestros Enrique Buenaventura y Santiago García. Y es que estos dos grandes maestros del teatro colombiano siempre nos insistieron, así como el profesor Dubatti lo expresó al final del Congreso en sesión virtual, que el Artista Profesional del Teatro se hace Profesional porque hace bien lo que hace y no por el dinero o la fama, es decir, que la técnica libera el Talento y este llega a los que más ensayan, los que más trabajan la Técnica y la Ética.

Viendo estas dos obras que he comentado, se tiene la sensación de unos grandes trabajos que logran conjugar Técnica y Ética, se perciben muchos ensayos que traen el talento porque se ve la técnica y su profesionalismo. En hora buena para ellos como artistas y para la evolución del teatro manizaleño y su proyección nacional e internacional.

*Director, escritor, actor. Teatro Portátil.

 

 

Comentario acerca de la obra teatral: QUIJOTE, espejo de hombre

Del Grupo La Tropa Teatro de la ciudad de Pereira.

El pasado 20 de mayo en la Sala de Teatro El Escondite, se presentó la obra teatral: QUIJOTE, espejo de hombre, por parte del grupo escénico de la ciudad de Pereira La Tropa Teatro.

Comparto a continuación algunas notas que me ha suscitado esta puesta en escena de la  pieza literaria “Don Quijote de la Mancha”.

Como es sabido, la novela Cervantina ha sido motivo de la creación artística y eje narrativo trascendental en nuestra cultura hispanoamericana a través de diferentes manifestaciones y expresiones como la escultura, la pintura, el cine y el teatro, por citar algunos ejemplos.

Así las cosas, de entrada, va una exaltación y reconocimiento a todos los artistas que integran el Grupo La Tropa Teatro que han logrado la versión teatral de la novela de Cervantes, esta vez con el nombre de QUIJOTE, espejo de hombre.

De manera ortodoxa, en el campo de los procesos dramatúrgicos y en lo que hace referencia al sistema del Maestro Ruso K. Stanislavsky, relacionado con el Teatro y el Arte del Actor, quiero destacar el riguroso trabajo que se evidencia en la obra en lo pertinente al conjunto de las circunstancias dadas, es decir, la fábula de la obra.

En la puesta en escena transcurren de una manera creativa y recursiva los hechos y sucesos fundamentales; el tiempo y  acciones se suceden con el asombro del espectador de los nuevos tiempos, lo cual da testimonio del acercamiento juicioso que de la obra literaria hizo este grupo para llegar a una puesta en escena que resultó bien cercana a los códigos de un teatro circular, que evidentemente también nos puede remontar al teatro de patios español, en donde el público puede presenciar a los artistas desde el momento mismo de los ejercicios previos de los actores.

No obstante lo anterior, mientras transcurría la obra me asaltaba una pregunta: ¿Quién ilustra a quién, la literatura al teatro o el teatro a la literatura? Y luego de la función recordé el famoso acertijo de la carrera entre el veloz Aquiles y la lenta tortuga, para responder a la pregunta: ¿Cómo puede alcanzar el veloz Aquiles a la lenta tortuga si le concede una ventaja?

En nuestro caso, ¿quién es Aquiles y quién la tortuga: la literatura o el teatro?

Es claro que el reto para un grupo de teatro al partir de una novela como el Quijote de la Mancha, consiste en darse una ventaja en cuanto a la línea de creación y puesta en escena. Pero visto de otro lado, puede ser el punto de partida de un largo proceso del teatro que sabe de la lentitud como misterio profundo de la creación, que sin embargo no obedece a nociones lineales de tiempo y velocidad y esto distingue a una puesta en escena teatral de otras teatralidades muy de moda, por las exigencias y afanes de estos días de economías naranjas.

En el teatro nada asegura nada, es decir, partir de una Gran Novela, como en este caso, no asegura un resultado exitoso de la puesta en escena. El teatro, como la tortuga en el acertijo, requiere de otras temporalidades, de otras tensiones más allá de la linealidad. En los procesos creativos del teatro casi siempre se vive la lógica absurda, este mundo del caos creativo no escoge, el caos siempre propone.

De esta manera, la puesta en escena de Quijote espejo de hombre, nos propone a los espectadores, como resultado en cada función, su proceso creativo que destaca el nivel dramatúrgico y virtuosismo actoral por el que transitan.

Esta dramaturgia, no obstante, está emparentada con la larga tradición de querer, en términos de K. Stanislavsky, demostrar habilidad para transportar a la escena las ideas y los sentimientos, en este caso del autor. Y es allí donde me asaltó la segunda pregunta, pero ya al finalizar la función: ¿Qué riesgos tiene la figuratividad teatral frente a la imaginación y la metáfora?

Indiscutiblemente, lo que media entre la figuratividad y la metáfora en el teatro es el virtuosismo de los actores.

En la puesta en escena de la Tropa Teatro, hay ciertos coqueteos a la figuratividad: querer mostrarlo todo, representarlo todo. Por ello, quizás, la obra transcurre con la sensación de premura en la utilización de diferentes lenguajes y recursos al mismo tiempo: marionetas, títeres, danza, acrobacias, ambientación musical, recitativos, etc. Como en el acertijo de Aquiles, parece ser la ventaja que le dan a la tortuga en la carrera. Lo anterior propicia el riesgo de relegar la metáfora: el espacio imaginativo, el silencio cómplice y vacío que no representa nada pero que lo puede colmar todo, el detalle infinitamente armonioso e incitador de emociones. La metáfora en la escena permite que quien escuche, que quien vea o esté expectante, se imagine lo que falte y sienta placer en ese viaje imaginativo. La metáfora en escena, más que representar o figurar, es esa especie de asombrosa y agradable condensación del mundo.

La metáfora puede evitar en la puesta en escena los manierismos, exageraciones e histrionismos propios de la figuratividad. En la Tropa Teatro el virtuosismo actoral, arraigado en la cultura corporal y la poética de la palabra en escena, hace las veces de teflón para que el tono barroco o ciertos atiborramientos objetuales y de lenguajes espaciales o proxémicos, propios de la figuratividad, empañen la propuesta de esta versión teatral de Don Quijote de la Mancha.

En la novela, Cervantes en varios pasajes da prelación al monólogo y a la técnica del Teatro en el Teatro, mediante el recurso de la narración oral; por ejemplo, en el hermoso monólogo de la Edad Dorada o en el pasaje memorable de la Ínsula de Barataria. Allí, desde el punto de vista de la escritura dramática, creo que hay procesos dramatúrgicos en los que se puede detener con más atención.

Como cierre de esta nota, quiero compartir la sensación personal de utopía, de locura cuerda y vital que experimento como lector de Don Quijote de la Mancha, más allá del dolor y sacrificio del personaje Don Alonso Quijano, y no con la que me quedó al terminar la función de la versión teatral que de la novela hizo el grupo La Tropa Teatro: La Crucifixión de Cristo.

En todo caso, y utilizando el dicho cervantino “atando estos cabos”, la puesta en escena QUIJOTE espejo de hombre del grupo la Tropa Teatro, resulta ser una hermosa experiencia artística que reivindica el buen hacer del teatro, basado en dos pilares: Grandes Actores y Una Gran Historia.

Manizales, mayo 25 de 2022.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“El Circo de las Ilusiones”

“Es amarga la tragicómica carcajada del Carapintada”*

 

Apreciado lector, le propongo el siguiente juego: Sin hacer trampa, cierre sus ojos durante unos treinta segundos y piense en las palabras o imágenes que usted asocia con la palabra CIRCO. ¡Vamos, comience ya!!! (recuerde. Son treinta segundos…)

Con una alta probabilidad de acierto, en su mente debieron aparecer, entre otras, imágenes o palabras relacionadas con:

Diversión, entretenimiento, alegría, función, carpa, pista, números,  payasos, risas, seres humanos, magia, juegos, silbidos, malabares, trapecios, cuerdas, música, color, maquillajes, algodón de azúcar, crispetas rosadas, aserrín, animales, olores…

El anterior juego lo realicé con varias personas de diferentes edades, para  provocar estas notas con las que quiero registrar la  experiencia artística y de encuentro cultural  vivido por los espectadores que tuvimos la grata oportunidad de ver las películas proyectadas en la Sala Olimpia del Cinema Fundadores, los días viernes y sábados del pasado mes de Abril, durante el Ciclo de Cine denominado “El Circo de las Ilusiones”,  organizado en el marco de la celebración del Día Mundial del Circo de Manizales.

El significativo evento ha sido el resultado del trabajo liderado por la Fundación Red Espiral y FICMA (Feria Internacional de Cine de Manizales) junto a la Fundación Circo Manizales y la Asociación Circo en el Aire.

Sea esta la oportunidad para exaltar el trabajo que vienen desarrollando en la ciudad y región el dinámico grupo de jóvenes de gran visión y formación cultural alrededor del Cine como son: Viviana Castro, Directora de   la Fundación Red Espiral y en el ámbito de FICMA (Feria Internacional de Cine de Manizales) su Director Federico Zapata y Diana Castellanos en la Curaduría.

Todo este importante proceso comenzó cuando se encontraron en el año 2017 en uno de los paisajes sonoros del Festival Internacional de la Imagen y se pusieron una cita para ver una película surrealista del director Carlos Osuna en Cinespiral, aquel hermoso e inolvidable espacio del cine arte que funcionó por varios años en el sector de Milán, ubicado al oriente de la ciudad. Ese mismo fin de semana, Federico empezó a hacer las presentaciones de una serie de películas en el Cinema Fundadores. Este fue el comienzo de lo que hoy es este Cine Club, en donde podemos disfrutar lo mejor del Cine con la pertinente orientación y cálido acompañamiento que hacen Viviana, Diana y Federico.

Federico Zapata, Comunicador Social, se integró inicialmente a la Fundación Red Espiral en el Proyecto “Ecosistema Audiovisual” y Diana Castellanos, Médica Neuróloga, quien recientemente había regresado de sus estudios en España, asumió la Programación y la Curaduría respectiva. Todo este trabajo lo emprendieron, según Diana, con la pasión del Cine y sin ninguna pretensión económica.

Hoy, gracias a la energía, disciplina e inspiración cotidiana que dan la sensibilidad y compromiso de este equipo de  Gestores en el área del Cine, con  el apoyo de algunas instituciones y la acogida de un público en crecimiento, la ciudad tiene la posibilidad de disfrutar eventos y proyectos tan importantes como el  que realiza el FICMA  en  el Cinema Fundadores, Sala  Olympia,   con  los ciclos y programaciones de Cine Club, a la par de las grandes ciudades, en donde el público tiene la oportunidad de apreciar los  sucesos del Arte del Cine, no sólo como una Proyección de un film,  sino como aquel  acto presencial de encuentro en donde se vive la conversación, la apreciación estética y la crítica, una forma de consolidar los Círculos Virtuosos de formación de públicos, que impactan el desarrollo cultural más allá de la espectacularidad que ofrece una cultura de cierto color,  sustentada únicamente bajo la perspectiva estadística de los rendimientos económicos. Con  alegría y sabor nostálgico, sé que muchas personas de mi generación que vivimos el fulgor cultural y artístico de los años setenta, propiciado entre otros, además del Teatro, por un movimiento de Cine Clubes que entonces ocurría  en el país, recordamos con agrado que en Manizales, por ejemplo, se recorrían  las rutas de los Cine Clubes que circulaban sus películas por los  teatros de esa época y cuyos nombres aún sobreviven en la memoria de muchas personas, veamos: Teatro Colombia, Teatro Manizales,  Teatro Cumanday,  Teatro El Cid y Teatro Los Fundadores, y más recientemente la pequeña sala con la magia del  sótano donde funcionó en el pasaje de este teatro.

Esta vez, la programación comprendió películas del Cine mundial con la temática del Circo. Veamos algunos títulos: Cintas producidas entre los años veinte del siglo pasado (cine mudo, blanco y negro) como la ya clásica “El circo” de Charles Chaplin, el denominado Cine de posguerra europeo: “El callejón de las almas perdidas” (Edmund Goulding 1947) y “Noche de circo” (Ingmar Berman, 1953), hasta “I clowns” (Federico Fellini, 1970) y “YoYo” (Pierre Etaix, 1965) y la más reciente “Santa sangre” (Alejandro Jodorosky, 1989).

De manera muy personal, quiero destacar de este Ciclo el seguimiento o “pista” fílmica que le hice al Payaso, como personaje del Circo y su significación en nuestra cultura, desde mi visión, formación y experiencia como actor de teatro y no como crítico de cine, que no lo soy.

En las cintas que pude ver, el Payaso es un ser humano cuyo rostro está escondido en un maquillaje y su cuerpo lo viste un traje colorido y estrambótico que ilusiona y hace reír a partir de sus fracasos que lo son por la magia en la ejecución de un número simple en la gran pista del Circo, ante un público que sólo quiere divertirse.

El payaso hace presentir al Artista que se busca a sí mismo en cada función para reforzar sus lazos empáticos y las relaciones interpersonales que propician la fiesta, el juego y la risa.

Sin embargo, el auténtico Clown o Payaso, debe consolidar sus fracasos en una relación pendular entre la perversidad y la inocencia. Son Los personajes de la Caravana del Circo habitada existencialmente por la transgresión, la gracia y contrasentido del bufón, en contraposición a la inocencia y delicadezas del “payaso blanco”. Y es allí donde hace tránsito la dualidad “tragicómica “del Clown o Payaso y que despierta en los espectadores la unidad entre la risa y la compasión, expresiones de alegría, y la necesidad de ayuda; la sensación de reír ante la realidad solidaria como especie humana. Es el misterio de esta ley: aumentar nuestras risas en la medida en que la tragedia aumenta, quizás el mecanismo secreto que la cultura nos otorga para sobrevivir ante el error y el fracaso.

De esta forma, el Circo en cada una de sus funciones, hace vivir al público el humor, las risas, la poesía, el brillo de la imaginación, el asombro y hasta la compasión que causan las proezas de la corporalidad humana. En el Circo, además, los artistas desde la Pista central, desafían el peligro en un acto presencial y efímero; ritual milenario para subvertir los actos vitales de las cotidianidades de sus testigos o espectadores y cuya tensión despierta el placer, esa especie de sensación profunda de regocijo, admiración y respeto de la obra de arte que nace y muere ante nuestros ojos y siempre de manera distinta, pero con más perfección. Por ello, en el Circo y en el Teatro como artes de la presencialidad, la religión es el Ensayo y es por su naturaleza que ocurre la paradoja de la Vida misma: “Buscar la Eternidad y la Felicidad en medio de la finitud y el Fracaso “. Quizás por ello, como espectadores, queremos siempre estar en una Pista de Circo o en un escenario para burlarnos de nosotros mismos, de esta tontería, que, según el Renacentista Erasmo de Rotterdam, enunciado en plural cómo es el Circo:” son las que rigen el mundo”. Se hace visible, entonces, la relación entre risa y fracaso del Payaso o Clown, para evocar el inacabamiento humano o especie de archipiélago de insatisfacciones, en medio de un océano de acciones por el que se navega en búsqueda de una pretendida felicidad.

Ese parece ser  el mundo  de caravanas y artistas circenses  que lograron reunirse en este hermoso Ciclo de Cine del cual  nos  quedan entre muchos otros personajes, las  huellas de los ya clásicos Charlot o Vagabundo del gran Chaplin, “ I Clown” del siempre aplaudido Director Federico Fellini  o  el asombroso personaje YoYo  del Francés Pierre Etáix.

Finalmente, en el último día de este Ciclo de Cine, y antes de la proyección de “Santa Sangre”, obra que, en mi opinión, representa superlativamente la conjugación fantástica y terrorífica de la dualidad Comedia-Tragedia, resultó muy oportuno el espacio que Federico y Diana ofrecieron para la presentación de la Novela: “Carapintada” del Escritor Caldense Iván Cocherín, publicada en 1960. En este acto, el Poeta Edgar González, hijo del escritor, leyó y comentó un pasaje de esta obra que desde la literatura también atañe el tema del mundo del Circo, pero ahora en un contexto local. Allí, también tuve la oportunidad de comentar entre otros, el homenaje que el autor hace a “las caravanas de desheredados “, y expresar que la novela es una auténtica historia de personajes de circo, su mundo, sus trashumancias. En ella, transcurre el fracasado amor del Payaso Carramplón, por Rhuca, “La intrépida trapecista”, que un día le aceptó una invitación para irse con él en el circo siendo ella aún una joven y ´él un connotado payaso, ambos de origen humilde en su pequeña ciudad, y que como tantos niños en el mundo fijaron sus ojos en las “ Estrellas que gotean sobre la Carpa ahumada“ de algún circo, en donde sus payasos “hacen salir estrepitosas risas que se salen por los rotos de la carpa…”, como lo expresó Iván Cocherín en su novela.

Así como los niños de algún pueblo en cualquier lugar del mundo han visto pasar la alegría de una caravana de circo, esperamos que el Cine Club Cinema Fundadores siga iluminando con su Carpa Fílmica las tardes de una ciudad y de un país que hoy, más que nunca, requieren la Risa Sanadora del Arte y sus Artistas.

*Novela Carapintada. 1960. Iván Cocherín, Marmato, Caldas, 1909-1982. Seudónimo de Jesús González Barahona.

Manizales, mayo 8 de 2022